El 25 de Julio de 1955, Melchor Díaz-Pinés Pinés, como enviado especial del diario " El Alcázar ", narraba la celebración de la Fiesta Patronal de Membrilla.
Por tierras de La Mancha, hoy escribimos sobre la villa de Membrilla, cuna de las tradiciones en honor del Apóstol Santiago, cuya venerada imágen atesora la pátina de siglos.
 |
Si existen sobre la periferia peninsular pueblos amantes de la tradición legada por sus mayores, uno de ellos es la villa de Membrilla, en pleno corazón de La Mancha - que conserva íntegramente el rico sabor de sus tradiciones y recuerdos, en un todo distanciado de las corrientes tan propensas al olvido por la modernización de costumbres - sumida en su afanoso trabajar, circunstancia que le ha reportado una privilegiada situación de independencia, que encuadra a maravilla con su temple invencible.
Estas fiestas de su querido Patrón, el Santo Apóstol Santiago, que datan ya de nueve siglos, refrescan de tal manera sus costumbres, que las hacen reverdecer todos los años con renovados ánimos, en ese afán de ofrecer a sus antecesores el cálido recuerdo del fervor a su Apóstol, al que también elevaron sus preces en el decurso de los siglos.
 |
La villa de Membrilla está considerada, como una de las primeras fundaciones urbanas en esta desértica Mancha esteparia del centro de España y fue avanzado baluarte del Cristianismo contra los musulmanes en épocas anteriores a la de la Reconquista. Y aunque en nuestros tiempos no se conocen datos concretos y algunos que existían desaparecieron durante la Guerra Civil española, no es presumible aventurar que su fundación pudiera remontarse a los siglos VI y VII de nuestra Era, supuesto que su amurallado Castillo del Tocón se menciona en los siglos X y XI, como ya existente y en poder de los sarracenos hasta su expulsión por los Caballeros de la Orden de Santiago, en el año 1204. Las gestas de esta villa ante el contínuado acoso de los soldados de la Media Luna, se registran en la Historia con marchamos de epopeyas y hacen de esta villa una guardadora de laureles y pergaminos, que legarán a la posteridad con legítimo orgullo.
 |
Sus fiestas tradicionales ponen en tenso movimiento a chicos y grandes y todos por igual sienten sus influyentes efectos. Todas estas fiestas son pródigas en dispensar los obsequios a sus semejantes, sucediéndose cada año y guardándose con toda meticulosidad para esta señalada fecha del Patrón en la que todos los hijos de Membrilla rivalizan, disputándose la supremacía. Los jóvenes de ambos sexos esperan estas fechas para estrenar sus trajes y vestidos nuevos, con preferencia a cualquier otra festividad señalada. Los abuelos obsequian con esplendidez a sus nietos para que puedan adquirir los populares " confites " que se consumen ese día en grandes cantidades. Esta fiesta, en fin, en unión de la de Los Desposorios de la Virgen, son las más celebradas y a las que se concede mayor esplendor.
La nota simpática y humorística corre a cargo de los hombres. Estos se impusieron, siglos atrás, la obligatoriedad de consumir exclusivamente vino tinto para la preparación de sus bebidas y con él obtienen sus clásicas " serranas ", que con melocotones troceados, resulta una exquisita bebida veraniega. Este año se alcanzará la cifra de 400 arrobas de bebida, lo que supone un promedio de casi un litro por habitante.
 |
Todo es alegría y optimismo en esta villa de Membrilla el día de Santiago Apóstol, que fácilmente trasciende a los pueblos próximos de Manzanares y La Solana, conocedores del entusiasmo de los membrilleños por las fiestas de su tradición. Se suspenden las labores agrícolas para ir a las fiestas y no importa la distancia a recorrer, incluso a pie, para compartir con los vecinos su gran alegría y jolgorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario