¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

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martes, 9 de febrero de 2016

45). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: MONJAS, CALLE Y CONVENTO:

Y los paseantes, conocida ya esa impresionante “Casa de los Leones”, (que hasta finales del Siglo pasado, según termina contándome D. Cosme, fue sede de los Juzgados de lo Criminal de este magnífico pueblo, antes de pasar a manos privadas)… reanudan su andadura, Calle Monjas abajo, pasando ante su vista una serie sucesiva de casas manchegas típicas, cortadas por el mismo patrón solariego, de dos plantas, con bonitos patios centrales, pozos y cuevas en la mayoría de ellas.

Sus fachadas de vanos perfectamente estructurados y simétricos, organizados en base a balcones de bajo vuelo en las plantas superiores y ventanas enrejadas en los pisos bajos, van sucediéndose a lo largo de la calle con majestuosa uniformidad; sin duda, única en el pueblo….Según se avanza por esta calle Monjas, se aprecia su importancia en la historia de este pueblo, y al reportero le da por comentárselo a D. Cosme y, como siempre que se le pregunta algo, Don Cosme te responde también algo interesante y con sentido…y me dice: “Esta usted en lo cierto, amigo cronista, tan importante fue que, en siglos pasados, llevó durante un tiempo el nombre de Calle Real”….y continua, “Así como en sus orígenes Manzanares tenia en la Calle Carmen y en los aledaños del Castillo los núcleos vitales y las Casas más importantes del pueblo, a partir del Siglo XVI, con la construcción y traslado de la Parroquial a la Plaza Mayor, la aristocracia y nobleza de este pueblo fue expandiendo sus lugares de Residencia al entorno de dicha Plaza y a lo largo de esta calle, ya que la parte más cercana de la calle Carmen al Castillo y sus aledaños, era propiedad, como usted ya sabe, de dos de las familias de mayor abolengo y patrimonio de esa época en Manzanares, el Marquesado de Salinas y la familia Merino….



Así que, hemos llegado a las esquinas de la “segunda vuelta de monjas”, allí donde las antiguas murallas cortaban esta calle Monjas en los principios del pueblo…y volvemos a ver, como hicimos hace poco, mientras recorríamos la "monda de las murallas”, los portalones de una fragua en la acera de la derecha y, a la izquierda, el límite de lo que fueron Jardines del Convento de las Franciscanas de Manzanares, otro de los iconos históricos de este pueblo, con una historia plena de episodios y de leyendas, que hemos de conocer pronto en detalle… Y, por ser un dato importante en la escudería de este pueblo, D. Cosme, me lleva, antes de hablarme de ese convento, hacia una casa que hace límite con la ya alcanzada Plazuela de las Monjas, al final de este tramo histórico de la propia Calle Monjas… Don Cosme, amigo intimo de sus propietarios, llama a su puerta de madera labrada, usando su preciosa aldaba, otra de las características comunes de las magnificas casas de Manzanares…y, al poco, nos abre la dueña de la misma que saluda efusivamente a D. Cosme, quien, a continuación, explica quien soy yo, y el objeto de nuestro paseo… Hechas, pues, las presentaciones, entramos al patio de la casa, donde se encuentra la razón de esta visita…Y es allí, en ese precioso patio de ocho columnas que nos esta acogiendo, donde D. Cosme me pide que dirija la vista al capitel de una de esas columnas, donde es visible un escudo de piedra…y me dice D. Cosme … “Manzanares, tiene desde finales del Siglo pasado, un escudo como emblema de la ciudad”… “pues bien, ese que usted ve ahí, es la representación más antigua del mismo que hay en en el pueblo”… 

“Su contorno, como puede apreciarse, tiene forma de rodela; y es conocido en términos heráldicos como HISPANOÁRABE. Campean en la parte superior los tres manzanos como símbolos del nombre que tomara el Castillo y después el pueblo mismo, ateniéndose a la explicación que nos da el Manifiesto de la Merced, tal como usted también conoce”… “En la parte inferior están las dos trabas de cadenas que eran la insignia del Maestre de Calatrava”….


Y salimos de la casa, y llega el momento de hablar del imponente edificio de enfrente, en cuyo Torreón concluye este tramo de la Calle Monjas…. “Es, según me dice el Sr. Cosme, el Convento de las Monjas Franciscanas de Clausura de Manzanares, que, ahora, da para usted, amigo cronista el por que del nombre de esta aristocrática calle que transitamos”…. “Y antes de que hablemos de sus formas exteriores y su estructura interna, le voy a decir algo de su origen, que es absolutamente intrínseco y propio de este pueblo y de sus gentes”… “Y es que aquí, la historia de todo esto, comenzó cuando cuatro doncellas jóvenes de Manzanares, allá por el año 1592, no solo tuvieron la idea de sufragar, con su pecunio familiar, la fundación del Convento, sino que ellas mismas se consagraron al Señor aquí”….. “Y fueron esas jóvenes manzanareñas, llamadas: Mary López de Quesada, María Naranjo, Magdalena de Quesada y Francisca de Quesada, quienes, con más de ocho mil ducados de renta, emprendieron la gran obra de esta majestuosa y centenaria fundación”… “Traigo conmigo, me comenta D. Cosme, una copia de la correspondiente petición del definitorio franciscano, donde usted, y sus lectores podrán leer, los términos en que las jóvenes iniciáticas se dirigieron a la Orden Franciscana; es un documento curioso e histórico de ese momento, del que mucha gente no sabe su existencia”…


Y el reportero, coloca aquí, y ahora, para conocimiento de ustedes y del mundo, lo que ese documento, literalmente, dice: 

"Que nosotras somos doncellas y por casar y personas libres, y por conservar nuestra virginidad y honestidad, y por servir a Dios y al bienaventurado Señor San Francisco, tenemos voluntad y cierta deliberación de nuestras propias haciendas de fundar y dotar un Monasterio de monjas, y vivir y morar y profesar en él conforme a las reglas de las monjas de la Concepción y del bienaventurado nuestro Padre San Francisco, el cual dicho Monasterio queremos edificar e fundar dentro de la villa de Manzanares donde a vuestras Paternidades pareciera ser más conveniente sitio, el cual dicho Monasterio fundaremos en la cantidad y de forma contenida en el poder y condiciones que presentamos". 

“Así que fue, y así que queda dicho, continua, D. Cosme, que: “Gracias a la determinación de estas generosas jóvenes manzanareñas, hoy tenemos en nuestro pueblo este convento que puede servir de santo orgullo a Manzanares, no sólo por ser la institución más antigua que conocemos en el orden religioso e histórico que se conserve en plena vigencia y vitalidad (salvo la parroquia), sino por el bien que ha hecho y sigue realizando en Manzanares, con una labor callada y abnegada, digna de todo encomio”.

“Y sabido esto, sigue D. Cosme, voy a describirle todo lo que usted tiene delante, y lo que no podrá ver, por tratarse de un Convento de Clausura” … “Esta Iglesia-Convento de Mojas Franciscanas de Clausura, se inauguró, como ya quedo dicho, en el año 1592. y siempre tuvo, como también sabemos ya, la protección de la familia Quesada y Tello”... “La fachada, como ve, es apreciablemente de estilo barroco del XVII, que sirve de pórtico a la soledad y el recogimiento”…. “ En ella, podemos apreciar , junto a la torreta rectangular de la esquina, una imagen de la fundadora Santa Beatríz de Silva, bajo el escudo de la Orden”. “En el exterior, se aprecia una rica mampostería, con cadenas de ladrillo en la esquina, lo mismo que en su puerta principal, que con su medio punto rebajado evoca el estilo neoclásico”…



 “El paramento tiene varios espacios rectangulares en su parte superior, y a la izquierda un campanil en desuso, compañero de una espadaña interior”…. “Todo ello, conforma un conjunto de fachada austero, sobrio y sólido”...“También es mencionable, por supuesto, la torreta rectangular de la esquina entre la plaza y la calle Monjas, esa que corona el citado esquinazo –me la señala-…. “Como usted puede observar, tiene en su composición unos bonitos ventanales de medio punto, enrejados y con celosías, además de murales de mampostería y ladrillado del habitual en los edificios de aquella época medieval”…. “En el interior de la iglesia destaca la bóveda de cañón con lunetos, entre arcos torales simulados, mientras que las pilastras y cornisas sostienen modillones”… 

“El retablo está coronado por el Sagrado Corazón de Jesús, y en el centro también encontramos a María Inmaculada, flanqueada a la derecha por la imagen de Sta. Beatriz de Silva, fundadora de la Orden de las Concepcionistas Franciscanas Descalzas, y a la izquierda por la imagen de San Francisco”… “Debajo está el Sagrario con el Santísimo, titular del convento”… “Destaca el relieve de la mesa del altar, que representa la Santa Cena”…. 



“También tiene un coro, espacio de oración desde el que las religiosas siguen la misa y cuantas celebraciones tienen lugar en la iglesia, que se caracteriza por su buena acústica. El interior del monasterio destaca por su austeridad y sencillez en sus habitaciones y mobiliario, aunque no nos está permitido entrar allí, por el propio carácter del Convento, dice D. Cosme. Normalmente, han habitado el convento, a lo largo de su trayectoria histórica unas 12 monjas penitentes y varias legas, que, aparte sus rezos y trabajos internos, han realizado de siempre labores para las gentes necesitadas de Manzanares, lo que es bien reconocido por las gentes de este pueblo”. 

Y aquí acabamos, lo que cada día, como la vida misma, debe terminar, para dar paso enseguida a otra crónica más de este pueblo sorprendente y lleno de historias que es Manzanares.

miércoles, 30 de mayo de 2018

160). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA ENCOMIENDA ILUSTRADA; ECONOMIA Y CASTILLO..

La evolución de la Encomienda de Manzanares, y de su sede central, el castillo, durante el Siglo XVIII -comienza Don Cosme este nuevo relato- se puede analizar, mi querido reportero, desde diferentes aspectos, que incluyen: los exclusivamente financieros, o los que afectaron a la estructura, funciones y configuración del Castillo, o a la de los propios terrenos de la encomienda, asi como, también, a su distinta forma de administración en la era borbónica, con relación a la tradicional calatrava…De todas estas cuestiones, y de todo ese proceso de cambios, que se sucedieron a lo largo del Siglo XVIII, incluyendo algunas de sus curiosidades.... le propongo hablemos ahora… 
Naturalmente, quien esto escribe, asiente, sin rechistar, a Don Cosme,… pues, a bien seguro, que habrá de resultar interesante para el conocimiento de la historia de Manzanares…. Así pues, y sin más dilación, D. Cosme comienza recordando que la última valoración financiera de nuestra Encomienda, en aquel siglo de penurias que fue el XVII, y ya en el seno de la crisis global del Reyno, databa del año 1630….En ella, nuestro territorio quedó tasado en la cifra de 2.437.500 maravedies, muy alejados de los 6.000.000, en los que habíamos sido valorados, como la más rica encomienda de las de Calatrava, en 1616, tan solo 14 años antes, y cuando todavía Manzanares no había entrado en la crisis que vivió el Reino de España durante aquella centuria… Pero, sigue D. Cosme, lo peor para nuestro pueblo y, por ende, para nuestra encomienda estaba por llegar,... hasta concluir, dramáticamente, en aquella década trágica, vivida en Manzanares entre los años 1674 a 1684,.. tiempo de miseria extrema, donde poco rendimiento pudo atribuirse a la Encomienda… tan poco, que ni siquiera se tasó… En los últimos años del XVII, la villa de Manzanares inicio una recuperación sostenida y, comparativamente, mayor y más rápida que la observada en muchas otras villas circundantes... probablemente por la actuación determinada que siempre caracterizó a nuestra gente –apostilla con orgullo D. Cosme- ... 

De ese modo, en 1712, al inicio de la comendaturía de Don Iñigo de la Cruz, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, -sigue D. Cosme- los visitadores de la Orden Calatrava tasan el valor de nuestra encomienda en 2.698.878 maravedíes.. es decir, ligeramente superior a la llevada a cabo en 1630, al comienzo de la crisis…Quedaba clara, pues, la recuperación económica de la encomienda… Esto se fortaleció todavía más en años venideros, cuando una sucesión de buenas cosechas, junto al emprendimiento y la buena disposición hacia nuestro pueblo y sus gentes, por parte del Comendador, D. Iñigo de la Cruz, militar y Grande de España,.. quien tomó tal cariño a nuestro pueblo que, a pesar de sus muchas propiedades en otras partes del Reino, estableció su residencia en Manzanares, donde potenció muchísimo todas sus posibilidades… Por ej, mejorando las infraestructuras de la sierra de Siles, donde concretó una pequeña “urbanización”, para que varias personas se encargaran “in situ” de la explotación y administración de todo esa rica área,… cuyo rendimiento –sigue comentando D. Cosme- “creció como la espuma” desde entonces.. Además, rehabilitó la ermita del lugar…. y lo convirtió en sitio muy popular y visitado, como centro de fiestas locales y de romerías,… Muy aficionado a los toros, hizo instalar en la explanada un pequeño coso, donde eran frecuentes los festejos y juegos taurinos. 


Durante su comendaturía, rehabilitó el castillo, ya que, en los primeros años del XVIII, cuando la Guerra de Sucesión, estuvo ocupado por la tropa del Regimiento de Don Antonio de Amézaga, quien utilizó nuestra fortaleza, situada muy en la retaguardia del frente, como “cuartel de invierno”,.. tiempo en que se parapetaron las cuatro esquinas del castillo y su Torre de Homenaje….readquiriendo el conjunto un aspecto más militar, aunque siguió siendo, en su funcionalidad, más Casa de Encomienda que Fuerte.. Como curiosidad, la fortaleza de Manzanares, tenía entonces un sistema de correo con palomas mensajeras… Por lo demás, su actividad administrativa y recaudatoria, continúo realizándose como antes de la guerra,.. en el propio Castillo y la Casa de la Tercia…. Don Iñigo, remozó muchos otros centros vitales del pueblo, como la Plaza Mayor... donde, aprovechando unos años de bonanza y buenas cosechas, y su afición a la fiesta, tuvo la idea de crear una Feria de carácter anual, en la semana de Agosto que incluyera el día 15, festividad de la patrona de la villa, Virgen de la Altagracia y de la Asunción. Esta idea cristalizó en la primera Feria de Manzanares, celebrada en 1723, con una gran éxito de público local y regional, que ese año, y sucesivos, popularizó a nuestra villa y a los productos derivados de la explotación de nuestra encomienda, que se exponían en los distintos puestos instalados en la Plaza durante las Feria...

Todo esto, año tras año, y como va dicho, prosigue D. Cosme, contribuiría mucho a la demanda de nuestros productos y, como consecuencia, a un rendimiento creciente en los beneficios obtenidos por la encomienda de Manzanares.. que, al llegar la etapa borbónica del Infante Felipe, alcanzaba un valos de 3.264.000 maravedíes… Pero –continúa D. Cosme- con la llegada de los borbones, y por las circunstancias particulares del infante Felipe, consideradas en una anterior crónica, en el año 1739, la encomienda empieza a ser dirigida de acuerdo al sistema de gobierno de la Orden Militar de San Juan, a cuyos hábitos pertenecía el citado infante Felipe… Según esas curiosas normas, que vale la pena conocer, sigue D. Cosme, el Administrador no tenia potestad para hacer obras en los edificios de la encomienda, teniendo que dar cuenta de cualquiera de ellas al Administrador General de su Orden en Consuegra…Éste, ordenó que los cuartos del castillo debían repartirse equitativamente entre los dos gestores (Administrador y Mayordomo de Frutos)…y si, fuera preciso, que se dividiesen en partes iguales algunas habitaciones,.. para equiparar los espacios de la Casa de Encomienda,.. Todo ello, y las obras necesarias, siempre debían ser supervisadas desde Consuegra… Ambos administradores, hacían uso común de los pajares, caballerizas, corrales, bodegas, pozos y la pila abrevadero del patio donde bebian los animales… La nueva configuración creó, además, una pieza especial, un cuarto que guardaba un arca de dos llaves,… una de las cuales quedaba en poder del Administrador…y la otra del Mayordomo…En este cuarto, llamado Contaduría, se especificaba, en concreto que: “…la escalera secreta que ay para los quartos baxos, se condenará, clavando la puerta que está en el suelo superior, y la del inferior si la huviere, y en su defecto se cerrará con un tabique sencillo de ladrillo”...
Casa de la Tercia.

El Administrador, Manuel de Vivanco, debía enviar el dinero de la encomienda, cada dos meses, hasta Consuegra para su custodia, por el argumento sanjuanista, hacía los dueños de la Casa Real, que esta medida se tomaba porque llevar el dinero hasta Madrid era muy arriesgado, por los peligros del camino….En 1740., el Administrador Vivanco y el Mayordomo de Frutos Alonso Gallo, tomaron posesión de las dos llaves del arca…. que:“..se puso en la misma pieza de Contaduría por ser la mas cómoda, y segura una arca grande fuerte de pino barreteada con sus cantoneras de yerro claveteada y con dos llaves”… Sabemos, por referencias rayanas en la leyenda, que en 1737, existía un “tesoro” encerrado en esta caja fuerte…Luego llegaron las evidencias y rumores continuos de corrupción interna… y, en 1757, por ese motivo, se llevo a cabo una inspección por sorpresa del Castillo, para comprobar si existían irregularidades en las cuentas...Hemos sabido –sigue D. Cosme- que en el propio castillo se produjo una fuerte discusión a gritos, por que el Administrador General de la Encomienda, Joseph Santos Carretero, Caballero de la Orden de San Juan, pretendió ocultar documentos a los inspectores….La “Junta de Ministros”, buscaba unos “legajos” sobre las cuentas del arca, en base a un inventario concreto, que el Administrador no había seguido, por que hubiera dejado a la vista sus tejemanejes y corruptelas... En las cámaras, bodega, oficinas, caballerizas, silos, cuevas y graneros del castillo se colocaron cerrojos para mayor seguridad del vino, vinagre, aceite, granos y demás frutos de la encomienda. Las llaves de estos últimos cuartos, quedaban en manos del Mayordomo de Frutos… Debido a la corrupción , el dinero dejo de guardarse en el castillo en 1763, momento en que se tomo la decisión de llevar todos los caudales de la mayordomía de Manzanares a la Tesorería General de Consuegra...Toda esta corrupción, y la detracción completa de los productos de Manzanares a Consuegra, afectó el rendimiento de la encomienda, algo que favoreció, además, el absentismo y falta de control de la Casa Real Borbónica… En todo este proceso, seguramente influyo también, el natural recelo de la nobleza calatrava de la villa, al comprobar como gran parte de sus logros, “desaparecían” de Manzanares casi de inmediato...

Al morir el Infante D. Felipe, en 1766, y según ancestral costumbre, se entregaron en las oficinas del castillo, durante tres o cuatro días,… 50 fanegas de trigo y 25 de centeno a los pobres de la villa, en forma de pan cocido. También se llevó a los impedidos a su propia casa parte de estos productos… Esta forma de patrocinio sobre la población era propia de los comendadores.. tanto en vida, (obligados por sus propias reglas), como al morir (por temor de Dios)… A los donativos a los pobres se añadían: obras pías, objetos para la iglesia o las ermitas, y otras obras de mecenazgo.. 
A pesar de todo ello, la prosperidad de nuestra encomienda siguió siendo provervial, y cuando se cuantificaron y “salieron a la luz” todas las propiedades, campos y haciendas de Manzanares, en base a los datos extraídos del Catastro de la Ensenada, realizado a principios de la segunda mitad del XVIII, se pudo comprobar la magnificencia de su valor real… pero, eso, querido amigo, será objeto de otros análisis y crónicas, que esta ya fue de bastante para los logros que en ella se pretendían….

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Hablemos de La Mancha y de un hijo de esa tierra.




Ese hijo manchego, aludido en el título de la entrada, era Melchor Díaz-Pinés Pinés (1909-1981), nacido en Manzanares, en la Mancha ciudadrealeña. El objetivo de este pequeño lugar telemático, incrustado en el universo del ciberespacio, no es otro que homenajear a Melchor, como ejemplo de hombre luchador, forjado a sí mismo, con constancia y capacidad de lucha hasta el máximo exponente.


¡ Siempre vi en él a un hombre feliz !. Si como dice Paulo Coelho, la felicidad, o es un don o hay que conquistarla, sin duda él, aparte de hidalgo manchego fue conquistador, porque de veras que lo consiguió.

Quería ser marino a pesar de su origen estepario manchego y no lo logró pero fue comerciante, esforzado padre de familia, fervoroso marido de Sagrario y sobre todo, escribidor. Describió su tierra, sus vinos, sus llanuras y su Manzanares natal con gran realismo y entusiasmo y desde su responsabilidad de corresponsal de Prensa, supo llegar a muchas gentes con sus relatos, llenos de imaginación y fantasía.

En su vieja máquina de escribir, tecleaba a altas horas de la madrugada para poder terminar las crónicas que, él mismo y otras veces sus hijos, acercaban a la estación de ferrocarril para que de mañana estuvieran en las diferentes redacciones de Prensa escrita de Madrid. El estímulo económico por esas aportaciones, en los terribles años 50 y 60 del pasado siglo, aunque necesario para sacar la familia adelante era mínimo, pero primaban sus ansias de dar a conocer la última noticia acaecida en su pueblo y enaltecer de esta forma la tierra que le vio nacer.





Como hijo de Melchor y estando inmerso en los avances tecnológicos vividos en los últimos años, me resulta ilógico que su humilde aportación, dedicada a difundir su 'Mancha del alma', quede escrita en copias de papel, que el transcurrir del tiempo acabará destruyendo. Si soy capaz de reproducir algunos artículos de su larga trayectoria periodística, que en cierto modo son 'trocitos' de historia de Manzanares, Membrilla y algún que otro pueblo manchego, me daré por satisfecho. ¡ Este pensamiento, compartido por mis hermanas Tere y Marisa, es lo único que me ha movido a iniciar el contenido de este blog !.

¡ Es, pues, un pequeño homenaje que te hacen tus hijos, Melchor !.


Por mi parte, es lo menos que puedo hacer en tu memoria y posiblemente, tu alma desde la otra vida, podrá rememorar tantas horas tecleando en esas noches de frío invierno, hasta bien entrada la madrugada, tantas noches de quietud a tu alrededor pero no de silencio en tu imaginación ......


¡ Y LA PARVA ... GRITA SED AL HOMBRE QUE LA MUEVE !.


Manuel Díaz-Pinés Fernández-Prieto.



viernes, 30 de marzo de 2018

150). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA DECADA TRAGICA DE UN SIGLO DE PENURIAS.

Hemos definido en anteriores relatos al Siglo XVII –dice D. Cosme- como un siglo de penurias…y pruebas de ello se han dado ya bastantes en el contenido de los disertos que han ido versando acerca de los avatares acontecidos en la citada centuria…

También hemos comentado -prosigue- que el retroceso registrado por las variables económicas del Reyno de España, comenzó ya a principios de esa centuria,..aunque en algunos lugares y villas concretas, que, por alguna circunstancia, eran especialmente prosperas en su entorno, la situación económica financiera se mantuvo de una manera bastante aceptable, o se deterioró en un menor grado…y, si bien, fueron decayendo, poco a poco, no pasaron las miserias que ya sufrían otras villas próximas, hasta la segunda mitad de esa centuria de penurias para España que fue el Siglo XVII…. 

Tal fue el caso de Manzanares, sin duda una de las villas más boyantes del Campo de Calatrava en los años que mediaron entre 1600 y 1640… 
Pero, continua D. Cosme, la prueba más contundente y dramática, que asevera dicha definición, de década trágica, en lo que se refiere a la villa de Manzanares, es lo que sucedió en el curso de diez terribles años, aquellos que mediaron entre 1674 y 1684… De todo ello, de lo que sucedió en esa década trágica, que da título al relato, le propongo hablemos para darle contenido a este que comienza ahora… 

Y si , mi querido amigo, dice D. Cosme…una increíble mezcolanza… trágica, conjunta y sucesiva, de aconteceres negativos, de diferente naturaleza, afectaron a Manzanares, a partir del año 1674…y llevaron a nuestra villa, como nunca hasta entonces, al borde mismo del exterminio...

Verá ud, sigue D. Cosme, los problemas fueron tantos, tan a la par, y de tal magnitud, que paralizaron casi completamente la actividad social y el espíritu aguerrido de los manzagatos,... Nuestros desafortunados paisanos de entonces, debieron sentirse en aquellos terrorificos años, como si hubiera caído sobre ellos una maldición bíblica… Tuvieron lugar en Manzanares, más o menos conjuntamente, una serie de calamidades naturales, como: plagas de langosta y otros insectos,… los pedriscos, las heladas, la seca de algún verano… e, incluso, las inundaciones acontecidas en el río Azuer, en el curso de unos inviernos muy crudos, y particularmente lluviosos, que arruinaron las sucesivas cosechas, en aquellos funestos años para la villa de Manzanares de La Mancha…
 
Se produjeron, además, y como va dicho, graves epidemias de diferentes enfermedades infecciosas transmisibles, sobre todo: tifus y disenterías, que, en un contexto de pobreza extrema… y, en ausencia de unas condiciones mínimas de salud pública, que pudieran disminuir o prevenir los contagios, propiciaron una tasa de infecciones que afectó a casi toda la población manzagata… y, además. generó en ella una grandísima mortandad…

Y, todo ello, toda esta trágica situación, apareció en el contexto socio-financiero de una enorme presión fiscal del Reino de España hacia sus ciudadanos.. Inmersa como estaba España en guerras y problemas internos, los influyentes validos del Rey, manejaban a su antojo las finanzas del Estado, expoliando al pueblo con impuestos inasumibles en la situación de crisis que se vivía, para poder mantener los enormes costes de las guerras.. Manzanares que, como va dicho, aguantaba el tipo mejor que otras villas cercanas, se vio, de repente, por las circunstancias antes referidas,… sumida, abruptamente, en una terrible situación durante esa década trágica de 1674 a 1684… lo que le hizo sufrir más intensamente una penuria a la que no estaba acostumbrada, como otros lugares que ya se habían ido adaptando a las miserias del tiempo, muchos años antes…


Escudo del Condado de Aguilar, C/ Empedrada.

Lo cierto era que la presión fiscal del Reyno no consideraba, en absoluto, la situación económica circunstancial de sus paisanos, y les seguía expoliando a base de grandes impuestos que, naturalmente, eran imposibles de recaudar por los Concejos y los alcaides mayores de las villas….

En Manzanares, la brusca ineficiencia productiva que caracterizó aquella década trágica, por las causas y razones que acabo de referirle, condicionó una situación y estado de cosas, que terminó por asfixiar las ya precarias economías de las gentes de la villa, tanto nobles como plebeyos…aunque, como siempre pasa, y pasará en la historia del hombre, estos últimos fueron los que más sufrieron, entrando muchos de ellos en la más absoluta de las indigencias, concluye severo Don Cosme…

Esta trágica conjunción de aspectos negativos, prosigue D. Cosme, tuvo enseguida la lógica consecuencia de un marcado decremento poblacional y, por otra parte, la de un empobrecimiento generalizado en toda la villa, que se tradujo en cifras muy elocuentes de lo que supuso todo aquello… 

Como datos concretos, que hacen referencía a esos dos aspectos: .. en lo concerniente a la demografía, las enfermedades y la pobreza extrema, llevaron a la villa de Manzanares a perder, por entonces, el 38% de su censo poblacional,...que pasó, en esa trágica década que estamos considerando, de 1.286 a 792 vecinos,....bien por decesos, o por la intensa emigración a otros lugares…En el aspecto monetario, los paisanos que optaron por seguir en la villa, quedaron endeudados en la tremenda cifra de 155.877 rs,… débito, éste, imposible de costear para un Manzanares hundido en niveles de recesión y miseria, desconocidos hasta entonces, y sin un maravedí en sus arcas municipales…

El Concejo de Manzanares, ante esta situación, tuvo que guardarse el natural orgullo que siempre le caracterizó…y se vio obligado a recurrir al Consejo de Hacienda del Reyno la condonación total o parcial de esa deuda, ya que tomaron cuenta enseguida que los agotados recursos financieros de la villa hacían imposible su pago…
 
Maravadíe del siglo XVIII
El Consejo de Hacienda, no mostró mucho interés en la mediación, y delegó todos los trámites en el marqués de la Olmeda, quien parece ser que perdonó a nuestra villa todos los atrasos que ya tenía en cuenta…y, además, dejó reducida la deuda a condonar en solo 20.000 rs…. Le comentaré, ahora, amigo cronista, que, a pesar de la angustia con que, posiblemente, se vivió la situación previa a este acuerdo, es muy destacable, precisamente por eso, el alarde de desparpajo del Concejo de Manzanares, que actuó con mucha habilidad y picardía ante el marqués de la Olmeda,… al que confundió, “inflando” el índice de despoblación de la villa, lo que, seguramente, influyó de manera determinante en la decisión final de los juzgadores…. y podemos presumir que el Concejo actuó de esa manera… porque, siguiendo con el análisis demográfico, las cifras anuales de bautismos, registrados en los Archivos Parroquiales de la Villa de Manzanares (en aquel tiempo, prácticamente todos los que nacían) se mantuvieron en cifras aceptables durante los primeros años de esa década trágica, no siendo hasta su final, en los años 1684, 1685, 1686 y 1687, cuando ya se apreciaron caídas evidentes en la cifra total de bautizados, que descendieron.. entre un 21 y un 29%, respecto a las del año 1680…Ciertamente, el aumento de mortandad y la emigración contribuyeron como ninguna otra cosa a ese descenso poblacional, pero parece también evidente que los datos censarios, aportados al Marqués de la Olmeda por nuestro Concejo, estaban “maquillados”.... a favor de las pretensiones de Manzanares, algo que, por otra parte, y dadas las circunstancias, aunque se jugará engañosamente con los números, resultó una estrategia apropiada para el objetivo de paliar la muy precaria situación de las gentes de la villa, lo cual, en gran medida, y a mi manera de ver la pura actuación política en el episodio, justificó bastante a nuestro Concejo Municipal, que veló por sus propios intereses,…y también supo hacerlo por el de todo su pueblo… en un “modus operandí” característico de muchos de nuestros dirigentes a lo largo de la historia de Manzanares, de los que ya hemos tenido ejemplos en estos relatos, y que alcanzaría su cenit en algunos episodios acaecidos a primeros del Siglo XIX, que tendremos ocasión de contar en su momento, y que protagonizó el que fue insigne párroco de Manzanares, D. Pedro Alvarez de Sotomayor, sin duda uno de los mayores referentes humanos de la historia de esta increíble villa de Manzanares de La Mancha…

Y le propongo, amigo reportero, que de, aquí, fin al relato..pues ha servido para explicar lo sucedido en la que hemos dado en llamar “década trágica” para Manzanares, durante aquella centuria de penurias que fue el Siglo XVII…y nos da pie a un siguiente, en el que pueda contarle, más específicamente, algunos hechos concretos que ayudarán a conocer mejor a todos sus lectores, y a usted mismo, como se gestionaron en nuestra villa las enormes cuitas de aquella terrible década…