¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

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HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 6 de enero de 2021

284). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LORGE...ENTRE EL DESEO Y LA REALIDAD.

Los mandos franceses de Manzanares y, más directamente, su gobernador Lorge, acababan de vivir un desconcertante agosto de 1810, asistiendo, atónitos, tal como vimos en la anterior crónica, comenta D. Cosme, a una sucesiva serie de graves enfrentamientos entre miembros destacados del ejército imperial napoleónico, que tuvieron su escenario principal en el castillo de Manzanares…  

 

En aquel estío, continua D. Cosme, se percibío en Manzanares, con gran claridad, que el aparente paseo militar por Andalucía, con el que parecía que los galos iban a ganar la guerra casi de calle, y en muy poco tiempo, era solo un deseo que distaba mucho de reflejar la realidad de lo que sucedía en su ejército… y, sobre todo, lo que iba a suceder, en un tiempo inmediato… y, eso, poco previsto por nadie, se vio venir en Manzanares, entonces, bastante antes que en otros lugares…Las indisciplinas y rencillas entre mandos relevantes del ejército napoleónico, explotaron, y se hicieron manifiestas en el castillo de Manzanares, con continuos mensajes y órdenes contradictorias.. y, a consecuencia de todo eso, las autoridades galas de la villa entraron en un estado de zozobra y desasosiego, que les motivó una gran inseguridad de futuro en sus posibilidades, desánimo del que, como iremos viendo, ya nunca se recuperarían… 

Nuestro párroco y líder, D. Pedro Alvarez de Sotomayor, lo percibió también perfectamente en sus múltiples contactos de aquellos días con la dirigencia francesa de Manzanares, y como también ya le comenté, mi querido plumilla, D. Pedro, entre otras cosas, observó, atribuladísimo, al gobernador Lorge… que, desde aquel tiempo, y en todo lo que duró su estancia en Manzanares, viviría también, como quise reflejar en el título del relato...entre el deseo y la realidad. 

Por ej, sigue D. Cosme, en todo aquel intercambio de reproches y desobediencias entre generales franceses, el propio Lorge resultó amenazado en su posición, cuando el Mariscal Soult, desde Sevilla, el 23 de Agosto, con su osadía habitual, y pasando una vez más por encima del Rey José I, envió a Paris, al Príncipe de Wagram, "mano derecha de Napoleón", una carta donde acusaba al gobernador Lorge de desobediencia, y pedía su cese.."por falta militar de desobediencia grave....solicito su relevo en el mando de la Confederación del Rhin y en el Gobierno de La Mancha"... Soult, prosigue D. Cosme, aprovechó la carta para autoerigirse en líder militar de Francia en España, pidiendo instrucciones para reorganizar, personalmente, el ejército galo en España. Menos mal que, casi a la vez, Belliard, máxima autoridad francesa en Madrid, herido en su orgullo, enviaba otra carta a Wagram, en la que le decía que el mariscal Soult solo podía tomar decisiones en Andalucía, porque no tenía jurisdiccción por encima de Sierra Morena,.. El mismo José I, y en igual sentido, pidió esos días opinión del asunto a su propio hermano, Napoleón… quien, sin muchas ganas de tener que meterse en esas pequeñas cuitas –dice D. Cosme- le “ordenó”, imperativamente, que dejase de tontear y ejerciese de Rey de una vez por todas...

Y, en esta ocasión, continua D. Cosme, parece que si lo hizo, puesto que Digeón, tras una carta tajante de Jose I a Lahoussaye, estaba de vuelta en Manzanares el día 27 de agosto...Eso sí, el contumaz Digeon, escribió de inmediato al mariscal Beillard, lamentando el cruce de órdenes contrarias que recibía, al tiempo que le solicitaba su traslado a Madrid por encontrarse enfermo. Mal, sigue, irónico D. Cosme, del que sanó en un día, milagrosamente, y no por los buenos aires de Manzanares, si no por la lectura de otro escrito que le envió desde Sevilla el prepotente mariscal Soult, a fecha 28 de Agosto, en el que, haciendo caso omiso de la orden del Rey, se extrañaba del retorno de Digeon a Manzanares, sin su consentimiento, y le instaba, categóricamente, a que volviese con sus brigadas a Linares y Bailen... 

Nada más oportuno que esta orden de Soult para el ínclito y osado Digeón que, al día siguiente, 29 de agosto, enviaba a Lahoussaye un lacónico parte en el que informaba que, por orden del antes citado Soult, no tenía más remedio que salir de Manzanares de inmediato con destino a Linares y Bailen… Lahoussaye, a esas alturas del conflicto con su subordinado, general Digeon, ya no se extrañaba de nada, pero lo cierto es que tampoco quiso enfrentarse directamente con Soult, y comunicó a Beillard la decisión de Digeon, contraviniendo el mandato real. En la semana siguiente, continua D. Cosme, la situación pareció quedar en suspenso, a pesar de la ratificación a Lorge, por parte de Belliard, de la orden real, que instaba a la permanencia de Digeon en Manzanares.. pues, el 3 de septiembre, Digeón, desde Linares, escribió esto a Lorge, “nadie más respetuoso que yo con la voluntad del Rey…estaría dispuesto a postrarme ante él, pero no en este momento en que me hallo frente al enemigo”.. Lorge, abrumado y desesperado, se limitó a enviar a Belliard, para su valoración, la carta del disidente Digeón, al tiempo que se quejaba, amargamente, de no poder actuar contra las guerrillas ….. “por carecer, absolutamente, de una mínima caballería para hacerles frente”… Enterado Belliard, comunicó este estado de cosas al príncipe de Wagram en Paris del siguiente modo… “le doy cuenta del mal que ha hecho el general Digeon rehusando obediencia a sus jefes y desconociendo la autoridad del rey, para ejecutar las órdenes del duque de Dalmacia (Soult)”. 

El 8 de septiembre, Wagram escribió a Napoleón un ambiguo escrito, en el que no tomaba partido claramente por nadie...Cuando Lorge supo de ello, sigue D. Cosme, le quedó claro que estaba en una situación muy complicada.. en medio del camino de Andalucía, entre Sevilla y Madrid…y en medio de una disputa entre los máximos responsables galos de su ejército en aquellas dos ciudades, Soult y Belliard, respectivamente…por lo que no le quedó otro remedio que “templar gaitas”...De momento, y a primeros de septiembre de 1810, dice D. Cosme, Lorge solo contaba para la lucha contra las guerrillas con la misma tropa que a su toma de posesión como Gobernador de La Mancha…La enorme perspicacia del Pastor de Manzanares, Frey Sotomayor, enseguida relacionó el estado atribulado del gobernador Lorge con ese estado de cosas, sobre todo, al advertir que en Manzanares, en esos días, disminuyó drásticamente el número de soldados a caballo que inundaban el pueblo, algo que, seguramente, confirmó como causa del desasosiego de Lorge, cuando… bien por su propia habilidad en arrancar datos a los galos (lo más probable), o bien a través de alguno los múltiples confidentes de la región, le llegasen noticias que esas brigadas de caballería de Digeon, estaban operando por Bailen y Linares, fuera de La Mancha….

En aquel instante, y contra a lo que se pudiera pensar, mi querido plumilla, sigue D. Cosme, Frey Sotomayor estaba muy preocupado por el estado de ánimo de Lorge…. En esas circunstancias, su comportamiento con la población de Manzanares, ante cualquier situación límite que se presentase, podía ser imprevisible, por lo que D. Pedro, decidió estar muy pendiente de cualquier movimiento o gesto de las autoridades galas y también de los aldeanos y de algunas personas relevantes de Manzanares. En esa estrategia, se pateaba todos los días el pueblo, visitando a mucha gente en sus casas, tanto forastera (gala) como nativa, ingeniándoselas para aumentar su “actividad doctrinal dirigida” en la parroquia, en la capilla del castillo y en los círculos masónicos, instalados entonces en la Casa del Mayorazgo. Todo valía a su objetivo primordial, tener lo más asegurada posible la indemnidad de nuestro paisanaje, para lo que, entonces, solo contaba con su propia capacidad….pues, Sebastiani y Liger Belair estaban ahora lejos de Manzanares, y el pacto secreto de no agresión que, ambos, tenían sellado con nuestro Pastor, podría incumplirse de parte gala en cualquier momento…        

 


Al final del verano de 1810, la tensión se palpaba en toda La Mancha, y también en Manzanares. La actividad guerrillera crecía y crecía, y como ejemplos de ello, el ataque de la cuadrilla de “Francisquete” a Tomelloso, el día 2 de septiembre y la emboscada que tendió “Chaleco”, entre Valdepeñas y Manzanares, a una brigada de escolta de carros, en la que mataron a 18 soldados franceses, entre los que se encontraba el teniente coronel español Pedro Grinda, traídor a la causa patria, que se había enrolado en el ejército francés.. Durante todo ese final de verano, el Gobernador de La Mancha, se excusaba mucho ante sus autoridades, por la escasez e irregularidad con la que emitía los partes de situación de La Mancha, achacándolo a que su única división estaba de continuo en movimiento, en múltiples escenarios de un vasto territorio, que iba desde el sur de Madrid, hasta La Carolina…


Pero la realidad, sigue D. Cosme, es que las excusas de Lorge, eran eso, excusas, para no tener que dar cuentas excesivas de las continuas acciones guerrilleras…pero, eso si, se jactaba que durante el tiempo que llevaba en el cargo solo había tenido veinte bajas entre sus hombres, mientras que había eliminado a más de mil guerrilleros, ambas cifras exageradas por defecto y exceso, respectivamente. Aunque, también, junto a esas notas triunfalistas, Lorge, dejaba entreveer lo incomodo de su situación, tras el fiasco del caso Digeon, cuando añadía, en sus informes, que …“se encontraba militarmente al descubierto por derecha e izquierda”, aunque se sentía satisfecho por…. “no haber perdido ni un solo correo, habiendo eliminado a muchas bandas, mejorando la administración y la justicia…siendo, a la vez, duro y humano”; junto al “autobombo”, añadía que, en su situación, “podría seguir enfrentando a las guerrillas, pero no a un ataque de tropas regulares, ya que solo disponía de unos mil quinientos bravos de diferentes armas”. Todo esto sirvió para que Belliard, que se sentía en deuda con el Gobernador de La Mancha y, en cierta medida, había sido desautorizado por el mariscal Soult, decidiese reforzar las tropas de Lorge con el 10º regimiento de cazadores a caballo, que llegarían a Manzanares el veinte de septiembre, lo que sosegó bastante al cuitado general Lorge… y, por qué no decirlo, también al Pastor Sotomayor, cuando apreció un ánimo más controlado, en quien más temple tenía que mostrar entre los galos, el Gobernador de La Mancha.

Y ya es momento, dice D. Cosme, que concluya usted esta crónica, que ya fue de bastante para dar cuenta de las cuitas de las autoridades francesas de Manzanares y, en particular, de su Gobernador, general Lorge, al final del verano de 1810, que llegaron a preocupar también mucho a nuestro insigne líder y Pastor de Manzanares, D. Pedro Alvarez de Sotomayor. Se aproximaba un otoño, no menos movido, pero eso ya será objeto del próximo relato….

 

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