¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

jueves, 22 de abril de 2010

Se cumple este año el VIII Centenario de la Institución de la caballeresca Orden de Calatrava.




El 2 de Noviembre de 1958, Melchor Díaz-Pinés Pinés, realiza el siguiente apunte histórico, para el Diario " YA " y Agencia LOGOS.


Grandes fueron los alientos que los moros tomaron con la muerte del Rey D. Alfonso VII, que acaeciera en 21 de Agosto de 1157, pero su hijo D. Sancho III, el Deseado, ordenó fuera pregonado por heraldos que si algún esforzado caballero ó persona poderosa se atreviera a tomar a su cargo y riesgo la defensa de los campos calatraveños, habría de cedérselos por juro de heredad para sí y sus herederos, con todos sus términos, castillos y aldeas, pero tal llamada habría de caer en la mayor desidia y no fructificó. Sólo dos religiosos cistercienses llegarían a ofrecerse para tamaña empresa. Fueron estos, Fray Raimundo Serra de Fitero - que luego sería elevado a los altares - natural de Tarazona de Aragón y otro compañero suyo, ya famoso por sus hazañas guerreras y que conservaba bajo la cogulla el fuego incontenible de sus años jóvenes. Era a la sazón, Fray Diego de Velázquez, de la Bureba burgalesa, joven hidalgo y antiguo soldado del Rey Alfonso, de admirable temple y gran organizador.

Fue recibido con el júbilo general tal ofrecimiento y en virtud de la real palabra empeñada por D. Sancho III, otorgóle a S. Raimundo en la villa de Almazán, en Enero de 1158, la siguiente " Carta de donación y texto de Escritura, para siempre valedero, a Dios y la Bienaventurada Virgen María y a la Santa Congregación del Císter y a vos, D. Raimundo, Abad de Santa María de Fitero y a todos vuestros frailes, así presentes como por venir, de la villa que se llama de Calatrava, para que la tengáis y poseáis horra, libre y pacíficamente, por juro de heredad, desde ahora para siempre, y la defendáis de los paganos, enemigos de la Cruz de Cristo, con su favor y el nuestro. Y digo que os la doy con sus términos, montes, tierras, aguas, prados y pastos, entradas y salidas y con todos los derechos pertenecientes a la dicha villa, para que la tengáis y poseáis por juro de heredad como tenemos dicho, vos y vuestros sucesores que fueren de vuestra Orden y quisieren servir a Dios para siempre; y esto lo digo y hago por amor de Dios y salvación de mi ánima y de mis padres y porque Dios sea para vosotros reverenciado y la cristiana Religión sea ampliada y nuestro Reino reciba aumento y amparo con vuestro servicio agradable a Dios todopoderoso ".

Con tanto privilegio que a San Raimundo concediera el rey de Castilla, pronto acudieron hombres de toda la Monarquía a avecindarse en el Campo de Calatrava y otros que vinieron a guerrear por un determinado tiempo, ya no quisieron volver a sus hogares y abrazaron la Orden. Fueron por lo tanto, frailes y soldados, aguerridos y fervorosos a la vez, hasta el extremo que el mismo D. Sancho dijo en una ocasión al Abad : " Paréceme, Padre, que el son de las trompetas hace a vuestros soldados lobos y el de las campanas, corderos.... Será, repondió el Abad, " porque aquellas les llaman para resistir a los enemigos de Cristo y vuestros, y estas, las campanas, para alabarle y rogar por Vos ".


Su fundador, San Raimundo de Fitero, gobernaría la Orden durante cinco años, pues murió en Ciruelos, lugar de la Orden junto a Yepes (Toledo), en el año de 1163. Sucedióle y fuera primer Maestre de la Orden de Calatrava, Don García, natural del Reino de Navarra y se irían suciediendo por los Maestres: Don Fernando de Escaba, D. Martín Pérez de Siones, D. Nuño Pérez de Quiñones, D. Martín Martínez, D. Suero Rodriguez, D. Martín Pérez de Quintana ... y así hasta treinta Maestres, siendo el último D. Garcí López de Padilla.


La Orden y Maestrazgo de Calatrava aumentó considerablemente sus dominios con la rendición de castillos, liberalidad de los Reyes, generosidad de los poderosos y el botín de victoria que le concediera el rey D. Alfonso VIII y sus grandes privilegios, franquicias y exenciones. Trescientos años viviría la institución más poderosa de Castilla durante la Edad Media. Tanto por su arrojo y valor, como por la austeridad y fervor religiosos de sus caballeros, mereció los mayores elogios de Pontífices y Reyes, por los eminentes servicios presentados a la Religión y a la Patria. Mucha sangre donó a la Reconquista de la Mancha, en poder de los moriscos, que la tenían como " prenda muy codiciada " al decir de los historiadores.

Ya conquistada Granada y en vista de las luchas intestinas, la Reina Isabel la Católica, recabó temporalmente primero y después a perpetuidad, la anexión de las Ordenes Militares a la Corona de Castilla, quedando solamente como recuerdo de estas pretéritas glorias de la Orden Calatraveña, las ruinas de su en otro tiempo famosos Castillo de Calatrava, motivo de turismo en los momentos actuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario