El 15 de septiembre de 1960, Melchor Díaz-Pinés Pinés, envió la siguiente información a la Agencia de Noticias, CIFRA.
Un ciudadano, que por el momento oculta su nombre, nacido en pleno corazón de la Península y con escasos conocimientos del arte de navegar, ha inventado y patentado recientemente, un original sistema de salvación efectiva de los buques de todos los calados, mediante el empleo de unos geniales flotadores, con los que se eliminan todos los peligros de hundimiento, aunque estos se produzcan por importantes vías de agua, motivadas por torpedeamiento o por otro accidente de cualquier tipo.
Este original invento, verá la luz en plazo muy breve ya que, en estos momentos, está siendo sometido a concienzudo y meticuloso estudios por los organismo competentes en la materia, dada la enorme trascendencia e importancia que para la navegación representa, tanto en periodos de paz como en los de guerra.
Las pruebas realizadas a escala reducida, han dado resultados sorprendentes y altamente esperanzadoras para la causa que se persigue, pudiendo asegurarse, según declaraciones del inventor, que casos como el del 'Andrea Doria', no volverán a repetirse con este sistema.
Este genio de la inventiva, asegura que una vez puesto en práctica el invento, tiene el Proyecto de rematar unos estudios relacionados con la alta electricidad y cuyos resultados serán aún más revolucionarios, por su aplicación al transporte por carretera, hoy tan generalizado. Este será su segundo invento, que ha de darle gran celebridad y su numen creador no descansará hasta lograr algún otro procedimiento para salvar vidas en el aire ya que cree haberlo conseguido en tierra y mar.