El 27 de Julio de 1957, Melchor Díaz-Pinés Pinés, elaboraba este artículo periodístico para la Agencia Cifra.
Ha sido causa del natural contento entre los productores de uva selecta y muy especialmente de los viticultores, la noticia veraz y digna de crédito de que una fuerte empresa nacional, exportadora de frutos , ha fijado su atención en las viñedos de este término municipal y ha decidido la adquisición de una gran cantidad de uva blanca, cuya cantidad exacta está sin determinar, para su envío al exterior. Será una primera expedición de ensayo, conducente al estudio de sus posibilidades de conservación, resistencia y demás condiciones, indispensables para tan largos desplazamientos.
Estos ensayos preliminares que se espera sea totalmente satisfactorios dado la salud de nuestro fruto, habrían de producir en el futuro una radical transformación de la vida viticultora, cuyos alcances no pueden predecirse. Ya todos los esfuerzos serían encaminados hacia la plantación de viñedos con variedad de uva, apta para la exportación. El ambiente climatológico de nuestra zona será la mejor aliada de la causa, pues es sabida la natural inmunidad de estas plantaciones a enfermedades que tan seriamente afectan al viñedo y la uva, lo que contribuye a lograr un fruto sano y con presentación, cara a la exportación como uva de mesa.
Esta modalidad de explotación de las viñas manchegas, desconocida en los ambientes viticultores, vendría a paliar la siempre latente crisis que desde hace años sufren los vinos de estos extensos pagos. Es sabido que a pesar de que las cosechas son menores que hace veinte años, los excedentes de vino son una realidad y este hecho no llegó a experimentarse jamás en la larga vida productora de la Mancha Baja.
Por el momento y según noticias fidedignas, el precio provisional de adquisición del fruto de estas cepas de Manzanares, se ha fijado en 1,50 Ptas/Kg, para mercancía puesta en viña productora y sin gasto alguno de recolección.
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