¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

jueves, 7 de enero de 2016

22). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: "LA IGLESIA EN GUERRA... DE CEMENTERIOS"

Dejamos la última crónica en el momento que el alcalde, Sr. Rubio, contaba a este reportero que… 

“En Febrero de 1910, el Ayuntamiento de Manzanares había dado el “pistoletazo de salida” a las obras del Gran Teatro, pues teniendo, como tenía, todos los pronunciamientos políticos, legales y administrativos para hacerlo, interpreté que demorarlas iba a incrementar la ya importante polémica que se estaba creando”… 

“pero, ¡¡ay, amigo!!,. el Ayuntamiento, que tenía todos los requerimientos humanos, no había contado con los divinos!!... y claro está, la cosa se complicó mucho, lo cual no resultó extraño, teniendo en cuenta como era de cabezota nuestro vicario D. Dimas”,… “ni yo, católico practicante, que lo conocía de tiempo, me podía imaginar donde iban a llegar las cosas”…

“La oposición conservadora del Consistorio, sigue el Alcalde, no dudó en acusar al Gobierno Municipal de practicar una política de “hechos consumados” en el tema del Gran Teatro, por iniciar las obras a toda costa, y de manera atropellada, sin querer discutir más a fondo su oportunidad…. y no pasó casi nada de tiempo, sin que utilizase toda su maquinaria y maniobras, para implicar al clero en el tema”… 

“El vicario de Manzanares, Don Dimas López González-Calero, fue invitado, en esa última semana de febrero, a varías reuniones en casas aristocráticas de Manzanares, como la de la familia Mansilla y la de los Marqueses de Salinas, con el fin de lograr que la Iglesia se opusiera también a la construcción del Gran Teatro y transmitiera, además, a su feligresía manzanareña, el carácter casi pecaminoso de esa construcción en los terrenos sagrados del camposanto. de la Virgen de Gracia”… 

“Al poco tiempo, unos días después de esos conciliábulos, sigue el Alcalde, lo que yo barruntaba, habiendo sido conocedor de todas esas reuniones y “camarillas”, sucede finalmente”…

”Mi “Sancho” particular, Sr Cobo, Secretario del Ayuntamiento, me dice una tarde que se terminaba de cruzar en la Plaza con D. Dimas, y que, este, le había hecho llegar una solicitud de audiencia conmigo en el Ayuntamiento Manzanares”…. 
“Me dije a mi mismo, en ese momento, aquello de “con la Iglesia hemos topado”..y para confirmar mi sospecha, decidí, sobre la marcha, escribir una breve misiva, que ordené a mi fiel secretario acercase, y en mi nombre, a Don Dimas, pues seguramente estaba en la sacristía de la Parroquial, vistiéndose para la misa que todos los días celebraba él, un poco después, a esa hora del día en que nos encontrábamos”… 

Parroquia de la Asunción, 1908.


“En la nota, venia a decirle, algo así, como… “¡no faltaba más!, D.Dimas, seré yo mismo el que acuda a la Iglesia, para, al termino de la misa, escuchar de usted todo lo que tenga que contarme”… 

“Instantes después, mis temores se confirman, cuando veo, desde la ventana, como vuelve cariacontecido, y con la nota en su mano, el bueno del Sr. Cobo”... 
“Al poco tiempo, franquea la puerta de mi despacho, tras pedir y obtener mi venia, en un ceremonial protocolario, que el secretario seguía siempre a rajatabla… y, como lo veo dubitativo, le insto a que me cuente, sin ambages, lo que ha sucedido… y, es entonces que, el Sr. Cobo, me comenta, balbuceante…”perdone usted, Sr. Alcalde, efectivamente, D. Dimas estaba vistiéndose para la misa, le dí su nota y, nada más leerla, me la devuelve, y me dice, que le diga a usted que, en la Iglesia, el solo estaba dispuesto a recibirle en el confesionario” … y que lo que quiere tratar con usted, en sus palabras, “debe hacerse en el desdichado lugar donde se ha perpetrado esa profanación intolerable” ….

“A este tiempo, sigue diciendo, Don Antonio, la cosa estaba clara para mi, y para cualquiera medianamente avispado, la Iglesia entraba en guerra con el Ayuntamiento de Manzanares”…

Aunque, como verán muy pronto, queridos lectores, por que así no lo va seguir contado el Alcalde, Sr Rubio, ésta “guerra de cementerios” tenía un fondo de mucho mayor calado que la simple construcción de un Teatro, más bien tenía que ver con el proyecto ya existente, desde hace unos tres años, de construir un Gran Cementerio Municipal, que sustituyera al Cementerio Parroquial creado en 1880, que, como le había ocurrido a su predecesor de la Virgen de Gracia, se había quedado también pequeño y engullido en el imparable crecimiento del pueblo de Manzanares en esa época…

Se barrunta el periodista, y así se lo hace ver al Sr. Rubio, que el “apellido” municipal de este recién proyectado “Cementerio Nuevo”, puede tener bastante más que ver en la beligerancia eclesial en esta guerra, que el proyecto de hacer un Teatro sobre unos terrenos yermos, que, ha mucho, dejaron de ser camposanto… Y, termina el reportero su reflexión, diciendo… “Los muertos, estarán muertos, pero mientras se les entierra dejan dinero”….

El Sr. Rubio, sonríe, alabando mi perspicacia, pero recomendándome hablar quedo, y no mas allá de estas paredes… “no le vaya a oír D. Dimas”… y finaliza con una sonora carcajada, diciéndome,… “eso que usted presume, con evidente sagacidad por su parte, como comprenderá yo también lo he pensado en todo este proceso, pero le confieso que no me he atrevido a comentárselo con esa franqueza al vicario"…"si lo hago, dice con otra carcajada, me temo que me excomulga!!"...

”Fíjese que he tenido que renunciar a cumplir con el precepto de la misa en mi propio pueblo, pues, en cuanto me ven por la Iglesia, el cura de turno, o el propio D. Dimas, me describen como el mayor de los herejes. ¡"Menos mal que ya no hay Inquisición”!… acaba de nuevo el Sr. Rubio, con otra sonora carcajada...

Al mismo tiempo, acaba aquí este relato, donde les he contado como D. Dimas, al frente de la Iglesia del pueblo, inicia hostilidades en la ya iniciada “Guerra de los Cementerios de Manzanares”… Paciencia conmigo, tengan todos ustedes, que la cosa parece que va para largo…



No hay comentarios:

Publicar un comentario