Extraordinario caso de espíritu de superación de un invidente de DAIMIEL.

El 14 de Octubre de 1960, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envió el siguiente reportaje periodístico al diario de información madrileño, ' YA '.

Está llamando poderosamente la atención y es digno de que sirva de ejemplo para todos - estudiantes, profesores y máximas autoridades docentes - el extraordinario caso de un estudiante ciego, que salvando todas las dificultades que para el estudio se le fueron presentando, ha logrado, merced a un elevado espíritu de superación intelectual y a la férrea voluntad de luchar por lo inalcanzable, conquistar unos galardones y batir unas marcas de muy difícil superación.

DAIMIEL: Calle Prim.

Se trata del estudiante D. Isidro Cejudo García-Carpintero, nacido en la localidad vecina de DAIMIEL y de esa vecindad, que quedó ciego cuando aún no contaba un año de edad. Este estudiante, cursó estudios de Bachillerato pero hubo de suspenderlos por razones de índole familiar, habiendo aprobado ingreso y primer cursos. Alejado momentáneamente de sus estudios, prestó especial interés y cultivó otros géneros de conocimientos, tales como la Música, de la que posee estudios completos y domina la guitarra con verdadera profesionalidad. Habla correctamente francés y tiene grandes aficiones por la filosofía y la literatura.

Transcurridos algunos años de inactividad con los libros, ha sido en 1957 cuando resurgieron redoblados ánimos por su vocación estudiantil, volcándose en la conquista del Bachillerato.

Dado que los textos no son propios para invidentes, ha tenido que recurrir a amigos - jóvenes estudiantes que le quieren como a un hermano mayor - para que los temas le fueran leídos a viva voz y captados por un magnetófono, para luego pasarlos al sistema 'Braille' y confeccionar los textos y apuntes. De esta manera tan original, ha asimilado todos los cursos del Bachillerato y con tanto aprovechamiento que, en la primera convocatoria de Junio de 1958, aprobó segundo y tercer curso. En Junio de 1959, aprobó cuarto curso y Reválida, con magníficas notas y en septiembre de ese mismo año, el quinto curso, con la calificación de NOTABLE - curiosidades del destino - , desarrollando un tema oral sobre ' Luz Natural y luz Polarizada ', como contraste para alguien que desconoce en absoluto ambos términos.

Extraordinario paraje de las Tablas de Daimiel.

Nuevamente y siempre en la primera convocatoria, en Junio de 1960 aprobó sexto curso con la calificación de Sobresaliente y para rematar su heroicidad, tan solo hace unos meses, con la superación del curso Preuniversitario, venciendo en todos estos años enormes dificultades de adaptación al estudio, con muestras de una elevada capacidad de sacrificio.

Nos comenta que siempre ha contado con excepcionales amigos, fraternales estudiantes que no solo le ayudaban en los estudios sino que le servían de lazarillos para sus desplazamientos a Ciudad Real y Madrid en los exámenes. Con ellos, su magnetófono y fuerza de voluntad, el Sr. Cejudo, ha mostrado a todos, que también los ciegos pueden alcanzar los puestos más altos a nivel intelectual.

Desde Madrid, antes de su regreso a Daimiel, ha quedado matriculado en la Facultad de Filosofía y Letras, con la plena seguridad, de que va a lograr nuevos y señalados triunfos.

Este es el milagro de la voluntad si límites, puesta al servicio de una noble causa.