El 24 de Febrero de 1960, Melchor Díaz-Pinés Pinés, redactó la siguiente crónica informativa para la Agencia de noticias CIFRA, referida a un acontecimiento de la vecina localidad de Argamasilla de Alba.
En estos días, se cumplen cuatrocientos años de la reedificación de la Parroquia de la Purísima Concepción de Argamasilla de Alba, que una gran riada del Guadiana destruyera.
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| Castillo de Peñarroya, imagen de Vikipedia |
Esta crecida del río Guadiana, acaecida mediado el siglo XVI, destruyó en pocas horas casas y dejó el pueblo convertido en ruinas. El segundo Duque de Alba, el Prior D. Diego de Toledo, hijo de D. Fadrique, acudió rápidamente en su auxilio y lo reconstruyó, por lo que desde entonces se conoce a este pueblo manchego con el nombre de su protector, el Duque de Alba.
Las victorias de D. Juan de Austria sobre las fuerzas musulmanas en las Alpujarras, habrían de coincidir con la reedificación de este hermoso pueblo y trescientas nuevas familias vinieron a poblar las casas recién cosntruídas. Dedicáronse especialmente al cultivo de las vegas del Guadiana, del que tomaron sus aguas, llamándole " el Río de la Plata ", por los rendimientos y fertilidad obtenidos de sus aguas.
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| Cueva de los Medrano, imagen de Vikipedia |
Los pueblos colindantes que vieron surgir de las ruinas a Argamasilla una ciudad, si cabe más floreciente que la destruida, la llamaron " Lugar Nuevo " y los nuevos y viejos hombres de Argamasilla, agradecidos a su benefactor, le agregaron el patronímico de 'Alba', en honor a su salvador.
La reedificación de esta Parroquia se debió a la Cofradía de la Vera Cruz y fue dedicada a la Purísima Concepción de Nuestra Señora. La traza de la nueva Iglesia se debe a Juan de Ornedo y las obras de construcción a Juan de Rigos. Las cancelas de la iglesia se hicieron siendo Prior de San Juan el Príncipe Emanuel Filiberto, en el último tercio del siglo XVI.
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