El 2 de Enero de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, elabora este pequeño reportaje sobre la mecanización del campo en La Mancha, para la Revista Agropecuaria 'C A M P O '.
Puede decirse que el pasado año 1960, ha sido decisivo en la modernización del campo manchego y sus faenas agrícolas. Las nuevas técnicas agrícolas van ganando el terreno a los procedimiento de tipo manual, utilizados desde épocas ancestrales y conocidos en todos los tiempos pasados.
En el año que termina de pasar se han rebasado en la provincia de Ciudad Real, la cifra de dos mil tractores de todo tipo de potencias, cerca de cinco mil motores eléctricos para regadío, más de trescientas máquinas cosechadoras y más de doscientas trilladoras. Podemos calcular en 125.000 H. P. la aportación de las nuevas técnicas al servicio exclusivo del agricultor manchego.
Está puesto en marcha en esta provincia un ambicioso plan de modernización del campo y sus costumbres, que el labrador va encajando con la mayor naturalidad, observando las incontables ventajas que aportan las máquinas y pensando que con su aplicación van a conseguirse rebajar sustancialmente los costes de producción.
El prodigio se está realizando, aunque haya habido que vencer la oposición de una tan especial idiosincrasia de los nativos pero la más dura etapa, la de mentalización del agricultor, ha sido vencida. De ahora en adelante todo va a discurrir con mayor naturalidad, máxime si se tiene en cuenta que las industrias van lanzando al mercado útiles y maquinarias para los agricultores más modestos, aquellos que tienen menos tierras que cultivar y que ahora también podrán aspirar a subirse al tren de la modernización del campo.
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