¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

lunes, 11 de enero de 2016

27). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES: GUERRA DE LOS CEMENTERIOS...EL REPORTERO ME CEDE SU ESTILOGRÁFICA

En la anterior entrega de esta “guerra de los cementerios” de Manzanares, el reportero había conocido, por boca del alcalde, D. Antonio Rubio, que su Ayuntamiento obtuvo el permiso definitivo del Gobierno Civil para construir el Cementerio Municipal, solo hacía tres meses antes, concretamente, el día 11 de enero de este 1912”…

“Es decir, el cronista que les escribe sobre todo este Manzanares, en Abril de 1912 y que compartirá todavía con ustedes otras crónicas de su ciudad, no podría seguirles contando la historia de esta guerra, ni su desenlace, ni tan siquiera podría contarles la inauguración de este “Cementerio Nuevo” de Manzanares ……“Pero ustedes, hoy día, cuando me están leyendo, son “personas de otro Siglo”… y los acontecimientos que se sucedieron después de ese 1912, en que el reportero estuvo visitando ese extraordinario pueblo manchego que es Manzanares, son ya parte de su historia, de la de sus paisanos y en definitiva y, por herencia, de la de todos los manzanareños que, como ustedes, hoy son… y así se sienten”… 





“Estén, pues, tranquilos, que van a saberlo todo,… “viajaremos” por ese futuro, con la seguridad de no equivocarnos mucho… pues las nuevas tecnologías, que este reportero no alcanza ni siquiera a suponer, van a permitirle, a un conocido de todos ustedes, continuar contándoles toda esta historia… basándose, precisamente, en la historia que se fue escribiendo sobre todas las batallas que se siguieron dando en esa “guerra de los cementerios” de Manzanares, hasta que pudo darse por finalizada…

….Pues si, amigos míos de Manzanares, aquí estoy yo, ahora, para continuar la historia de esa “guerra de cementerios” que vivió nuestro pueblo, y que nos estaba contando el reportero en esos primeros meses de 1912… les puedo ya adelantar que quedaba un largo camino de años, hasta lo que podríamos considerar su final… y aunque en estas cosas, en las que participan sentimientos y creencias, nunca se alcanza una paz espiritual, o de conciencia, segura y definitiva, afortunadamente, hoy día, lo que ocurrió entonces y como se disputó, parece muy improbable que sucediera ahora, aunque, ciertamente, no falten disputas irracionales y poco compatibles con una moderada inteligencia humana …pero, volvamos al tema que nos ocupa…

El desencuentro creciente Ayuntamiento-Parroquia, acerca del Cementerio Municipal, ya era muy intenso cuando se autorizó definitivamente su construcción… La sociedad manzanareña, inmersa en la polémica de sus autoridades civiles y eclesiásticas, estaba, cada día que pasaba, más profundamente dividida por esta cuestión de la construcción del “Cementerio Nuevo” y también, por la concomitante clausura del “Cementerio Viejo”… De nada valía la argumentación legal y sanitaria que las autoridades civiles habían plasmado en ordenes de obligado cumplimiento para el Ayuntamiento…


Don Dimas López y el clero local, “pasaban de puntillas”, sobre algo tan concreto y claro como esas ordenes, y las “metían en el mismo saco confabulatorio”, que, según ellos, había urdido el Ayuntamiento… En los púlpitos y en las tertulias interesadas, se llego a propalar el infundio de que las ordenes gubernamentales y administrativas, habían sido inducidas por datos falsos que transmitió nuestro Consistorio al Gobierno Civil… De la misma manera, se jugó, en aquella época, con los sentimientos de muchos paisanos, cuando, desde algunos púlpitos y sermones, se llegó a decir que, para ser bendecidos a la hora de la muerte y recibir los últimos sacramentos, era imprescindible que los difuntos fuesen enterrados en el “Cementerio Viejo”, ya que se negaron a nombrar un Capellán para el Cementerio Nuevo, en un intento desesperado del clero para evitar la clausura del “Cementerio Viejo” y par mantener, así, el “patrimonio de la muerte” en el seno de la parroquia…




En los conciliábulos políticos, algunos concejales conservadores intentaron convencer al Alcalde, Don Antonio Rubio, para que rectificara su idea de un cementerio municipal y volviera a darle carácter parroquial… tampoco sirvió de nada al Sr Rubio, decirles a los ediles opositores del Consistorio que,.. “esa fue la propuesta inicial que yo mismo hice a D. Dimas, y no la aceptó, aduciendo la imposibilidad financiera de la Iglesia para construir el Cementerio”… Los concejales de la oposición conservadora, respondieron y atacaron al Alcalde, en sucesivos plenos municipales y tertulias, más o menos, en estos términos… “Usted, Sr. Alcalde, sabía bien que la Iglesia no podía hacerse cargo económicamente de este proyecto y, en el fondo, les tendió una celada, para poder argumentar luego esto a todo el mundo, y justificar todas sus posteriores acciones… pero sus pretensiones reales, desde siempre, han sido las de secularizar el Cementerio, algo no deseado por la inmensa mayoría de los manzanareños, y solamente querido por la minoría republicana que le apoya a usted en el Ayuntamiento”… “Usted, Sr Rubio, no ha tenido carácter y ha preferido no arriesgar la coalición de gobierno del Consistorio municipal, anteponiéndola a los sentimientos de su pueblo”… “y, eso, por no hablar, que ya hablaremos, de los intereses inconfesables que hay detrás de los elevadísimos arbitrios municipales que pretende usted imponer a las familias de los difuntos”…


Nadie puede extrañarse, con esos argumentos, que las discusiones en los Plenos del Ayuntamiento fueran altisonantes… 

“El alcalde, tuvo que defender continuamente su honorabilidad personal y la legitimidad del Consistorio para recaudar los arbitrios, ya que era el Ayuntamiento quien soportó en exclusiva los gastos de la compra de los terrenos, la financiación de las obras, el mantenimiento de las instalaciones y el sueldo de los encargados”. “Criticó la hipocresía con que se referían a los sentimientos religiosos del pueblo, defendiendo vehementemente, y siendo muy aplaudido por ello en alguno de los Plenos, que, por primera vez en la historia de Manzanares, quien muriera en nuestro pueblo, creyera en lo que creyera, sería enterrado de acuerdo a sus valores y creencias”... Pero estos contundentes argumentos tampoco sirvieron, pues la oposición conservadora había visto claro que su alianza con el clero, estaba dándole réditos políticos entre gran parte de la población creyente de Manzanares que, por una parte, se sentía obligada a seguir las directrices que les marcaba su Iglesia y por parte de la acción política, era “confundida” con la supuesta intencionalidad usurera y prevaricadora del gobierno municipal y del alcalde...

En esa situación, una vez más, el olfato político y determinación del Sr Rubio, le llevó a acelerar las obras del Cementerio Municipal… pero, esta crónica ya es lo bastante larga, como para empezar a ser aburrida ...en la siguiente hablaremos de esa inauguración.


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