¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 18 de febrero de 2018

148). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: ATONIA SOCIAL Y DETERIORO URBANO.

Acabamos de conocer en anteriores relatos. -me dice D. Cosme- la enorme convulsión social y jurídica que tuvo Manzanares a comienzos del Siglo XVII…de ese Siglo de crisis y penurias, que limitó la vida de las gentes y haciendas de los pueblos castellanos. He querido dar título al diserto, con el encabezamiento que le he propuesto, para dar fe de algo que acompañó esa situación,… una atonía social bastante generalizada y el deterioro progresivo de muchas haciendas e inmuebles, durante la etapa más dura de la crisis, al final de ese Siglo XVII… 

Algo hemos visto ya de esas dificultades, cuando relatamos las muchas cuitas y problemas que concurrieron en nuestra Catedral, en relación al entallado de su retablo mayor, o a la construcción de su magnífica torre… y eso que, a comienzos de ese Siglo, Manzanares estaba todavía creciendo y con una economía relativamente boyante… pero, lógicamente, se notaban los problemas que la crisis estaba acarreando ya en la mayor parte de las villas próximas ..Lo cierto fue, que el XVII se vendría a caracterizar, en términos generales, por un continuo de penurias y dificultades económicas para todo el Reyno. lo que, finalmente, acabo siendo causa de deterioro y falta de mantenimiento del floreciente urbanismo desarrollado en la anterior centuria, que por algo fue conocida como Siglo de Oro…Y, es buen momento, ahora, para conocer la evolución de algunos otros elementos urbanos relevantes de la, por entonces, villa de Manzanares, en esa centuría del XVII.. qué, como enseguida verá, querido amigo, se atiene bastante bien a lo que sugiere el título del relato..Por ejemplo, lo que sucedió con la evolución de inmuebles históricos, como la Casa de Encomienda, los grandes conventos ,edificados a finales del XVI, y las antiguas ermitas de la villa manzagata.,,. Y a ese respecto le diré, querido cronista, que casi nada quedó escrito... posiblemente, por que poco hubo de trascendente, más allá de considerar que, ya en aquella época, comienza a hacerse notar el escaso apego de este magnífico pueblo que es Manzanares, al mantenimiento del propio patrimonio.

Y verá ud, sigue D. Cosme, en cuanto a la evolución física y estructural de nuestro Castillo o “Casa de Encomienda” en el Siglo XVII,.. lo primero a tener en cuenta es que la parte mayor de sus competencias administrativas, tributarias y de almacenaje, habían sido trasladadas a la vecina “Casa de la Tercia”, al final de la centuria anterior, por lo que la fortaleza, aunque conservaba alguna de esas funciones, disminuyó mucho su actividad, pasando a ser una vivienda más de la villa,… de las más importantes, eso sí, pues allí moraba el alcaide, figura principal de Manzanares y delegado del Comendador de turno, quien solía vivir en otros lugares y pisaba poco el solar manzagato….
 
Asi las cosas, sigue D. Cosme, el Castillo de Manzanares, continúo siendo el lugar de acogida transitoria para visitantes ilustres de la villa, como fue el caso del Rey Felipe IV, el Conde Duque de Olivares y D. Francisco de Quevedo y Lucientes, que en el año 1624, visitaron nuestra Catedral, para admirar su retablo mayor…constituyeéndose, sin duda, en los transeúntes más ilustres que pasaron por la villa de Manzanares en aquella centuria.. Y de más episodios reseñables poco hemos sabido.. En las referencias de los visitadores calatravos a Manzanares, en las primeras décadas del XVII, nos quedó de sabido que, en el Castillo, se realizaron obras de reparación y acondicionamiento de sus estructuras, y que se repusieron y repararon las armas de su arsenal... 

Sabemos también que, en 1631, las dificultades económicas para mantener el ejercito de un Reyno en crisis, llevaron al Conde Duque de Olivares a una curiosa reforma fiscal… que, en el caso de Manzanares, “transformó” las 40 lanzas que debía tener su castillo, en cierta cantidad de maravedíes, que cobró el Reyno de España, como impuesto, a nuestra Encomienda, aprovechando que la caballería calatrava ya se había disuelto por aquella época…. Luego, llegaron los peores tiempos de aquel siglo de crisis,…y, en sus últimos cincuenta años, no hay constancias escritas de lo que ocurrió en el castillo, aunque se supone que, por su carácter de élite en la villa, soportaría las penurias de aquel aciago fin de siglo, al igual que otras casas de alta alcurnia, como la de los Salinas, los Quesada y los Merinos… eso sí, con mucha menor opulencia que en tiempos pasados.. pero, como se suele decir, “salvando los muebles”…y preservando el inmueble”...c oncluye, riendo, Don Cosme… algo que, añade, por desgracia, no pudieron contar muchos de los vecinos más humildes de la villa, que perdieron toda su hacienda y trabajos en aquellos tristes años finales del Siglo XVII…


En cuanto a los Conventos de las Monjas Franciscanas y el de los Carmelitas, nacidos al final del XVI, aparte de ser inmuebles recientes, sólidos y bien construidos, pudieron mantener sus estructuras… y las monjitas y monjes, sus actividades oratorias y sociales, en ayuda de los pobres, a lo largo del Siglo XVII, en razón de los mecenazgos que los sustentaban.. Entre las referencias que, acerca de ellos, quedaron en los escritos de esta centuria del XVII, -sigue D. Cosme- destacan, en el caso de las franciscanas, los que hacen referencia, en 1666-68, al huerto y jardín que complementó su convento:.. 

“La dhª mariperez, abbadesa, tomó la posesión del dhº conbento y cosas de el." ... (se supone que el término “cosas”, se refería a toda la manzana donde está el convento, que limitan las calles de Morago, Monjas, Doctor y el tramo de la “segunda vuelta de monjas”…donde, al margen de lo que era construcción puramente conventual, las monjas tuvieron un huerto cercado);.. en esos escritos, se dice, al caso, que:.“Unas casas de morada dentro murallas, linda dos calles….Que la una casa desde la callejuela de las carnicerías, a la cerca de las Religiosas Franciscanas, y la otra, la callejuela de Antonio Barranco, y corre por la cerca que sale al camino y están otras casas frente a referidas cercas de las Religiosas y las rodean las casas del vínculo que posee Francisco Merino que al preste (presente) como tal poseedor, las habrá, y salen a ambas calles cogiendo en medio unas casas, las que fueron de Ezequiel Megía y tenía sobre sí un censo....” 

En cuanto al convento de los Carmelitas, al igual que el de las monjas franciscanas, y también en el Siglo XVII, he de decirle -continua Don Cosme- que fue dotado de un amplio huerto y jardín, primorosamente cuidado por los monjes, en terrenos cedidos por el marquesado de Salinas, que ocupaban, con el inmueble propiamente conventual, toda la manzana que limitan la calle del Carmen, la plaza del Castillo, la calle del matadero y la calle del Zacatín… En los mismos terrenos, se dispuso un camposanto, donde recibieron sepultura muchos paisanos…Las actividades eclesiales del convento, en sus primeros tiempos, suscitaron controversias en la villa, con división de opiniones, a la iniciativa que tuvo el párroco Alonso de Torrecilla de celebrar, allí, en su capilla, misas para la población morisca de Manzanares, venida de Granada, y que vivía en las calles aledañas…Pero, sin duda, el hecho más relevante acaecido en este convento de los Carmelitas, durante el Siglo XVII, fue la fundación de una “Escuela de Teología y Moral”, en el año 1655, que alcanzó, en su devenir, gran prestigio en toda La Mancha”.
 

Con respecto a las Ermitas que se habían construido en Manzanares, antes del Siglo XVII, debo decirle, mi querido reportero, -continua D. Cosme- que también tuvieron un devenir acorde a los tiempos de crisis y atonía social y urbana que vivió el Reyno...y, sobre todo, en la terrible parte final de ese siglo.. La falta de los más elementales medios y la pobreza reinante, deterioró mucho a la mayoría de ellas, al extremo que algunas terminaron por desaparecer en siglos posteriores, como las de San Sebastían, la de San Cristobal, la de San Gregorio Ostiende, la de San Isidro, la de San Juan y la de San Marcos, de las que apenas, por no decir ninguna, hay referencias escritas en aquel siglo XVII….Mientras otras, como: la de San Antón y la de Santa Quitería, siempre muy activas y pujantes, tuvieron que ser reformadas o reconstruidas el siglo siguiente por el deterioro enorme que sufrieron…La Ermita de la Virgen de Gracia, por el contrario, y a pesar de ser muy antigua, como estaba sustentada por la nobleza de Manzanares, pudo mantenerse bastante bien durante toda la crisis, aunque no fue del todo ajena a problemas de deterioro... 

Con todo y con ello, las tradiciones, ofrendas, presentes y actos que acompañaron siempre a estas Ermitas de Manzanares, desde su creación, se mantuvieron todos los años de aquel Siglo de penurias que fue el XVII…las fogatas, los dulces, las ofrendas, los novenarios y otras preces, característicos de las fiestas de muchas de esas Ermitas antiquísimas,.. así como, la exposición de animales (cerdos y équidos, sobre todo) por San Antón…y, en fin, todos los elementos festivos y eclesiásticos que se fueron “haciendo un hueco” en las señas de identidad de Manzanares, parece que no se perdieron nunca, a pesar de la crisis, la penuria y la pobreza que, poco a poco, se fue instalando en la villa durante aquella centuria. Se deterioraba, si, su conjunto urbano, pero no decayeron las tradiciones y el espíritu del pueblo manzagato….

Y termino aquí, y con ello, el presente relato, amigo reportero, que ha servido para mostrar a sus lectores como afectó, y no afectó, la crisis de aquel tiempo,.. a las cosas y al espíritu de las nobles gentes de la leal villa de Manzanares, en ese proceloso Siglo XVII, del que tantas cosas ya hemos narrado…y, fíjese, aun no hemos comentado lo peor de aquella tremenda centuria en nuestra villa,.. la que puede calificarse como “década trágica”, aquella que abarcó el tiempo existente, entre 1674 y 1684,… y no lo hemos hecho, porque, su descripción detallada, da más que suficiente para otro capítulo sobre las penas y penurias de ese terrible Siglo XVII para el Reino de España..


sábado, 17 de febrero de 2018

147). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: BUSCANDO A LOS TALADORES….

Habiamos dejado abierta a la curiosidad de sus lectores, en la anterior conversación, -comenta Don Cosme para iniciar este nuevo relato-,… lo que sucedió después que Diego Narvaez, paisano de la villa de Manzanares, hubiera interpuesto una querella en contra de los desmanes que muchos de sus convecinos habían perpetrado contra los bosques y dehesas de la Encomienda manzagata,.. a la que estaban arrasando y llevando al esquilmamiento…. El Concejo de Manzanares, directamente implicado en muchos de esos hechos delictivos, intentó, como pudo, evitar que la justicia actuara…pero el tesón y la constancia de Diego Narvaez, terminó dando sus frutos,… cuando el Consejo de Ordenes, decidió tomar “cartas en el asunto”,… 

Y encargó a Gerónimo del Castillo, la recopilación de todos los datos e información, acerca de posibles ilegalidades en cuanto a las normas, leyes y disposiciones reales sobre la conservación y el cuidado de la foresta… Gerónimo del Castillo, hombre cabal, y en absoluto medroso,- comenta Don Cosme- inició de inmediato las pesquisas…para las que fue tomando declaración, a numerosos paisanos que pudieran haber sido testigos de algunos, o muchos, de estos desmanes contra los montes y dehesas de Manzanares…Además, mandó constituir un grupo de “veedores”, para que se encargasen de inspeccionar periódicamente todas esas áreas de la Encomienda…,

Se sucedieron las declaraciones de muchos testigos al alguacil mayor, que variaban mucho en los datos ….. desde los que informaban: “una pequeña carga de leña verde o seca”,…a “ramas de encina delgada o "del gordor del brazo",… “mucha leña ramoneada y quince o veinte estacas hasta unos pies caudales”, o “varios álamos y una carretada”… Pero como puede verse, sigue Don Cosme, estas declaraciones informaban de pequeñas rapiñas, que no sobrepasaban las necesidades de cualquier labrador, pastor o familia humilde para encender fuego en el hogar….y, en modo alguno, explicaban el enorme desmonte que se observaba en la encomienda…Los cogidos "in fraganti" eran casi siempre criados de campo y ganado, pero muy pocas veces sus amos... En el ayuntamiento se acumulaban numerosos "procesos" sin sentenciar... 

Los guardas del campo, y algunos testigos, eran atemorizados, o sobornados, con frecuencia, por los taladores (que se hacían temer en el momento de ser descubiertos por sus reacciones violentas)... y, por otra parte, los "veedores", aleccionados por el cabildo se obstinaban en negar la evidencia de casos flagrantes. Geronimo del Castillo, entendió que le estaban.“tomando el pelo”,…y decidió ser más inquisitivo, supervisando todo directamente… A partir de julio de 1600, logró que la inmensa mayoria de los testigos requeridos fuesen más “ilustrativos” sobre lo que sucedía realmente..Pudo comprobarse – sigue D. Cosme- que si bien, tiempo atrás, los taladores dejaban descubiertos los cortes, luego tomaron la precaución de arrancar de cuajo los árboles y tapar los hoyos que dejaban... pero esto era fácil de descubrir por el más inexperto "apreciador de daños y vista de la tierra"…lo que llevó a Geronimo del Castillo a “poner orden” en la actividad de los “veedores”…y, pronto, advirtió que: sucesivos alcaldes, regidores, parientes, deudos, amigos, nobles y hacendados ricos… habían ordenado de manera continuada, y desde hacía tiempo, talas de consideración,... que quedaban “escondidas” o, bien, se hacia constancia en el libro del “mayordomo de propios” …que los pies cortados eran tres o cuatro y no treinta o cuarenta, como en realidad era….


Los alcaldes, hipócritamente, aplicaban la ordenanza de manera estricta a muchos paisanos pobres como, por ej, en el muy conocido caso del mesonero Juan García, a quien penalizaron con 1.000 mrs. por llevar a su casa un haz de leña seca, lo que causó indignación en toda la villa….
 
Se supó, en contrapartida, tras la intervención decidida de Geronimo del Castillo, que alcaldes como: Miguel Merino, Alonso Salcedo, Leonardo Cuartas, Cristobal Moreno y Juan Martin Calero, guardaron carros enteros de pies de árbol... Leonardo Cuartas, por ej, los escondía en Almagro en casa de su padre… Los carros de Juan Martin venian tan cargados de tala, que uno "se quebro" en el camino, según la declaración de otro testigo. Al alcalde Nuñez Cuesta, le descubrieron, en la dehesa de la Mancha, dos pozos y una gran quinteria llena de pies de árbol… El mayoral de Pedro Merino, cortó y serró mas de 1.000 pies, sin que nadie denunciase nada, aunque era bien conocido en toda la villa.. Juan Diaz Abad, era autor de parecida cantidad de talas, que permanecían impunes... y los criados de Gonzalo Ubeda, de talar un numero inferior, pero también grande, en Matamediana… A Geronimo del Castillo, llegó un momento en que nada le sorprendía.. como cuando supo que, muerto Alonso Nuñez, se subastó "al pregon en puja y repuja" gran cantidad de leña que tenía “escondida” y almacenada en su vivienda…. 

Poco a poco, las gentes de la villa vieron con asombro y cierta admiración justiciera, como Geronimo del Castillo, empezaba a cambiar el rumbo de las cosas,.. e iban siendo descubiertos los “rapiñadores principales”… “Fue muy comentado, por ej, un episodio que afectó a un tal Juan Gomez, criado de Salcedo, y a un monje carmelita, que habían sido sorprendidos “in fragantí” con un carro de pies "del gordor de una cama",… Los llevaron presos a la Plaza mayor,… donde “haciendo de tripas corazón” (por aquello de “cuando las barbas de tu vecino…”).. el alcalde de entonces, Juan Martin Calero, les privó de la carga que portaban…y les impuso veinte reales de multa…. 

Dehesa de Siles.

Aun con todo y con eso, y a pesar del cambio de rumbo en estos temas, sigue Don Cosme, todos los yegueros y otros paisanos, cuando volvían de noche al pueblo, oían a los taladores en muchos campos seguir con sus “faenas”, pero casi nadie se atrevía a acercarse a ellos, por la violencia con que reaccionaban. Aunque esas informaciones, explicaron a Geronimo del Castillo, la razón de que en esos parajes de las quinterías de Carreño, Cepeda, Villaseca y la venta de Quesada, habían desaparecido casi todas las encinas… 

Las investigaciones que fueron saliendo a la luz, sigue D. Cosme, mostraron que el esquilmamiento de nuestra rica encomienda no era cosa única de paisanos y vecinos ilustres de la villa…. se supo, por ej, que achacando lo desarbolado del termino de Membrilla, algunos de sus vecinos penetraron a robar en las dehesas de La Mancha y Matamediana…como fueron los casos de Hernan Nuñez Penuelas (primo de su tocayo de Manzanares) y Hernan Martin de Mingo Juan…. Durante una época, nada les detenia y aprovechando que "tenian mano y mano"…y que… “habian comprado a determinados guardas con dinero, trigo y harina”.. lograron que.. “sus muchos ganados mordisquearan viñas y olivares antes de la recoleccion”, A estos casos, se unieron los de Hernán Nuñez Cuesta y Alonso Nuñez… que “talaban cuanto querian tanto de dia como de noche”… Otro rapiñador, muy bien organizado, era Nuñez Peñuelas, quien tenía la costumbre de enviar diez o doce criados, armados de arcabuces de los que cuatro montaban guardia, mientras los demás talaban encinas y otros árboles…Si se acercaba alguien, aunque fuera guarda, lo encañonaban y obligaban a marcharse…. Acabado el “trabajo”, cargaban los troncos en cuatro o seis carros… y custodiándolos, arma al hombro, tomaban el camino de regreso a Membrilla….. En un episodio muy conocido y comentado en Manzanares, (una de las veces que volvian de Matamediana).. pusieron las bocas de los arcabuces en el pecho de Francisco Sanchez Mascaraque, que vivia "frontero de San Anton" y que tuvo la desgracia de encontrarlos...Tampoco andaba remiso de violencia, Hernan Martin de Mingo… De sus apariciones en la dehesa de la Mancha al frente de sus subordinados sobresalío la que hizo una medianoche, cuando en la quinteria del alférez Alonso Garcia bloquearon la puerta por fuera.. con las "coyundas" del ubio de una yunta de bueyes para impedir la salida de sus ocupantes. Alertados estos por el ruido, intentaron escapar de uno en uno por la chimenea, pero Hernan Martin, tapado con careta, les apuntó con una escopeta, amenazando con matarlos,… “disparándoles a la "caperuza"…. Así que, descendieron nuevamente,… y al amanecer comprobaron que habian talado mas de sesenta pies, que fueron a parar al domicilio del citado Martin de Mingo y al del alcalde Francisco Rubio…. 

Otros forasteros responsables de importantes cortas en la dehesa de la Mancha, eran los boticarios de Alcazar de San Juan y de Consuegra,..El balance final de sus talas fue de unas 15.000 encinas,... además de muchos álamos…entre unos y otros, los daños fueron valorados en 30.000 ducados. 

Volviendo a Manzanares, Geronimo del Castillo llegó hasta sus más altas instancias… investigando a Juan Bautista Salinas, alcaide del castillo y administrador de rentas de la encomienda…. quien, según los informes que pudo obtener, habría cortado en el monte y la alameda de Siles entre 2.000 y 4.000 pies, algunos de los cuales fueron destinados a los dos conventos de la villa…. Hasta entonces, nadie había osado poner una denuncia contra él alcaide Salinas….porque:…."todo el pueblo le aze basallaje y da las baras a los alcaldes quando los eligen y ban a jurar al castillo";.. lo que es:…“señal de autoridad y privilegio honorifico que continuaba reportando prestigio”….
Pero esto no convenció, para nada, al justo y estricto Geronimo del Castillo que también tomó “cartas en este asunto” que hacía referencia al alcaide, en un proceso al que luego tendré ocasión de referirme, me dice Don Cosme, para terminar su diserto…

Ahora, mi querido amigo, “todas las cartas estaban sobre la mesa”…y casi todos los responsables de la deforestación de la Encomienda al descubierto…de usted, pues, aquí concluido el relato…dejando para un siguiente, la descripción de en que se tradujo la acción de la justicia principal de la Corte para estos sucedidos, unos años después…

domingo, 11 de febrero de 2018

146). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: DE LA FRONDOSIDAD… A LA ARIDEZ.



Y cuando este reportero pensaba que, con esos episodios, se había hecho un más que justo resumen de los convulsos tiempos iniciales del Siglo XVII, en lo concerniente a conflictos jurídico-sociales… Don Cosme, que nunca deja de “darnos correa”, ni de sorprender, va y me comenta… “Aun queda, querido cronista, y a colación y cuenta de estas cuitas y juicios en Manzanares, referirse a otros conflictos bastante sonados, que estallaron en los juzgados en esos primeros años del siglo XVII, aunque el sustrato en que se fueron gestando, venía de casi dos siglos atrás… 

Y me estoy refiriendo -continua Don Cosme- al destrozo medio ambiental de los campos, dehesas y montes de nuestra Encomienda manzagata, a cuenta de diferentes tipos de agresión humana a lo largo del siglo XV y, sobre todo, del XVI….Y de todo eso… por su interés en lo que ha sido la evolución del aspecto de nuestros campos y tierra, hasta llegar a nuestros días…y de todas las curiosidades que esos procesos llevaron anejas…es de lo que voy a hablarle a continuación, para “dar pie” a algún escrito más sobre lo acaecido a ese respecto, y los conflictos a que dio lugar, en los primeros, y movidos años, de esa centuria del XVII...

Empezaré por decirle… que esa antigua leyenda, según la cual, en tiempos medievales, una ardilla podía, saltando de rama en rama, cruzar toda la península, desde la cornisa cantábrica hasta Gibraltar, seguramente nunca fue verdad, dada la gran extensión plana del centro castellano de nuestro territorio patrio… Aunque, desde luego, lo que si es seguro y cierto es que la masa arbórea de España era mucho más abundante en la Edad Media de lo que es ahora….y que justo es cargar en el debe de la historia, a los primeros tiempos de la Edad Moderna, la máxima responsabilidad de esa pérdida de frondosidad en nuestro bosques y dehesas… Y todo ello -sigue D. Cosme- atribuible en gran medida a la acción de los rebaños durante sus cíclos trashumantes... La política proteccionista de la trashumancia, iniciada en el tiempo de los Reyes Católicos, fue consumiendo una gran parte de la masa vegetal de nuestros bosques y dehesas, que adquirieron de manera progresiva una aridez marcada a lo largo del Siglo XV y el XVI…Como es lógico, la estratégica situación de la villa de Manzanares, cruzada por diferentes cañadas reales, influyó de manera importante en que el fenómeno deforestador fuese especialmente relevante en las dehesas y montes de nuestra villa….

El desolado paisaje que fue adquiriendo el Reyno de España, -afirma Don Cosme- alarmó a los observadores que, a esa función, tenía el Rey Carlos I,… quien, advertido por ellos, inició una política defensora de los árboles en las primeras décadas del XVI. Pero las medidas adoptadas, chocaron frontalmente con la continuidad de los privilegios de la Mesta, que se mantuvieron, entre otras razones de suficiente enjundia, por que los imperativos fiscales que generaba su actividad no eran cosa de perderse para el Reyno. De forma y manera que, a pesar de las buenas intenciones naturalistas, plasmadas en el desarrollo de normas y leyes proteccionistas del arbolado…nada impidió, en la práctica, de manera significativa, y durante toda la centuria del XVI, la continuidad de la acción depredadora del ganado transhumante sobre nuestras tierras, montes y dehesas...que, de manera particular, incidió muy negativamente en nuestra villa de Manzanares, por todo lo que hemos comentado, respecto a ser un cruce de cañadas reales...y lo que suponían los cuantiosos impuestos que la Mesta dejaba a las arcas de nuestra rica Encomienda…


Por todo lo dicho, al morir el Rey Carlos I, a mitad del Siglo XVI, -prosigue Don Cosme-.. y a pesar de que ya existían, y cada vez con más potencialidad, los intereses agrarios seguían claramente subsidiados a los pastoriles, y los rebaños campaban a sus anchas… sin casi nada que regulará su voracidad depredadora hacia los montes y los bosques castellanos. Así, el problema de la deforestación siguió agravándose, hasta que, en un momento determinado, en el año de 1567, el Rey Felipe II, fue informado que:….

"los montes antiguos están desmontados, talados, rozados y sacados de cuajo". ..
La extensión del arbolado había disminuido, a esa fecha, de manera tan alarmante, que los responsables del Reyno, intentaron frenar ese proceso mediante una Real Provisión de 29 de abril de 1574… Pero esta disposición, tampoco resultó eficaz, al menos en Manzanares, al coincidir con una etapa de incremento demográfico de su población, que hizo imposible el mantenimiento del arbolado de sus bosques y dehesas, ya que los nuevos pobladores de la villa, tuvieron que hacer acopio de madera y leña de nuestra Encomienda, para construir y mantener sus también nuevas viviendas. 

De hecho, el proceso roturador, había alcanzado tan gran magnitud en Manzanares, años antes de esa Real Provisión de 1574, que nuestros ganaderos, ante la escasez de pastos en la Encomienda, realizaron al Concejo numerosas demandas, (más o menos hacia la mitad del Siglo XVI).., para que se crearan y amojonaran una o dos dehesas, que fueran dedicadas al abastecimiento de ganado… Estas peticiones, dieron fruto en el año 1562, cuando el Concejo de Manzanares accedió a la permuta de 522 fanegas.de “tierra de buena calidad”, por unas “900 fanegas más inferiores”, en los sitios de “La Mancha” y “Matamediana”…, al objeto de que, allí, pudiera criarse ganado, sobre todo: yeguas y mulas….El beneficio obtenido de la hierba, la madera, la leña y la caza, complementaba los ingresos de las 32 familias que explotaron esas tierras reforestadas … 

Aun así, y con todo y con eso, este proceder no solucionó gran cosa el enorme problema que ya tenía, por entonces, nuestra villa de Manzanares en cuanto a su deforestación… 

Por otro lado, el Rey Felipe II, cuatro años después, en 1566, quitó a las villas y pueblos castellanos, la administración de la justicia civil y penal, entregándosela a funcionarios reales (gobernadores y alcaldes mayores)… Con esta medida, consiguió abolir buena parte del autogobierno de las villas, eliminando, así, un sin fin de abusos de los grupos locales de poder, lo que pudo minimizar los desmanes existentes en estos temas del uso de los bosques…pero no fue así, ya que este nuevo tipo de administración real, se mantuvo muy pocos años… pues el coste de las guerras que tuvo que llevar a cabo el Reyno de España, para lograr mantener bajo control sus vastos dominios, hicieron entender al Rey, la necesidad de devolver a las villas castellanas su antigua jurisdicción autónoma, a cambio de que los Concejos repercutieran donativos, impuestos o servicios que aliviasen las resentidas arcas del Reyno…

Y así fue, y asi paso,.. que, el 4 de noviembre de 1588, se convirtió en un día histórico para la villa de Manzanares:… Diego Ordonez, Juan Lopez, Juan Merino Morales, Pedro Merino Morales, Miguel Diaz Llorente, Cristobal Moreno, Manuel Garcia, Luis Bolanos, Gonzalo Gomez y Miguel Vega, que integraban el cabildo municipal de la villa, recibieron, y leyeron, en el Ayuntamiento, la Real Cédula, fechada el 8 de octubre, que devolvía al concejo la jurisdicción civil y penal, a cambio de un endeudamiento, (firmado el 2 de septiembre, entre el comisionado regio Diego del Aguila y el Concejo de la villa de Manzanares), por el cual las arcas municipales, se comprometían a pagar al Rey la enorme renta de 9.500 ducados (3.562.500 maravedies), cantidad que hubiera arruinado a cualquier villa, pero no a la noble, rica y “leal villa” de Manzanares de la Mancha,… afirma, con orgullo patriótico, Don Cosme….


Sin embargo, a fin de que el Concejo de Manzanares pudiera hacer frente a esos 9500 ducados,… (que por muy rica que fuese nuestra villa, hubiera estado difícil)…. el Rey autorizó a nuestro Concejo la imposición de ciertos arbitrios sobre la venta de la leña y la bellota que produjeran los montes de propios de: “La Mancha”, “Matamediana” y “Viejo” .. siempre “dejando horca y pendon” (debían quedar indemnes de la tala, al menos dos ramas principales de las que salían del tronco) ….
Con esta nueva posibilidad de lucro personal, ya que muchos de ellos eran propietarios de gran parte de las dehesas y los montes de la Encomienda de Manzanares; Alcaldes y regidores del Concejo… y la nobleza local, que participaba de ese interés común, encontraron el pretexto ideal para arrasar, si cabe todavía más, las ya muy esquilmadas dehesas y bosques, con talas indiscriminadas e incontroladas… El Concejo, parte interesada, como acabamos de ver,… obviamente no se dio por enterado (aunque bien que lo conocía, al participar en él de forma directa)..del dramático incremento del proceso deforestador que padeció Manzanares, a final del Siglo XVI,.. no advirtiendo a las autoridades centrales encargadas de esa vigilancia. que, en Manzanares, se estaban contraviniendo todas las normas más elementales de protección del arbolado…hasta que un vecino muy decidido, y adelantadísimo a su tiempo, llamado Diego Narvaez, entabló una querella criminal a principios de 1599,… por el incumplimiento sistemático de las citadas normativas de protección forestal y del medio ambiente… 

El Concejo de Manzanares intentó, en dos ocasiones, evitar que se realizaran tramites y averiguaciones acerca de esa demanda interpuesto por el paisano Diego Narvaez, pero la insistencia de este, llegó, finalmente, al gobernador de Almagro y del Campo de Calatrava…quien solicitó al Consejo de las Ordenes, el nombramiento y envío a la villa de Manzanares, de un “escribano-receptor de información”, para que “formase sumario llegando hasta el fondo de la cuestión”…. Para esta misión, fue elegido Don Geronimo del Castillo, un hombre de reputación intachable y considerado por el fiscal… hombre "desapasionado, sin sospecha" e idóneo para sustanciar la causa contra los responsables de haber llevado a cabo enormes destrozos en los montes de la jurisdicción "con poco temor de Dios y menosprecio de la Justa"...
El Cabildo de Manzanares recibió con lógica preocupación y desasiego la noticía del nombramiento de Geronimo del Castillo…pero aun estaba lejos de suponer lo que se les venía encima en los primeros años de la centuria del XVII,…
Y deje usted abierta la curiosidad de sus lectores, al respecto de lo que ocurrió, para un siguiente relato…cerrando el presente, que fue ya de bastante a efectos de su pretensión explicativa…el como Manzanares perdió la frondosidad de sus bosques y dehesas por el descontrolado uso de su masa vegetal a beneficio,… primero, del pastoreo trashumante y, posteriormente, a causa de la ambición desmedida de su oligarquía local..

145). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EL LADO OSCURO DE UN TIEMPO.


Según ha ido disertando Don Cosme, acerca de avatares y sucedidos del Siglo XVII, al reportero, le ha llamado la atención la cantidad de disputas, pendencias, delitos y juicios que hubieron lugar en Manzanares, durante los primeros tiempos del Siglo XVII,…y no solo de la gente común del vecindario, sino que, también…alcaldes, comendadores y miembros del clero, se vieron implicados en muchos conflictos locales, que acabaron de muy diferentes maneras: a veces con heridos e, incluso, muertes..y, con gran frecuencia, dando motivo a largos juicios, que afectaron a la vida social y al curso y devenir de la historia de aquellos tiempos lejanos de Manzanares….Baste recordar, por ej, la zuiza de moros y cristianos del año 1600, que terminó con varios moriscos heridos y un juicio en el que fueron condenados los alcaldes ordinarios de Manzanares, por haber permitido portar armas a los moriscos que participaron en la fiesta, algo que estaba expresamente prohibido… por no hablar, de los largos conflictos entre regantes y molineros del rio Azuer ..o aquellos otros que enfrentaron al clero y al Concejo de Manzanares, por un lado, con los artesanos y constructores del Retablo Mayor y de la nueva torre de la Catedral, en parte contraria… 


Con ese pensamiento en la cabeza, le pregunto a Don Cosme si hay alguna explicación, que darse pueda, a semejante acúmulo de conflictos en la villa de Manzanares en aquel tiempo …y, entonces, él, con una de esas sonrisas suyas que anuncian que le gusta el tema, me espeta directamente…”mi querido amigo, hay explicaciones mucho más que suficientes y bastantes, para dar pie a un nuevo relato que le propongo inicie”…y, claro, ante semejante propuesta, este reportero accede de inmediato a enterarse para si mismo y para todos ustedes, lo que ahora paso a contarles…y que, a mí, me contó Don Cosme. 

“Verá usted, inicia D. Cosme su diserto, durante aquellos primeros años del Siglo XVII, en todo el Reyno de España los conflictos civiles e, incluso, los delitos flagrantes contra el patrimonio o la integridad física de las gentes, estaban a la orden del día,… siendo aun peor la impunidad que acompañó, frecuentemente, a muchas de esas situaciones delictivas, por falta de autoridad o ineficacia de la justicia imperante en esa época.. y eso tenía, como puede usted suponer, varias razones que lo explicaban…como, por ej, los condicionantes que planteaba la nueva configuración legal que fue adquiriendo el Reyno, en tiempos de Felipe II y de Felipe III,…y es que, ciertamente, determinadas prácticas comunales, heredadas del Medievo, chocaban con los nuevos conceptos de “propiedad privada” y, en Manzanares, centro peninsular de cañadas reales, y poseedora de tierras de gran calidad, este choque fue muy intenso… y motivó continuas disputas entre los pastores y los nuevos propietarios de las tierras adyacentes a las veredas… pero también entre los pastores de la trashumancia y los ganaderos locales…así como entre los agricultores que se habían hecho autónomos, contra los que todavía seguían prácticas comunales del pasado…En definitiva, múltiples posibilidades de conflicto, que estallaron al rebufo del nuevo contexto de relaciones sociales y patrimoniales, propias de la Edad Moderna…
Y, por si todo eso fuera poco, -sigue D. Cosme-..en esos primeros años del XVII, la crisis de autoridad del Estado, reinando ya Felipe III, se incrementó de manera notable, facilitando la generalización del incumplimiento de las leyes y de los contratos (como los que ya hemos conocido en relación con las obras de la Iglesia)…,y explicando en gran medida. también, el incremento de actos delictivos y de sangre, que acompañó el inicio de dicha centuria en todo el Reyno…Y todo este estado de cosas perversas, se concretó de manera muy particular en nuestra villa de Manzanares…y eso sucedió así, posiblemente en razón de la crisis económica.. que ya se hacía notar en otras villas cercanas, pero aun no afectaba a Manzanares, todavía en plenitud de crecimiento, lo que atrajo a nuestra villa gente emprendedora, pero también: rufianes, arribistas y perillanes de toda laya, que camparon por sus respetos, ante la ineficacia y descontrol de las autoridades locales…y es que, conviene recordar –sigue D. Cosme- que la autoridad judicial era ya competencia, en primera instancia, de los alcaldes mayores y ordinarios de las villas (….por eso a los alcaldes se les llamaba “justicias” y a los ayuntamientos, “audiencia”)… pero, -continua D. Cosme- teniendo los alcaldes la responsabilidad de prevenir y reprimir los delitos acaecidos en sus villas, como carecían de los medios más elementales, y solían tener escasos conocimientos jurídicos.. daban continuas muestras de ineficacia en la gestión y solución de los casos que debían juzgar…y, lo que era aun peor, con demasiada frecuencia, se adivinaban complicidades, más o menos explicitas, en lo que se debía juzgar,.. ya que muchas veces los alcaldes eran parte interesada del conflicto que se estaba estudiando…. Todo ello, conllevaba graves incongruencias en el resultado de las actuaciones judiciales, que el pueblo llano valoraba muy negativamente...y explicaba el incumplimiento, más o menos generalizado, de leyes y normativas por parte del vecindario, que desconfiaba de unos mandatarios que, a sus ojos, se mostraban carentes de toda credibilidad... 

Toda esa sociedad y estado de cosas, sigue D. Cosme- estaba inmersa en un sistema de valores, basado en la moral del honor y de la hombría, el orgullo prepotente y altanero de los nobles y el rufianismo de un sector amplio del pueblo llano,… eran comunes los amores prohibidos y la pasión por el juego , lo que junto a la costumbre de andar por la calle con armas blancas, símbolo entonces de los hombres libres, terminó por conformar una situación explosiva en la vida cotidiana de las gentes de la villa, determinado que, a comienzos de 1605, el fiscal del Consejo de las Ordenes Militares, Juan Serrano Cajata, presentase unos informes alarmantes sobre Manzanares…. No menos de 40 personas, cuatro de ellas mujeres, habían sido asesinadas en esos primeros años del Siglo, a los que había que añadir numerosos delitos contra la propiedad, resistencia a la justicia y amenazas de todo tipo. El fiscal planteaba la necesidad de establecer querellas contra los alcaldes ordinarios y alguaciles de ese tiempo, “por haber incurrido en graves omisiones y negligencias”.. Tal fue el caso muy sonado del alcalde Juan Velasco, que permitió que escapase de la cárcel un famoso ladrón, tras ser sobornado por este con 1.500 rs…


Don Juan Serrano, ante la situación de imperante criminalidad e impunidad, advertida en la villa, terminaba su informe considerando urgente el envió a Manzanares de un “receptor de información”, llamado Juan de Antequera,… quien, en primera instancia, rechazó el encargo de hacer el inventarios de delitos y delincuentes, por que para el trabajo se le obligaba a vivir en Manzanares y con gastos a costa de los inculpados, cantidad que percibiría, además, solo cuando hubieran sido remitidos los autos al gobernador del Campo de Calatrava.. y estuviera revelada la identidad de los responsables... Naturalmente,- dice D. Cosme con retranca- el citado Antequera, que aunque no era de Manzanares, era bastante espabilado y prudente, solo aceptó el trabajo cuando se le hizo entrega del dinero por adelantado. Tras un “tira y afloja”, su nombramiento fue efectuado el 4 de mayo de ese año, asignándosele un sueldo de 15 rs. diarios durante 40 días, plazo que el Consejo juzgaba suficiente para culminar su misión., tendente a facilitar el trabajo posterior del juez comisionado, que debería castigar a los culpables de manera ejemplar…. El fiscal del Consejo, Carreño Ponce, estimó, durante el periodo de investigación que:… “detrás del "injurioso" clima de impunidad reinante en Manzanares había diversas "facciones", aludiendo a las “banderías municipales”, que existían en la órbita del ayuntamiento y de los nobles… que no dudaban en proteger y encubrir a los reos, si pertenecían a su círculo clientelar. 

Poco sabemos, sigue D. Cosme, cuanto de justicia terminó haciéndose en muchos de esos delitos…pero, al menos, y para concluir el relato le invito a que conozca la curiosa descripción que se hacía de ellos al enjuiciarlos, sirviendo este ejemplo para ilustrar lo que le comento…y para que, con él, de usted por concluido este relato acerca del lado oscuro de Manzanares en aquellos tiempos…. 

“En tanto se celebraba la "fiesta de toros", que incluso algunos presenciaban "desde el tejado" de la iglesia y los corredores altos, como el llamado de don Miguel, Bartolomé Sánchez Mora,. los hermanos Bartolomé y Gonzalo López y otros más se extralimitaron de palabra y obra cerca de la carnicería contra MigueI García, al que previamente habían desarmado. Le llamaban bellaco, fullero, ladrón y otros calificativos afrentosos, a la par que le propinaban muchos golpes con estoques y espadas desnudas mientras intentaba huir en dirección al ayuntamiento. Anteriormente había tenido altercados con ellos: entre él y Alfonso García Alférez hubo "pesadumbre con mucha cólera y llegado a las manos "y tanto él como Miguel Martínez a punto estuvieron de herirse con las espadas cierto día "en el juego de la bola" -que consistía en tirar una bola de hierro a pie quieto o a la carrera y en el cual ganaba el jugador que al fin de la partida había pasado con su bola más adelante-, no en balde el juego era causa de mayor número de víctimas que el alcohol; Juan García Serrano, hombre "de baja calidad" casado con una esclava, era "enemigo capital suyo" por no haberle prestado en una ocasión determinada cuantía de dinero, igualmente Alfonso Roncero, individuo dado al vino que pedía limosna de puerta en puerta, y Diego del Castillo.Poco después hizo su aparición Diego Díaz Madroñero, amigo de García, quien sujetando a Gonzalo López por los brazos permitió que áquel le clavase una daga por detrás en el costado derecho causándole la muerte en el acto. Cuando iba a ser detenido por el alcalde ordinario Juan Hidalgo, el autor del crimen, Miguel García, le hirió gravemente en una mano, de manera que "le corto cuero y carne y salió mucha sangre" dándose ambos enseguida a la fuga. Bernabé Montescuro, fiscal llegado a Manzanares para resolver este caso, les imputó un homicidio atroz "pospuesto el temor de Dios y dé la Justicia Real"…