¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

martes, 7 de junio de 2011

¡¡ AQUÍ LA MANCHA !!. Nuevos y complementarios antecedentes de la calatraveña ciudad de Manzanares, como emporio de modernas concepciones vinícolas y breve panegírico a una empresa gigante y creadora de un estilo de indiscutible cualidad jerárquica, cual es la de los Srs. Hijos de Miguel Fernández-Pacheco, " MIFERPA ".

En Marzo de 1958, Melchor Díaz-Pinés Pinés elaboró el siguiente reportaje de la firma vinícola 'Miferpa', para la zaragonza revista ' La Semana Vitivinícola !.

..... Y haciendo historia de Manzanares y de aquellos tiempos en los que los campos de la Mancha fueran escenario de grandes luchas contra el invasor musulmán, la caballerosa Orden de Calatrava, velaba los sueños de sus protegidos y los Maestres de aquellas Órdenes, organizaban con verdadera escrupulosidad sus huestes regulares.

Ruinas de la fortaleza de Moratalaz, en el término municipal de Manzanares.
Imágen cedida por F. Contreras González.

Entonces ... en aquellos tiempos de finales del siglo XV y principios del XVI, la Encomienda de Manzanares estaba ya considerada como una de las más ricas y saneadas del Campo de Calatrava y tenía a ella agregada la dehesa de Siles y el Campo de Moratalaz, con lo que sus rentas llegaban a alcanzar la suma de 400.000 reales, teniendo como valedor defensivo la mole arquitectónica de su fortaleza de Pilas Horras, que prestaba custodia y albergue a la administración de la dicha Encomienda, hasta que en el año 1525, el Marqués de Priego instituyera la Tercia.

Contaba a la sazón Manzanares con cerca de 1.000 vecinos y ya cuenta la historia el primer ataque de malignas epidemias que diezmaban sus viñedos y por cuyos motivos y con las Reales Licencias, se edificó una ermita con la que rendir culto al entonces Patrón de las actividades vitícolas, San Gregorio Ostiense. Su celestial intercesión fue a todas luces eficiente y no solo se contuvo la epidemia - entonces sin definir - sino que en el reducido plazo de un quinquenio, habría de resurgir pujante y esplendorosa esa riqueza de sus viñas, que en el discurrir de los siglos habían de darle la fama que en la actualidad poseen estos extensos pagos de cepas estilo Borgoña, tan apreciados por doquier.

Y al unisono con este siempre ascendente desarrollo vitícola, bajo la protección del marquesado de Priego, ya aparece la genealogía FERNÁNDEZ en la historia de este pueblo y que de claro linaje se prodigara como el que más en el correr del tiempo. Las influencias del Romanticismo en el siglo XIX, contribuyeron al nacimiento de los innumerables apellidos de duplicidad genealógica y que ya aparecen perfectamente identificados en el orden jurídico.

La personalidad del apellido FERNÁNDEZ-PACHECO, emerge a la época contemporánea dignamente representado por D. MIGUEL FERNÁNDEZ-PACHECO GONZÁLEZ, con espíritu de gran patricio y con la resultante de ser el creador de un estilo en esta Era de las modernas concepciones en la explotación de la vid, que supo encontrar en el negocio de los vinos, el mensaje de independencia y al mismo tiempo de cooperación, al engrandecimiento patrio.

Patio de embarque de las Bodegas Hijos de Miguel Fernández-Pacheco, de Manzanares. (1958)

Y como el estilo es el hombre mismo, aquí le vemos como auténtico creador de una dinastía prolífica y laboriosa. Sus hijos D. José, D. Ventura, D. Miguel, D. Angel y Dña Josefa FERNÁNDEZ-PACHECO, son los fieles continuadores y representantes de aquel apellido que en 1889 iniciara estas actividades en un todo concorde con la puesta en práctica de un estilo propio y original que como progenitor, habría de llegar a la posteridad. Hoy, por esas virtudes innatas en la idiosincrasia de los Fernández-Pacheco, sirven para acrecentar el patrimonio agrícola e industrial, hasta posesionarlos de elevado rango moral y profesional, no solamente en su cuna patricia sino en los ambientes nacionales, donde se desarrolla su actividad comercial.

Este complejo industrial-agrícola que regentan D. Ventura y D. Angel Fernández-Pacheco, constituye un legítimo orgullo para Manzanares. Por las dotes realizadoras y las exigencias y orientaciones estructurales, este negocio está considerado en toda La Mancha, como modelo en este género de actividades simultáneas. Sus grandes heredades agrícolas de pan llevar y sus miles y miles de cepas productivas, obtienen una cosecha de riqueza propia, muy próxima las 70.000 arrobas de vino, contando como es lógico con amplias bodegas y modernas instalaciones para la elaboración de sus caldos, que se expanden por todos los rincones de España y que ya en 1930, en la Exposición Internacional de Lieja, obtuvieran el máximo galardón que se concede a un vino: Premio  y Medalla de Oro.

Interior de las Bodegas de Hijos de Miguel Fernández-Pacheco, Manzanares, con tinajas de barro.
Al fondo, puede observarse la ampliación de la nave con tinajas de cemento,

La prestigiosa firma manzanareña, HIJOS DE MIGUEL FERNÁNDEZ PACHECO, conocida en los ambientes vitivinícolas con la denominación alcoholera de 'MIFERPA', domina al igual que los vinos la industria alcoholera y cuenta con un muy cuidado plantel de clientes seleccionados, que absorben por completo su producción de rectificados de 96 grados, de gran fama. El producido de su aparato 'Martínez' de 1.260 litros diarios, trabajando ininterrumpidamente durante todo el año, desaparece rápidamente de su provisional almacenaje como por ley de encantamiento.

En el aspecto vinicultor se le pueden sobradamente conceder varios' records'. cuantitativos y cualitativos. Tal es la importancia de su exportación, en la que la tónica predominante y de mayor volumen la acapara el empleo de vagones-foudres que en un trajinar incesante, recorren los caminos de hierro peninsulares en toda situación y momento de la vida vinícola de La Mancha, sin tener que recurrir a situaciones de anómala demanda, como la que se vive en esta campaña.

Nos sirve de satisfacción la inserción en nuestras páginas de industrias de esta naturaleza. La dignidad cívico-comercial de la industria HIJOS DE MIGUEL FERNÁNDEZ-PACHECO, de Manzanares, se hace acreedora a que su marcha sea firme hacia las invisibles fronteras del éxito más definitivo. Con su esfuerzo sirven a una orden superior: los trazados y consignas que su fundador, D. Miguel les dejara y al que en estas líneas tributamos póstumo homenaje.

Si se marcha con ciega confianza rumbo a los objetivos que dignifican al hombre, no se malgastarán esos afanes humanos. En este caso, 'MIFERPA' es el rumbo a a seguir.


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