¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 18 de marzo de 2011

En el siglo XVII hubo ricos filones de plata y oro en ABENOJAR.

El 19 de agosto de 1960, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envío a la Agencia Cifra el siguiente reportaje, fechado en ABENOJAR.

Escudo de Abenójar. Imagen de Wikipedia

En el paraje conocido por Villagutiérrez, del término municipal de Abenójar, existieron en los principios del siglo XVII ricos filones de plata y oro, según consta en la Historia de la provincia de Ciudad Real.

S. M. el Rey D. Felipe III, el 15 de abril de 1599, se tiene constancia concedía facultad a Miguel Ruíz de Espinosa para beneficiar las minas de oro y de plata existentes en este lugar. La mina de Albertos era la principal y más importante, haciéndose su explotación con mucho provecho hasta que la abundancia de agua impidió seguir los trabajos y el consiguiente abandono de la mina. Más tarde, hacia el año 1605, Martín de Treviño y Juan de Oviedo, la denunciaron y les fue adjudicada, volviéndose a reanudar los trabajos de extracción de mineral, viéndose compensados con no escasos beneficios.

En aquellos tiempos llegaron a trabajar en estas explotaciones más de trescientos hombres. Se construyeron cuatro casas para los oficiales y 75 chozas para los trabajadores, una capilla donde se decía misa los domingos y días festivos, una casa de fundición con dos hornos y dos fuslinas donde afinaban el plomo y sacaban la plata. Se ignoran los motivos por los que estas explotaciones fueran abandonadas y no se hayan reanudado en el discurrir de más de tres siglos.

Se comenta que los filones no llegaron a agotarse y que pudiera constituir una muy estimada fuente de riqueza para la provincia manchega, eminentemente agrícola. Con maquinaria moderna y financiadas las obras, se tiene la evidencia de que sería coronado por el éxito cualquier intento que se realizara.


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