¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

sábado, 17 de abril de 2010

Incendio en la Delegación Comarcal de Sindicatos de Manzanares.


El 27 de Noviembre de 1956, Melchor Díaz-Pinés Pinés, elabora el siguiente reportaje para el semanario de sucesos " El Caso ".

En el edificio que en la Calle García Morato 1, ocupa la Delegación Comarcal de Sindicatos, Hermandad de Labradores y Guardería Rural, propiedad de los Herederos de D. Antonio Sánchez Cantalejo, se ha producido un violento incendio, que pudo tener peores consecuencias si hubieran soplado los aires de días pasados. La benignidad del día evitó que el fuego tomara mayores dimensiones e invadiera las centenarias casas colindantes, repletas de madera en sus estructuras.


El incendio comenzó en los desvanes del edificio y en principio pasó desapercibido hasta que el calor desprendido y los humos producidos denunciaron el fuego. Dada la proximidad del edificio con la Parroquia de La Asunción, permitió al Sacristán Sr. Cipriano, que se encontraba en el campanario, descubrir los humos sobre los tejados y con mucho criterio, comenzó a tañir las campanas con el sonido de alarma ó fuego, lo que alertó tanto a las Autoridades municipales como a la población en general, que acudieron a colaborar en las labores de extinción. Empleados del Sindicato, guardias municipales, el ordenanza municipal Fabricio Pérez, Guardia Civil, vecinos del lugar, haciendo de improvisados bomberos, conectaron dos mangueras a las bocas de riego próximas y las dirigieron hacia el desván, lugar donde el fuego era más violento. Utilizaron largas escaleras por donde subieron con riesgo de sus vidas. En la parte sur del Edificio, dirigidos por el aparejador municipal, Sr. Cantalejo, otra brigada de voluntarios consiguió realizar un cortafuegos para evitar que las llamas se propagasen al resto del edificio.


Los vecinos del lugar cada vez eran mayor en número y también colaboraron en la extinción, formando una gran cadena humana que pasaba cubos de agua hacia el lado Norte. Dirigidos por el maestro de obras D. Eugenio Muñoz consiguieron derrumbar la techumbre de madera, permitiendo que el agua entrara más directamente sobre las llamas y apagar ese foco en su totalidad, impidiendo que las llamas invadieran los servicios sanitarios del Seguro de Enfermedad, donde ya previamente habían sido evacuados los enfermos, con el Dr. Novo que cubría la guardia, consiguiendo salvar toda la aparatología médica, de gran valor.


Ya era bien cerrada la noche cuando el incendio quedó extinguido. La causa del incendio pudo ser el recalentamiento de los tubos de una gran estufa que prendió el viejo maderámen del edificio y lo que no pudo salvarse fueron algunos archivos de la Hermandad de Labradores y ganaderos y utensilios y mobiliario de oficinas.


La noticia trascendió rápidamente a la capital de la provincia y se personaron con la mayor celeridad los Srs. Utrera Molina, recién llegado a Ciudad Real de Gobernador Civil, el Delegado Provincial de Sindicatos Sr. Calero y el Sr. Montero, Subjefe Provincial del Movimiento, quienes felicitaron a todos los que participaron en la labor de extinción del siniestro. El Sr. Gobernador, por cierto, sintió produndamente que su primera visita a Manzanares fuera para este trágico suceso. Informado de los hechos, felicitó efusivamente al obrero César Rodriguez que tuvo un heróico comportamiento y le aseguró que obtendría una distinción oficial por su meritoria labor, con absoluto desprecio de su vida.


Igualmente, merecen destacarse por su ejemplar comportamiento, la Guardia Civil, Guardia Municipal, Obreros Municipales y los Srs. Cantalejo, Cacheras, Camacho Malpica, Muñoz García-Pozuelo, Mañas, Camacho (D. Francisco), Gijón, Serna, Cristóbal, Fabriciano y otros muchos que siento no recordar. Todos ellos, de forma desinteresada, consiguieron vencer el siniestro.



No hay comentarios:

Publicar un comentario