La industria del esparto gozó en Membrilla de gran popularidad.

El 26 de Noviembre de 1961, Melchor Díaz-Pinés Pinés redactaba el siguiente reportaje para la Agencia Cifra, fechado en la localidad de MEMBRILLA.

La industria manufacturera del esparto, gozó en Membrilla de gran predilección, llegándose a hacer popular como importante recurso económico. Miles y miles de metros de cordeta y de pleita se producen en la villa, con el espíritu artesano que siempre les caracterizó.

Esta planta gramínea llamada esparto o 'atocha' se recoge preferentemente en verano, en la luna menguante de agosto y se trata de diversas formas, según el producto final que se vaya a fabricar. Puede cocerse y picarse con mazas ó trabajar directamente, tal como se recoge del monte pedregoso. En los lugares de Siles y la Mesnera pueden verse estas plantas y hay que saber recogerlas para que broten nuevamente en la primavera.

A tan gran altura llegó en tiempos pasados esta predilección en Membrilla, que durante el reinado de Carlos III, ya encargó el monarca al Marqués de Villafranca, la instalación en La Mancha de una fábrica de esparto, naciendo desde ese momento, en plan oficial, la industria espartera manchega.

Este trabajo artesanal ha creado grandes especialistas que tradicionalmente han enseñado a los hijos este trabajo, transmitiéndolo de generación en generación. Los productos fabricados son variadísimos, en principio orientados a las labores agrícolas, tales como espuertas, capachos para la uva y aceitunas, serones para caballerías, etc. Se fabricaban también alpargatas, cestas, estropajos y diferentes objetos de decoración para los hogares.