¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

jueves, 20 de septiembre de 2018

175). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA COFRADIA CUESTIONADA...


Pues si, querido cronista -dice D. Cosme para comenzar este relato-.....esa “Cofradía de Jesús Nazareno Arrodillado”; tal como, por entonces, se conocía a la actual Hermandad de “Nuestro Padre Jesús del Perdón”, que crecía y crecía, en torno al fervor popular que generaba en Manzanares la imagen de su Cristo, vivió, al comienzo de la quinta década de aquel siglo XVIII, concretamente en el año 1742, un suceso inesperado...que suponía un cuestionamiento jurídico-eclesial de su actividad, con la llegada al pueblo de una orden arzobispal que la paralizó momentáneamente….


Entrando en el meollo de la cuestión, y para saber, y entender, del suceso, he de
referirle –sigue D. Cosme- que las ordenanzas de 1690, fueron aprobadas, y autorizadas, por el Rey Carlos II, quien, en aquel momento, y a los efectos, actuaba como “Maestre de la Administración Pontificia”… es decir, todo impecable para los trámites habituales de la época en estos menesteres aprobatorios de hermandades y cofradías…Así las cosas, las ordenanzas de la Hermandad fueron aplicadas sin problema alguno, hasta que, allá por febrero del año 1742, el Vicario visitador general de Ciudad Real, envió un emisario a la villa de Manzanares, con el mandato de prohibir las actividades y reuniones de la Cofradía e , incluso, el uso público de la imagen del Cristo Arrodillado, en tanto que sus ordenanzas no estuvieran regularizadas, con la aprobación del Arzobispado de Toledo. 

Era sabido, en aquel tiempo, que los arzobispados, máximas jerarquías eclesiales de las regiones del reino, “se tomaban muy a pecho”, el control de cofradías y organizaciones religiosas, mostrando un gran celo, a la hora de aprobar, o ratificar, las ordenanzas de las cofradías, cuando solo tenían aprobación real…algo que, sin embargo, como queda dicho, era lo habitual en siglos precedentes, y la situación más común antes de ese Siglo XVIII, tal como sucedía en el caso de la nuestra....Evidentemente, continua D. Cosme, aun suponiendo que esta última circunstancia podría estar en el origen de la prohibición,.. el estupor, la sorpresa y el desasosiego fue muy grande entre los Cofrades, que no daban crédito a la drástica decisión del arzobispado, del que hubieran esperado, simplemente (y sin admonición alguna), que les hubiera solicitado las ordenanzas para, sin más, ratificarlas…eso hubiera sido lo lógico, para ellos, y para cualquier observador imparcial, por que era la práctica común en casos similares. Por otro lado, la raigambre y el buen funcionamiento que la cofradía había acreditado en nuestra villa, que, además, era ampliamente conocido, y reconocido en la región y, por supuesto, en el Arzobispado de Toledo, hacían aun más extraña la situación, dando lugar a múltiples conjeturas sobre la razón, o razones, que podrían estar justificando la decisión del Arzobispado….y le diré al respecto –prosigue D. Cosme- que no existe hoy ninguna referencia conocida y escrita, que nos hable de un motivo concreto, por lo que la explicación de la decisión arzobispal quedará, para siempre en el ámbito de la especulación, que, ciertamente, da mucho juego, pero ninguna certidumbre histórica… 


Se argumentó, por ej, que, quizá, el arzobispado, vista la pujanza de la Hermandad del Cristo Arrodillado, quiso mostrar un acto de autoridad, precisamente con ella, como “aviso a navegantes”, para advertir a todas la hermandades restantes, que iba a ser inflexible en su exigencia regulatoria… Otros especularon –sigue Don Cosme- con que algunos paisanos de otras cofradías, apuntando a la de la Virgen de Gracia, celosos y envidiosos del auge de la Hermandad de Jesús Nazareno Arrodillado, habrían malmetido contra ella en el arzobispado…y otros, en fin, supusieron que la suspensión arzobispal, fue motivada por algún paisano influyente, que deseoso de formar parte de la Hermandad, protestó al arzobispado acerca del número cerrado de cofrades que marcaban sus estatutos… ya que, en el Siglo XVIII, las autoridades eclesiales no permitían “números clausus” en las cofradías,.. que debían mostrarse “abiertas” a todo paisano que quisiera incorporarse…

Sea como fuera, lo cierto fue, continua D. Cosme- que… pasados unos días de marcada zozobra, los responsables de la Hermandad, como no podía ser de otra manera, tuvieron que acatar la orden arzobispal, (a pesar de su escaso fundamento legal, ya que tenían la aprobación real de 1690, valida a todos los efectos)…. y lo hicieron porque, aun estando convencidos de la legalidad de su ordenanza, “debían obediencia a la máxima jerarquía eclesial” ..De modo y manera que, decididos a resolver la cuestión cuanto antes, el 24 de febrero de 1742, los dos Mayordomos de la Cofradía, su Capellán, un Caballero de la Orden de Calatrava, un Regidor perpetuo de la villa y cinco “hermanos”, comparecieron ante el Escribano Público y Apostólico, D. Sebastían Reoyo, para conceder poderes a dos procuradores de Toledo, a fin de presentar las ordenanzas al Consejo Cardenalicio Arzobispal de Toledo, solicitando del mismo su ratificación y aprobación eclesial… Y verá ud, querido reportero, este PODER resulta un documento histórico bastante curioso, que merece de sobra su inclusión en el relato:::


“En la villa de Manzanares, a veinticuatro días del mes de febrero de mil setecientos cuarenta y dos años, ante Mí, el presente Escribano y testigos, parecieron Diego García Pedrero; Eugenio López Molina, Mayordomos de la Cofradía de Jesús Nazareno Arrodillado de esta villa; Don Pedro Ibañez, Presbítero Comisario de la Santa Cruzada, Capellan de la Cofradía; D. Juan de Cabreros León, caballero de la Orden de Calatrava; Don Juan-Nicolás de Cabreros y Tribiño; Don Francisco de Medina, Regidor perpetuo de la villa; Miguel de León Azorí; Cristobal García Noblejas; Miguel Rico; Juan Varas y Miguel Núñez, hermanos actuales de la expresada Cofradía, por si, y en nombre de los demás cofrades por quienes prestan voz y caución”… “y dijeron que por cuanto estando como han estado y están en el uso y empleo de servir a su Magestad bajo de Ordenanzas ganadas y aprobadas por el Real Consejo de las Ordenes, es así que por el Señor Vicario y Visitador General de la ciudad de Ciudad Real de este Campo de Calatrava se les impide tener Juntas de tales cofrades para el gobierno de dicha cofradía, en la hermita de la Santa Beracruz donde tiene su capilla dicha santa Hermandad de Jesús Nazareno Arrodillado, y el uso de ella con censuras hasta tanto que dichas Ordenanzas se vean y aprueben por el Consejo de su Eminencia de la Ciudad de Toledo, por tanto, y no siendo justo que por semejante circunstancia dicha cofradía no tenga el mérito de servir a tan gran Señor, por tanto, otorgan que dan su poder cumplido, el que de derecho se requiere y es necesario, a Don Manuel Bravo de la Fuente, y a Don Juan Rodríguez de la Vega, Procuradores de Número de dicha ciudad de Toledo, y a cada uno insólidum para que en nombre de dicha cofradía puedan parecer y parezcan ante el Consejo de su Eminencia Cardenal en dicha ciudad y otros señores Jueces Eclesiásticos que convenga, y haciendo exhibición de dichas ordenanzas, piden se aprueben y ratifiquen para que sin ningún embarazo, no carezca dicha Santa Imagen del culto que se le dá y dicha cofradía del mérito de sus esclavos, presentando para ello cualquiera pedimentos que se requieran, y haciendo las demás diligencias judiciales y extrajudiciales que convengan hasta que consiga dicha aprobación…“y así lo otorgaron siendo testigos Marcos Ibañez, Francisco Morago y Juan de Ambrona, vecinos de esta villa, y de los otorgantes que doy fe conozco y ser tales Mayordomos y hermanos de la Cofradía…Firmaron los que supieron…y por los que no, un testigo….Ante Mí Sebastían Benito de Reoyo Notario Público…y en fe de ello lo signo y firmo…


En testimonio de verdad, Sebastían Benito de Reoyo Notario Público Apostólico…

Con este Poder en su mano -continua D. Cosme- el procurador Juan Rodríguez de la Vega, entregó la siguiente PETICIÓN al Arzobispado de Toledo, cuatro dias después...


Serenísimo Señor: “Juan Rodríguez de la Vega, en nombre de Diego García Pedrero, Eugenio López Molina, Mayordomos de la Cofradía de Jesús Nazareno Arrodillado que se venera en la villa de Manzanares, y demás consortes contenidos en el Poder que presento a V.A . parezco y digo que dicha cofradía tiene sus Ordenanzas aprobadas por el Consejo de las Ordenes, de las que se han usado de muchos años a esta parte…y es así que por el Vicario Visitador de la ciudad de Ciudad Real y su Partido se proveyó auto mandando que mis representados no usasen de las dichas Ordenanzas hasta tanto que procediese la aprobación de este Consejo; y deseando tenga efecto lo referido, y que subsista la dicha cofradía, y se aumente la devoción a dicho Santísimo Cristo Nazareno...

A V.A. SUPLICO que habiendo por presentado dicho Poder, junto con las Ordenanzas de que llevo hecho mención, se sirva de aprobarlas , mandando librar el despacho correspondiente para su observancia y cumplimiento; y en ello recibirán mercedes de Vuestra Eminencia…VEGA.

OTROSI, mediante que dicha cofradía tiene el Viernes de Dolores, Jubileo; y el Jueves Santo procesión con Jesús Nazareno y otras funciones; y por estar mandado por el dicho Vicario, Bajo de censuras no usen de las dichas Ordenanzas, en el caso que por V.A. se mande tomar algún informe para la aprobación que llevo pedida, no se podría este evacuar por la estrechez del tiempo, y para que no cesen las dichas funciones en el interin que se determina:SUPLICO a V.A. se sirva de conceder su permiso para que la dicha cofradía pueda tener las funciones que ha sido estilo, en esta cuaresma, suspendiendo las censuras en esta razón impuestas, pido ut supra: VEGA.

Y a esta PETICION, de manera inmediata, Toledo contestó con el siguiente AUTO


“En la ciudad de Toledo, a veintiocho de febrero de mil setecientos cuarenta y dos. Los señores del Consejo de su Alteza Real Infante Cardenal Mayor, en vista de las Ordenanzas que se presentan, y lo pedido por los Mayordomos de la Cofradía de Jesús Nazareno que se venera en la hermita de la santa Beracruz de la villa de Manzanares:: Mandaron que el Vicario de la ciudad de Ciudad Real, oyendo al cura de dicha Parroquial, informe si de aprobarse dichas Ordenanzas que se le remiten, se sigue algún perjuicio a la Dignidad Arzobispal o Derecho Parroquial; si hay otra cofradía de la misma advocación, con lo demás que se le ofrezca; y hecho, lo remite cerrado::
Y concedieron licencia a dicha cofradía para que celebren las funciones que se expresan en su pedimento, presentando en dicho Consejo hoy día de la fecha, sin embargo de la Providencia de dicho Vicario, de que se presentarán copia autorizada:: DON NICOLAS LOPEZ ALVAREZ…SECRETARIO..


Así pues, este AUTO, sigue D. Cosme, dejo las cosas todavía abiertas, y la incógnita en los responsables de la Cofradía y de todo Manzanares, hasta que se pronunciase la decisión definitiva en el informe anunciado en este AUTO,…eso si,…. un hálito de esperanza y cierta tranquilidad, premonitoria de solución positiva, anidó en los Mayordomos de la Hermandad, cuando conocieron que se les permitía llevar a cabo las inminentes funciones de la Cuaresma de ese año…


Y de ud, querido reportero, por concluido, aquí, el diserto,… que con lo tratado, va de suficiente para conocer el inesperado momento de zozobra que vivió la Cofradía más emblemática de la villa de Manzanares, dejando la curiosidad viva, para el siguiente, donde le contaré como se solucionó….

martes, 18 de septiembre de 2018

174). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LOS INICIOS DE UNA GRAN COFRADÍA.

Como le conté ya en otros relatos, querido reportero, en el siglo XVIII,. la que es, hoy día, mayor y más importante Hermandad de Manzanares: la “Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón”.. que había “nacido” solo 10 años antes de iniciarse esa centuria, en el año de 1690, con el nombre de “Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz a Cuestas”…habría de conocer varios avatares enjundiosos,.. pero que, a la postre, acrecentaron de manera sustantiva la que ya estaba siendo, a fuer de muy incipiente, brillantísima trayectoria histórica de la Hermandad… y todo ello…, todos esos avatares, dan apoyo y palabra más que suficiente y trascendente, para ser considerados entre las cosas importantes que sucedieron en la villa de Manzanares de la Mancha en aquel Siglo ilustrado..y, por eso, que no es poco, se las contaré yo ahora en estos relatos..  

Entrando en la cuestión que demanda el título del relato, sigue D. Cosme, le diré, mi querido amigo, que lo primero que sugiere la historia inicial de esta Hermandad , como también va de sabido por otros relatos, es que, incluso cuando aún no estaba constituida, desde que el Cristo Arrodillado que la sustenta entronizó la Ermita de la Vera Cruz, 82 años antes de su fundación, sus fieles seguidores se organizaron muy bien....Afirmación avalada por la indudable capacidad que tuvieron de “dar a conocer”, y hacer popular, la imagen del Cristo Arrodillado en la villa de Manzanares,… haciéndola procesionar los jueves santos de cada año, aparte exponerla al pueblo que quisiera contemplarla, en misas y actos religiosos con bastante frecuencia, no solo en la ermita de la Vera Cruz, también en la vecina Catedral. originándose, enseguida, un manifiesto y creciente fervor popular a la imagen, en la población de la villa... que incluso motivó, como también ya sabemos, que el mismísimo Papa de Roma, Inocencio XI, en Mayo de 1684, concediera indulgencia y ciertos privilegios a la imagen y a “sus devotos”; lo que vuelve a avalar la existencia de “cofrades in pectore”, bien organizados y activos, pues resulta, si no, muy extraño que, todo un Papa, se fijase en un colectivo cristiano de una villa manchega,..
Papa Inocencio XI.


Toda esa popularización de la imagen del Cristo Arrodillado de Manzanares, promovida con gran eficacia por sus fieles, se facilitó, en gran parte, y sin duda, -sigue D. Cosme, enfervorizando su discurso- por el misticismo mágico, que irradiaba y transmitía el rostro y los ojos de ese nuestro Cristo Nazareno.. en perfecto y misterioso compendio expresivo del dolor humano y, a la vez, del conmiserativo perdón, sin condiciones, a la ofensa recibida; algo incomprensible y conmovedor, para el hombre o la mujer que lo contempla, pues reconoce, o intuye, en la mirada del Cristo, un carácter sobrenatural… 

Lo cierto fue -continua D. Cosme- que, por mor de ese bellísimo rostro, pero también por la exposición abierta de la imagen a todo el pueblo, que caracterizó a los que me he permitido llamar, sus “cofrades in pectore”… mucho antes de aprobada la Hermandad, la escultura de Nuestro Padre Jesús Nazareno Arrodillado, se había convertido en la más reconocida y venerada de la villa de Manzanares,.. en contraste con lo que sucedía a la Patrona de la villa, la Virgen de Gracia… que, monopolizada en la ermita del camino de Toledo, por su estricta y restrictiva cofradía, compuesta por los herederos de la antigua nobleza calatrava de la villa, quedaba, en el día a día, bastante aislada y alejada de su propio pueblo… “El fervor popular al Hijo, comenzaba, así, a superar al que recibía la Madre”,… y es seguro que, Ella, lo interpretaba con el agrado y orgullo de Madre que contempla al hijo admirado,.. pero es, también casi seguro, que la percepción de los cofrades de la antiquísima Hermandad de la Virgen de Gracia, ante los acontecimientos evolutivos de ese fervor popular, no debió ser tan agradable; un sentimiento de envidia, quizá no demasiado 

sana, puede que influyese en algunas de las dificultades venideras que, a mitad del Siglo XVIII, habría de padecer la Hermandad del Cristo Nazareno, concluye, enigmático, D. Cosme, está encendida parte de su disertación… 

Aunque no incidiré, -sigue D. Cosme-, en quienes y como, solicitaron constituir la Hermandad, pues está de sabido en las crónicas referentes a la centuria del XVII… si debo hacerle mención a lo más importante de la ordenanza que dio “cuerpo estructural y funcional” a la Cofradía, tanto por su curiosidad, como por su valor histórico…pero también, y especialmente en este relato, por cuanto que es útil hacerlo, para entender mejor los avatares y sucedidos posteriores de la Hermandad en el Siglo Ilustrado… 
Pintura propiedad de la familia Corchado.

Aquellos fundadores, en su propósito de crear la Hermandad, acudieron al escribano diciéndole que habían: …“dispuesto y premeditado una ordenanza"… (de 16 capítulos), En ella se comentaba que:… “… hemos de ser setenta y dos hermanos“….y que no han de poder ser más, porque ha de ser número cerrado y no se ha de poder admitir más...” …. Los cofrades se obligaban, entre otras cosas, a: “acompañar a la imagen con toda la cera” (es decir: todos los hermanos uniformados con túnicas) “...en la procesión de Jueves Santo, y todas las veces que fuere necesario” “….sin intervención de otra persona que no fuera la Hermandad”…
“…Celebrar cuatro misas cantadas, con diacono, cada año en la capilla de Jesús Nazareno”,… a saber: el 14 de septiembre (Exaltación de la Santa Cruz); el 1 de Enero (Dulce Nombre de Jesús); el viernes de Dolores y el 3 de mayo (Triunfo de la Santa Cruz)..a las que debían asistir todos los hermanos y siguiendo normas de solemnidad bien detalladas.

“…Celebrar 36 misas rezadas a cada hermano que muriese y otras tantas a su mujer, salvo que la viuda tomase estado, perdiendo entonces el derecho”..
..”Acompañar con treinta hachas el entierro de cualquier hermano o de su mujer, y con ocho hachas el entierro de los hijos solteros: y al Viatico para algún hermano o su mujer también con treinta hachas”…

Luego se establecía como se sustituían los hermanos fallecidos: … “…heredaba el hacha el mayor de los hijos varones…” (si no alcanzaba los 14 años no podía servir a la Hermandad)…Si no existían hijos varones, la vacante se cubría, a voluntad del resto de los hermanos, o mediante votación de todos ellos, con alguna persona de las que hubieran solicitado entrar en la Hermandad…El nuevo hermano, venía obligado a: "…entrar un hacha de cinco libras de cera y ocho reales para la Hermandad…”…

… Cada hermano, debía tener una túnica morada.. y se establecía lo que tenía que pagar, para misas y otros gastos, advirtiéndole, caso de no hacerlo, y si tras tres requerimientos seguía deudor, que perdería todos sus derechos y sería expulsado..Los cofrades también tenían obligación de asistir a: procesiones, viáticos y entierros de sus hermanos; la no asistencia a la procesión del Jueves Santo, se multaba con media libra de cera (salvo que el hermano estuviera enfermo o preso), y si se faltaba a un viatico, o a un entierro, la multa prevista era de medio real..

La cúpula de gobierno de la Hermandad, se conformaba con dos “mayordomos” y dos “fiscales”, elegidos por, y entre, los hermanos…en caso de empate, se hacia un sorteo.. El mayordomo de más edad portaba en las procesiones el cetro con la insignia de Jesús Nazareno… y, el más joven, el estandarte, con otro cetro..En las cuatro misas solemnes del año, mayordomos y fiscales, debían tener hachas encendidas, desde el comienzo del ofertorio, hasta que concluía el Santísimo Sacramento…Los caudales de la Hermandad estaban en un arca, que se abría con cualquiera de las dos llaves que tenía en su poder cada uno de los mayordomos…Estos, sacaban del arca lo necesario para los gastos, y rendían cuentas todos los años a los dos fiscales y a seis hermanos más… En la capilla de Jesús tenían, además, otro arca con sus llaves para guardar la cera…


En cuanto a los fiscales, en las procesiones portaban cruces para el mejor gobierno de las mismas.. Además, estaban obligados a cobrar lo que se repartiese a los hermanos, para misas u otros gastos…y, también, a convocar a los hermanos para las juntas…

Asi pues, querido amigo, habrá usted podido comprobar, por lo ya referido antes, me dice D. Cosme, que la recién formada Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Perdón, entró en el Siglo de las luces refulgiendo con luz propia, y destacando entre todas las de Manzanares, ya desde su fundación en 1690, pues, antes incluso, la imagen de su Cristo, era ya el mayor icono de los aldeanos de la villa…y, sin embargo, como también habrá pensado ya usted, las ordenanzas y obligaciones de los cofrades podían etiquetarse de similares a las de otras hermandades ya existentes… tenía un número limitado de hermanos y unas normas parecidas de funcionamiento, obligaciones y gastos … pero, ciertamente, prosigue D. Cosme, lo que cambiaba era la manera en que sus cofrades y dirigentes se plantearon que debía ser la práctica del culto a ese Cristo Arrodillado con la Cruz a cuestas, incluso haciendo pactos con otras cofradías, como el que realizaron en 1694, a los cuatro años de constituirse, con los treinta y tres hermanos de la Cofradía del Carmen, para acompañarse, entre si, en todas las procesiones y actos …y poder, así, aumentar el número de nazarenos en las distintas procesiones y, también el número de misas y rezos a programar…. 

El rostro de ese Cristo, que estaba “enamorando” a su pueblo, unido a la actitud abierta y facilitadora a las gentes de la villa, por parte de sus cofrades, que, a modo de expertas y hábiles “celestinas”, propiciaban encuentros continuos entre el pueblo y su Cristo…y terminaron por hacer brotar con fuerza, en las gentes nobles y plebeyas de Manzanares, sin distinción de clase, un amor intenso y una devoción creciente a su Cristo Arrodillado del Perdón..a ese Cristo que empezaba a ser legendario, antes de ser leyenda…

La devoción y el apego a la escultura del Cristo Arrodillado del Perdón, de las gentes de la villa de Manzanares de la Mancha, e incluso de otras aldeas próximas, no hizo otra cosas que crecer y crecer,…y de lucir y lucir, en las primeras cuatro décadas de aquel ya lejano siglo de las luces,…

Pero algo inesperado sucedió, cierto día del año 1742. que habría de resultar muy, pero que muy trascendente, en el devenir histórico de esa gran Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas…y, por que fue muy importante y trascendente, le dejaré con la curiosidad de lo que le he de contar al respecto, dejándole emplazado para el siguiente relato… pues, éste de hoy, fue ya de bastante, en su pretensión de mostrar a usted. y, por ende, a sus lectores, los lucidos años de la dicha Cofradía, en las cuatro primeras décadas del, también susodicho, Siglo de las luces…

173). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: ERMITA ACOGEDORA...Y CRISTO RENOMBRADO.


Como ya le anticipé, querido amigo reportero, -comienza D. Cosme este relato- en un anterior escrito, que versó acerca de los avatares acontecidos en las ermitas y cofradías de Manzanares, durante el S. XVIII….algunos de ellos merecían de una consideración específica, por los eventos y cuitas que tuvieron lugar en ellas, o a su respecto, en este siglo llamado ilustrado, que estamos tratando en los últimos y sucesivos relatos...



Ya hemos visto –sigue D. Cosme- los aspectos más relevantes, acaecidos en la Ermita de NªSª de la Paz y en sus cofradías..y acabamos de hablar, en el anterior diserto, de la muy brillante reforma y engrandecimiento de la ermita de San Antón, al final del XVIII … y así es que, nos queda, hacerlo, ahora, de lo acontecido durante esa centuria en la ermita de la Vera Cruz,.. comentando, en este relato que ahora comenzamos, algo de la propia ermita… pero, sobre todo, de lo concerniente a su imagen más relevante y apreciada, el Cristo Arrodillado del Perdón.. y, también hablaremos, pero en un relato posterior, de los avatares sufridos por su Hermandad de fieles, debidos a una serie de acontecimientos imprevistos y relevantes en torno a las Ordenanzas iniciáticas de la citada Hermandad, a mitad de aquella centuria..que habrían de cambiar y engrandecer de manera significativa su magnífica historia, iniciada el año de 1690,…

He procurado –finaliza D. Cosme- elegir el título del encabezamiento, por que resume de manera sucinta y evocadora, lo que quiero que usted transmita a sus lectores… 
Y, si, querido cronista, sigue Don Cosme, lo primero que quiero resaltarle es que la ermita de la Vera Cruz fue , en el Siglo XVIII, la más “acogedora” de toda la villa, tal como dejó comentado el cura Camacho y Zarrascón en las “Descripciones del Cardenal Lorenzana”…..y, eso, “acoger” a una gran cantidad de imágenes de la Semana Santa manzagata, y sus cofradías, en aquel siglo XVIII….y el ser también la sede de los, por entonces, dos Cristos más icónicos de la villa: el Cristo Crucificado, (original de la ermita… llamado, por ello, Cristo de la Vera Cruz)...y el Cristo Arrodillado del Perdón (posterior en el tiempo, pero la imagen más popular de Manzanares en ese siglo XVIII).. la llevó a quedar muy pequeña de tamaño a lo largo de toda esa centuria ilustrada.., en la que esta ermita de la Vera Cruz, tenía su entrada y su campanil dando a la Plazuela de San Antón, no existiendo, entonces, la fachada actual de la calle Ancha, simplemente porque la ermita no llegaba hasta allí, puesto que, en esa esquina de Ancha y San Antón, tenía su casa, y vivía en ella, un ilustre vecino de la villa, D. Pedro Alvarez.. Es cierto, eso si, que en la anterior centuria del XVII -sigue D. Cosme-, la ermita de la Vera Cruz había crecido en fondo, por la cesión patrimonial que el Mayorazgo de los Quesada hizo de parte de su hacienda (lindante con la parte más profunda del pequeño Templo).. pero, a pesar de este incremento espacial, en el Siglo XVIII, la ermita era, ciertamente, muy pequeña para dar cabida a los fieles de todas las imágenes que allí fueron acogidas en ese tiempo y, particularmente, a los ingentes devotos que, día a día, acumulaba el Cristo Arrodillado del Perdón, atraídos por la expresiva mística de su rostro y su mirada, tan humana como sobrenatural…Esta realidad, era causa de perennes problemas de aforo en la ermita, con quejas subsecuentes del vecindario, que obligaron a establecer horarios de visita para evitar aglomeraciones.. “anunciando”, esta cuestión, la necesidad de ampliar la ermita, algo que terminó llevándonse a cabo en el siglo XIX,…reforma, está, que, por tanto, será objeto de consideración en estos relatos, llegado ese momento…


En segundo lugar, el título de este relato habla de un “Cristo muy renombrado”...y sin falsa modestia, le diré –continua D. Cosme- que para definir lo que sucedió en esa centuria ilustrada con el citado Cristo, no hay término mejor elegido que ese… pues, ciertamente, ese Cristo al que me refiero, que ya habrá deducido ud, querido cronista, se trata del actual patrono de este pueblo, Nuestro Padre Jesús del Perdón, no solo fue muy renombrado por la devoción popular que generó, progresivamente, en la villa de Manzanares, desde que “nació” en el lejano 1608, y su imagen fue encumbrada en esta ermita de la Vera Cruz…sino que, literalmente, fue “renombrado” de diferente modo, a lo largo del Siglo XVIII, hasta ser reconocido, al final de esa centuria ilustrada, y ya hasta nuestros días, con el nombre definitivo de “Nuestro Padre Jesús del Perdón”. El por que de ese cambio continuo de nombres, quizá fue motivado por la costumbre de aquella época, entre fieles y cofrades, de añadir apelativos o “apellidos” sugerentes a las imágenes y esculturas que representaban su fe o sus devociones… que, a la postre, y con frecuencia, terminaban “haciendo cuerpo” en el vocabulario común del pueblo y del clero, al referirse a una de esas imágenes icónicas…Este, seguramente, fue el caso de la imagen de nuestro actual patrono,… que si bien ya, en el primer siglo de su andadura histórica, había conseguido una devoción creciente, nunca antes vista en la villa; en el siglo de las luces, logró que ese fervor popular “luciese” y se incrementara hasta límites insospechados, motivando a su creciente fielato a buscar nuevos adjetivos que dieran todavía más valor añadido a ese Cristo objeto de su devoción y de su pasión…


Queda, pues, querido cronista -prosigue D. Cosme- entrar ya a considerar la larga lista terminológica de apelativos con que fue renombrada y reconocida, en sus primeros dos siglos de existencia, la escultura del, hoy, patrono de Manzanares….“Nuestro Padre Jesús del Perdón”..Y, al respecto, conforme a referencias escritas, y por tanto históricas, –sigue D. Cosme-.. en 1855, el presbítero y paisano, Diego Peñalosa, escribió, en base a documentos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Perdón, lo siguiente: que… “Catalina Martínez, mujer que fue de Pedro Nuñez Mayorga, costeó la efigie del “Santísimo Cristo de la Cruz a cuestas con la advocación del Perdón” en el año 1608, y en el 16 de abril de 1609 salió por primera vez en procesión pública con grande admiración y alegría de todos los manzanareños” .

Unos años después –continua D. Cosme-, en 1674, (firmado por un tal Marcus Orozco) esta datado el primer grabado que la historia nos ha legado de la imagen icónica de nuestro patrono…y, en el “pie” del dibujo, se puede leer : “Sto.Xpto. del Perdón”, que está en la villa de Manzanares, Campo de Calatrava”.

En 1681, 1682 y 1690, con motivo de diferentes presentes y donaciones, por parte de damas manzanareñas, sabemos que la imagen era denominada: “Santísimo Christo Arrodillado”, desapareciendo el apelativo “del Perdón” en esas tres citas sucesivas. En el mismo año de la última de esas tres citas, concretamente a fecha de 17 de mayo de 1690, un grupo de vecinos de la villa de Manzanares comparecieron ante el escribano Melchor de León, para obtener poder que les facultase solicitar:…“real aprobación de las ordenanzas de una cofradía, llevados de la devoción que tienen en la milagrosa imagen de “Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas”, que está en su capilla en la ermita de la Santa Vera Cruz”…

Ya en el siglo XVIII, -comenta D. Cosme- a fecha 6 de marzo de 1742, un sacerdote de Manzanares, elaboró un informe para confirmar las ordenanzas primigenías.. y, allí, se habla también de “Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas”…Sin embargo, en las citadas Ordenanzas renovadas, los textos citan al Cristo, como “Jesús Nazareno” exclusivamente, sin el añadido “con la Cruz a cuestas”…y para complicar el número de apelativos que recibió el Cristo con motivo de esa confirmación de ordenanzas de 1742, -añade D. Cosme- le diré que, unos días antes, en concreto el 24 de Febrero de 1742, varios cofrades otorgaron poder al notario apostólico y público de Manzanares, Don Sebastían Benito de Reoyo, para que solitase del arzobispo de Toledo: ..la confirmación de las Ordenanzas de la Cofradía de “Jesús Nazareno Arrodillado”...y, solo cuatro días después, el 28 de febrero de 1742, los procuradores encargados del tema por la cofradía, se refieren, indistintamente, a “Jesús Nazareno Arrodillado”…o al “Smo. Xpto. Nazareno”… Tantas nominaciones, en fechas del mismo año, nos dicen, posiblemente -continua D. Cosme- que, en Manzanares, durante aquel siglo XVIII, las gentes, y el propio clero, gustaban de otorgar a la imagen los apelativos que, a juicio de cada cual, se ajustaban mejor, a lo que cada grupo o persona entendía como más definidor de su Cristo venerado, más allá de la denominación oficial que tuviera, que, como también acabamos de ver, no siempre fue la misma a lo largo de ese tiempo. Unos años después, en 1769, reaparece el título del Perdón, unido a nuestro Cristo, con motivo del testamento de D. Francisco de Quesada y Treviño, en donde se habla de:.. “la capilla de “Jesús Arrodillado con el título del Perdón”…Dos años más tarde, en 1771, al dirigirse la cofradía a la autoridad gubernativa de Manzanares.. se habla, igualmente, de “Jesús Arrodillado con el título del Perdón”, pero en la resolución final del gobernador, a 16 de abril de 1771, se le cita, solamente, como “Jesus Arrodillado”… y, en ese mismo año, con fecha 10 de Septiembre de 1771, el escribano Ibañez, textualiza:…”la milagrosa imagen de el “Smo. Xpto. Arrodillado con el título del Perdón”…

Es, finalmente, -comenta D. Cosme- en el último tiempo del Siglo de las luces, cuando la imagen recibe, por primera vez, la denominación que se ha mantenido estable durante el Siglo XIX, hasta nuestros días de 1912:.. “Nuestro Padre Jesús del Perdón”...

En Lucena, -prosigue D. Cosme-, “patria chica” de Frey Pedro Alvaréz de Sotomayor, que llegó como párroco a Manzanares, el 22 de Enero de 1799, existía un Cristo muy similar al nuestro, al que Sotomayor tenía un fervor especial y, fue, seguramente, este inteligente y determinado nuevo párroco de nuestra villa quien, en una de sus primeras actuaciones en Manzanares, tomó la decisión de “rebautizar” a nuestro Cristo con el nombre de: “Nuestro Padre Jesús del Perdón”...denominación que, como hemos dicho, se mantiene invariable hasta nuestros días…y, seguramente, no volverá a cambiar.. ya que, bajo ese apelativo, se forja la leyenda más conocida de la imagen y, también bajo ese nombre, fue nombrado Patrono de Manzanares de la Mancha…

Con todo lo relatado, querido amigo, hay más que bastante para lo pretendido en el título de la crónica, por lo que le insto a que le ponga, aquí, y ahora, punto y final….

martes, 4 de septiembre de 2018

172). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: SAN ANTON RELUCE…EN UN SIGLO DE LUCES.

Título apropiado, querido cronista, el que quiero dar a este relato –comienza, así, Don Cosme su disertación del presente artículo- pues, sin duda alguna, tal cual nos dejó escrito quien, hasta hace poco más de un año, en 1911, era el anterior y erudito párroco de este pueblo, D. Inocente Hervás Buendía... en ese siglo de las luces que fue el XVIII, la antigua y popular ermita de San Antón de Manzanares, fue remodelada en fecha de 1788, hasta quedar convertida, en la ermita más “lucida” que tiene este pueblo,..y fue esa la opinión del citado D. Inocente, cuando afirmó, textualmente, que…"es la más bella y sólida de todas las de su estilo en este pueblo"….Y, ciertamente, cuando uno observa tranquilo, hoy en día, el magnífico y coqueto conjunto arquitectónico, pleno de austeridad y armonía, de esta ermita de San Antón, que, desde ese 1788, se conserva más o menos igual… sin tan siquiera pretender, o establecer, comparaciones entre unas y otras ermitas del pueblo, puede llegar a la conclusión que, D. Inocente, no estaba falto de lucidez o perspicacia, ni, en modo alguno, descaminado en su aseveración.

Parece ser –prosigue D. Cosme- que la antigua y pequeña ermita de San Antón, ya descrita en las Relaciones de Felipe II de 1579, con el paso de los años y la patina del tiempo, en la centuria del XVIII se encontraba bastante deteriorada…lo que coincidía, sin embargo, con un periodo de auge en la devoción a los Santos Isidro y Antón, en sus respectivas ermitas, ya que Manzanares, villa esencialmente agrícola y ganadera, vivió en la centuria ilustrada, como la mayoría de las de todo el Reino de España, una etapa de recuperación de sus campos y haciendas.. y, también, de incremento poblacional, tras aquel final desastroso y tétrico del Siglo XVII…
Manzanares, a mediados del Siglo ilustrado, cuando se hizo el Catastro de Ensenada, -continua D. Cosme- tenía unos 1400 habitantes y unas 1050 casas....la mayoría de sus vecinos se dedicada a tareas del campo, y, en sus casas y quinterías, por tanto, contaban con un amplio contingente de animales de carga para las realizar las tareas y las labores de las tierras de cultivo (Caballos, mulas, yeguas, burros..).. además de las cabezas de ganado (ovejas,. cabras, cerdos)..Todos esos animales, eran subsidiarios, evidentemente, de bendiciones por el santo Antón,… y quedaron cuantificados en aquellos registros de Ensenada, de la siguiente manera:… “150 yuntas de labor, 50 caballerias del servicio doméstico, 400 burros, 40 yeguas de cria, 7.000 ovejas y 150 cabras…”

Ante esas cifras, continua D. Cosme, y cuando uno piensa un poco en el gran fervor popular existente en la época, donde, el que más y el que menos, llevaba sus animales a bendecir el día de la fiesta de San Antón, nos podemos hacer una idea aproximada de la gran afluencia de animales, con sus correspondientes amos, que llenaban ese día la pequeña Plazuela de San Antón…. Era claro y natural, sigue D. Cosme, que la Ermita no podía desmerecer a la creciente afluencia de animales y fieles, que aumentaban de año en año, en el transcurso de ese siglo ilustrado… y, sin duda, esa debió ser la razón fundamental que motivó su reforma al final del siglo XVIII…
Nuestras autoridades civiles y eclesiales, -prosigue D. Cosme- ante el creciente boato y presencia animal y humana en las fiestas del santo Antón del 17 de enero, concluyeron en la necesidad de reconstruir y agrandar la ermita, para dejarla en correspondencia a la magnitud y grandeza que había alcanzado la fiesta y el fervor popular… 


Los componentes de la pujante hermandad de San Antón, de la que, curiosamente, no tenemos fecha fundacional conocida, (aunque posiblemente existía desde los orígenes de la ermita y sus tradiciones), seguramente fueron principales instigadores de la dicha reforma, que cristalizó en aquel glorioso 1788...
Y toda esa etapa reconstructiva..y cómo y cuándo se concretó la misma, en esta preciosa coqueta y austera ermita que hoy no es posible contemplar –continua D. Cosme-, nos quedó para los restos, perfectamente explicitada, en la inscripción que campea encima del arco de su puerta de entrada, donde se nos citan los tres hechos fundamentales que comentan y datan todo el proceso:…En primer lugar, quedó escrito..”Que lo fue ampliando y embelleciendo la anterior Ermita”….En segundo lugar, se explica quien pago la obra… “Que fue costeada por el vecindario, en honor y alabanza de San Antonio Abad”...y, finalmente, en tercer lugar, se data como fecha de las obras:…el año de “1788”...

Es decir, el escrito de la fachada, nos hace ver, claramente, que la antigua ermita era más pequeña que la actual,…que se agrandó y se embelleció…que los gastos debidos, corrieron a cargo de la gente del pueblo.. y que todo se hizo en el glorioso año de 1788.
 

El texto completo de la inscripción, que está redactado en excelente lengua latina, como corresponde a una villa como la nuestra de Manzanares, tan versada en la enseñanza y el conocimiento de la lengua madre, se debe, a uno más, de los ilustres paisanos que ha tenido este extraordinario pueblo de Manzanares de la Mancha… concretamente , el Lizdo. D. Pedro Diaz Roncero, que llegó a ser en tiempos posteriores Secretario del Cardenal-Arzobispo de Toledo D. Luis de Barbón.,…
Nuestro paisano, elaboró el siguiente párrafo en latín:
“SACRUM IN HONORE ET LAUDE DIV / ANTONlI ABBATlS PIETATI LARGITIONE MUNIFICIENTlA HUJUS OPPIDI INCOLARUM RESTAURATUM ADAUCTUM EXORNATUM AN NO DOM. MDCCXXXV//…
Texto este, dice D. Cosme, que traducido al “hijo” idioma castellano, por el erudito párroco de Manzanares,, D. Inocente Hervás y Buendía, quedó del siguiente modo:
"TEMPLO RESTAURADO, AUMENTADO Y EMBELLECIDO A EXPENSAS DE LA PIEDAD Y GENEROSIDAD DE LOS HABITANTES DE ESTE PUEBLO EN HONRA Y ALABANZA DE SAN ANTONIO ABAD. AÑO 1788".

En aquel momento, y para justo reconocimiento de su autoridad y relevancia en esta obra, sigue D. Cosme, es justo reconocer, para ud y sus lectores, que era Gobernador y Justicia Mayor de la Villa de Manzanares de la Mancha, el Abogado de los Reales Consejos D. Tomás Moro de la Linde, que ostentaba el título de Comendador, el Infante D. Antonio Pascual de Borbón, hermano menor del rey Carlos IV…y que era párroco de la villa, desde 1761, frey D. Manuel de Oviedo…siendo sus “Tenientes”,
D. Josef-Antonlo Serrano del Rey y D. Manuel Rulz Constantino.



Al termino de la reforma-reconstrucción, prosigue D. Cosme, nos quedó en la villa de Manzanares una ermita bien proporcionada, de sencilla y austera traza arquitectónica, y realizada a base de materiales simples, pero muy bien y artísticamente trabajados…

La combinación de unos aleros y un frontón, exquisitamente ordenados,… junto al “juego” y disposición, muy bien elegido y planteado, de las hiladas de ladrillos, en inglete y sardinel, confieren una belleza especial y específica al conjunto exterior de la ermita, que, sin duda alguna, la hacen genuina entre todas las de Manzanares…Las verdugadas de una o dos hiladas de ladrillo, que se dispusieron intercaladas en las paredes de tapial, confieren un punto de sencilla alegría, que elimina la habitual monotonía ramplona de muchas ermitas en sus paramentos exteriores… La sencilla fachada que quedó al final de la obra, posee una austera puerta de entrada, que queda bajo un arco de medio punto sencillo, hecho de ladrillo… Más arriba, se abren dos ojos de buey superpuestos, también hechos a base de ladrillo, completando una fachada simple y común, pero en la que resalta muy bien el carácter proporcionado, bello, austero y simétrico de este templo de San Antón de Manzanares…Tirando al cielo, comenta enfático D. Cosme, como no podía ser de otra manera, la fachada y la propia ermita, quedan coronadas por un coqueto campanil…

La nave interior de la ermita, continua D. Cosme- dispone de un presbiterio y un coro altos, conformando un conjunto muy sólido y armonioso, con la austeridad propia, y que se supone, del Santo ermitaño… y, también, ajustada al carácter rústico y popular de sus fieles devotos,… esos abnegados, sencillos y nobles labradores y pastores de nuestro pueblo, que siempre fueron uno de los mejores patrimonios que Manzanares ha tenido, al ser decisivos artífices de su progreso a lo largo de los siglos de su historia…

De usted, así, querido cronista, con ese merecido homenaje y reconocimiento a las gentes simples de este pueblo, fin a este relato,… que ha dado ya bastante y suficiente cuenta de la magnífica transformación, al final de este siglo XVIII, de la que quedó constituida, en palabras de D. Inocente Hervás, que de eso sabía mucho, como la más bella ermita de este pueblo…

lunes, 3 de septiembre de 2018

171). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: ERMITA DE LA PAZ…. DE SANTA A VIRGEN.

Al repasar las ermitas y las cofradías de la villa de Manzanares durante la centuria del XVIII, le comenté, amigo cronista, que la intrahistoria de alguna de ellas, en aquel tiempo, merecen relato específico….Pues, a esa tarea, vamos a dedicar la presente crónica, dice D. Cosme, basándonos en el contenido de los Archivos Parroquiales, muy rico en datos explícitos, relevantes y curiosos, como para propiciar este y otros relatos ... Y es claro que el titulo sugerido para el encabezamiento, alude a que la Ermita de la Plaza del Chorrero, en el Siglo Ilustrado, protagonizó una prolongada transición en su advocación, que la hizo pasar de su inicial dedicación a Santa Quiteria, a la de la Virgen de Nª Sª de la Paz, tal como la conocemos hoy en día...y, en ese largo proceso, sucedió lo mismo en cuanto a las cofradías que tenían su sede en ella… 


Rememorando algo la historia, sabemos que en las Relaciones de Felipe II, del Siglo XVI, se afirma que esta ermita “nació” en 1560, pero, seguramente, en esa fecha, lo que se hizo fue una reconstrucción… pues todo hace suponer que la ermita existía desde mucho antes, quizá desde el Siglo XIV”… “Y se especula así, querido plumilla, por que en la Edad Media proliferó el culto a San Sebastían y a Santa Quiteria, protectores de la Peste y la Rabia, males muy frecuentes en el medioevo.. Por eso, aunque la Ermita de San Sebastián es considerada la más antigua de Manzanares, es probable que la de Stª Quiteria no le anduviera muy a la zaga...Otro hecho que nos hablaría de esa antigüedad, es que, en su atrio, se hallaron restos humanos con ornamentos calatravos antiguos, que, quizá, pertenecieron a monjes-soldados de la Orden en los primeros tiempos de Manzanares”… “Al parecer, en Manzanares, la devoción a Stª Quiteria arraigó mucho por el cruce de veredas y el camino de Andalucía, sitios de paso de ganados.. “Por eso, siendo la rabia frecuente entonces, y Manzanares tránsito de animales y perros pastores, se entiende se hiciera una ermita bajo la advocación de Stª Quiteria..y dicen los archivos que..“eligiéndose (para ello) un lugar al nordeste y a las afueras de la villa, junto al Camino de Villarrubia”..

Ya en la Edad Moderna, sigue D. Cosme, la incidencia de la rabia disminuyó mucho y, aunque seguía bajo la advocación de Santa Quiteria, los fieles de la ermita tenían otras “cuitas” espirituales…..algo que, de nuevo, los Archivos Parroquiales de Manzanares dejan claro, al inicio del S. XVIII, comentando que existían dos hermandades en la ermita, que nada tenían que ver con la advocación a Santa Quiteria… Además, -sigue. Don Cossme- por entonces, la ermita estaba ruinosa, diciéndose de ella lo siguiente: 
“casi a la salida por el camino que va a Villarrubia, ha muchos años que no se ha reparado que esta en gran peligro arruinarse”...

Con esa evidencia, y las quejas de muchos paisanos, se requirió un estudio técnico a los maestros albañiles: Mathias Abad y Juan de Arenas que, a 20 de Septiembre de 1717, informan del estado de la ermita, las reparaciones necesarias y su presupuesto. A la vista del dispendio necesario, los responsables de la ermita –continua D. Cosme-, llegan a la siguiente conclusión..que se describe, así en nuestros Archivos Parroquiales, en 1717:

Ermita de Sta. Quiteria, hoy de la PAZ.

“en la ermita hay dos cofradías provadas…la de NªSª de la Paz que se celebra todos los años…tiene soldadesca y su ofertorio se convierte en misas por las almas del purgatorio….y la otra de la Santa Cruz con vocación de San Francisco de Paula;… que ambas imágenes se veneran en la ermita; y sería bueno aprobar las ordenanzas, para que juntas les sea más facil reparar la ermita y acabar la sacristía”….
Es decir, sigue D. Cosme, se estimó que la fusión en una sola cofradía, con el título de Santa Quiteria, pero con Ordenanzas, y aprobación oficial de Toledo, tendrían mayor posibilidad de hacer frente a los gastos que precisaba la reparación…Sin embargo, se dio la curiosidad, dice jocoso D. Cosme, que el cura párroco no estaba por la labor de la fusión de las hermandades…pero, aprovechando su ausencia unos días de la villa, los “curas tenientes” enviaron a Toledo las Ordenanzas requeridas, a 22 de Octubre 1717, firmadas por el Ldo. López Bodalo,… apoyando la idea de la nueva Cofradía de Santa Quiteria.. “por ser beneficiosa para reconstruir la ermita, y poder hacer misa los domingos y festivos”.. argumentando, a más, que:… “así, los vecinos distantes de la Parroquial, tengan más fácil la asistencia y puedan ofrecer por las ánimas benditas” …esto último, casi con total seguridad, para atraerse a sus pretensiones a la Hermandad de NªSª de la Paz, como sabemos mayoritaria.. …El 8 de Noviembre de 1717, sigue D. Cosme se emite la Resolución favorable del Cardenal de Toledo, para la aprobación de las Ordenanzas de la nueva Cofradía de Santa Quiteria,..“mandando se respeten y nadie ose hacer cosa contraria sin consultar antes”..Esto, apostilla risueño D. Cosme, seguro que por las controversias habidas previamente entre el curato responsable”…Tal fue la cosa –continua- que, en 1718, y sin que nadie rechistase al categórico mandato del Cardenal, quedaron oficialmente aprobadas las Ordenanzas de la Cofradía de Santa Quiteria de Manzanares… y se iniciaron las obras que precisaba la semiderruida ermita del mismo nombre..Y a colación de esto, prosigue D. Cosme, y como prueba que dichas obras de restauración se llevaron a cabo en los años siguientes, los archivos parroquiales de Manzanares, aportan diferentes citas,.. algunas estrictamente técnicas y otras que son simplemente, curiosas de conocer...Por ej: unas facturas emitidas por el maestro albañil, Mathias Abad, que, dicen:.. ”Zera de esta Cofradía: Obra de la Ermita…como es rematar los colaterales..hacer los arcos..Hacer las bóvedas y bariar los de los arcos, mudar el púlpito y hacerle pie de yeso”…O estas otras, muy curiosas, que refieren la costumbre ancestral de subastas y limosnas, de la hermandad de las ánimas.. que, en aquel tiempo, sufragaron parte de las obras hechas en la ermita de Stª Quiteria:…
“declaraciones del ofertorio del año 1721”… Remate de diez celemines de centeno.. Rifa de un carnero en dinero, la cantidad, carne y pellejo…Producto rifa trigo y otras limosnas…Limosna con la tablilla…Cal bastante obra reparación de la ermita…” 

Hay otros apuntes en los Archivos parroquiales, sobre posesiones de la ermita en “hazas de tierra”, que configuraban su patrimonio total en las primeras décadas del siglo XVIII.

Lo que parece claro –sigue D. Cosme- es que, tras la aprobación de la única Cofradía de Santa Quiteria, en 1718, siempre llevaron la “voz cantante”, en la misma, los devotos de Nuestra Señora de La Paz y de las Animas Benditas del Purgatorio, quienes, finalmente, impusieron su mayoría, solicitando al Arzobispado de Toledo la constitución de unas nuevas ordenanzas, que cambiasen, otra vez, el nombre de la cofradía y de la propia ermita, para dar realidad y reconocimiento a los devotos que el templo tenía en aquel siglo XVIII…hasta que lograron, definitivamente, su objetivo en el año 1788,… cuando la ermita y la cofradía pasaron a llamarse de la misma manera, a saber:.. ERMITA Y COFRADIA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ Y DE SANTA QUITERIA.

De todo ello, comenta D. Cosme, quedaron en los archivos, bastantes constancias:
Una de ellas, alude a la propia petición de las Ordenanzas para la nueva Cofradía:
“En la villa de Manzanares, en veinte y siete dias del mes de Diz_re de mil setez_ºs setenta y siete; estando junta la cofradía, en las casas del capellán que lo es, D. Pedro Pablo León Azorí, que en virtudque NªSª de la Paz sita en la Hermita de la Señora Stª Quiteria y Mártir, no se halla con cofradía actual para su mayor culto y deboción de NªSª Decretaron y determinaron que esta cofradía de la señora Stª Quiteria se una y junte con la imagen de NªSª con el título de la Paz, sita eb la dhª Hermita obligándose por Ordenanza, a hacer y costear la fiesta a NªSª en su día, asistiendo con toda su cera a élla, cantar sus visperas y misa y lo demás anexo como lo tiene de costumbre con la dhª Santa y que los vienes que NªSª tiene propios de mandas que posee, de legado de Bernardo de Cathalán y lo demás que tiene propios, de manda que dejó Fcº Sánchez Sonseca, se unan y junten con los vienes de la cofradía de la dha Stª Quiteria y Suplican al Em-mº Señor Cardenal Arzobispo de Toledo, se digne aprobar las ordenanzas que para dha unión se hiciéremos y ordenáremos, y que se hiciesen todas las diligencias que conduzcan para dha unión, y se pongan los Dexös que se causaren en su aprobación..asi lo decretaron y firmaron los que supieron, en la dhª villa, mes y año”.
Y esta otra cita, donde el Arzobispado de Toledo oficializa la petición anterior…
“Dn Luis Antonio, por la Gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Presbytero Cardenal, Conde de Teba, Arzobispo de Toledo, Primado de las Españas, Chanciller Mayor de Castilla del Consejo de SM:

…”Por cuanto por petición presentada en ntº Consejo de la Gobernación por parte de la Cofradía de Santa Quiteria, sita en su Hermita intramuros de la villa de Manzanares nos fue puesto presente, haverse gobernado hasta oy, por la ordenanzas aprobadas por ntrº Consejo, en veinte y ocho de junio de mil setecientos diez y ocho, y deseando el mayor culto y veneración de la Sagrada Imagen de NºSª de la Paz, benerada en la misma Hermita, y que no ha tenido, ni tiene cofradía, ni hermandad. En acuerdo que había celebrado el día veinte y siete de Diz_re del año próximo pasado, resolvió que dha Santa Imagen, sus cultos y sus fiestas, corriese a cargo de la misma cofradía, uniéndose e incorporándose aella, e intitulándose en adelante con el nombre de la Cofradía de NºSº de la Paz y Santa Quiteria, aumentando sus Ordenanzas, a cuio fin estableció las de que havia presentado, suplicándonos fuésemos servido mandarlas ver y aprobar bajo tal unión e incorporación que comprendeel tenor de las quales, decreto que precedió para su formación, poder y petición con que se presentaron e informes hechos por el Cura Rector y Sr Vicario de Ciudad Real”.

Deje usted dado, así, por concluido, querido cronista, este relato que ya ilustró en lo suficiente, como en la extraordinaria villa de Manzanares de la Mancha, algunos de sus paisanos lograron, con mucho empeño, la transición de Santa a Virgen en una de sus ermitas y cofradías de mayor enjundia y tradición…