El 22 de Abril de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, redacta este apunte histórico sobre la villa de Carrión de Calatrava, para la Agencia Cifra.
El que en otros tiempos fuera famoso Castillo de Malvicino, enclavado en el paraje de su nombre, en el término municipal de Carrión de Calatrava, según el Bulario de la Orden de Calatrava perteneció en el siglo XII a la Orden de Montegaudio de Jerusalén y así se confirma por la Bula del Papa Alejandro II, del 23 de Enero de 1180, el mismo pontífice que veinte años antes autorizara la constitución de la Orden Militar de los Caballeros de Calatrava.
La Orden de Montegaudio era del reino de Castilla, siendo creada por el tercer conde de Sarria, reconocido caballero de la Orden de Santiago y tuvo gran protagonismo durante las Cruzadas, siendo militarizada en 1173 , pasando a pertenecer a la Orden de Calatrava en 1221. Esta Orden había aceptado las reglas cistercienses.
Este famoso castillo que fuera baluarte defensivo en la lucha que La Mancha sostuviera con los moriscos, sirvió de residencia a los avezados guerreros calatravos y años después le fue adosada la bella ermita dedicada a Santa María de los Mártires, como homenaje póstumo a los caídos por la Rota de Alarcos. La imagen era toda de mármol y estaba envuelta en túnica y manto romano y con un niño sentado en su regazo.
En el siglo XIII, la Orden de Calatrava dividió sus bienes entre los caballeros y religiosos y creó encomiendas o preceptorías para los primeros y prioratos para los segundos, siendo Carrión primero dehesa y agregándosele después Calatrava la Vieja y Turrillo, quedando constituido su término municipal hasta nuestros días.
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