¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

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HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 17 de agosto de 2016

94). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: “PONIENDO LAS CALLES”

Y, sin solución de continuidad con el anterior relato, inicía Don Cosme este, que ha de seguir versando, según él me indica, sobre distintas curiosidades y episodios, que hubieron lugar, y se dieron, en torno a la construcción de las nuevas calles de Manzanares, cuando esta Villa, vivió su gran proceso de expansión y crecimiento urbano en el Siglo XVI”… el Siglo de Oro de Manzanares!!.... 


“Ahora, me dice D. Cosme, abundaremos acerca de cómo se diseñó el trazado de algunas calles que “nacieron” entonces en Manzanares, lo que nos permitirá saber, por ejemplo, cuales fueron los primeros nombres que recibieron algunas de ellas (casi siempre el de algún vecino de la calle en cuestión), aunque hoy son conocidas con otros nombres”. 

“Este relato, además, se basará, como los anteriores, en lo que quedó escrito por visitadores y ordenancistas urbanos, lo que, aparte de conferirle rigor histórico, nos permitirá conocer alguna de las curiosas soluciones que se daban a los problemas planteados”…

”Y he de insistirle, amigo cronista, en que los escritos donde los visitadores o los ordenadores urbanos de la Villa, relataban esos episodios, fueron lo suficientemente curiosos e ilustrativos para que yo le cuente aquí sobre ellos…como los referidos a algunas nuevas calles del ensanche norte,…. por ejemplo, cuando se escribió lo siguiente de la calle de Juan González Camacho (hoy Clérigos Camarenas), 
“la cual salía de "la casa que haze Juan Gonzalez Camacho que va a dar al cercado de Juan Sanchez Borreguero y a la casa del Carrilera"… “y hubo, al parecer, mucho disenso entre los vecinos, al no ponerse de acuerdo sobre por dónde debía seguir su trazado, por ello los visitadores zanjaron el asunto así como sigue”: 

“la vimos por vista de ojos con algunos de los oficiales del concejo y con otros oficiales de albañilería", los cuales dijeron que por donde antes estaba señalada se perdía en los solares 'y no yba bien la calle"…

Por ello, ordenaron: “que vaya a dar al cercado del dicho Juan Sanchez Borreguero y a las rayas y señales que Francisco Muñoz de Yeste hizo y señalo"… y que desde allí se abriera hasta el camino del Carrilera, continuando hasta dar con el camino de Villarta, junto al corral de Bartolomé García Serrano "lo mas directo y sin perjuicio que se pueda y no se abra ni haga la calle por otra parte so pena de cinco mil maravedíes para obras publicas de la dicha villa”…
 
“Con respecto a otras calles de la misma zona de ensanche norte, quedaron escritas otras curiosas historias, como las que ahora mismo yo le cito, continua el Sr Cosme:
“La calle "de junto al palomar de Francisco Merino" (Carrilejos), la cual se iniciaba en un solar de casa de Alonso González Camacho, ordenando los visitadores que continuase hasta llegar a otra que daba al camino de Villarta”… “Luego, en el mismo sector, se refieren a una calle que nacía en la casa de Bartolomé de Gracia, recibiendo dicho nombre, y que llegaba "a un cuerpo de la casa questa tapiando"…. “De ella, dijeron y mandaron escribir que debía continuar derecha, como quedó señalado, hasta la calle nueva que iba al corral de Bartolomé García Serrano”…

“En otros episodios de similar enjundia, referidos a este ensanche norte de Manzanares, se decían también cosas que, al lenguaje y costumbres de la época, hoy nos resultan muy curiosas, y le harán, seguro, a usted y a sus lectores, muy divertido el presente relato”…
“Por ejemplo, desde la calle Ancha, se produjo como sabemos, un crecimiento del pueblo hacia el río Azuer”…. “Y, sobre la primera calle que se construyó, más allá de la muralla, desde la esquina del callejón de la Hoz, que era, según se llamó entonces, la “calle de Diego Sánchez” (posiblemente se referían a la actual calle del Mayorazgo), los observadores dijeron y escribieron, esto:
"ques una calle que sea abierto detrás de la casa nueva de Diego Sanchez" la cual se había ahondado mucho, debido a que el citado Diego y otros vecinos, habían sacado gran cantidad de tierra de ella”…. “A todos ellos se les ordenó que en el plazo de quince días la "tornen a allanar y enparejar la dicha calle como antes estaba"… bajo pena de quinientos maravedíes, advirtiéndoles que, si no cumplían el plazo marcado, lo realizaría el Concejo a su costa y… "les ejecuten por lo que costare y por la pena"…. “Ya ve usted, me dice D. Cosme, jocoso… “ningún vecino podía aducir que no se le tenía en cuenta a la hora del cuido de sus calles…ni de que no estaba advertido si no lo hacía”.
 
“Junto, y por frente a la anterior calle, sigue D. Cosme, estaba la calle de Andrés Gracia y Hernández de Mondéjar,, que, hoy, se correspondería, posiblemente, con la Calle de las Trompas o, quizá, con la del Obispo”…. “Al respecto de la dicha calle, los visitadores, encontraron que estaba; "trancosa y maltratada de la tierra que han sacado de-lla"… ordenando al considerado culpable, un tal, Andrés Gracia de Torrenueva, que se encargase, personalmente, “de emparejarla”, ordenándose también a los oficiales del Concejo vigilar el cumplimiento de la orden y que elevaran al interfecto la correspondiente sanción si no se cumplía con lo ordenado”. 

“Desde la ermita de San Antón, al momento del ensanche urbano, ya existía una calle, llamada “de San Antón”,…y que llegaba hasta el molino de Sebastián Gómez (Hoy, calle de la Veracruz)…como a los ojos de los ordenancistas estaba en buen estado urbanístico, al respecto dictaron, únicamente, que cuando se hicieran casas nuevas "salga derecha hazia el palomar de Bartolomé Sánchez Felipe". 

“ Más abajo de la ermita, ordenaron que "se abra una calle por junto a la casa de Francisco Navarro hazia el Ria que vaya por este al palomar de Bartolomé Sánchez Felipe y la noria del susodicho lo más derecho y provechoso que se pueda y desde la dicha calle salga otra por junto a la casa de Miguel Sánchez Borreguero que vaya a dar a la calle que dizen de Miguel López pintor"…. La calle llamada "del pintor López al Río" iba a dar al cauce del Azuer, pasando junto a la huerta de los herederos de Francisco Orgaz, (en la actualidad, se correspondería con la calle Orden de Calatrava). 

“Finalmente, desde la ermita de Santa Quiteria, bajaba otra vía hasta el río, denominada de Bartolomé Sánchez Felipe (Virgen de la Soledad), "questafrente de la hermita de Santa Quiteria que va a dar al Ria"…. Enfrentada a esta calle, existía ya otra, que iba desde la ermita de Santa Quiteria hasta la de Nuestra Señora de Gracia (Hoy, calle del Hospital o de la Virgen de la Paz)…. “Esta vía urbana, que ya existía cuando la visita, se encontraba al parecer de los ordenancistas en buen estado, y no dictaron ningún mandato para repararla”.
C/ Veracruz.

“Otra zona de Manzanares, continua D. Cosme, que en esos momentos se encontraba en expansión, era como ya sabemos la situada entre las actuales calles Morago y Villarreal, extendiéndose hasta el "camino que llevan los de la Membrilla a Toledo", (pues, como también va de sabido y contado, por él se dirigían desde la vecina localidad hasta enlazar con la calle de Toledo). Al respecto de esta zona, los ordenancistas siempre hacían referencias a que las calles que llevaban dirección oriente, se prolongasen lo que preciso fuera, y lo más recto posible, hasta el citado camino"... Así, en varias ocasiones se dijeron cosas como las que siguen a continuación"::.

“De la calle de Juan de Jumilla (parte más oriental de la calle San Marcos), se pidió, únicamente,... "que se prosiguiera conforme al hilo que llevaba sin que nadie lo impidiera”. 

“De la siguiente, conocida como “calle de los quiñones de Alonso Gómez de Villaseca” (actual Anega), dijeron que: “partiendo de la casa de Alonso Sánchez de Fuentes, que siga derecha "conforme al hilo que lleva a dar al camino"…

“ Luego estaba la calle de San Juan que iba desde dicha ermita hasta la de San Sebastián y finalmente, la de Pedro Martín y del botero (San Francisco de Asís), que como las anteriores buscaba el "camino que llevan los de Membrilla a Toledo"….y, por tanto, se ordenó que se construyese para asegurarlo”…

"Otra necesidad que surgió en este barrio, fue abrir una calle perpendicular a todas las antedichas, para que se pudieran formar manzanas adecuadas, consiguiendo así una correcta urbanización”. Por ello, se ordenó continuar una calle que se llamó de Juan Díaz Benito (Molinos de Viento). Su trazado es descrito de la siguiente curiosa manera: 
"mandamos que desde la calle de la casa de Juan Diaz Benito se siga otra calle que vaya a parar a la casa de Francisco Sánchez del Pozuelo y a la huerta de Jumilla ", siguiendo el trazo que había sido señalado por Francisco Muñoz,.. “veedor de calles”,… "Este señor, experto en “ver” calles, era muy famoso entonces en nuestro pueblo, siendo uno de las personas más principales, a las que el Concejo tenía encargado el diseño de las calles y las instrucciones para delimitar por dónde se debían construir las casas”.

“Las disposiciones, dice, por último, Don Cosme, no se limitaron a las calles, sino también a los edificios…
“buscando que tuvieran el suficiente decoro, así como la seguridad necesaria”…
 
“En este sentido, y al observar, por ejemplo, los visitadores que una parte de las casas estaban cubiertas de retama "lo qua! es muy feo para un pueblo tan honrado como este y no menos peligroso", ordenaron que en los seis meses siguientes, todos los vecinos y moradores que tuvieran sus casas cubiertas de retama o atocha (esparto) debían cubrirlas de teja bajo pena de dos mil maravedíes, y si una vez cumplido el plazo "no lo hizieren ni cumplieren mandamos a los alcaldes desta villa que los compelen y apremien a que lo hagan y cumplan y ejecuten ellos la dicha pena y para que no pretendan ignorancia mandamos le sea notificado este nuestro mandato dentro de ocho días".

“Como usted vé, amigo cronista, dice D. Cosme, riéndose a carcajadas… Estos visitadores calatravos eran tan completos que no solo velaban por el urbanismo de Manzanares….lo hacían también por la urbanidad de los Manzangatos”…
Así pues..., amigo cronista,acabe usted el escrito…”que ha quedaó todico muy clarico y bien explicaoo”, que diría cualquier paisano, remata, el hoy jocoso Don Cosme, el presente relato….. que, desde ahora mismo, queda a la lectura de quien leerlo quiera o pueda…..


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