jueves, 4 de febrero de 2010

La primera silla episcopal de la Oretania se fundó en el año 320 de nuestra Era.




El 28 de abril de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés publicó esta pequeña reseña histórica.


Estaba la antigua Oretania formada en parte por la mitad sur de la provincia de Ciudad Real y el norte de la provincia de Jaén. La parte correspondiente a la actual Mancha de Ciudad Real tenía como capital a Granátula de Calatrava (Oretum Germanorum), destacando entre otras actuales localidades, la de Almagro (Gemella Germanorum) y Almadén ( Sisapo). Esta región oretana fue de las primeras de la Península Ibérica en abrazar el catolicismo, poco después de que Constantino diera la paz a la Iglesia perseguida.


Según diversos historiadores indican, Dacio, ministro de Diocleciano, inició la llamada " Era de los mártires " levantando cadalsos y multiplicando los suplicios contra los cristianos. La Oretania ya hacía culto público y ministerio sacerdotal y se cree que fue San Venusto, uno de los primeros mártires cristianos que sufrió martirio junto a San Faustino y San Timoteo, en los siglos I y II de nuestra Era.


Varios historiadores coinciden en situar la fundación de la Silla Episcopal de Oreto en el año 320 y ya pudo entonces verse libre esta región de la herejía arriana.


Uno de los primeros obispos oretanos fue Andonio, que asistió al Concilio III de Toledo, donde habían fijado su residencia los godo-hispanos. En este concilio se reconoció a Toledo como Sede Primada de la España gótica.


Siguieron a Andonio en la silla Episcopal los Obispos Esteban, Amador, Suavila, Mauricio, Argemundo y Mariano, siendo este el último prelado de Oreto del que se tengan datos pues, coincidiendo con la invasión morisca, es muy posible que la situación impidiera que tuviera sucesor.


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