LOPE DE VEGA y los vinos manchegos.

En Septiembre de 1969, Melchor Díaz-Pinés PInés, realizó el siguiente reportaje para la " Revista Vinícola y de Agricultura ", de ZARAGOZA.

El gran Lope de Vega Carpio, aquel fecundo poeta del siglo XVI, el siglo de Oro español, fue el autor como una pieza más de su creación poética, de una comedia que tituló con el gracioso nombre de " El Galán de la Membrilla " y si como lugar de hechos figuran las villa de Membrilla y Manzanares, puede extenderse a cualesquiera de nuestros pueblos manchegos la inspiración argumental de la referida obra, tan a la perfección encajada hasta en sus más mínimos detalles.

"El Galán de la Membrilla" es una producción poética en la que sus primeras figuras representan, por el papel masculino, a Don Félix, natural de Membrilla y por el femenino a Dña. Leonor, de Manzanares, hija de un rico vitivinicultor. En la trama de esta obra, que muy recientemente se ha interpretado en un teatro canadiense, el ilustre vate enaltece y pregona los vinos de estas tierras, en versos como este:

...el rico vino
que tienen la Membrilla y Manzanares.

En el mundo he pensado 

que no hay sueño tan dulce y descansado.
Apenas suena el gallo
despertador de las tinieblas ciegas,
y la causa yo hallo
que es el estar las cubas y bodegas
junto a los gallineros
que el tufo les oprime los gargueros.
No solo ladra un perro
ni maya un gato, que el licor famoso
desde su dulce encierro
los tiene en sueño blando y amoroso.

En estos párrafos ya se aprecia en Lope de Vega su ambientación al costumbrismo del vino y la bodega. Demostrado queda su pronta asimilación para un artista del Madrid del XVI, que para otro cualquier personaje se hubiera transformado en confusión y desconcierto. Su númen creador supo construir esta pieza de la que entresacamos este fragmento:

...pese a tal, ¡ cómo consuela
el aromático tufo
que sale de la bodega!.
¡Hay  tal dicha!, salto, bailo
pues si tal braveza engendra
solo el olor ...¿qué hará el gusto?.

y este otro:

...la bodega, donde haré mi casa
al pié de cierta sonorosa fuente
que se caiga en la boca eternamente.

Este verso que sigue, de tanto clasicismo en los ambientes comerciales de todo tiempo y lugar, dice así:

Si con su padre topares
esta carta has de sacar
diciéndole, que a comprar
viene un hombre de Manzanares
el vino de su bodega
y le escribe por saber si se lo quiera vender
porque trajina y trasiega
cuanto hay aquí y en Membrilla
para la Corte.
...................................
Habiendo sabido la bondad del vino
que tenéis en vuestra bodega...
yo he menester quinientas arrobas
para la Corte, entre blanco y tinto.

Ya en aquellos tiempos, existía el negocio de Exportación de vinos de la tierra y era concretamente para la capital de España. Aquel poeta celebérrimo - al que podemos calificar de vidente - fue uno de los avanzados en propagar estos vinos, sin duda porque ya eran famosos. Fue el precursor de los modernos estemas publicitarios de los que, por desgracia, tan necesitados se encuentran nuestros vinos. El poeta dio la pauta hace cuatro siglos al llevar a la escena "El Galán de la Membrilla" y más nos hubiera valido nuestra capa si hubiéramos seguido, antes y ahora, propagando a bombo y platillos las excelencias de nuestros caldos de cepa.

No se hubiera producido la invasión habida en nuestra patria por las bebidas exóticas, si nuestra propaganda hubiese sido tanto o más eficaz y sobre todo, la primera en actuar.

El 'snobismo' por estas bebidas, ha obrado por sugestión pero los vinos, vinos, lo que se llama "néctar de dioses", han obrado siempre por convencimiento ...¡Manos a la obra!. Lo dijo Lope de Vega y aún estamos a tiempo para enmendar errores aunque llevemos un retraso de cuatro siglos. Tenemos solera para vencer y triunfaremos por tan digna causa.