¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 16 de mayo de 2021

298). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: INTERINIDAD INQUIETANTE...PARIS NO VALE UNA MISA.

 

Cuando el General Sebastiani se alejaba de nuestro pueblo, quizá sintió nostalgia.. pero Sotomayor, en Manzanares, seguro que sintió desasosiego al perder su más importante interlocutor con el mundo francés, comenta D. Cosme, para dar pie a esta crónica...

 
A D. Pedro, hombre intuitivo, pero, a la vez, cauteloso y estricto en el control de sus cosas, no le gustó nada que su mayor referente galo marchase a su país, interrumpiendo la fructuosa relación entre ambos de los últimos dos años. Y esa inquietud de D. Pedro, se acrecentó enseguida, unas dos semanas después de la partida del general Sebastiani, cuando tuvo noticia de la marcha a Madrid, con permiso de descanso, del Gobernador de La Mancha, general Lorge, al que también conocía bastante bien, y ya sabía como tratarle… Manzanares y su gente entraban en un periodo de interinidad en el mando francés que, en la situación incierta que se vivía en toda La Mancha, resultaba, cuando menos, inquietante, tal como le he propuesto a usted, querido reportero, encabezar esta crónica. 

Por el magín de Sotomayor debió pasar, de nuevo, y seguramente con cierto hartazgo por las veces que ya había tenido que hacerlo en este tiempo de guerra, la necesidad de presentarse en el castillo a conocer al nuevo “mandamás” interino, estudiar sus gustos y costumbres y “aprender a entrarle” por donde más conviniese a nuestro pueblo y, sobre todo, a su gente. Nada nuevo para D. Pedro, pero, en el momento difícil que se vivía, y con la pérdida de su principal referente galo, la verdad es que nuestro Pastor se notó particularmente inquieto.. y le adelanto, querido plumilla, que a D. Pedro no le falló su intuición… esta interinidad traería a Manzanares cuitas…  que, concluye D. Cosme la introducción al relato, le afectarían a él de manera particular...

 
Ya en Madrid, Lorge era consultado desde Manzanares por los militares y por los civiles del poder local, pero la autoridad gala quiso poner, interinamente, en el cargo del gobierno militar de la Provincia de La Mancha, al, hasta entonces, jefe del estado mayor de la Confederación del Rhin, comandante Allemand, con fama de buen militar, pero también de no tener demasiados escrúpulos en sus decisiones. Parece ser -continua D. Cosme- que al llegar a Manzanares se encontraba enfermo, pues en uno de sus primeros partes, decía: “Yo no estoy mejor, pues ayer no hice sino devolver…el doctor asegura que estos vómitos durarán bastante si no doy tregua a mi asiduidad burocrática; sin embargo es preciso que el trabajo se haga y V.E. sabe que no tengo a nadie en mi estado mayor que me pueda reemplazar o ayudarme un poco en el trabajo. Si el general Belliard pudiera cederme alguno hasta mi restablecimiento me haría un gran servicio; en otro caso yo no veo, si mis vómitos continúan, que pueda responder a la confianza de V.E. conforme a sus deseos y a los mios”…  

Belliard, en Madrid, debió pensar que Manzanares provocaba neurastenia a sus gobernantes, y no hizo demasiado caso a esta demanda de Allemand, pues, a las dos semanas, éste, vuelve enviar una carta a Lorge en la que le dice,:…“Hace mucha falta que yo mejore, pues si creyera a todos cuantos me juzgan por el aspecto, creería estar agonizando; más hago todos los días nuevos esfuerzos para vencer el mal y hacer marchar mi burocracia. Todo va todavía, pero debo confesar que los vómitos continuos me debilitan al punto de hacerme temer verme obligado en cualquier momento a renunciar al gobierno y a los escritos, y si V.E. piensa estar ausente mucho tiempo sería bueno que me designara un sucesor y que obtenga del general Belliard un oficial de Estado mayor para la parte burocrática”…. Lorge, vio peligrar su reposo en Madrid, y no hizo nada por las peticiones de Allemand.... En Manzanares, fuera por enfermedad, carácter o estrategia,… Allemand permaneció encerrado en el castillo, huidizo a cualquier acto social. y a los requerimientos de Frey Sotomayor para presentarse; cuando, en la línea de actuación que llevó con anteriores dirigentes, lo intentó. Esta falta de contacto, inquietó a Sotomayor, ávido por conocer al gobernador interino, del que solo tenía noticias indirectas, a pesar de las visitas que D. Pedro hacía al castillo para confortar espiritualmente a los reos del Tribunal Criminal …y no consta, prosigue D. Cosme, que tuviese ocasión de cruzar palabras con él…

Guerra de la Independencia española, 1808.

Lo que si tuvo claro todo el mundo en La Mancha, continúa D. Cosme, fue la falta de escrúpulos que evidenció el citado Allemand, en el episodio militar de más enjundia que se dio en la región durante su interinidad... El 7 de agosto, al poco de su llegada a Manzanares, el barón Kruze, que iba conduciendo un enorme convoy cargado de trigo, fue atacado, cerca de Villarrobledo, por el comandante general del ejército regular de La Mancha, Martínez de San Martin, que para la ocasión se vio ayudado por guerrilleros de Chaleco. En esa operación, los galos perdieron varios soldados, 6.000 fanegas de trigo y cerca de 400 carros, lo que suscitó la ira de Allemand, que ordenó una “venganza proporcional” para las villas de Villarrobledo, El Bonillo y Tomelloso… que habían participado en esa refriega. Esta orden amenazadora, alertó a toda La Mancha sobre la catadura moral de Allemand y, al primero de todos, a Sotomayor en Manzanares, que no había logrado todavía conocerlo personalmente…

 Aún se acrecentó más la inquietud de D. Pedro, cuando supo la respuesta que Allemand dio a Kruze, tras el informe que, este último, desde Infantes, emitió acerca del suceso y el mal estado en que había quedado su caballería. Entre irónico y displicente, Allemand escribió a Kruze, más o menos, “que en esa villa (Infantes) o en sus alrededores habría buenos caballos que podía requisar o tomar pagando bonos…y que, en todo caso, (terminaba su escrito), “..la necesidad no conoce reglas”… Una semana después de todo esto, continua D. Cosme, el 15 de agosto, era festivo en Manzanares, y no solo por la celebración de la Virgen de Agosto, Nuestra Señora de la Asunción, sino, también, por ser el Aniversario del emperador Napoleón. Y esa fiesta de Aniversario, los galos intentaban celebrarla con el mayor fasto posible, en cualquier localidad donde existieran asentamientos de su ejército. En La Mancha, Manzanares, su capital, era el lugar más importante entonces, y era de gran interés del mando militar y civil francés de la villa, prosigue D. Cosme, que se celebrara “por todo lo alto”… 

En el año anterior, 1810, siendo ya el Manzanares ocupado capital de La Mancha, Sotomayor, seguramente, pudo convencer a Lorge para que no se excediera en los festejos, pues los comunes del pueblo lo podrían interpretar como algo innecesariamente provocador, en un contexto de gran desconfianza entre las gentes de la villa por las actuaciones del Tribunal Criminal en aquel tiempo.. y por los edictos amenazadores que se emitían desde el Gobierno militar. Lo cierto fue. que no se tienen noticias de como celebró Manzanares el aniversario de Napoleón en 1810…Y, quizá, por esa escasa trascendencia de la fiesta del año anterior, y ser el primer acto importante que le tocaba organizar en Manzanares, Allemand, sigue D. Cosme, quisiera hacer méritos ante sus superiores, montando en 1811 “una fiesta inolvidable”… 

PIntura de Sorolla, Guerra de la Independencia.

El encierro de Allemand en el castillo, y su escasa sociabilidad, habían impedido a Sotomayor, establecer “puentes” con él… y, por tanto, D. Pedro no supo del evento pretendido, hasta dos o tres días antes del 15 agosto, sin tiempo alguno para intentar controlar la organización de los actos del mismo… No lo sabemos con certeza, pero es posible que ese evento motivara los primeros desacuerdos o desconfianzas, entre Sotomayor y la dirigencia gala de la villa. Allemand había previsto una misa solemne en honor a Napoleón y, seguramente, hizo llegar a frey Sotomayor esa petición… para que, tal como se hacía en las localidades que celebraban la fiesta, él, como párroco de Manzanares, fuera quien celebrase aquella misa… ¡Demasiado para D. Pedro!, continua D. Cosme,… ni, más ni menos, tenía el encargo de .¡una misa por Napoleón!., algo que ni le apetecía, ni le parecía apropiado desde sus responsabilidades pastorales y eclesiales… Según parece, comentó a sus íntimos que.. “toda persona tiene derecho al auxilio espiritual de la Iglesía, pero no a recibir de ella el reconocimiento, cuando sus acciones son manifiestamente contrarias al espíritu y a la ley de Dios…" ...y, en ese trance personal, del prodigioso e imaginativo magín de D. Pedro, surgió la brillante idea de proponer como celebrante al vicario de Ciudad Real, máxima autoridad clerical de La Mancha en ese momento...Sotomayor, envió una misiva al comandante Allemand, indicando que:.. “agradecía el encargo y la deferencia, pero que, siendo el acto en la Parroquia de Manzanares, capitalidad manchega, el honor y responsabilidad de la misa por el Emperador no le correspondía a él, si no al vicario de Ciudad Real, como máxima autoridad eclesial de la Provincia”. Un argumento muy “bien tirado” por D. Pedro, pues D. Nicasio de Manzanares, el vicario (que de Manzanares solo tenía el apellido, dice jocoso, divertido y, entre paréntesis, D, Cosme)… era, efectivamente, la máxima autoridad eclesial de La Provincia,… había sido puesto por los franceses en el cargo, y se había significado, sin ambages, a favor de la causa gala, por lo que no era santo de devoción.. ni de Sotomayor ni de nuestro Cabildo…Pero…¿quién mejor que D. Nicasio, para oficiar una misa en homenaje a Napoleón?... debió comentar Sotomayor al Cabildo de Manzanares y al mando galo… mientras esbozaba una sonrisa malévola. 

 
Y, continua D. Cosme, la autoridad francesa fue sensible al argumento sotomayerino, y la misa fue oficiada por D. Nicasio, reservándose D. Pedro una pequeña oración durante el desarrollo de la misma, en el intento de evitar sospechas sobre su actitud… Aquella misa, y los actos por el aniversario de Napoleón en Manzanares, quedaron descritos por Allemand, de esta manera, en la carta que escribió a Madrid: “He recibido esta mañana a las diez y media, en el Palacio del Gobierno, el besamanos de todas las autoridades… sus cumplimientos y votos por el emperador; después nos dirigimos juntos a la iglesia, donde hemos oído una misa solemne, Te Deum y bendición…“Ha oficiado el gran vicario (Fray Nicasio) y el Prior (Sotomayor) nos ha regalado una sorpresa, oficiando una oración por el emperador Napoleón, que ha repetido por tres veces en voz alta e inteligible… Las Tropas, después de haber desfilado en parada, han gritado… ¡¡“Viva el emperador”, Viva Napoleón”!!... ”…“París no valía una Misa….pero si una oración” Se atisba en la carta, “leyendo entre líneas”, un cierto reproche a D. Pedro, expresado, eso si, con elegancia, al tildar de “sorpresa” su oración,… como indicando, sutilmente, Allemand, que el mensaje de Sotomayor, cediendo la misa al vicario, le había llegado nítido ….“el párroco no quiso ser protagonista del homenaje a Napoleón”

Quizá fue el momento de mayor desconfianza entre un Gobernador de La Mancha y el Pastor de Manzanares…y muy pronto veremos las consecuencias de ese 15 de Agosto de 1811, para Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor, pero eso será en próximas crónicas, que esta fue ya bastante para lo pretendido en ella, presentar a sus lectores al interino gobernador de La Mancha…y su difícil relación con el insigne Pastor de la nunca bien ponderada villa de Manzanares de La Mancha…..

 

 

miércoles, 12 de mayo de 2021

297). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EL ANIMO FRANCES SE DESMORONA.

 El 23 de Mayo de 1811, inicia D. Cosme su relato, la villa de Manzanares amaneció tan conmocionada como las demás aldeas vecinas, por el tremendo suceso de la Ermita de Nuestra Señora de la Consolación, en Aberturas, que había protagonizado esa mujer manchega, que perduraría en la historia con su apodo, “La Fraila”.,. 

Aquel episodio. fue la “guinda” final de múltiples, e intensas, acciones guerrilleras, que jalonaron todo el mes anterior, como los ataques a Tomelloso y La Solana…. El ya atribulado y decaído ánimo del mundo francés de Manzanares… y, en particular, del protagonista principal de esta crónica, su gobernador militar, General Lorge, sufrió, por La Fraila, un mazazo definitivo del que no se recuperarían... 

Estaba claro, prosigue D. Cosme, que las acciones guerrilleras eran cada vez más frecuentes y audaces, y este último episodio de La Fraila, por su carácter simbólico y justiciero, que mostraba a los galos, con enorme crudeza, la determinación del pueblo manchego en la búsqueda de la libertad que ellos le habían arrebatado, fue el aldabonazo final, en la interiorización del ocaso en el alma francesa... la suerte estaba echada, y su destino era la derrota. De hecho, continua D. Cosme, ese mismo día 23 de Mayo, aun sin resuello en la conmoción por el episodio de La Fraila, en nuestro castillo, al gobernador militar, general Lorge, y sus colaboradores cercanos, les llegó otra mala nueva, que aumentó considerablemente su inquietud. Un numeroso contingente de tropas regulares españolas, se aproximaba a La Mancha desde Murcia, recibiendo Lorge órdenes superiores, para… “que les hiciera frente con todos los medios a su alcance”. El rictus del gobernador , reflexiona D. Cosme, debió sugerir a quien lo contempló, una mezcla de angustia y perplejidad; como si estuviera pensando que “todos los medios a su alcance” eran casi ninguno…Es más, el mismo Lorge, sin tiempo para organizar esa partida que se le requería desde Madrid, tuvo que comunicar al día siguiente, 24, a esa misma autoridad, que se había visto precisado a enviar 400 hombres a Santa Cruz de Mudela para reforzar la posición del barón Kruze en Infantes. 

Así las cosas, prosigue D. Cosme, los tres primeros días de junio de 1811, Manzanares asistió a un desfile continuo y apresurado de numerosos contingentes de tropa francesa, camino de Andalucía, que hicieron descanso nocturno en nuestra villa. El gesto serio y preocupado de aquellas milicias en tránsito, no pasaron inadvertidos, en Manzanares, ni a los galos ni a los manzagatos más al tanto de las vicisitudes de ese tiempo…quedaba claro que las cosas en Andalucía tampoco iban bien, y que esa soldadesca atribulada, era un refuerzo para la desesperada situación que también estaban viviendo los gabachos del prepotente y orgulloso mariscal Soult, en el sur peninsular. Ciertamente, continua D. Cosme, la situación en Andalucía se agravaba a cada instante y, como se temió Lorge, al contemplar el tránsito de esas tropas, solo unos días después, el 8 de junio, recibió las órdenes de Soult, para que parte de la tropa manchega reforzase la suya en Andalucía.. A Lorge no le quedó otra que comunicar al general Chasse, al mando de Almagro, que le destinaba a esa misión. Ni más ni menos que todo el 123 regimiento, dos escuadrones de Dragones y una pieza de Artillería, sitos en la villa almagreña, se encaminaron hacia Andujar. 

Un atribulado Lorge, sigue D. Cosme, comunicó a su Estado Mayor en Madrid que, tras esto, “solo disponía de 1.900 soldados en La Provincia de La Mancha, y que solo podía tener estables en Manzanares y en Consuegra, dos columnas móviles de unos 500 hombres en cada una, quedando todo el resto en el más absoluto abandono”.. El pavor y el desánimo, sigue D. Cosme, se generalizaron entre los galos. Las forasteras autoridades afrancesadas de Manzanares, mostraron al general Lorge la preocupación y el temor que sentían por su seguridad personal y, este, tan preocupado como ellos, pidió autorización a sus mandos, en una dramática carta, para que los miembros de ese poder civil afrancesado y los del Tribunal Criminal se trasladasen a Madrid o Toledo, pues …“sería poco leal dejarlas abandonadas bajo el cuchillo”. En la misma continuidad derrotista de la carta, Lorge sugería la destrucción de las fortificaciones de ciertas villas, como La Solana y Ventas de Consolación, por la posibilidad, bastante probable, que se convirtieran en refugio de guerrilleros… 

Provincia de La Mancha, Guerra de la Independencia.

Lorge, escribió, al respecto de eso: “Es bien doloroso que una provincia que había llegado a organizar con tanto trabajo, y cuyo espíritu es bastante bueno, tenga que abandonarse a la anarquía por 1.200 hombres o 1.500 sacados para el ejército de Andalucía donde no resolverán el destino del país”… (y tras esa “puyita” al “enemigo íntimo”, Soult), sigue comentando D. Cosme, termina en queja de.. “verse obligado a abandonar la nueva cosecha que empezaba a recogerse y renunciar a la recaudación de contribuciones”. El abatimiento que mostraba Lorge en esa carta, sigue D. Cosme, hizo que no fuese extraña a sus mandos, el nuevo escrito que envió tres días después, en el que pide un permiso personal para retirarse veinte días en Toledo o Madrid,… “por necesitar un poco de reposo”… y ya que:…”nada podía hacer en La Mancha y las dos columnas móviles garantizaban las comunicaciones”… 

A todo esto, sigue D. Cosme su perorata, Frey Sotomayor, advirtiendo toda la situación, redoblaba sus esfuerzos en el pueblo,,,, en homilías y tertulias informales. templando el ánimo de las gentes, para que a nadie se le ocurriese hacer alguna cosa que provocase una respuesta inapropiada en el desasosegado mundo francés. Seguramente, en su ejercicio pastoral y averiguador, tuvo ocasión de pulsar, más de una vez en ese tiempo, el estado espiritual de gente francesa significada, incluido el mismo Lorge…y no me cabe duda alguna, continua D. Cosme, que obtuvo informaciones suculentas, por el desespero en que se encontraban nuestros invasores, y de las fundadas razones en que este se sustentaba…y que, como siempre hizo el Pastor de Manzanares, en su brillante trayectoria personal, eclesial y política, las administró con sabiduría.

Sin haber obtenido respuesta de Madrid, diez días después, Lorge vuelve a escribir a sus mandos, en tono cada vez más pesimista y desangelado, que ya “había enviado a Andalucía todos los proyectiles y el hierro colado existentes en La Mancha”. afirmando que:… “actuaría siempre en la forma más conveniente a los intereses del emperador y del rey en la provincia”…pero, asumiendo lo difícil de la tarea….”esperaba poder retirarse con honor, poniendo la solicitud posible a favor de los individuos leales al rey a los cuales trataría y protegería como si fueran franceses”. Esos días, la guerrilla asaltó muchas comitivas y correos, y atacó varias villas con gran virulencia, motivando que Lorge prosiguiera su misiva, escribiendo lo siguiente: …“Dios quiera que con el puñado de hombres que me quedan pueda conservar todavía la influencia adquirida sobre los espíritus de los partidos y de la provincia, que nada falta para perderla; tiemblo al abandonar los puestos de Ciudad Real, Infantes y Almagro; intentaré conservar la obra de un año, pero la administración y la opinión se perderán si, como me temo, me veo obligado a concentrarme”… 

Lorge, continuaba su carta, recordando que no tenía una respuesta a su petición… que no deseaba quejarse, y que entendía las difíciles circunstancias del presente, pero que: “necesitaba un poco de reposo, confiando que no se le rechace restablecer su salud quebrantada bajo los efectos nerviosos que sufre diariamente” …y terminaba escribiendo que:… “suspiraba para poder sacar de nuevo partido a la provincia y hacer algo agradable para el rey”... 

Llegó Julio de 1811 y el general Lorge, prosigue D. Cosme, cada vez más amargado y sin capacidad de reacción, seguía en Manzanares sin obtener contestación favorable a sus deseos de descanso, algo que se reflejó en la patética carta que envió a Madrid el día 3 de ese mes…comentaba que:.. “militarmente tenía asegurada a la provincia mediante la concentración de sus tropas, pero no en cuanto a la opinión y a la administración.. el estado de cosas es desdichado sin duda….con las tropas de que dispongo, sigo siendo dueño de La Mancha, pero no un verdadero gobernador….el regreso de las tropas que había tenido que enviar a Toledo y Andalucía podía evitar esos inconvenientes…" luego comentaba el problema de las subsistencias, cada día más agravado y, al respecto , escribía que:…“deseaba adoptar medidas para la recogida de granos, pero con escasa esperanza de lograrlo porque la langosta había destruido buena parte de las mieses y con sus escasas tropas no podía evitar que las guerrillas y destacamentos españoles de Murcia se apropiasen de la mayor parte…”….Concluía diciendo que: “…se había visto obligado a emplear la fuerza para recoger víveres,... y que los habitantes huian de los pueblos al aproximarse los franceses”…

Finalmente, a mitad de julio, Lorge recibió su ansiado permiso...y en su última carta escrita en Manzanares, como gobernador de La Mancha, a fecha de 18 de julio de 1811, agradecía esa concesión, trasladándose a Madrid, inmediatamente, con ánimo de regresar, y sin saber que sus mandos de la Capital del Reino tenían decidido el cese definitivo del general Lorge en todas sus competencias en La Mancha, una vez que habían advertido su deteriorado estado de ánimo y el pesimismo absoluto que mostraba sobre el estado de cosas en la Provincia de La Mancha… Lorge no volvería nunca más a Manzanares, como nunca regresaría tampoco la moral de triunfo y combate al espíritu de los ocupantes franceses de La Mancha y Manzanares…

Y es momento ya, querido reportero, de cerrar pluma y tintero, que ya fue de bastante la presente crónica en su objetivo de mostrar a sus lectores el desmoronamiento del estado de ánimo de los invasores gabachos en la Capital manchega ocupada… que no era otra que la insigne y nunca bien ponderada villa de Manzanares de La Mancha.

 

sábado, 8 de mayo de 2021

296). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912. "LA FRAILA"..... INCENDIA LA MANCHA.

 Mi querido plumilla, me dice D. Cosme, para este relato le propongo reivindicar el papel de la mujer manchega y española en la Guerra de la Independencia, porque fue, a la par de simbólico, determinante. 

El estoicismo y voluntad de mantener la esencia de lo propio fue decisivo para nuestra gente en su resistencia y lucha contra el invasor, pero el valor propio de las mujeres fue importante y digno de mención, pues protagonizaron episodios que quedaron en la historia de ese tiempo. El Fraile Ramón Celedonio, de Herencia, sigue D. Cosme, describió el valor de las mujeres manchegas en esa terrible guerra, con estas palabras: “Las mujeres, lejos de contener a sus maridos e hijos con las cadenas de sus lágrimas, los animan como unas heroínas, y mientras que ellos están entre el fuego y el cuchillo, ellas les remiten lo que juzgaban necesario, otras andaban de espías, y todos en convulsión hasta salvar el éxito de la campaña" ...

Y, continua enfático, D. Cosme, tal como los nombres de Agustina de Aragón y María Pita, quedaron en la historia de esa guerra como símbolo de la resistencia patria, en La Mancha hubo mujeres con el protagonismo suficiente. como para merecer mención en estas crónicas... Así fue el caso de la mujer manchega a que hace alusión el título del relato, de la que no hemos llegado a conocer su nombre, pero si su historia y su apodo, "La Fraila".... Y la traigo aquí, a estos relatos sobre la historia de Manzanares, en su particular guerra de la Independencia en La Mancha, porque lo que hizo, el 22 de Mayo de 1811, la convirtió en símbolo y punto de inflexión de aquella contienda en nuestra región....Su acción de aquel día, quizá poco trascendente desde el punto de vista militar, representó, sin embargo, un cambio definitivo en el ánimo de los contrincantes de aquella guerra en La Mancha, a favor de la causa española ...

Ya se habrá preguntado usted, me dice D. Cosme, ¿que es lo que tenía que ver con Manzanares esta mujer?., pues yo se lo aclaro de inmediato.. "La Fraila", al momento del episodio que la hizo protagonista en la historia de La Mancha, era la "santera" de la Iglesia de Nuestra Señora de la Consolación del paraje de Aberturas, una bellísima ermita, construida en el año 1793, tras el acuerdo de cuatro villas que se repartían el condominio de aquellas ricas tierras, a saber: Manzanares, La Membrilla, Valdepeñas y Moral de Calatrava... Es decir, comenta sonriendo D. Cosme, podemos considerar a "La Fraila", como "un cuarto manzagata"…y, por eso, y por lo que hizo el 22 de mayo de 1811, merece un espacio, en estas crónicas sobre la larga historia de Manzanares...

Toda esta historia, había comenzado al final de Abril de 1811, iniciando un tiempo que resultaría decisivo para La Mancha.. La toma de Tomelloso por "Francisquete", el 29 de Abril de 1811, y las continuas acciones contemporáneas de "Chaleco" por el sur de Manzanares, atacando un gran número de comitivas y correos franceses, habían logrado conturbar el ánimo del Gobernador francés de La Mancha, General Lorge, a tal extremo, que el 12 de Mayo, desde su cuartel general en Manzanares, emitió este mensaje a la máxima autoridad francesa en Madrid... "Con la ayuda de Dios, espero salir sano y salvo o al menos sin avergonzarme".... "la provincia de La Mancha no puede quedar más expuesta"... Y tanta razón tenía. sigue D. Cosme, que solo siete días después, se produce una de las más audaces acciones guerrilleras de aquel tiempo indómito... 

Al alba de ese día, "Chaleco" llevó a cabo un intrépido "golpe de mano" en La Solana que sorprendió a todo el mundo; que tendría gran impacto en toda La Mancha, y que, indirectamente, daría pie a esta historia de "La Fraila" que le voy a contar ahora... Una pequeña partida de guerrilleros de "Chaleco", sigue D. Cosme, se personó, a primeras luces de aquel día 19 de mayo, en las tapias que bordeaban la villa solanera, alertando a la guarnición francesa que las vigilaba... y…. "obedeciendo más a su valor que a la prudencia" (tal como escribió el parte francés del episodio), el jefe de la citada guarnición ordenó a los 43 Dragones de caballería de que disponía, rechazar primero, y perseguir después, a los asaltantes... sin advertir que estaban sufriendo una emboscada.. A la vuelta de una pequeña loma, hacia la que, aparentemente, huían los guerrilleros, se encontraba parapetado, escondido y muy bien distribuido, el grueso de la guerrilla de "Chaleco"... Sobrepasar dicha loma, y encontrarse los Dragones rodeados, fue todo una... Los de Chaleco, acabaron con la vida de doce jinetes, haciendo prisioneros a otros dos... mientras que, en la guerrilla de Chaleco, solo hubo caballos heridos y un prisionero, que será decisivo en esta historia, como enseguida veremos. Ese prisionero, llamado Juan Ramón, era hijo de la protagonista del relato, La Fraila..,,y, como también era bastante habitual en estas circunstancias, fue fusilado por sus carceleros casi de inmediato a su detención. Los soldados galos supervivientes de aquella emboscada, sigue D. Cosme, huyeron a toda prisa hacia Manzanares, por el llamado "camino alto de San Antón", único que existía entonces entre las dos villas. Los brigadistas les persiguieron y hostigaron hasta La Membrilla, donde frenaron en seco, regresando a sus cuarteles del Cristo del Valle, al advertir que los perseguidos recibían el refuerzo de 60 Dragones... 

Guerrillero 'El Chaleco'.

Terminado el episodio, los Dragones franceses, cansados y exhaustos, marcharon de nuevo al sur…. y al llegar a la zona de Aberturas, quiso el destino que atisbaran la abandonada ermita de Nuestra Señora de la Consolación, que pareció a esa maltrecha y hambrienta tropa francesa un buen lugar de descanso momentaneo... Convirtieron el interior del Santuario en cuadra para sus caballos y en improvisada posada para ellos, utilizando, como camas, dos de sus altares (que cubrieron con abundante paja)... Un poco antes, "La Fraila", había conocido el fusilamiento de Juan Ramón.... y la gran pena que la afligió, prosigue D. Cosme, solo fue comparable al deseo de justicia y de vengar la muerte de su amado hijo... Sin dar crédito a lo que el destino le ponía por delante, “La Fraila”, se enteró que responsables de la muerte de su hijo ocupaban, y profanaban, la Ermita de la que ella era "santera"... Para esta valerosa y afligida mujer, conocida por "La Fraila", sigue D. Cosme, a quien aquellos canallas habían arrebatado lo más querido que le quedaba, la vida de su hijo Juan Ramón, la situación sobrevenida en su Ermita, ocupada por los matarifes de su vástago, fue interpretada como un designio divino, que le “proponía” hacer justicia a su hijo... y no lo pensó dos veces!!: “La Fraila”, vecina del Lugar, se acercó a la ermita y, con el señuelo que le facilitasen vivienda y manutención, pidió al capitán del destacamento galo allí refugiado, que la dejara habitar la vieja casa del capellán, contigua a la iglesia, comprometiéndose, en contraprestación, a cuidar del vestuario de la soldadesca, cocinar para ellos y hacer limpieza del improvisado cuartel, que tan bien conocía, como santera que había sido de la ermita... Lejos estaban de saber los franceses, que esa mujer era madre de quien, días antes, ellos habían ajusticiado...y, ni muchos menos, sospechar lo que se les vendría encima...por lo que aceptaron de buen grado la oferta de la mujer, como algo normal en aquellos tiempos de penurias... 

Tras la opípara cena que les preparó “La Fraila", con abundante vino de la tierra, los soldados franceses se dispusieron a descansar en la iglesia... donde, antes, a lo largo de esa tarde, la mujer había almacenado con paciencia gran cantidad de gavillas en el corral contiguo, de acuerdo con el plan que había ideado... Haciendo el menor ruido posible, repartió sarmientos a lo largo y ancho del interior de la ermita, apilando junto a ellos restos de vigas, maderas y paja..... Comentó a los franceses, antes que fueran a descansar, que todo aquello serviría, en lo sucesivo, para el fuego que necesitaría la abundante cocina de los días síguientes... que, bien sabía ella, no degustarían nunca... Cuando todos los galos dormían profundamente, continua su disertación D. Cosme, “La Fraila” entró a la ermita; atrancó todas sus puertas y ventanas, y en actitud decidida e iluminada, a la par que sigilosa, fue dando fuego a los sarmientos, maderas y paja que había colocado, estratégicamente, en la nave de la ermita.... extendiéndose, rápidamente, las llamas por el interior del templo. Los caballos fueron los primeros en advertirlo, relinchando y coceando sin cesar... Con semejante ruido y calor, despertose la tropa, pensando que podría tratarse de un ataque enemigo, al ver la ermita ardiendo por los cuatro costados... Ante lo dantesco de la situación, la cercanía de las llamas y el asfixiante humo, intentaron salir de aquel infierno en que se había convertido su improvisado refugio, pero encontraron selladas todas las posibles salidas de la ermita, y sus esfuerzos resultaron baldíos...

Guerrilla contra Napoleón.

La determinación, coraje, iluminación, y arrojo de “La Fraila”, que había decidido inmolarse con sus víctimas, no hizo otra cosa que aumentar cada minuto que pasaba... Entre el ruido, las llamas, los relinchos de la caballería, el griterío desesperado de la soldadesca, y el intenso y asfixiante humo que lo cegaba todo, la presencia de “La Fraila” pasó inadvertida a los gabachos, facilitando todos sus movimientos por el interior de la ermita, que conocía como la palma de su mano... Finalmente, con toda la nave ya ardiendo, tomó uno de los sarmientos encendidos y, santiguándose, lo introdujo en uno de los barriles de pólvora, que los franceses habían apilado en el altar mayor, lo que provocó una inmediata y estruendosa explosión que destruyó por completo la ermita y acabó con la vida de todos los que estaban dentro.. Los soldados galos y “La Fraila”, murieron en el acto, apareciendo, después, el cadáver de la mujer delante de las gradas del altar, y los de los chamuscados soldados dispersos por la nave de la ermita, en un espectáculo dantesco, que conmocionó a quien tuvo la oportunidad y la desgracia de contemplarlo...

Fue un episodio tremendo, cuyo conocimiento se extendió por toda La Mancha, como la pólvora que motivó la gran explosión final de la ermita de Nuestra Señora de la Consolación... y resultó un punto de inflexión definitivo en el ánimo de manchegos y franceses, probablemente decisivo en el devenir de los acontecimientos de aquella guerra de la independencia en La Mancha.... 

Y con todo lo ya escrito, puede usted, me dice D. Cosme, dar por concluida esta crónica, dedicada a todas las bravas y resueltas mujeres manchegas de aquella época infausta de opresión gala, pero que ha dado específica cuenta de una manchega de pro: “La Fraila”, que dio su vida en venganza de su hijo, pero que, a la vez, y remedando la misma actitud heroica de otras mujeres en España, fue muy determinante en el cambió del rumbo psicológico de la guerra de la independencia en La Mancha,.. “La Fraila”, se convirtió, para la posteridad, en un símbolo más del valor de la mujer española en aquella guerra, que merece ser recordada en nuestra Mancha, manchega, por los tiempos venideros.