El 15 de Septiembre de 1957, Melchor Díaz-Pinés Pinés, enviaba a la Agencia Cifra la siguiente información:
La Diócesis Priorato de las Ordenes Militares de Ciudad Real, ha difundido una vez más la palabra de Dios por las aldeas, serranías y los más apartados rincones de la provincia.
Ha enviado a sus mejores hombres, seminaristas-clérigos en viaje de Misión y experiencia apostólica, por esas tierras apartadas donde carecen de atenciones espirituales, precisamente aprovechando las vacaciones de verano.
Varios grupos de seminaristas teólogos, divididos en ternas, han vivido una temporada más los azares de los campesinos, compartiendo su modo de vivir, durmiendo en las eras sobre montones de paja y habitando sus chozas, hechas de retamas y adobes. Han enseñado el Catecismo subidos en las trillas y les ha sido preciso realizar a pié grandes caminatas, al objeto de llevarles los Evangelios.
Los frutos espirituales han sido grandes, consecuencia de su cariño y desinterés. Las voluntades se han rendido a su ardoroso celo, bien templado ya como futuros sacerdotes.
El Gobernador Civil de Ciudad Real, Sr. Utrera Molina, ha visitado las diversas zonas de sus actividades, felicitándoles por los éxitos logrados en esta gira apostólica.
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