El turismo y los vinos españoles.

El 5 de Octubre de 1969, Melchor Díaz-Pinés realizó la siguiente crónica para la Revista 'Tría', después de leer uno de los libros que en aquellos años empezaban a publicarse, coincidiendo con el auge turístico de la España de la época.

Ha llegado a mi poder un magnífico libro editado en España, perfectamente documentado, que trata de describir la geografía, costumbres, gastronomía y peculiaridades de nuestro país. Bajo los lemas " Viajar es conocer y conocer es amar " y " Vacaciones sin guía son vacaciones perdidas ", esta publicación, orienta al turista muy acertadamente de todo lo que ha de saberse sobre la España turística y folklórica, sus bellezas naturales, su modo de vida, la idiosincrasia de sus gentes, su célebre cocina y platos típicos, vías de comunicación, hostelería, etc. Hay muchas citas con la Fiesta Nacional y señala las festividades locales y regionales, cortesía y costumbres, consulados, clima, situación e historia, bancos y espectáculos, etc. Una joya, sin duda, para viajar sintiéndose acompañado e informado.

Entre tanto lujo de detalles, nos ha llamado la atención el capítulo que dedica a los vinos españoles, provincia por provincia y las espontáneas especificaciones de tipos existentes. Para los que nos preciamos de ser amantes del vino y de llevar a mucha gala su defensa contra viento y marea, nos ha sorprendido - muy gratamente - esta publicidad, plena de naturalidad de los caldos de cepa de toda España, que ha de ser del agrado del turismo internacional, tan amante de catar nuestros vinos durante sus vacaciones.

En la frase preliminar dedicada a los vinos, podemos leer " España es productora en grande de vinos de alta calidad y muy cotizados en el mundo entero, estando permitida la venta de toda clase de bebidas alcohólicas. No hay ley prohibitoria pero se persigue y sanciona el exceso y abuso del alcohol "..

Sabido de todos es que España ocupa en Europa el tercer lugar después de Rusia y Francia en extensión superficial, con 505.207 kilómetros cuadrados, incluidas las Baleares y Canarias. También sabemos que España produce tantos tipos de vino como regiones naturales tiene y de ahí que esta Guía, los destaque para conocimiento general. Comienza describiendo la Andalucía Occidental, con las plazas de Montilla y Moriles, la de Jerez, Sanlucar, Puerto de Santa María y del Condado, con sus vinos famosos y muy variados. La Oriental, pinta a Málaga, la granaína Albuñol, Almería y Jaén. En toda Andalucía, dice, solo el consumo de agua supera al del vino.

Típica bodega de Manzanares, años 60 del pasado siglo.

En la parte nororiental, tenemos a Cataluña, con los vinos del Priorato, de Alella, del Penedés, del Ampurdán y los espumosos de San Sadurní, con un gran nivel de exportación al extranjero. En Levante, se mencionan los vinos de Requena, Cheste, Chiva, los de Monóvar, las pasas de Denia y los tintos murcianos de Yecla y Jumilla. Por las Vascongadas, están las grandes zonas productoras de El Ciego y Tudela. Esta región vascuence, está considerada como la patria de los buenos bebedores y los más resistentes del mundo. Y de Pantagruel, no digamos nada.

Por Castilla la Vieja, cargada de historia, tenemos el vino cántabro de Potes, los de Montes, Haro y Alfaro y los abulenses de la Santa Cepeda Ahumada. Por la Extremadura conquistadora, están los vinos de Almendralejo, Guareña y la tierra de Barros, como también los vecinos de Salvatierra y Montánchez. Por Aragón, los de Barbastro, Magallón y Morata, Calatayud, Cariñena y Calaciete. En la zona centro los vinos de Chinchón y Navalcarnero y en el reino leonés, los de Cacabelos, Benavente, Toro, Villarino, Pozalbes y las tierras de Dueñas, con tintos, claretes y blancos.

Nos queda la región gallega, con su Ribeiro sacrosanto pero a la vez consumidor gigantesco de vinos blancos, finos y de poco color, de otras zonas españolas, sobre todo de nuestra Mancha. Y hablando de vinos de La Mancha, verdadero manantial de vinos blancos y tintos, que todo el mundo conoce, siendo la región española donde más producción existe, se mencionan muchos grandes pueblos, entre los que destacamos Tomelloso, Manzanares, Valdepeñas, Socuéllamos, Alcázar de San Juan, Daimiel e Infantes, Así como la Mota del Cuervo, San Clemente y Belmonte por la provincia conquense. Consuegra, Villacañas, Yepes y Tembleque, lo hacen por la parte toledana y Villarrobledo, Hellín y Almansa, por Albacete.

Muchos, muchos y muy buenos vinos españoles para delicia del turista y del nativo pero " nunca más se supo " respecto a los precios que se hacen pagar por una botella del modesto vino de mesa embotellado en los restaurantes españoles. Es esta un cuestión que tiene mucha " miga ".