¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 11 de julio de 2021

307. RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: DOMINACION LIMITADA…..Y LIBERTAD!!

 Un tiempo de libertad breve, menor a seis meses, como ya comentamos en la anterior crónica, iba a dar paso al último, y afortunadamente más breve aún, último tiempo de ocupación francesa de Manzanares, que será el objeto del relato que voy a narrarle enseguida, comenta D. Cosme, como introducción. 

Pero antes de entrar de lleno en como fue ese último periodo de ocupación gala, me pareció conveniente, sigue D. Cosme, recordar lo poco que quedó escrito del medio año previo de libertad que consideramos en crónica previa. Solo lo que escribieron algunos de nuestros clérigos en el “Manuscrito de la Merced”, dio alguna base para referirnos, con cierta fidelidad y rigor histórico, a ese breve tiempo de libertad. Por eso, sigue D. Cosme, le ruego que incluya usted. ahora, querido reportero, al comienzo de este relato, los párrafos del citado manuscrito que dan cuenta de esa corta etapa de libertad…Ni siquiera en ellos se habla de sucesos acaecidos en el interior de la villa, excepto la cita expresa de la fecha en que Manzanares juró la Constitución Española, proclamada en Cádiz meses antes.. y la amenaza de una supuesta llegada, ese mismo día, del mariscal Soult y el rey intruso a Manzanares, que no se concretaría. Al respecto de ese tiempo de libertad,.. dice esto el manuscrito:

Libre la provincia de enemigos, por el mes de Agosto, se hizo la publicación de la abolida constitución como en todos los pueblos del Reino, cuando el Mariscal Soult se retiraba de Andalucía y amenazaba pasar por esta población, y al mismo tiempo que el rey intruso retirándose por Valencia se hallaba a diez leguas con su ejército, y teniendo noticias de que venían en el mismo tiempo que se hacia la ceremonia, que fue el 15 del mismo mes”.

Inmediatamente, continua D. Cosme, en ese mismo manuscrito, nuestros curas, dan fé escrita de la nueva y última ocupación francesa de la Provincia de La Mancha, de la fecha de entrada de los galos en Manzanares, quienes fueron, quien los mandaba… así como una pequeña descripción de las tropelías y desmanes que nos hicieron...citando también la fecha en que marcharon, definitivamente, de Manzanares. Esto escribieron:

“Ocupada la provincia por última vez en 12 de Diciembre de 1812 hasta 6 de marzo de 1813, por el ejército del Mariscal Soult, tocó a Manzanares la vanguardia de caballería al mando del Comandante Vinot y sufrió también el último azote en que agotaron toda suerte de molestias y exacciones tanto en general como en particular.”

Como ve usted, querido plumilla, el Manuscrito confirma la fecha del 12 de diciembre de 1812 como la de la entrada de los franceses en Manzanares, al mando del barón-comandante Vinot.... y cifra el 6 de Marzo de 1813 como la de su salida definitiva de nuestro pueblo, aunque parece más fidedigna la fecha de 12 de Marzo... Se refieren brevemente a los habituales desmanes que solían cometer los franceses, a su paso, por algunas de las casas de cada pueblo en el que entraban...pero, en este caso, no debieron ser muy importante en destrozos y, por supuesto, no existió ninguna pérdida humana...

De los tres meses que permanecieron los galos en Manzanares, hay poco más referido en los escritos franceses y españoles... pero si se conocieron algunas cosas bastante significativas que ya le cuento, prosigue D. Cosme... Empezaré por comentarle el primer encuentro entre Vinot y las autoridades del pueblo. Imprevista, como fue, la llegada de los galos a nuestra villa, lo más probable es que fuera el propio Vinot, tras ocupar el castillo, quien se dirigiese, escoltado por unos cuantos soldados de caballería, al Consistorio de Manzanares para entrevistarse con nuestras autoridades, y notificarles cuales eran sus instrucciones y la disposición con la que llegaba.. Los desmanes que habían cometido algunos de sus soldados a la entrada al pueblo, habían puesto en preocupación, y de nuevo en guardia, a todo nuestro Ayuntamiento y, por supuesto, también al líder natural de Manzanares durante aquel periodo de guerra, el párroco de la villa, Frey Sotomayor.. Párroco, alcalde y ediles, recibieron con rostros circunspectos y la frialdad propia de la situación, al nuevo mandamás francés. Tras las presentaciones de rigor…continua D. Cosme, y, sabiendo como actuó Frey Sotomayor en situaciones similares previas, es muy probable que, en ese mismo encuentro, nuestro Pastor pusiera en antecedentes a Vinot acerca de la relación del pueblo, y la suya personal, con los dirigentes franceses que le habían precedido como máximas autoridades galas de la villa…Seguramente, explicó a Vinot los pactos de no agresión mutua, comprometidos por él con los generales Liger Belair y Sebastiani… a sabiendas que el comandante francés conocía perfectamente estos nombres, tanto por su gran prestigio, como por haber sido superiores suyos en las campañas de Andalucía… 

                                                                     Mariscal Nicolas_Jean_de_Dieu_Soult

D. Pedro, terminaría su alegato, como siempre hizo en estos trances, diciendo, más o menos, los siguiente, que:“Manzanares, sus autoridades y sus gentes, esperaban el mantenimientos de esos acuerdos, que tan beneficiosos habían sido para la convivencia y las vidas de unos y otros en el interior de nuestro pueblo…y que, por consiguiente, esperaban también que esos incidentes a la llegada de su tropa a Manzanares, no se produjeran en el futuro”. Con sorpresa para nuestras autoridades, y alguna incredulidad, porque negarlo, sigue D. Cosme, Vinot se dirigió a los presentes, haciendo ver que “conocía bien el comportamiento de Manzanares en los años de guerra, dando a entender que sabía de los pactos mutuos de no agresión… y que, precisamente, por eso, no solo respetaría esos pactos, si no que, él, se iba a limitar al control militar de la villa y accesos, dejando todo el poder civil y administrativo en manos del Ayuntamiento”….Las caras de sorpresa, comenta D. Cosme, debieron ser generales entre los paisanos allí presentes, Vinot y, por ende, Francia nos dominaban de nuevo, sí, pero esta vez de manera limitada, tal como me permití sugerirle titulase usted la crónica…. Sotomayor, perspicaz como era, enseguida interpretó lo dicho por Vinot como una muestra de debilidad francesa en La Mancha… En los meses previos de libertad, por su cargo en la Orden Calatrava, sigue D. Cosme, D. Pedro había viajado mucho por la zona y conocía perfectamente la situación; casi no había ningún contingente galo estable por las villas próximas. De hecho, por entonces, en Calatrava, los franceses solo estaban asentados con número significativo de efectivos en Manzanares. Eso lo tenía muy claro D. Pedro, que intuyó, desde el principio de esta nueva ocupación, que no duraría mucho tiempo, y que, posiblemente, tal como se iba conociendo evolucionaba la guerra a favor de los intereses españoles, sería la última… Con esa esperanza. D. Pedro hizo replicar entre sus feligreses, y por las casas del pueblo, las mismas estrategias de situaciones previas de ocupación. Un mensaje insistente en homilías y tertulias… “nada de provocaciones, ni enfrentamientos innecesarios con los gabachos en el pueblo… nada de “fidelísima villa” en los membretes de los documentos, etc…. y, por la otra parte, aseveración continuada y machacona, de Sotomayor, y resto de autoridades, a Vinot… que nuestro paisanaje, tal como había venido actuando durante toda la guerra, “no tocaría un pelo” a ninguno de sus militares mientras estuvieran en suelo manzagato…

Afortunadamente, manteniendo hasta el final este acuerdo, no se produjeron incidentes, aunque, eso si, Manzanares, en aquel tiempo, y al ser la villa calatrava con mayor contingente francés, resultó mucho más esquilmada que las aldeas vecinas; entre contribuciones dinerarias, víveres, enseres, ganado y mulas, los gabachos “nos dejaron a dos velas”, rie D. Cosme. A fecha 19 de Enero de 1813, se tasaron en 151.800 reales las requisas de los ocupantes en su primer mes de estancia en Manzanares…y, más o menos el doble de esa cifra, nos debieron costar los dos meses más que estuvieron de “convecinos” entre nosotros…. Vinot, y su menguada tropa, en esos tres meses de ocupación de Manzanares, mantuvo algunas escaramuzas en la región con alguna que otra tropa española, cuando estas se acercaban a nuestro pueblo, o a otros enclaves importantes de comunicación con el norte o el levante, lugares donde estaba el núcleo francés del rey intruso.

La cosa, inicia D. Cosme el epílogo de esta crónica, aparentemente estaba sostenida, cuando, ignorantes en Manzanares de lo que se “cocía” en las altas esferas, a mediados de febrero de 1813, se produce un hecho que resultó decisivo para nuestra liberación definitiva,.. Napoleón, que tenía en gran estima la capacidad militar del mariscal Soult, reclamó de sus servicios para las campañas abiertas de su ejército imperial por toda Europa y Rusia. En consecuencia con esa orden, los militares galos que Soult tenía en La Mancha, comenzaron a retirarse hacia el norte, saliendo, y para siempre, Vinot y su tropa, de Manzanares el día 12 de Marzo de 1813… MANZANARES LIBRE!!....por fin!!... concluye exultante D. Cosme este relato liberador….

 

 

306). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: POR UBICACIÓN…RIESGO DE OCUPACION.

Manzanares, querido plumilla, me dice D. Cosme al inicio del relato, estaba liberado al comienzo del segundo semestre de 1812, y controlado por tropas regulares del ejército español…pero la guerra, a pesar del buen rumbo adquirido para los intereses españoles, continuaba, al norte, al sur, al este y al oeste de Manzanares….

Rodeados por diferentes incidentes, permanecíamos en el centro de la vorágine propia de una conflicto bélico.. y La Mancha, con un área muy extensa y poco poblada, seguía siendo un territorio de tránsito, por lo que las tropas que lo controlaban, francesas o españolas, siempre eran escasas, y muchas veces se las requería, con cierta premura, para ayudar en territorios donde se daban más batallas, dejando desguarnecidas las villas en que se asentaban… y, para mayor peligro, disponíamos de un buen castillo y sobre nuestro solar se encontraba una encrucijada de caminos importantes… estábamos, pues, en permanente riesgo de una nueva ocupación por el enemigo francés, en cualquier movimiento importante de sus tropas, ya que los galos siempre reconocieron a Manzanares entre las poblaciones más estratégicas de España, y la que más en La Mancha…y eso fue lo que terminaría ocurriendo, por desgracia para nosotros, antes de acabar el año 1812... 

Y lo que hoy vamos a contar en esta crónica, aparte de cómo vivió Manzanares y sus gentes por aquel tiempo de inestable libertad, serán algunos de los aconteceres bélicos que terminarían por propiciar, eso, una nueva ocupación de Manzanares por los gabachos, que duraría unos 3 meses …y que, eso si, para tranquilidad de sus lectores, concluye D. Cosme su prólogo a esta crónica, sería la última antes de la liberación definitiva de Manzanares. 

Empezando por la consideración de esos avatares bélicos, el primero de ellos, data de un mes después de la liberación de Manzanares, sigue D. Cosme, y fue el que ocurrió tras la gran derrota francesa en la batalla de Arapiles, muy cerquita de Salamanca, el día 22 de julio de 1812, que motivó una de las más graves crisis francesas en aquella guerra. El rey, Jose I, y toda su corte, viéndose peligrar, abandonaron Madrid el 10 de Agosto.., y, en la zozobra del momento, unos días antes, el 29 de Julio, Jose I ordenó al mariscal Soult que acudiese en su ayuda, abandonando el asedio de Cádiz y evacuando el resto de provincias andaluzas… Eso fue el epílogo, antes del punto y final fracasado... del que fue, inicialmente, un paseo militar por La Mancha y Andalucía, a comienzos de 1810... pero, a efectos de lo que supuso eso para Manzanares, y para el desarrollo del relato, el citado movimiento de tropas galas, sigue D. Cosme, le diré ya que, Soult, asumiendo el encargo del Rey, volvió a atravesar La Mancha, ocupando de nuevo diversos lugares… y, Manzanares, por su ubicación en ella y por su castillo, volvió a estar en claro riesgo de convivencia no deseada con el gabacho,... ríe, fuerte, D. Cosme, su propia ocurrencia. 


José I, Bonaparte.


El centro de España, sigue, se convirtió de nuevo en un sinfín de idas y venidas de los ejércitos francés y español, con retornos y salidas de Madrid del Rey intruso, llegándose a las fechas del 14 y 15 de Noviembre, en que tuvo lugar otra batalla en tierras salmantinas que, esta vez, se tradujo en una derrota de la coalición anglo-española, cuyas tropas, se retiraron a Portugal, dando un resuello a los franceses, que vieron la oportunidad de reocupar Madrid, Toledo y la provincia de La Mancha… De eso, el pensar en Manzanares como lugar a recuperar, por su ubicación privilegiada y su castillo, seguramente fue inmediato en el mando militar francés. En Manzanares, mientras tanto, cambia de tercio D. Cosme, en Noviembre de 1812, aunque no del todo ajenos a lo que ocurría “por fuera”, la gente disfrutaba todavía de su status de pueblo recién liberado, sin suponer lo que estaba a punto de ocurrir, porque el curso general que habían tomado las cosas de la guerra en los últimos meses, a favor de España, había instalado en el ánimo de sus gentes un optimismo, quizás desmesurado, sobre el futuro;, al menos, sobre el porvenir a corto plazo….lo que se vería muy pronto. 

Como le decía, querido plumilla, un Noviembre normal de villa manchega autónoma se vivía en Manzanares… la gente seguía las rutinas habituales del pueblo cada día… el mercado en la Plaza por las mañanas, las actividades de oficina en el ayuntamiento, escribanías, juzgado, pósito, etc… y también estaban bastante activos : comercios, tiendas, herrerías y algunas de las posadas rehabilitadas, tras los destrozos sufridos tiempo atrás… y cada vez más gente salía a los campos cercanos de la encomienda al laboreo de la tierra e, incluso, jóvenes del pueblo pidieron alistarse al ejército español. En fin, vida que se normalizaba, al aire de lo español y de lo propiamente manzagato y, mezclada con ella, algún que otro acontecimiento de mayor enjundia, como el que supuso el 6 de noviembre, la muerte, muy joven, del segundo conde de Casa Valiente, Don Pedro José Pérez Valiente, el aristócrata más significado de la villa, junto al marqués de Salinas, pero personaje de mucha mejor catadura moral que el arribista y vividor D. Agatino. Además, contrario al afrancesamiento interesado del marqués, D. Pedro José era teniente coronel retirado de los reales ejércitos, por lo que sus funerales y entierro, presididos por D. Pedro Alvarez de Sotomayor, fueron actos muy significados y concurridos en la villa, y de gran pompa militar, rindiéndole honores la guarnición de Manzanares y algunos otros militares de rango, que conocían al conde y llegaron al pueblo para la triste ocasión de su muerte con solo 33 años… El cadáver fue llevado a la parroquia para el funeral… y al cementerio de la Virgen de Gracia para su entierro..., en andas de cuatro coroneles. Durante ambos trayectos, la tropa rindió honores y dio salvas de ordenanza. Según dejo escrito su hermana Rafaela, D. Pedro José ”era muy robusto, pero cayó enfermo y los médicos le hicieron tomar porción de libras de quinina para curarlo lo que, a juicio de muchos, aceleró su muerte”… y se cuenta, como hecho curioso, y que está documentado… que, en su agonía, el conde pidió a Sotomayor, cuando le auxiliaba espiritualmente, que hiciese venir a Manzanares al Padre Domingo, de La Solana, para pedirle perdón por haberse opuesto, en su momento, a la petición y voluntad de su hermana Rafaela de profesar en un convento... hecho del que, D. Pedro José, estaba muy arrepentido, por lo que hizo mandar cartas, mostrando ese sentimiento, “para poder morir en paz”, a su hermana Rafaela y a la abadesa del convento de Sisante, donde estaba recluida… “encomendándose a sus oraciones”

Frey D. Pedro Alvarez de Sotomayor.

 Tras recibir el santo viático, sigue D. Cosme, resignado a la divina voluntad, expiró, diciendo …“Nunc dimittis…. Así las cosas en Manzanares, prosigue D. Cosme, el ejército francés, al mando del mariscal Soult, iba afianzando sus posiciones por todo el centro peninsular en la segunda mitad de Noviembre de 1812... Fueron ocupando, día a día, Toledo y la Provincia de La Mancha, llamando la atención, eso si, los pocos efectivos que dejaban en cada guarnición, lo que indicaba que no les sobraban en absoluto, y que su intención era, seguramente, y solo, dar cobertura a la capital, Madrid, ante la eventualidad de ataques o avances de tropas regulares españolas desde el sur, Extremadura o Levante. En ese estado de cosas, el día 12 de diciembre de 1812, una vanguardia de caballería gala, mandada por el comandante barón de Vinot, irrumpió en Manzanares, y se instaló en el castillo, manifestando a las autoridades de la villa que habían llegado para quedarse…

El tiempo de una nueva ocupación francesa de Manzanares se iniciaba en aquellos momentos... pero hablar de ese nuevo tiempo de subyugamiento, y de cómo se desarrollaron los tres meses que duró… antes de la nueva y definitiva liberación de Manzanares, no será objeto de esta crónica… pues mi pretensión para ella quedaba limitada, justamente, a describir la vida de Manzanares en el tiempo inmediato a la fecha de esa última ocupación gala… y a referir las razones del por qué, y el cómo, se produjo la misma... Dejando, para la siguiente, la narración de ese último tiempo de dominación francesa de la insigne villa de Manzanares de La Mancha …