¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

lunes, 17 de mayo de 2010

Breve descripción histórica de Manzanares, (Parte II).






Reproducimos a continuación la segunda parte de la 'Breve descripción histórica de Manzanares', de Melchor Díaz-Pinés Pinés, año 1945.







Las turbulencias a que dieron lugar las minoridades de los reyes D. Fernando IV, el Emplazado y D. Alfonso el Justiciero, que no son del caso referir, fueron causa de que Pilas Horras tomase más importancia y creciese la población de una manera visible, por las seguridades que le daba la guarnición del Castillo.




No menos contribuyó a su crecimiento la creación de la Encomienda, instituida aquí por la Orden de Calatraba espléndidamente, con extensos terrenos que plantaron de viñedo con sarmientos traídos de Borgoña, olivos y el esmerado cultivo de la fértil vega del Azuer, que además de embellecer y sanear el país, atrajo mucha gente trabajadora y honrada y por último, a ello contribuyó en alto grado la peste bubónica que invadió Italia, Francia y España en la primera mitad del siglo XIV, que se cebó en los pueblos de Membrilla y Moratalaz, dejando indemne a Manzanares por una de esas inexplicables razones y de cuya enfermedad no pudo librarse ni el mismo D. Alfonso XI que falleció el 23 de Mayo de 1.350, cuando sitiaba a Gibraltar.



Con el aumento que recibió Manzanares, que ya con ese nombre era conocido Argamasilla de Pilas Horras, llegó a ser un pueblo de importancia, tanto que en 1352, el Ayuntamiento acordó cercar de murallas sus doscientas casas y al efecto, otorgó poder a su Alcalde D. Diego de Jhoan, siendo éste el primer documento en que a este lugar se le designa con el nombre de Manzanares.


Respecto a las razones que pudieran influir para dejar el nombre de Pilas Horras por el de Manzanares, sostiene el Presbítero D. Diego Peñalosa y Cantalejo que, instituida la Orden de Calatraba, viendo su fundador San Raimundo de Fitero, lo fértil de este terreno y la necesidad de traer gente apta para la lucha, con el fin de continuar las correrías de los moros, se marchó a su país, Navarra, de donde trajo, se dice, muchas cosas como vacas, ovejas y hasta veinte mil hombres de pelea, algunos de ellos monges, que procedían de Navarra, Vizcaya y Montaña, y entre ellos los caballeros Manzanares, del valle de San Millán, que eran descendientes de la casa solariega e infanzona de Sagasti, que en vascuence quiere decir Manzanar, a dos leguas de Zornoza, de las más antiguas y calificadas de Vizcaya, con un foso y torres fuertes y que en su escudo de armas tiene un espino con un hombre encima y un oso abrazado al pié y letra que dice " No temo que más puedo ". Y el Abad les repartió los pueblos y campos cercanos a Calatraba para que los poblasen y habitasen, dándoles nombres de sus mismas patrias, como Bolaños, Torralba, Agudo, Marañón, Siles y otros. Así debió tomar el nombre Manzanares por ser estos caballeros gente importante y se convirtieron en los primeros pobladores de la antigua Argamasilla de Pilas Horras.


El 13 de Marzo de 1369, entró en esta ciudad D. Enrique de Trastamara, hermano bastardo de D. Pedro I de Castilla, distribuyendo su ejército entre Membrilla y Manzanares y saliendo desde aquí para el Castillo de Montiel, en cuyo sitio dio muerte a su hermano D. Pedro, ayudado por la traición del caballero francés Duguesclín.


Las continuas revueltas acaecidas en tiempos de D. Enrique IV y la falta de seguridad personal que esto llevaba consigo, debió ser, sin duda, causa del rápido crecimiento de la población, que llegó a tener novecientos vecinos en el siglo XV.


Las doscientas casas que tenía al mediar el siglo XIV, cuando se construyó la muralla, eran por consiguiente insuficientes para sostener tanta población, comenzando el ensanche y construyendo barriadas a saliente, norte y poniente y la actual plaza, incluso la Casa Consistorial, dejando sitio para edificar la nueva Parroquia, por ser insuficiente la construida a principios del Siglo XV, cerca del Castillo.


De este siglo son las primeras instituciones piadosas fundadas en Manzanares, siendo la de mayor importancia la del Hospital de Nuestra Señora, que en el año 1495 fundó y dotó el Comendador D. Alfonso de Avila. También es de ésta época, la memoria piadosa instituida sobre una casa de la Plaza por el Capitán D. Pedro Ayala, natural de esta población.


Teniendo necesidad de ir a Andalucía el rey D. Enrique IV, para sosegar a aquéllas provincias, pasó por Manzanares, pernoctando en el castillo con el Marqués de Villena.



A la muerte de D. Enrique IV le sucedió su hermana, la princesa Isabel, llamada la Católica, dando con esto lugar a grandes disturbios en la nación, entre los partidarios de Dña. Isabel y los de Dña. Juana, llamada la Beltraneja, hija de D. Enrique IV, a quien correspondía la corona, habiéndose decidido Manzanares por Dña. Juana, por ser su partidario el gran Maestre de Calatraba, D. Rodrigo Téllez Girón.



( Continuará ....)


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