¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 24 de mayo de 2020

256). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: SIMBOLO, ESCUDO Y FRONTERA.


En la anterior crónica, querido plumilla, habíamos visto como el propio Napoleón Bonaparte, a pesar de la clamorosa victoria de Uclés, no quiso dar tregua alguna a Manzanares, cuya toma resultaba prioritaria para el Emperador, que quería evitar a toda costa que nuestro pueblo se convirtiera en un símbolo de la resistencia española, al haberse constituido en firme escudo antifrancés y en auténtica frontera de la España del sur...y, de ahí, mi querido amigo, el título del relato que ya comienzo a narrarle... 

Como le comento, Napoleón, había dicho y escrito: "... de aquí a que se haga la operación de Andalucía es necesario ser dueños de Manzanares" ...y está claro, sigue D, Cosme, que para el mando francés un afirmación de Napoleón era un sinónimo de orden a cumplir, más pronto que tarde... de manera que, enseguida, el cuartel general del Mariscal Victor comenzó a trabajar el nuevo plan militar para tomar Manzanares. En nuestro pueblo, continua D. Cosme, el que más y el que menos de los paisanos, comenzaba a suponer que la zozobra de la guerra estaba de nuevo cercana a sus vidas. Desconocía nuestra gente, y sus autoridades, la orden expresa de Napoleón sobre Manzanares, pero era evidente a todos que, para alcanzar Andalucía, las tropas galas habrían de atravesar, primero, nuestra villa....y, aunque las noticias del descalabro de las tropas españolas en Uclés, seguramente no habían llegado al común de los mortales manzagatos, más allá de su Junta Local de Gobierno, lo cierto es que la progresiva acumulación de militares en Manzanares, en aquellos días de la segunda mitad de Enero de 1809, hacía presagiar una situación parecida a la que se había vivido en la villa, solo un mes antes... 

La vida social del pueblo comenzó de nuevo a trastocarse, ya que, sin estridencias ni alarmismos, tal cual como era su estilo propio, Sotomayor fue advirtiendo al paisanaje, tanto en el púlpito, como a través de la Junta Local de Gobierno, que era previsible una próxima llegada de los franceses... y que había que prepararse, de nuevo, para esa contingencia. Pidió a sus fieles que tuvieran fe en la Providencia.. y agregó que los hombres útiles del pueblo se pusieran a disposición de la milicia española que estaba llegando esos días a Manzanares, por si era necesario combatir al francés. De nuevo, las tareas del campo se abandonaron, poco a poco, en la segunda y tercera semana de Enero, al igual que disminuyeron a lo imprescindible las actividades sociales y eclesiales de la villa; la sensación general era que la guerra volvía En Manzanares, en pocos días, prosigue D. Cosme, se concentraron 5.000 soldados del ejército de Sierra Morena, al mando del intrépido coronel de caballería, D. Manuel Freire, quien, desde ese tiempo, quedaría ligado a la brillante historia de Manzanares durante casi toda lo que quedaba de Guerra de la Independencia.... 

Freire había sido seleccionado expresamente por el Jefe del contingente de Sierra Morena, Marqués del Palacio, protagonista, como sabemos por crónicas previas, del rechazo a los franceses por parte de nuestro pueblo, los días 17 y 21 de diciembre de 1808...Del Palacio, tuvo que permanecer en La Carolina, cuartel general de su ejército, para mantener bien organizada, y en persona, la segunda línea defensiva que iba a intentar evitar a los franceses el cruce de Sierra Morena. Del Palacio, sigue D. Cosme su diserto, tuvo el acierto de designar a Freire, hombre de su plena confianza, para ocupar la primera línea defensiva en Manzanares...- y "nunca un escudo tuvo mejor escudero", exclama, enfático, D. Cosme-... porque tengo que decirle, sigue, que D. Manuel Freire era un militar profesional muy determinado, con gran iniciativa y que gustaba de estar siempre en vanguardia, algo que concertaba extraordinariamente bien con el carácter y la raza de los manzagatos de aquel tiempo... 

Frey Sotomayor, nuestro inteligentísimo Pastor, lo advirtió enseguida con satisfacción, vio que era el hombre y militar adecuado, para el momento que iba a vivir Manzanares.. y se lo hizo ver a todos los demás miembros de la Junta Local de Gobierno, a la que puso, incondicionalmente, a trabajar la defensa del pueblo, codo a codo, con el coronel Freire... Este, por su parte, mostró su asombro y satisfacción por el gran ardor y predisposición, sin fisuras, de toda la población de Manzanares, a la hora del inminente combate en defensa de su villa y sus haciendas. Se sorprendió al apreciar lo bien preparados que estaban los hombres útiles del pueblo, que solo unos días antes habían aprendido lo básico del uso de las armas de fuego y de la técnica de defensa y protección personal en el combate, y también de lo bien que tenían interiorizado su papel complementario, en retaguardia, las mujeres de la villa, Freire, sigue D. Cosme, mostró su admiración por el muro de piedra levantado por la gente del pueblo, un mes antes, que cegaba las entradas norteñas de Manzanares; alabó por ello, a la Junta Local de Gobierno de Manzanares, pues lo consideró muy útil para los momentos que se avecinaban, limitándose a ordenar recomponer las partes del muro deterioradas o desmontadas, tras las batallas de finales del mes de enero...

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Por su parte, los franceses, en cumplimiento de las ordenes de Napoleón, enviaron una primera avanzadilla de reconocimiento, consistente en una partida de 200 Dragones, al mando de un general llamado Merlín, quien, desde la villa de Tembleque, se aventuró a Madridejos, el día 25 de Enero de 1808. Al llegar a este último pueblo, Merlín fue advertido de la presencia de tropas españolas en Manzanares, Alcazar, Valdepeñas y Bailen, por lo que desistió de continuar avanzando, e informó de ello al mariscal Victor, que aun saboreaba el triunfo de Uclés, pero que se dispuso a cumplir la orden del Emperador, y mandó a sus tropas poner rumbo a Manzanares, para acabar, de una vez, con su resistencia numantina,... la suerte esta echada, remata D. Cosme.. Y, una vez más, continua D. Cosme, el mariscal Victor encargó el ataque y la toma de Manzanares a la primera división de caballería de Dragones de Latour Maubourg, para que se pudieran desagraviar de las dos derrotas consecutivas que habían sufrido en nuestra villa a final de diciembre de 1808. Los Dragones de Latour tenían la moral bien alta, después de su brillante y decisiva participación en la batalla de Uclés, y el objetivo de tomar Manzanares les motivaba muy especialmente. A todos ellos les resultaba muy atractivo tomarse la revancha de aquel fracaso, que empañó la brillantísima sucesión de éxitos que jalonaban toda su trayectoria guerrera previa.... muy pronto comprobarían, aunque ya debían saberlo, que Manzanares no era Uclés, concluye D. Cosme. 

Tras la orden de Victor, sigue D. Cosme, la primera división de Dragones de Latour, avanzó rápidamente por el Camino de Andalucía, alcanzando Villarta de San Juan el 29 de enero de 1809. Al día siguiente, Latour Maubourg desplegó dos brigadas por la orilla derecha del río Cigüela, en dirección a Alcazar de San Juan, conformando un enorme arco de Dragones a caballo, que apuntaba a Manzanares amenazadóramente. Ese mismo día, el grueso de la Gran Guardia de Latour, dejó atrás Villarta, enfilando el gran llano que conduce a Manzanares... pero, para su sorpresa, de golpe y porrazo, se encontraron con algo que no esperaban, y que pocas veces les había ocurrido antes en España o en otros países, me dice D. Cosme...



Y esa sorpresa consistió en que, a la altura de la Venta de Quesada, la majestuosa cabalgada de Dragones, vio interrumpido su camino por una avanzadilla de caballería que había partido de Manzanares, con el intrépido general Freire a la cabeza. A la perplejidad inicial de los Dragones, nada acostumbrados a semejante osadía, siguió su desconcierto ante el bravísimo empuje demostrado por la caballería de Freire, que rompió el alineamiento de los franceses, y no tuvieron otro remedio que poner "pies en polvorosa", y retornar a Villarta a galope tendido..Sin duda, sigue D. Cosme, para suavizar esta humillación, antes que llegase a conocimiento de Napoleón, (afortunadamente, para su hermano Jose I, ocupado en Francia), Latour añadió, en su parte, que tras esa retirada había logrado que la compañia de élite del primer regimiento de Dragones, hiciese retroceder a Manzanares a las tropas de Freire, cuando lo que probablemente sucedió es que esa compañía de élite, en el momento que salió de Villarta, simplemente se limitó a comprobar, sin atacarles, que los hombres de Freire volvían a Manzanares, una vez abortada la intentona francesa de llegar a nuestra villa, remacha D. Cosme, esta parte de su relato. Sin embargo, continua D. Cosme, estaba claro, que el mariscal Victor, cuando conoció la nuevamente fallida toma de Manzanares, se puso muy nervioso, solo de pensar en la reacción que provocaría en Napoleón Bonaparte, de manera que, al tiempo de hacerse cargo de ese nuevo fracaso, hizo llamar a Latour Maubourg y le conminó severamente, dándole orden de: "enviar reconocimientos sobre Manzanares y desarmar a los habitantes si este pueblo no esta ocupado por los enemigos". 

Ciertamente, sigue D. Cosme, hablando con orgullo de lo propio, Victor, en esta orden, vuelve a mostrar perplejidad y desconocimiento de la historia reciente de Manzanares en sus enfrentamientos con los franceses.. seguía sin valorar nuestro auténtico valor... En cualquier caso, en aquellos últimos días de enero de 1809, ajenos a esas cuitas de Victor, la tensión en Manzanares fue creciendo cada día, y toda la villa y sus gentes estaban en alerta, preparándose para el enfrentamiento directo con los franceses; por eso recibieron con alborozo la vuelta triunfal a la villa del coronel Freire, trás que este hubiera ahuyentado a los dragones de Latour a la altura de la Venta de Quesada, pero sin que eso fuera óbice para mantener las espadas en alto, pues estaba clarísimo que los galos debían estar hartos de nuestra resistencia, y probablemente dispuestos para un asalto bestial y definitvo de Manzanares. Nuestro pueblo hervía de intensidad, las murallas de piedra, en su frontera norte, le conferían un aspecto inexpugnable. Así las cosas, y la situación, sigue D. Cosme, el coronel Freire terminó de disponer todo lo necesario en la defensa de Manzanares, ante el inminente asalto francés...Y con esas expectativas, cuando los franceses, tras una incursión rápida a los aledaños de la villa, se hicieron cargo de la extraordinaria preparación defensiva establecida en Manzanares... inesperada, y afortunadamente para nosotros, se tentaron los machos, y cedieron en sus ínfulas y deseos de venganza, valorando que no les merecía la pena una batalla incruenta, en la que tendrían muchísimas bajas, en un momento en que tenían problemas más acuciantes en otros frentes, Solo era una excusa para no tener que enfrentarse de nuevo a nosotros, y una decisión que podía tomar Victor, porque Napoleón estaba ocupado en París, en otros asuntos. Lo cierto fue que, lo mismo que sucedió en 1519, cuando los comuneros huyeron, sin intentar combatirnos, al contemplar nuestra imponente fortaleza, según llegaban a Manzanares, algo que nos valió el premio de ser reconocidos como "Leal Villa", por el reino de España.... ahora, en 1809, ya significados como "Fidelísima Villa", por el mismo reino, sucedía algo parecido con los franceses.... Estos, de nuevo sin amagar siquiera con entrar en combate, se replegaron con su caballería al frente del Tajo, declarando, hipócritamente, en su parte, que los dragones no fueron molestados, ni seguidos por soldados españoles en su maniobra,..bonita manera de ocultar sus verguenzas y falta de valor, pero algo que nos evitó problemas... Antes de hacer el corolario de esta crónica, le ruego incluya usted en la misma, como se contó todo esto en el Manuscrito de la Merced:

"....Corría la voz el primero de febrero de 1809, de que se acercaban los enemigos. Mandaba las tropas de infanteria y caballería españolas residentes en esta villa el Ecmo. Sr. D. Manuel Freire, Coronel entonces del Regimiento Caballería Voluntarios de Madrid; y presentándose para resistir a los franceses manifiestos deseos de que el vecindario contribuyese a rechazar a los enemigos; y este según su valor acreditado, acudió y se colocó donde se le mandó; pero habiendo sido alarma falsa, su ardor no tuvo entonces ningún resultado"....



Valga pues, querido cronista, lo escrito ya... para dar cuenta, por enésima vez, del valor y determinación de ese pueblo manchego, que es el mio, y que por siempre será reconocido como Manzanares de La Mancha.... Otro episodio glorioso, queda aquí contado, para mayor gloria de su historia, en un tiempo en que este pueblo fue, como reza el título de esta crónica....Símbolo, escudo y frontera de las Españas.

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