¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Un poco de historia de la Cooperativa Nuestro Padre Jesús del Perdón de MANZANARES

En noviembre de 1970, Melchor Díaz-Pinés Pinés realizó el siguiente reportaje informativo sobre la Cooperativa Nuestro Padre Jesús del Perdón de Manzanares, para la Revista valenciana 'La Semana Vitivinícola'.


En un lugar de La Mancha, esa zona de vinos privilegiados, existe una bodega cooperativa que muy bien puede parangonarse a las mejores de las existentes en el mundo, por su buen rendimiento, producción y gusto. Se trata, como ya el lector habrá deducido de la Cooperativa y Caja Rural, Nuestro Padre Jesús del Perdón, y ese lugar de La Mancha es, la calatraveña ciudad de Manzanares.

Sabido es que el carácter del manchego,siempre se inclinó por los ideales de independencia, en su más genuina expresión: Ya en los cultivos, en sus costumbres ó en sus procedimientos, nunca admitió enmiendas. Con propio criterio creció y vivió hasta que las ideas de las alianzas, de la cooperación, las de la unión hace la fuerza, aquellas épocas de D. Fernando Muñoz Grandes y D. José Martínez de Torres al frente de la UNACO, hicieron impacto y se rompieron los ligamentos costumbristas, para irrumpir con fuerzas cohesionadas en una nueva era.


El 20 de Marzo de 1954 nació esta Cooperativa, con 134 socios. Sin local propio y habilitando cuatro bodegas particulares, se elaboraron dos millones de litros de vino. Ya en 1955 y en la nueva bodega que se construyó con el auxilio del Crédito Agrícola y del Instituto Nacional de Colonización, por un préstamo de cinco millones de pesetas, pudo atenderse el ingreso de una oleada de nuevos socios. Su organización y desenvolvimiento, llaman la atención por todas partes, como modelo en su género. De toda Europa llegan Comisiones así como de Africa y América. Especialistas y técnicos en viajes de estudio, coinciden en declarar sus excelencias. La Cooperativa Nuestro Padre Jesús del Perdón, se abre mercado por doquier. Nuevas oleadas de socios y ampliación de naves, no impiden la observación de que en cosechas normales, falta envase y tienen que alquilarse muchas bodegas, incluso algunas de las ubicadas a muchos kilómetros de la casa matriz.

Ante este estado de cosas, se abrigan proyectos de lo más diverso pero la fusión con la Cooperativa San Isidro Labrador, el 12 de Marzo de 1967, imponía la ejecución de una obra de gran envergadura para poder albergar la producción de los 800 socios, de los que muchos de ellos pertenecen a la sección de Almazara, que también tiene en funcionamiento esta Cooperativa.

Foto Melchor Díaz-Pinés

El proyecto nace por fin y la autoría y dirección de obra corresponden al Ingeniero Agrónomo D. Branko Bruckner Hervás y a su ayudante, el Perito Agrícola D. Pascual Herrera Hernández y ejecuta la construcción, la empresa Dragados y Construcciones S. A., barajándose un presupuesto de 80 millones de pesetas que financia en una buena proporción el I,.N. de Colonización.

En la pasada vendimia ha entrado ya en funcionamiento y a nivel comercial se ha visitado media España. Tal como se proyectó así ha resultado, es decir, una bodega cooperativa tipo, con los más modernas técnicas, maquinaria e instalaciones, con capacidad para 20.000.000 de litros, con 412 envases en la nave vieja de hormigón armado y 668 de hormigón vibrado en la nueva nave.


La uva, una vez pesada en la báscula de entrada, se descarga en unos amplios cargadores que admiten hasta sesenta vehículos a la vez, pasando seguidamente al proceso de elaboración, consistente en un destrozado-despapillado, con siete potentes máquinas. A seguido y por 7 sinfines y 7 bombas de vendimia, pasan a otras tantas desviñadoras. Hasta aquí la función más selectiva, que proporciona el 70% de mosto virgen, que es rigurosamente seleccionado. El resto de la masa, pasa por una batería de prensas continuas (14) en donde se obtiene el 30% restante, de 1ª, 2ª y 3ª calidad, fermentando aisladamente. Posteriormente se selecionan los caldos y el orujo es evacuado por otros 14 sinfines destrozadores que la elevan para su vaciado en el pozo que más convenga.

Todo el movimiento de los 150.000 kilos/hora, lo controla un solo hombre ante un cuadro de mandos que puede realizar hasta 400 operaciones diferentes.

Los mostos pasan a unos depósitos de decantación durante 24 horas y una vez limpios, son conducidos a la nave de fermentación, a través de las tuberías subterráneas contenidas en un túnel. Un control riguroso de los mostos se efectúa por la acción de dos cuadros de distribución, que los envían a las tinajas, cuyo llenado y vaciado se realiza por la parte superior, evitando oxidaciones y pérdida de grado, condiciones muy a tener en cuenta en las faenas de elaboración.

La exportación del vino se realiza a través de unos prefiltros con capacidad para 20.000 litros/hora, que pasan el líquido directamente desde la bodega a los vagones del ferrocarril, estacionado en una vía muerta, pudiéndose cargar un tren de 350 toneladas en apenas 8 horas de trabajo sencillo y cómodo y con la máxima economía.

Toda la instalación se encuentra por completo automatizada con más de 14.000 kilómetros de tuberías y cuenta la bodega con una estación de transformación de corriente de 800 KVA.

La Cooperativa Nuestro Padre Jesús del Perdón presenta en estos momentos y precisamente del vino selecto producido del mosto virgen, la especialidad Pálido Yuntero, que ya ha conseguido galardones en las Ferias del Campo de Madrid y Manzanares.

Descarga de uva en la Cooperativa. Foto Melchor Díaz-Pinés, 1960

Los proyectos continúan. Al éxito de la ampliación de la bodega ha acompañado el completo asfaltado del recinto cooperativo, la instalación de semáforos y direcciones únicas, la construcción de vestuarios, servicios de duchas y botiquín. La instalación de luz eléctrica en toda la superficie es una realidad, mediante la instalación de 45 farolas. Habría que añadir el Proyecto de construcción de un taller de reparaciones que podría mantener a más de 400 tractores de los actuales socios, con el consiguiente ahorro económico para los propietarios y por último las naves de embotellado, oficinas, salón de sesiones y sala de degustación y propaganda ya que todos los visitantes, sin excepción son siempre obsequiados con productos de la cooperativa.

Esta es a grandes rasgos la información que puede suministrarse de una de las industrias cooperativas más brillantes y modernas de Europa, que dará mucho que hablar dentro y fuera del sector vitivinícola para orgullo de la organización y de todo Manzanares, que celebra tener en su ciudad una institución de tanto prestigio a todos los niveles.


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