¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 4 de agosto de 2010

El famoso torero Francisco Montes, " Paquiro ", averiguó que Cervantes, en su Don Quijote, mencionaba a Alonso Quijano y su escudero, 2.168 veces.



El 5 de Octubre de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés, realizaba la siguiente crónica periodística para el diario " YA ".




El famoso torero del pasado siglo, nacido en Chiclana, Francisco Montes, " El Paquiro ", tuvo la curiosidad de contar las veces que Cervantes mencionaba a los protagonistas del libro de Don Quijote de La Mancha y pudo obtener la conclusión de que el Manco de Lepanto no quiso establecer diferencias entre caballero y escudero porque ambos desempeñaban a maravilla sus tan distintos papeles.


Esta anécdota fue relatada por el célebre " Doctor Thebusem ", que recibió de Paquiro para agradecerle un favor, un magnífico ejemplar del Don Quijote de La Mancha editado en Argamasilla, observando que el libro contenía muchas acotaciones y cifras, que le llamó poderosamente la atención.


El prestigoso escritor español Mariano Pardo de Figueroa, que escribía con el seudónimo de " Doctor Thebusem ", muy intrigado por las anotaciones contenidas en el libro que había recibido como obsequio, preguntó al torero su significado a lo que el torero contestó que, aprovechando el tiempo que permaneció en cama, curando las heridas de una cogida de toro, tuvo la paciencia de contar cuántas veces citaba Cervantes a Don Quijote y Sancho en el famoso libro, contabilizando dos mil ciento sesenta y ocho veces.

Así lo transmitió Pardo de Figueroa a la posteridad pero aseguraba que él no tuvo la paciencia de comprobar si el dato era correcto.


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