El 23 de Mayo de 1965, Melchor Díaz-Pinés Pinés envía a los Servicios Especiales de la Agencia Cifra, la siguiente publicación:
Por tierras de La Mancha y en ese punto estratégico que es Manzanares, se están llevando a cabo las importantes obras de la primera fase de su Polígono Industrial de Descongestión de Madrid, en terrenos paralelos al casco urbano actual y comprende desde la prolongación de la Calle General Sanjurjo y la Prisión del Partido, hasta superar el ferrocarril Madrid-Cádiz, en la parte noroeste. El polígono será cruzado por la carretera Manzanares-Argamasilla de Alba, en su extremo oriental.
La industria, tan alejada de estas tierras de "pan llevar" y de sus célebres vinos, hará acto de presencia por estos lugares en los que el Don Quijote universal dejara su impronta siglos ha. La ciudad de Manzanares quiere aportar al Plan de Desarrollo económico su esfuerzo y el más decidido entusiasmo para que se logren los objetivos previstos y para subir la renta per cápita en la población, aumentado su bienestar general. De este modo, aliados fraternalmente la industria y el agro, La Mancha primero y España a posteriori, han de notar el desarrollo de la comarca con la creación de puestos de trabajo para erradicar el paro estacional e intentar detener la corriente emigratoria, hoy tan generalizada en la juventud.
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| Foto Melchor Díaz-Pinés, 1965. |
El trepidar de los motores de esos gigantescos Caterpillar D.7 de 190 HP, con sus 22 toneladas de peso ya va siendo connatural entre las buenas gentes de Manzanares. Las palas excavadoras con equipo de retro, las motoniveladoras Gallion y Renault, las mototraillas Allis Chalmers, las palas cargadoras, las compactadoras vibratorias, las hormigoneras automáticas y tantas y tantas máquinas que la ciencia ha puesto al servicio del hombre, hacen olvidar las humildes herramientas utilizadas en el campo e invitan a soñar con un futuro mejor para los manzanareños.
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| Foto Melchor Díasz-Pinés |
Esta primera fase de las obras ya está en marcha y contiene cuatro etapas: Explanación del terreno, pavimentación, alcantarillado y por último distribución de aguas potables.
La primera fase ya está en marcha y con los grandes ingenios antes mencionados, el ritmo es muy notable
La pavimentación contiene calles de 14, 10 y 8 metros de ancho de calzada. El firme se hará a base de zahorra natural, zahorra artificial, pavimentación primaria de riego asfáltico y aglomerado, también asfáltico. En todas las calles y a ambos lados de las mismas, se ha colocado una zanja de drenaje que se conectará a la red de saneamiento.
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| Foto Melchor Díaz-Pinés, 1965. |
En cuanto al alcantarillado, en su primera fase, son 15 kilómetros de canalización a base de tubulares de 30/40/50/60 cm. de diámetro interior y ovoidales de 70x120 cms. y los emisarios, que recogerán todas las aguas residuales, que una vez depuradas acabarán en el rio Azuer. Los calculos para el mejor funcionamiento de la red, se han hecho sobre la base de 32 litros/segundo en aguas limpias y 441 l/s. para las aguas negras. Todas las tuberías son de hormigón vibrado y las tubulares de hormigón en masa.
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| foto Melchor Díaz-Pinés |
La distribución de aguas se ha previsto desde el conocido Pozo de Máximo, mediante la instalación de una red de tuberías de fibrocemento de 600 mm. de luz y una longitud de 3.700 m.
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| Foto Melchor Díaz-Pinés. |
De las 422,95 Has. de la extensión total del terreno, esta primera fase sólo comprende 83,81 Has. de las cuales el 80% corresponde a zona residencial y el resto a zona industrial. La empresa Dragados y Construcciones es la designada por el Ministerio de la Vivienda para llevar a cabo la obra, que va puntualmente desarrollándose. El presupuesto de esta primera fase alcanza la cifra de 112 millones de pesetas y las obras estarán terminadas antes del 12 de diciembre de 1967, fecha de expiración del plazo de ejecución.
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