“Visto lo más
importante del cómo y el cuando se fue concretando para la historia local, la
nueva y coqueta Plaza Mayor de Manzanares, -inicia D. Cosme su siguiente
relato-,… le invito ahora a conocer, querido reportero, como en su entorno, y
más alla de las mondadas murallas, fue, al mismo tiempo y cadencia....creciendo
y creciendo, la Villa de Manzanares, en un desarrollo urbanístico tan
espectacular, que cambió totalmente su fisonomía a lo largo y ancho de ese
siglo XVI”. ..“A este respecto, va de sabido también, que esta expansión urbana
resultó imperativa para Manzanares, puesto que el poblado casi cuadruplico sus
gentes en el curso temporal de ese siglo de oro... pasando de tener unas 200
casas, a mediados del XIV, a más de 600 en 1579….tal como nuestros notables
escribieron entonces al hablar de este pueblo”…
“Este gran desarrollo urbanístico se concretó, sobre el terreno, en el
alargamiento de las calles radiales del casco antiguo, más allá de lo que
fueron sus murallas… y en la creación de nuevas calles concéntricas, paralelas
o perpendiculares en los espacios, inicialmente descampados, que se extendían
por fuera de las susomentadas murallas”… “También, sigue Don Cosme, la
expansión urbana de aquel Manzanares, como resulta bien lógico, fue
desarrollándose desde los límites que marcaban las vías de comunicación de
acceso a la villa”,…”y es de hacer notar que, en dos lugares del solar
manzagato: la zona sur-este, que da a la Membrilla y a su camino,… y en la zona
Suroeste que limita el Azuer, Manzanares no pudo crecer mucho en su caserío,
dado que, en el primer caso, los propios límites de las Encomiendas de Santiago
y Calatrava y las eras meridionales que tenía Manzanares, (por detrás de su
Castillo)…y, en el segundo caso, el propio curso del río Azuer, hacían
imposible nuevas construcciones”…
“Así las cosas y la cuestión… con los imperativos de la geografía y de los
condominios, como factores condicionantes, los ejes de expansión, desarrollo y
crecimiento de este pueblo manzagato, sigue D. Cosme su vibrante perorata,
fueron, en esencia tres…
“El primero de estos núcleos de expansión, se desarrolló hacia el oriente, por
fuera del contorno este de lo que fue la muralla del antiguo casco urbano, y se
extendió, en dicha dirección, hasta el actual ”Camino de la Solana”... y, en
dirección sur a norte, desde el tramo oriental de la Calle de la Prensa, ,más
allá de lo que fue puerta oriental del cercado, hasta lo que es hoy Calle de
las Olivas”…“En el limite sur-oeste de este núcleo de desarrollo, frente a la
Plaza del Castillo, se construyó, en este Siglo XVI, una “Casa de la Tercia”,
con el fin de dar soporte a todas las tareas administrativas, de almacenaje y
recaudación de la pujante Encomienda manzagata, ya que el Castillo, y sus
dependencias, habían quedado, a esas alturas, pequeñas e insuficientes para ese
menester”…“Y, sigue Don Cosme,…. “las dos largas fachadas laterales de esta
Casa de la Tercia darían origen a sendas largas calles paralelas, que serían,
ya para siempre, acervo histórico de este pueblo.. la calle Villarreal y la
calle de la Tercia, que se extendieron, en su desarrollo hacia el norte de la
Villa y fueron, según crecían, dando morada, en bonitas casas solariegas y
palacetes, a muchas nobles familias de entonces,.. sobre todo en la primera de
las dichas calles, ya que, en la segunda, las viviendas, desde sus orígenes,
fueron más modestas, indicando que acogían, en general, a gentes de rango más
humilde, como fueron, por ejemplo, los labriegos y campesinos que estaban a la
orden de muchas de las nobles mansiones de la antedicha calle Villarreal …En
esa parte de la expansión noreste del pueblo, fueron surgiendo por entonces, y
más tarde,.. zonas urbanizadas y caserío, asentados sobre otras calles
paralelas a las dos anteriores.. como la del Toledillo, la de la Cruz de
Toledillo, la de Cañameros y la de San Juan, donde existió una Ermita con el
mismo nombre, y la calle de la Virgen de Gracia,.. a cuyo final más norteño,
quedaba por entonces una plazuela, más bien un descampado, donde se enseñoreaba
desde primeros de ese Siglo XVI, la Ermita de la Virgen de Gracia”…
El segundo eje de crecimiento del pueblo en esa época, continua D. Come, se
expandió hacia el Noreste, y se mezcló enseguida con el anterior, al cortarlo
perpendicularmente en su desarrollo… que consistió en el alargamiento de
algunas radiales del antiguo casco urbano, como: Empedrada, Doctor y Monjas…,
que se continuaron, en su largura, y en misma dirección, hacia el actual camino
de La Solana (en aquel tiempo del Siglo XVI, conocido como el “Camino que va de
Membrilla a Toledo”) con unas nuevas calles, construidas entonces, y que
responden, respectivamente, a los nombres actuales de San Marcos, Anega y Monjas”…“La calle más meridional de este segundo eje expansivo, quedó representada por
la Calle de La Prensa, vía urbana que, extendiéndose desde el inicio de la
Calle del Carmen, llegaba hasta el Camino de La Solana, dejando durante su
recorrido, en su acera norte, la zona donde surcaba la muralla de Manzanares,
por su parte sur-oriental,.. y, en su acera sur, al propio Castillo”… “En este
segundo eje de crecimiento del poblado, quiero resaltarle, aquí, amigo
reportero, a la calle Morago, creada durante ese ciclo expansivo de Manzanares,
en el centro de este segundo núcleo de desarrollo, al cual cruza de parte a
parte… y su importancia reside en que, en su trayecto, viene a enlazar, y a
unir, a los tres núcleos de expansión y desarrollo, que tuvo este pueblo
durante su Siglo de Oro”…
“Y esto es tal cual se lo cuento, pues si bien se
fija usted, querido cronista, esta calle de Morago, en su recorrido, que va desde el final de la Calle Villarreal, (arteria central del primer núcleo
expansivo)… surcará la Plazuela de las Monjas por su contorno oriental,
cortando y dando límites a las Calles Monjas, Doctor, y Anega,…para,
continuando su trayecto, hacer lo mismo con las calles Empedrada y San Marcos,
hasta llegar, en su otro extremo, a unirse con el comienzo de la calle Toledo,
límite, como veremos, del tercer espacio de crecimiento urbano de Manzanares en
ese Siglo XVI”…. “Naturalmente, cualquiera que entienda algo, o este interesado
en el Urbanismo, se dará cuenta enseguida que esta relativamente pequeña vía urbana,
habría de convertirse en un punto Central del poblado, y de inevitable transito
entre sus núcleos vitales más importantes, la Plaza Mayor, la Plaza del
Castillo y la Plaza de la Virgen de Gracia”
“Y, finalmente, sigue D. Cosme, existió un tercer núcleo de expansión de
Manzanares,que desde el contorno septentrional de la muralla, se desarrolló
hacia el norte de la Villa, en torno a un eje viario central, la calle
Ancha….que, prolongando a la más antigua calle que tuvo este pueblo, la Calle
del Carmen, desde el contorno oeste de la Plaza Mayor, se extendía hasta la
llamada “Plaza del Chorrero” en las cercanías de la Ermita de Santa
Quiteria”…“Este eje central de la Calle Ancha, a lo largo de todo el proceso de
crecimiento y expansión de esta parte norte del poblado, se vio cortado
sucesivamente, a manera de “capas concéntricas de cebolla”, por una serie de
calles perpendiculares a ella, empezado por las calles de Mayorazgo y Trompas,
constituyentes de la primera capa, y en donde se construyeron mansiones de
algunas de las familias más ricas y nobles de aquel Manzanares, como los
Quesada, los Corchado o los Trompos”… “Esta primera “capa”, de este núcleo
norte de expansión urbana, adyacente al antiguo amurallado del Lugar, fue, como
va dicho, continuándose, sucesivamente y en el tiempo, a lo largo de todo ese
Siglo XVI... y en tiempos posteriores, por varias capas concéntricas,... que
tornaron descampado en territorio urbano, creándose nuevas calles, que
terminaban,...en su trayecto a poniente, desde la Calle Ancha, en la Calle del
Río o Camino de Daimiel…y en su trayecto oriental, desde la misma calle Ancha,
terminaban abocando en la Calle de Toledo”…
“Este núcleo expansivo quedaba
cerrado, al norte de la villa, por una “última capa”… la denominada antiguamente
“calle de los Serranos”, que incluía a las actuales calles de la Virgen de la
Soledad y a “la calle del Hospital” (Virgen de la Paz)….. y, en las capas
intermedias, quedarían para la historia del pueblo, calles de historias
propias, como las de: San Antón, con su Plazuela… donde está ubicada la Ermita
que lleva el nombre del mismo santo, patrón de los animales,…las calles de
Carrilejos, Camarenas, Lopez y Pedrero, Bolaños (hoy Veracruz) y así, varías
más, hasta cerrarse el núcleo de crecimiento, en su limite norte, con la
anteriormente citada calle de los Serranos”…. “A todo lo largo de la Calle
Ancha, se desarrollará, desde entonces, una gran parte de la actividad
comercial e industrial de la Villa, algo en lo que esta arteria central de ese
núcleo expansivo de Manzanares seria, ya para siempre, competitiva con las
otras vías más comerciales y populosas del pueblo: la calle Empedrada, la calle
de la Cárcel y la Calle Toledo”... “También, en la citada Calle Ancha, se elevó
en tiempos sucesivos, la Ermita de la Veracruz… hacia su parte media, estuvo
instalado el Tribunal local de la Santa Inquisición y, a su final, en ese siglo
XVI, tuvo su casa y mansión uno de los personajes más dignos de consideración
que ha tenido este pueblo en todas su historia, Don Sebastian Gomez de
Rabadan,.. benefactor máximo de la villa, que sustentó financieramente la
construcción de la fachada plateresca de la Parroquial y otras de sus
dependencias, así como también participó, del mismo modo, en el desarrollo de
la antedicha Ermita de la Veracruz y de la de Santa Quitería, situada frente a
su casa.
Y, en todo este crecimiento urbano de Manzanares, desarrollado en sus más
grandes términos, durante todo ese particular Siglo de Oro que aquí
disfrutamos, querido reportero, quiero mencionarle también, por que es de ley
hacerlo, que nacieron, o conocieron su mejor época,… las mansiones más regias y
los palacetes de la Villa,… como la de los Merinos, la del Marquesado de
Salinas, las de los Quesadas, la del Conde de Casa Valiente y, en fin, de casi
todas los más nobles casas que en esta villa hubo”..”y, permítaseme decir, para
acabar, sigue D. Cosme, que, como en muchas otras cosas de todo lo de este
pueblo, sus casas se construyeron también de buena manera y materia….de lo que
dejaron constancia los notables de la Villa, en las Relaciones Topográficas de
Felipe II, de 1579, cuando, refiriéndose a las calles de Manzanares,
escribieron lo que sigue:,… “las casas y edificios que se hacen, las casas
principales son de cuatro cuartos de piedra y tapias y cal y yeso con sus
corredores, y los materiales que para esto hay en esta villa”…. “hay casas de
ayuntamiento y carnecerías y pósito, buenas, conforme al tanto de la tierra”.
“Y de usted, aquí, por concluido este relato, -concluye Don Cosme-....pues va
de cumplido en su pretensión de informar a sus lectores de cómo y donde creció
este magnífico pueblo, durante su Siglo de Oro... dejando para otros relatos,
curiosidades, anécdotas, episodios y sucedidos más específicos,… que se dieron,
y se contaron, en torno, y durante, a todo este proceso de desarrollo de urbano
de Manzanares”...
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