¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

sábado, 22 de noviembre de 2014

¡Cuestión de colmillos!. Emocionante duelo entre un tractor agrícola y un jabalí.

El 28 de Febrero de 1962, Melchor Díaz-PInés Pinés, envió la siguiente información a la Agencia CIFRA.

El jabalí que inesperadamente hizo incursión en este término municipal, en el paraje conocido por "Campillo", cercano a las tierras de Siles, ha seguido haciendo apariciones esporádicas y perseguido por fuerzas de la Hermandad de Labradores y de la Guardia Civil pero al tener construida su guarida en la alameda del caño de Siles, resulta difícil perseguirle, dado que la espesura del bosquecillo allí existente, lo hace infranqueable.

La estancia de este animal por estas tierras agrícolas, algo insólito según manifiestan cazadores veteranos y agricultores del lugar, ha dado lugar a un espectáculo digno de haberse filmado, cuyos protagonistas han sido un tractor que marchaba a su trabajo y el citado cerdo salvaje.

El tractor, conducido por Hipólito Corral Zapata, de 33 años, hacía su ruta hacia el punto de trabajo y el conductor distinguió al animal, que iba en su misma dirección. El conductor, arremetió contra el jabalí, rozándole con las ruedas delanteras en los cuartos traseros del animal pero éste, se revolvió con rapidez y atacó con furia al tractor, siendo su objetivo arremeter contras las ruedas con sus colmillos. HIpólito, redujo su marcha y volvió hacia el aturdido animal que le hizo frente, aceptando la lucha con verdadero ardor, iniciándose una serie de vueltas y revueltas entre ambos contrincantes, hasta que el jabalí, agotado por el esfuerzo, tomó un atajo infranqueable para el tractor y desapareció.

El tractorista, relató lo acontecido entre colegas y amigos, orgulloso de su combate desigual pero feliz de que el animal no hubiera resultado herido en la lid.





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