¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 30 de mayo de 2018

160). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA ENCOMIENDA ILUSTRADA; ECONOMIA Y CASTILLO..

La evolución de la Encomienda de Manzanares, y de su sede central, el castillo, durante el Siglo XVIII -comienza Don Cosme este nuevo relato- se puede analizar, mi querido reportero, desde diferentes aspectos, que incluyen: los exclusivamente financieros, o los que afectaron a la estructura, funciones y configuración del Castillo, o a la de los propios terrenos de la encomienda, asi como, también, a su distinta forma de administración en la era borbónica, con relación a la tradicional calatrava…De todas estas cuestiones, y de todo ese proceso de cambios, que se sucedieron a lo largo del Siglo XVIII, incluyendo algunas de sus curiosidades.... le propongo hablemos ahora… 
Naturalmente, quien esto escribe, asiente, sin rechistar, a Don Cosme,… pues, a bien seguro, que habrá de resultar interesante para el conocimiento de la historia de Manzanares…. Así pues, y sin más dilación, D. Cosme comienza recordando que la última valoración financiera de nuestra Encomienda, en aquel siglo de penurias que fue el XVII, y ya en el seno de la crisis global del Reyno, databa del año 1630….En ella, nuestro territorio quedó tasado en la cifra de 2.437.500 maravedies, muy alejados de los 6.000.000, en los que habíamos sido valorados, como la más rica encomienda de las de Calatrava, en 1616, tan solo 14 años antes, y cuando todavía Manzanares no había entrado en la crisis que vivió el Reino de España durante aquella centuria… Pero, sigue D. Cosme, lo peor para nuestro pueblo y, por ende, para nuestra encomienda estaba por llegar,... hasta concluir, dramáticamente, en aquella década trágica, vivida en Manzanares entre los años 1674 a 1684,.. tiempo de miseria extrema, donde poco rendimiento pudo atribuirse a la Encomienda… tan poco, que ni siquiera se tasó… En los últimos años del XVII, la villa de Manzanares inicio una recuperación sostenida y, comparativamente, mayor y más rápida que la observada en muchas otras villas circundantes... probablemente por la actuación determinada que siempre caracterizó a nuestra gente –apostilla con orgullo D. Cosme- ... 

De ese modo, en 1712, al inicio de la comendaturía de Don Iñigo de la Cruz, Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, -sigue D. Cosme- los visitadores de la Orden Calatrava tasan el valor de nuestra encomienda en 2.698.878 maravedíes.. es decir, ligeramente superior a la llevada a cabo en 1630, al comienzo de la crisis…Quedaba clara, pues, la recuperación económica de la encomienda… Esto se fortaleció todavía más en años venideros, cuando una sucesión de buenas cosechas, junto al emprendimiento y la buena disposición hacia nuestro pueblo y sus gentes, por parte del Comendador, D. Iñigo de la Cruz, militar y Grande de España,.. quien tomó tal cariño a nuestro pueblo que, a pesar de sus muchas propiedades en otras partes del Reino, estableció su residencia en Manzanares, donde potenció muchísimo todas sus posibilidades… Por ej, mejorando las infraestructuras de la sierra de Siles, donde concretó una pequeña “urbanización”, para que varias personas se encargaran “in situ” de la explotación y administración de todo esa rica área,… cuyo rendimiento –sigue comentando D. Cosme- “creció como la espuma” desde entonces.. Además, rehabilitó la ermita del lugar…. y lo convirtió en sitio muy popular y visitado, como centro de fiestas locales y de romerías,… Muy aficionado a los toros, hizo instalar en la explanada un pequeño coso, donde eran frecuentes los festejos y juegos taurinos. 


Durante su comendaturía, rehabilitó el castillo, ya que, en los primeros años del XVIII, cuando la Guerra de Sucesión, estuvo ocupado por la tropa del Regimiento de Don Antonio de Amézaga, quien utilizó nuestra fortaleza, situada muy en la retaguardia del frente, como “cuartel de invierno”,.. tiempo en que se parapetaron las cuatro esquinas del castillo y su Torre de Homenaje….readquiriendo el conjunto un aspecto más militar, aunque siguió siendo, en su funcionalidad, más Casa de Encomienda que Fuerte.. Como curiosidad, la fortaleza de Manzanares, tenía entonces un sistema de correo con palomas mensajeras… Por lo demás, su actividad administrativa y recaudatoria, continúo realizándose como antes de la guerra,.. en el propio Castillo y la Casa de la Tercia…. Don Iñigo, remozó muchos otros centros vitales del pueblo, como la Plaza Mayor... donde, aprovechando unos años de bonanza y buenas cosechas, y su afición a la fiesta, tuvo la idea de crear una Feria de carácter anual, en la semana de Agosto que incluyera el día 15, festividad de la patrona de la villa, Virgen de la Altagracia y de la Asunción. Esta idea cristalizó en la primera Feria de Manzanares, celebrada en 1723, con una gran éxito de público local y regional, que ese año, y sucesivos, popularizó a nuestra villa y a los productos derivados de la explotación de nuestra encomienda, que se exponían en los distintos puestos instalados en la Plaza durante las Feria...

Todo esto, año tras año, y como va dicho, prosigue D. Cosme, contribuiría mucho a la demanda de nuestros productos y, como consecuencia, a un rendimiento creciente en los beneficios obtenidos por la encomienda de Manzanares.. que, al llegar la etapa borbónica del Infante Felipe, alcanzaba un valos de 3.264.000 maravedíes… Pero –continúa D. Cosme- con la llegada de los borbones, y por las circunstancias particulares del infante Felipe, consideradas en una anterior crónica, en el año 1739, la encomienda empieza a ser dirigida de acuerdo al sistema de gobierno de la Orden Militar de San Juan, a cuyos hábitos pertenecía el citado infante Felipe… Según esas curiosas normas, que vale la pena conocer, sigue D. Cosme, el Administrador no tenia potestad para hacer obras en los edificios de la encomienda, teniendo que dar cuenta de cualquiera de ellas al Administrador General de su Orden en Consuegra…Éste, ordenó que los cuartos del castillo debían repartirse equitativamente entre los dos gestores (Administrador y Mayordomo de Frutos)…y si, fuera preciso, que se dividiesen en partes iguales algunas habitaciones,.. para equiparar los espacios de la Casa de Encomienda,.. Todo ello, y las obras necesarias, siempre debían ser supervisadas desde Consuegra… Ambos administradores, hacían uso común de los pajares, caballerizas, corrales, bodegas, pozos y la pila abrevadero del patio donde bebian los animales… La nueva configuración creó, además, una pieza especial, un cuarto que guardaba un arca de dos llaves,… una de las cuales quedaba en poder del Administrador…y la otra del Mayordomo…En este cuarto, llamado Contaduría, se especificaba, en concreto que: “…la escalera secreta que ay para los quartos baxos, se condenará, clavando la puerta que está en el suelo superior, y la del inferior si la huviere, y en su defecto se cerrará con un tabique sencillo de ladrillo”...
Casa de la Tercia.

El Administrador, Manuel de Vivanco, debía enviar el dinero de la encomienda, cada dos meses, hasta Consuegra para su custodia, por el argumento sanjuanista, hacía los dueños de la Casa Real, que esta medida se tomaba porque llevar el dinero hasta Madrid era muy arriesgado, por los peligros del camino….En 1740., el Administrador Vivanco y el Mayordomo de Frutos Alonso Gallo, tomaron posesión de las dos llaves del arca…. que:“..se puso en la misma pieza de Contaduría por ser la mas cómoda, y segura una arca grande fuerte de pino barreteada con sus cantoneras de yerro claveteada y con dos llaves”… Sabemos, por referencias rayanas en la leyenda, que en 1737, existía un “tesoro” encerrado en esta caja fuerte…Luego llegaron las evidencias y rumores continuos de corrupción interna… y, en 1757, por ese motivo, se llevo a cabo una inspección por sorpresa del Castillo, para comprobar si existían irregularidades en las cuentas...Hemos sabido –sigue D. Cosme- que en el propio castillo se produjo una fuerte discusión a gritos, por que el Administrador General de la Encomienda, Joseph Santos Carretero, Caballero de la Orden de San Juan, pretendió ocultar documentos a los inspectores….La “Junta de Ministros”, buscaba unos “legajos” sobre las cuentas del arca, en base a un inventario concreto, que el Administrador no había seguido, por que hubiera dejado a la vista sus tejemanejes y corruptelas... En las cámaras, bodega, oficinas, caballerizas, silos, cuevas y graneros del castillo se colocaron cerrojos para mayor seguridad del vino, vinagre, aceite, granos y demás frutos de la encomienda. Las llaves de estos últimos cuartos, quedaban en manos del Mayordomo de Frutos… Debido a la corrupción , el dinero dejo de guardarse en el castillo en 1763, momento en que se tomo la decisión de llevar todos los caudales de la mayordomía de Manzanares a la Tesorería General de Consuegra...Toda esta corrupción, y la detracción completa de los productos de Manzanares a Consuegra, afectó el rendimiento de la encomienda, algo que favoreció, además, el absentismo y falta de control de la Casa Real Borbónica… En todo este proceso, seguramente influyo también, el natural recelo de la nobleza calatrava de la villa, al comprobar como gran parte de sus logros, “desaparecían” de Manzanares casi de inmediato...

Al morir el Infante D. Felipe, en 1766, y según ancestral costumbre, se entregaron en las oficinas del castillo, durante tres o cuatro días,… 50 fanegas de trigo y 25 de centeno a los pobres de la villa, en forma de pan cocido. También se llevó a los impedidos a su propia casa parte de estos productos… Esta forma de patrocinio sobre la población era propia de los comendadores.. tanto en vida, (obligados por sus propias reglas), como al morir (por temor de Dios)… A los donativos a los pobres se añadían: obras pías, objetos para la iglesia o las ermitas, y otras obras de mecenazgo.. 
A pesar de todo ello, la prosperidad de nuestra encomienda siguió siendo provervial, y cuando se cuantificaron y “salieron a la luz” todas las propiedades, campos y haciendas de Manzanares, en base a los datos extraídos del Catastro de la Ensenada, realizado a principios de la segunda mitad del XVIII, se pudo comprobar la magnificencia de su valor real… pero, eso, querido amigo, será objeto de otros análisis y crónicas, que esta ya fue de bastante para los logros que en ella se pretendían….

martes, 29 de mayo de 2018

159). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA ENCOMIENDA BORBONICA.

Al no haber tenido hijos varones D. Iñigo de la Cruz, comienza así Don Cosme este relato, el Condado de Aguilar perdió el beneficio hereditario de la encomienda de Manzanares,… pues aunque el Señor de los Cameros tenía una hija, ésta, de acuerdo a las normas internas de las Orden de Calatrava, por el hecho de ser mujer, no podía ser caballero de la misma… 

Y, si bien, la citada hija, y su marido, reclamarían ese derecho, este no les fue reconocido nunca por la Casa Real Borbónica,… que decidió, en 1733, cuando D. Iñigo “entregó la pelleja”,.. y tal como, por otra parte, siguió como norma general en todas las encomiendas, tomar para sí los pingues beneficios de la nuestra…. El Rey Felipe V -sigue- aprovechó esta la falta de descendencia varonil del Señor de los Cameros, y otorgó los derechos de nuestra encomienda a su hijo, el Infante Don Felipe de Borbón… iniciándose, así, ni más mi menos que con el que estaba llamado a ser el siguiente Rey de España, el infante Felipe, las sucesivas comendaturias borbónicas de nuestra encomienda… lo que ponía de manifiesto, enfatiza Don Cosme, la importancia y la enjundía que el propio Rey Felipe V atribuía a la rica encomienda de Manzanares… 

Este otorgamiento al Infante Felipe de Borbón estaba, en principio, difícultado por las mismas tradiciones y normativas de las órdenes religiosas y del propio reino, que habían hecho imposible la transmisión de la encomienda de Manzanares para el condado de Aguilar…..y eso era, así, continúa D. Cosme, por que el infante Felipe no era Caballero de la Orden de Calatrava, sino de la de San Juan de Jerusalén de los Reinos de Castilla y León… y, no tenía, por tanto, el hábito de la Orden Calatrava, algo imprescindible, hasta ese momento, para tener los derechos de cualquiera de sus encomiendas… Esta falta de legitimidad de origen, sin embargo, y como resulta lógico de entender, dice con sorna D. Cosme, no fue suficiente frente al poder del Rey y la fuerza del dinero.... y las mismas normas que hicieron imposible una herencia, no fueron impedimento para que la mejor encomienda de las de calatrava, la nuestra de Manzanares (valorada, por entonces, en unos 6.000 escudos), quedase, por Real Decreto, transformada en una mayordomía de la Orden de San Juan ...Este arbitrio, además, sigue con su sorna D. Cosme, quedó “bendecido” por el Papa de Roma, con una dispensa, que posibilitaba que las rentas y la sede de la encomienda de Manzanares, fueran disfrutadas por el Serenísimo Infante de España D. Felipe...lo que, a buen seguro, sigue socarrón Don Cosme, iría asociado a generosas dávidas de la Casa Real para la Santa Sede, que no suele “dar puntadas sin hilo”…ni en cosas divinas, ni en cosas terrenales,.. apostilla, cada vez más sonriente y malévolo, Don Cosme, para terminar esta parte de su diserto. En realidad, Felipe V, prosigue D. Cosme, había planificado la vinculación a la Corte de nuestra encomienda de Manzanares bastante tiempo atrás…y lo había hecho de manera secreta, mediante un pacto entre las Ordenes de Santiago, Calatrava y Alcántara, llevado a cabo en 1723, que garantizaba el control directo de la Casa Real sobre cualquier condominio de las Ordenes militares. En el caso concreto de nuestro pueblo, eso ocurrió cuando aún le quedaban diez años en su puesto al último Comendador calatravo de Manzanares, D. Iñigo Manrique de Lara, Conde de Aguilar, quien, ese año de 1723, vivía muy tranquilo y feliz en nuestra villa, organizando las primeras Ferias y Fiestas de Manzanares, sin sospechar absolutamente nada del citado pacto entre Rey y Ordenes… 
Felipe V. Rey de España


El Infante de España, D. Felipe de Borbón, quedó, así, inmediatamente a la muerte de D. Iñigo, nombrado, de manera vitalicia, Comendador de Manzanares… extendiendo su mandato entre los años de 1733 a 1766, tiempo en que se llevó a término en todo el Reino de España, el famoso Catastro de la Ensenada, que serviría entre otras cosas para que, en Manzanares, el citado infante Felipe tuviera la información necesaria acerca de nuestra encomienda, y así poder cobrar hasta el último maravedie impositivo a nuestro paisanaje… en definitiva, lo único que verdaderamente importaba a la Casa Real con respecto al control de sus condominios, comenta con sorna y retranca D. Cosme… 

El nuevo método de administración sanjuanista de nuestra encomienda, aprobado por el Consejo de S. M,,continúa Don Cosme, merece una consideración específica por sus características y su corrupción… Fue, en la práctica, un autentico desastre… pues, aparte de condicionar una serie de curiosas modificaciones, arreglos y costumbres, de escasa o nula utilidad y relevancia, en el Castillo de Manzanares, que tendré ocasión de referirle en relatos sucesivos… motivó una, no menos numerosa, colección de sucesivos incidentes, desacuerdos y conflictos, entre los diferentes gestores encargados de los menesteres administrativos, que convivían en un ambiente de mutuas desconfianzas y recelos, por que se conocían bien entre sí,.. y sabían, unos de otros, de las múltiples y numerosas corruptelas en que estaban inmersos…Los nuevos regidores sanjuanistas, y sus normas, fueron acogidos con recelo por la antigua nobleza calatrava de la villa, que, orgullosa como era, observaba con bastante desdén lo que consideraba un intrusismo y un expolio personal a la Orden de Calatrava, por más que el cambio estuviese bendecido por la Corte…

En realidad, lo único que importaba a la Casa Real, como va dicho, era cobrar los impuestos y los diezmos derivados de la producción de tierras y ganados, y no entraba en ninguna de esas cuitas o consideraciones.. que, a la postre, terminarían por influir en el rendimiento final de la encomienda,… pues, en ese contexto de corrupción administrativa y dineraria de los gestores, el menor emprendimiento de la agraviada nobleza calatrava residente en la villa y, todo ello, agravado por el desinteres y falta de control en todos los asuntos financieros de la encomienda, por parte del propio Infante Felipe y sus ayudantes, no resulta nada extraño suponer que las rentas que llegaban a la Casa Real Borbónica, desde nuestra encomienda, no alcanzasen las expectativas generadas, en base al éxito de otras épocas…. Además, y al tiempo, –sigue D. Cosme- la Orden de San Juan no estaba conforme con que los nuevos y pingues beneficios, que podrían derivarse de las tributaciones de la rica encomienda manzagata, recalasen directamente en la Corte… De modo que, con la excusa, en gran medida verdad, del enorme peligro que suponía “recorrer con muchos dineros” el camino entre Manzanares y la Corte de Madrid, (que estaba, por entonces, infectado de ladrones y malhechores), los rectores sanjuanistas enviaron a la Corte la siguiente petición, literal:
Infante Felipe de Borbón, Primer Comendador de Manzanares., hijo de Felipe V.

“Atendiendo que puede ser difícil o arriesgada la conducción del dinero que produgere la encomienda de Manzanares, tanto por la falta de comercio de aquella villa a esta Corte, quanto por los peligros del camino, ha parecido que todo el dinero que procediere de los frutos de la encomienda se lleve derechamente a la Thesorería de Consuegra”... La Corte fue sensible a esta observación, y la Orden se San Juan obtuvo de la Casa Real, en 1740, un privilegio, por el que todos los beneficios de la encomienda de Manzanares, recalarían, en primera instancia, en un punto intermedio de esa peligrosa ruta, concretamente en la sede central de la Orden Sanjuanista, el Castillo de Consuegra… Esto es, de ese modo y manera, el dinero de los borbones quedaba a custodia de la Orden de San Juan...y ya sabe usted bien aquel dicho, sigue con su retranca habitual D. Cosme, de:.. “es más probable que se puedan “perder” monedas en sitios donde hay dineros, que en lugares donde solo hay telarañas”,…y, eso, resultaba mucho más fácil todavía, en el entorno de las múltiples corruptelas, propio de los administradores de aquellos tiempos…Lo cierto fue que, entre unas cosas y otras, como va de dicho, los rendimiento de nuestra encomienda se resintieron por todo ello –sigue D. Cosme-.. y, aunque, como también tendremos pronto ocasión de conocer, se mantuvieron bastante pujantes (sobre todo si se nos comparaba con otras encomiendas), seguramente no alcanzaron, durante este Siglo Ilustrado que estamos comentando, los rendimientos que se podrían haber logrado.. con una administración menos corrupta, más flexible, y menos centralizada, que hubiera facilitado el natural emprendimiento y la eficacia en los desempeños, que caracterizó siempre, en toda su historia, al paisanaje de Manzanares, apostilla, con énfasis, Don Cosme, para concluir esta parte de su relato...

Y, sigue Don Cosme,.el Infante D. Felipe moriría a finales de 1765, y sería recordado como “un príncipe bien inclinado, aplicado e ingenioso”,… pero, en Manzanares, no se pudieron ver ninguna de esas supuestas cualidades, pues muy poco pisó nuestro solar… Su hermanastro, Francisco Javier de Borbón y Sajonia, le sucedió, entre los años de 1766 a 1771… es decir, solo cinco años, pues este jovencito Borbón tuvo la desgracia de “entregar la pelleja” con solo 14 años de edad… Al tierno Infante, prosigue D. Cosme, le hubiera correspondido, como a sus antecesores, recaudar impuestos y administrar justicia, algo que… no solo por edad, sino también por costumbre, hubieran llevado a cabo otros administradores a su cargo, pero eso no era algo raro, ni tampoco el por que iba a ser recordado, no dio tiempo a nada de ello en su corto mandato….Fue recordado, desgraciadamente para él, por su prematura muerte, que constituyó un acontecimiento muy triste para todo el Reino, y también para Manzanares. 

El pequeño Comendador, continua D. Cosme, no llegó a vivir en el castillo, pero cuando vino a la villa a tomar posesión del cargo, al inicio de su mandato, la gente del pueblo acudió curiosa a ver como se comportaba en ese acto un niño de 9 años. Tomar posesión de la fortaleza era un acto muy solemne y teatral, que representaba la entrega al Comendador entrante de la “llave” de la encomienda,… algo que le facultaba para adquirir honor y rentas…Las puertas del castillo, se abrían y cerraban varías veces durante la ceremonia, en señal de toma de posesión…El niño que era D. Francisco Javier, impresionó a los presentes en el acto, por su porte de gala y su serena estampa, a pesar de su corta edad y la solemnidad del momento… La curiosidad de la gente, se tornó en admiración…. Era el hijo del Rey!!,… y lo estaba demostrando a los ojos de las gentes de la villa…Las campanas doblaron y tañeron a fiesta, sin imaginar que, en solo cinco años, sus tonos se tornarían en toque de difuntos...La muerte truncó una vida anunciada de grandes cosas, pero morir a esa edad, no era infrecuente entonces, basta mirar los listados de fallecidos en los Archivos parroquiales de cualquier villa, que no distinguían nobles de villanos… El último Borbón, al frente de la encomienda de Manzanares fue, D. Antonio Pascual de Borbón y Sajonia, que sucedió, a su muerte, al pequeño Francisco Javier y se mantuvo en el cargo hasta la Guerra de la Independencia, ya entrada la siguiente centuria... Y, continua D. Cosme, poco se puede decir de este ocioso personaje, nacido en Caserta, pues casí nunca pisó nuestros lares…y mucho menos tuvo interés por ellos….
Asi que, mi querido cronista, acabe usted aquí el relato… que ya fue suficiente para el empeño que tenía impuesto, que no era otro que el de hacerse una idea del discurrir admistrativo y general de la encomienda de la villa de Manzanares, bajo la égida de la corte borbónica en los dos tercios finales del Siglo XVIII….



158). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA ENCOMIENDA…. DE CALATRAVOS A BORBONES.


La Encomienda de Manzanares en el Siglo XVIII -comienza D. Cosme este relato-como muchas otras cosas de aquel tiempo, vivirá un proceso transicional, una vez que las Ordenes militares, entre ellas la Calatraveña, pierden influencia, a favor del centralismo estatal que promovió en el Reyno de España la dinastía borbónica desde la cuarta década del Siglo XVIII, Esto, sigue, motivaría un cambio sustancial en lo que representaba el poder central y su influencia en la evolución de las vidas y haciendas de los manzagatos. 

Ciertamente, los diezmos y los impuestos, seguirían marcando esa relación entre ciudadanos y poder central en la etapa borbónica, pero también fue verdad que esa centralización de la actividad económica, no fue buena para el desarrollo de una población tan activa y emprendedora como la de la villa de Manzanares. Y esto fue así porque, aun cuando los Comendadores calatravos no solían recalar mucho en el castillo y en la villa, al menos, solían mostrar más interes que los miembros de la Casa de Borbón que los sucedieron, en cuidar los intereses económicos de la encomienda ...que, al fin y a la postre, eran también los suyos….El ejemplo del II Marques de Velada, Don Gomez Davila y Toledo, Comendador de Manzanares a comienzos del XVII, y que ya hemos conocido en relatos precedentes, es claramente ilustrativo de lo que le digo.., D. Gomez Davila, hábil negociador, supo conjugar con inteligencia los intereses de los molineros y regantes de Manzanares y, a la par, obtener pingües beneficios para la Encomienda y para él mismo…. Esta conjunción de intereses, aunque también existía en la etapa borbónica, evidentemente, durante esos tiempos, no se cuidó demasiado, ya que los miembros de la Casa Real que regentaron la encomienda, lo hacían casi a título honorífico y, por tanto, no mostraban el mismo interés en los asuntos económicos que sus antecesores calatravos…. Y, sigue D. Cosme,… esto que le estoy comentando, se evidencia muy bien al valorar la trayectoria personal, y los resultados obtenidos para nuestro pueblo, de los dos últimos comendadores que tuvo Manzanares (sobre todo en el caso del último de ellos, D. Iñigo Manrique de Lara, Señor de los Cameros,.. cuando se compara con lo que sucedió, a partir de 1733, año en que nuestra encomienda de Manzanares empezó ya a ser regida directa, y sucesivamente, en lo que restaba de siglo por miembros de la Casa Borbónica. Entrando en esa evaluación, le comentaré –continua D. Cosme- que el último Comendador de Manzanares del Siglo XVII, Don Melchor de Guzmán Osorio Dávila Manrique de Zúñiga, VI Marqués de Velada, extendió su mandato en nuestra encomienda, entre los tiempos que median de 1692 a 1710;.. esto es, desde los años en que Manzanares inicío la recuperación de su funesta década trágica del último cuarto del Siglo XVII, hasta la parte final de la Guerra de Sucesión, al comienzo de la segunda década del Siglo XVIII…. Poco hay que decir de aquel tiempo, prosigue D. Cosme, porque poco nos legó la historia escrita (ya que el Reyno estaba ocupado en una guerra civil)…solo que Manzanares permaneció durante toda la citada Guerra de Sucesión en la retaguardia de los frentes de contienda, lo que le permitió a su Encomienda, en cierta medida, y a pesar de los enormes gastos que conllevan las guerras, mantener la incipiente recuperación económica y social, iniciada en la década final de aquel siglo XVII de penurias… Desde su llegada a la corona española, como va de dicho y sabido –continua D. Cosme- los borbones centralizaron la actividad del Estado, otorgándose a si mismos la propiedad y finanzas de las diferentes encomiendas del Reyno.. Con esa finalidad, justo al final de la Guerra, y antes que se pudieran repartir las diferentes encomiendas entre los miembros de la Casa Real, muchas de las citadas encomiendas fueron entregadas por el Rey Felipe V, a manera de premio y, a su vez, garantía de lealtad, a ilustres militares de su máxima confianza, que hubieran destacado en la citada contienda…La nuestra, la Encomienda de Manzanares, -sigue Don Cosme- le fue otorgada a uno de esos militares, …un personaje que terminó resultando de enorme relevancia para la historia de este gran pueblo... 

Le hablo de D. Íñigo de la Cruz Fernández Manrique de Lara… XI Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, quien se mantuvo al frente de nuestra encomienda, desde 1711 hasta 1733.. El Conde de Aguilar, como le he apuntado antes, continua D. Cosme, intervino de manera muy destacada en la Guerra de Sucesión, siendo Capitán de Guardias de Corps y Teniente General de los Ejércitos de Felipe V..y, por ello, este, le agradeció sus servicios, otorgándole la merced de la encomienda de Manzanares… algo a lo que, al parecer, se comprometío Felipe V con D. Iñigo, de manera confidencial y secreta, en el año de 1706, antes que hubiera finalizado el mandato del anterior Comendador, D. Melchor de Guzman, VI Marqués de Velada…El Conde de Aguilar, era sobrino de, D. Melchor de Guzmán.. y, por tanto, pertenecía también a la Orden de Calatrava…quizá eso, junto a su brillante trayectoria militar, fuese determinante para que Felipe V le otorgase la mejor encomienda de la Orden de Calatrava, que era, sin duda alguna, la de Manzanares, convirtiéndose, de esa forma, Don Iñigo, en el último Comendador de Manzanares que no fue miembro de la Casa de Borbón. A diferencia de la mayoría de sus predecesores en el cargo, el Señor de los Cameros instaló su residencia en Manzanares, pero no habitaba normalmente el Castillo, sino que lo hacía en su casa de la Calle Empedrada (hoy adornada en su esquina con el escudo heráldico del condado de Aguilar) o en otras casas que mandó construir en la Dehesa de Siles y en el paraje de Moratalaz…lugar, este último, donde, en las hoy desaparecidas..”Casas del Conde”, residío, habitualmente, Don Inigo de la Cruz y Manrique de Lara, la mayor parte del tiempo que permaneció al frente de nuestra encomienda de Manzanares… 



En una muestra más de su querencia por Manzanares, hizo que su hija, María Nicolasa Fernández Manrique de Lara Ramírez de Arellano, Marquesa de Ynojosa, se casase en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, en el año 1716, con Juan Chrisóstomo Fernández Manrique de Lara Carvajal Sande y Vivero, Señor de Galisteo y Conde de Montehermoso y Fuensaldaña, en una boda solemne y celebradísima que motivó la visita a nuestro pueblo de muchos miembros de la nobleza española de la época.. Don Iñigo, también financió y promovió, en el año 1724, un magnífico y precioso Retablo, dedicado al iniciador de la Orden Calatrava, San Raimundo de Fitero, que se colocó en febrero, de aquel año 1724, en el lado del crucero de la Parroquial que da a la Plaza Mayor… Este evento de la colocación del Retablo de San Raimundo -prosigue D. Cosme- se complementó con una fastuosa festividad, (integrada en un octavario religioso), por la que acudieron a Manzanares numerosas personalidades civiles y eclesiásticas de la región, y del que, por sus curiosidades, que quedaron escritas para la posteridad de los tiempos, tendremos ocasión de hablar en relatos sucesivos que irán versando acerca de las distintas vicisitudes habidas en esta centuria del XVIII…. El Señor de los Cameros fue un personaje muy emprendedor, que gustaba de las fiestas compartidas con su pueblo…..era muy aficionado a los juegos taurinos, haciendo construir una pequeña plaza de toros en Siles, donde se llevaban a cabo, con cierta frecuencia, pequeñas capeas que él mismo se encargaba de organizar.. 



Pero, también en la Plaza Mayor de la villa, D. Iñigo revitalizó mucho los espectáculos taurinos y el Teatro… y fue, quizá, por aquella época cuando más “balconcillos” existían en la fachada principal de la Parroquial, a la izquierda de su frontispicio, donde se sentaban a presenciar los diferentes juegos, el Comendador, el clero y las diferentes personalidades invitadas a los distintos eventos…. Hoy, a fecha de 1912, como usted puede apreciar, mi querido reportero, solo queda en la fachada de nuestra Iglesia Parroquial uno de esos balconcillos, pero esta como un adorno y simple recuerdo de otras épocas, pues ya no se utiliza para esos menesteres festivos… El Señor de los Cameros, tuvo siempre claro, además, que los festejos, y las ferias eran el más fiel exponente de la vitalidad, esplendor y progreso de los pueblos, aparte de una de las razones que hacen más querido a un dirigente por sus gentes. Por eso mismo, fue un gran instigador de todos esos aspectos, y a él se debe la constitución de las ferias y fiestas de Manzanares de Agosto”…..“La historia sitúa el año 1723, como el primer año en que se celebraron las ferias y fiestas de Manzanares, coincidiendo con una época de prosperidad y desarrollo de nuestra villa, a causa de su pujante viticultura y de una importante industria de ferretería para el transporte de los productos derivados de la uva”… El ferial, ocupaba toda la Plaza Mayor y sus aledaños… Estas ferias y fiestas de Manzanares, de las primeras que se crearon y consolidaron en todo el Reyno de España, se celebrarían ya todos los años sucesivos de la centuria del XVIII, ininterrumpidamente, del 10 al 17 de Agosto de cada año, haciéndolas coincidir con la festividad de la Patrona de la Villa, la Virgen de la Altagracia y de la Asunción.. Tuvieron siempre gran solemnidad y pompa desde sus inicios, siendo así famosas y reconocidas en todas las villas vecinas”…


Y terminé aquí el relato, amigo crónista, que ya fue de bastante para dar testimonio de lo pretendido en él, la transición de la época calatrava de nuestra encomienda a la época borbónica, representada en la egregia figura de D. Iñigo de la Cruz Manrique de Lara, II Conde de Aguilar y Señor de los Cameros, personaje trascendental en la no menos magnífica historia de Manzanares…


domingo, 27 de mayo de 2018

157). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA JUSTICIA…..NO ES VENGANZA.

El pueblo de Manzanares, su brava y noble gente, se fue a dormir el tensísimo día 15 de Abril de 1703, con la satisfacción de haber conseguido lo que demandaba su hidalgo espíritu,… Se había hecho justicia.. y se iba a dar cumplimiento al mandato de su Rey… Y, en esencia, me comenta Don Cosme, para dar inicio al relato, ese fue el resultado de aquel día histórico para la villa de Manzanares…perdido en el recuerdo, pero digno de ser recordado para siempre jamás, dando nombre a alguna de sus calles o Plazas … 

Sin embargo, los mejores deseos humanos, se truncan y se afean muchas veces, por el rencor, la venganza o, simplemente, por el afán de protagonismo…por la necesidad del hombre que manda de mostrar a su tribu, que quien manda es él… Le parecerá pueril, amigo reportero, pero así son las cosas que explican muchas veces el comportamiento humano y sus consecuencias.. Le cuento esto, sigue Don Cosme, por que el Alcaide Mayor de Manzanares, Don Fernando Antonio de Mora y Ceballos que, con su estrategia final, había conseguido “salvar la pelleja”, tras la difícil situación en que se encontraba inmerso, por sus “favores” a ciertos mozos de familias nobles de la villa… en lugar de quedarse tranquilito en el Ayuntamiento, y dejar correr el tiempo y el suceso, para que todo quedase en el olvido,… se entregó en cuerpo y alma, a una reacción humana bastante común, el deseo de venganza, por la humillación y el miedo que había sentido ante la actitud hostil y decidida de los paisanos de Manzanares, encabezados por un sencillo labrador, Martín Ruiz Nieto…Y este sentimiento vengativo, y clasista, anidó enseguida en su espíritu, de tal manera que, una vez aquietados los ánimos de los paisanos de nuestra villa… y vueltos todos ellos a sus respectivos lares, esa misma tarde del 15 de Abril de 1703, hizo comparecer en su cuarto a el escribano Isidro Serrano, para que iniciase, de manera confidencial, diligencias sobre el suceso, con testigos favorables a sus tesis… 

Serrano se puso a ello esa misma tarde, y continúo la tarea encomendada durante todo el día siguiente.. obteniendo testimonios de varias personas, que constituyeron la base de un informe de parte, en el que se destacaba la insurrección civil violenta de la población de la villa contra la ordenanza real, comentando que habían existido, durante los altercados, graves agresiones a la autoridad del alcalde y el Concejo, y cuantiosos e importantes daños al mobiliario municipal…S e procuró introducir en el citado informe, insidiosamente, una malévola sugerencia,.. según la cual, tanto Martin Ruiz, como otros dirigentes de la revuelta, en realidad lo que pretendían era tratar de impedir el desarrollo del sorteo de la leva, ya que alguno de sus hijos, en edad de servicio, corría el riesgo de poder ser enviado a filas. No se aludía para nada a la flagrante ausencia en el censo inicial de al menos quince mozos de la villa de familia noble, como causa real de la rebelión… aunque, taimadamente, se dejaba caer que, en las discusiones con Martín Ruiz,.. ("deje eso Nieto que no es para aquí que después se berá")… quedó claro que se harían las rectificaciones que hubieran lugar en el censo de los mozos, tal como, de hecho, y era fácil de comprobar, se habían plasmado en el listado definitivo…. Más o menos con esas características, y procurando que nadie que no fuera de su entorno más cercano se enterase del asunto, el Alcaide tuvo enseguida el informe terminado en su mesa, dando cuenta, (sesgadamente, y a su favor) de todo lo sucedido.

Sin dilación, Fernando de Mora envió el informe, tres días después del altercado, el día 18 de Abril, al Consejo de Castilla. Mientras tanto, y sin sospechar nada de todo lo anterior, Martín Ruiz Nieto, ya liberado, y con la aureola de líder heroico de la villa, por su muy firme e hidalgo posicionamiento en defensa de lo justo, fue recibiendo en su casa de la calle Empedrada, múltiples visitas de muchos vecinos de la villa, que le dieron su apoyo incondicional y solidario,...Todos le mostraban su admiración y agradecimiento, felicitándole por su valiente, noble y firme actitud durante el conflicto,.. y todos le dijeron, también, que continuarían apoyándole en sus tesis y planteamientos, todo lo que hiciese falta y fuera menester, sin pensar en las posibles consecuencias que pudiera tener para ellos mantener esa actitud. El Consejo de Castilla, por su parte, con el informe del alcaide de Manzanares en su pleno conocimiento, consideró que el asunto, ciertamente, era grave y enjundioso, por que en el informe se describía una rebelión en toda regla, contra una ordenanza real, y en tiempos de preguerra… De modo y manera, que actuó con gran rapidez y diligencia, emitiendo una orden ejecutoria, en carta remitida al alcaide de Manzanares, con fecha de 24 de Abril de 1703, en la que se ordenaba iniciar la pertinente investigación de los hechos, en tarea que se encomendaba a Don Juan Antonio de Bustamante, corregidor de Ciudad Real… quien, en función de la dicha orden, se trasladó a la villa de Manzanares inmediatamente, para ocuparse de lo encomendado:… en esencia: “hacer la sumaria, pesquisas e información de testigos y elevar memorial ajustado al Consejo para la vista y sentencia del asunto”. 


Así las cosas, el corregidor y capitán a guerra, Juan A. de Bustamante, llegó a la villa de Manzanares, cuatro días después, el 28 de abril de 1703…y, nada más llegar, decretó y practicó la detención inmediata de los que, a la luz del informe del alcalde mayor, había sido los principales instigadores y causantes del tumultuoso conflicto vivido en Manzanares el 15 de Abril;,… a saber: Martín Ruiz Nieto, labrador y propietario de unas 60 fanegas de tierra y también de unas casas en la calle Empedrada,.. en el auto, se citaba que estaba casado y que tenía 53 años;… Fernando Abad, botero de oficio, del que se dice que vivía en la calle Ancha, que estaba casado, y que tenía 56 años de edad;… Blas Sánchez de la Parra, del que se dice, que es conocido en la villa como “el fanegas”, que es trabajador del campo, viudo de condición, y de más de 70 años… y, por último, Jerónimo Díaz Manzanares, también labrador, del que se dice que es propietario de unas 35 fanegas, que está casado, y que cumple 67 años de edad… En esa misma jornada, el diligente corregidor, Juan A. de Bustamante, procedió a realizar los embargos de todas las propiedades, enseres, inmuebles y bienes raíces de los acusados, citados anteriormente, que fueron encerrados en la cárcel de la villa, ese mismo día, 28 de Abril del año de 1703.

La gente de Manzanares, hidalga y sencilla, pero también poseedora de un estricto sentido de la justicia, suponía que de los incidentes habidos se derivaría un juicio justo, en el que resplandecería la verdad y la motivación de lo sucedido,… pero quedó sorprendida, y casi sin capacidad de reacción, cuando se enteraron del brusco encarcelamiento de sus cuatro convecinos, por la orden del corregidor de Ciudad Real, del que muchos ni sabían que estaba en la villa,.. y, aunque no pudieron obtener demasiada información de las graves acusaciones que pesaban sobre sus, para ellos, heroicos convecinos, pronto intuyeron que la actitud conciliadora del alcalde, la tarde del incidente, escondía otras intenciones…., por lo que, al pronto, se sintieron engañados,.. y empezarón a entender el sentido de la orden dada aquel día, por la que se prohibía a los paisanos portar armas en el pueblo… Aun así, algunos vecinos se reunieron al día siguiente para intentar una respuesta ante lo que acababa de suceder,… pero ya era tarde, todo se había planificado por el alcalde mayor y por el Corregidor, para que esa reacción , si llegaba, llegase tarde...Para evitar esos posibles disturbios, en la madrugada del día siguiente, se formó una cuerda, con los cuatro presos, y sobre las tres de la mañana, con nocturnidad y alevosía, se les subió en una galera tirada por dos mulas,… que, fuertemente escoltada, condujo a nuestros cuatro paisanos a la cárcel real de Ciudad Real… a donde, parece ser, llegaron alrededor de las siete de la tarde de aquel día…. 
En paralelo a estos acontecimientos, el día 29 de Abril de 1703, el corregidor Bustamante procedió, personalmente, a realizar el diferido sorteo de la leva, para el alistamiento de los once mozos que Manzanares aportaría a la milicia de su Majestad, el Rey Felipe V.,sorteo que, al parecer, se llevo cabo “con acierto y justicia”,.. en base a un censo modificado en el que se habían incluidos a casi todos los “ausentes” en el anterior.. Debío suceder así, a juzgar por los agradecimientos de los mozos seleccionados y la anuencia de sus padres.


Con el sorteo resuelto, el implacable Bustamante continuó las diligencias que estimaba precisas, a la vista del informe del Alcalde Mayor…y, en ese sentido, antes del día 30 de Abril, ya habían sido apresados en la cárcel de Manzanares, los siguientes paisanos:.. Francisco Fernández-Pacheco, de oficio peinador cardador, que se dice casado y con 50 años de edad,.. Antonio García Pinilla, que dicese labrador y propietario de 70 fanegas de tierra y casas en calle Juan de Anaia, contando 57 años de edad, paisano del que se dice también, fue perseguido toda una noche por los alrededores de la Casa de Don Juan”.. . También se ordenó cárcel para algunos de los mozos afectados por la leva, como: Antonio García Pinilla de 22 años, Juan Ruiz Nieto de 23 años, (hijo del principal instigador del conflicto, Martín Ruiz Nieto)..Antonio García Camarena de 48 años y, por último, los hermanos Alfonso y Francisco Díaz Manzanares, de 26 y 21 años, respectivamente… Además de todo esto. la persecución fue implacable para otro grupo de manzanareños que no se dejaron apresar, y huyeron de la villa…tales fueron los casos de: Francisco Díaz Peñalver; Fernando Abad, el menor; Cristóbal de Coca “el moreno”; Antonio García Camarena; Antonio Lindes; Juan Salmerón, “el yesero”; Pedro Espinosa; Tomás Núñez; Cristóbal Noblejas, del que se dice es labrador propietario de 60 fanegas de sembradura, Alfonso García Camacho y Andrés Morales “el molinero”. Todos ellos fueron perseguidos sin descanso por los alrededores de la villa y por otros pueblos próximos, como: Membrilla, La Solana, Carrión, Daimiel, Torralba y Ciudad Real, sin, al parecer, dar con ellos. Según constaba en los autos…Por fin, el día 12 de agosto de 1703, el corregidor Bustamante dio por finalizado el memorial ajustado de cargos y para unos de facto y para otros en rebeldía pidió condenas capitales y embargo definitivo de bienes….. Y acaba aquí esta historia, mi querido reportero, concluye Don Cosme.., puesto que la historia escrita, que es la que cuenta para dar constancia real de los hechos, no nos dio constancia exacta de cómo terminó…y, también, porque, con lo expuesto en ella, ha sido bastante para seguir mostrando la nobleza hidalga y sencilla de las gentes de Manzanares enfrentadas a sentimientos, mucho menos nobles, aplicados con abuso de poder y con tergiversación de los hechos, como: la venganza, el odio de clase y el nepotismo… No sabemos la suerte que corrieron los protagonistas principales de esta historia..ya que España entró en tiempos de guerra civil,,..y, las cosas de esos tiempos, suelen quedar poco escritas …Solo, sabemos, a ciencia cierta, que el Alcalde Mayor, Fernando de Mora, dejo de serlo antes que acabara ese 1703,… lo que hace suponer , aunque solo sea una hipótesis optimista acerca de la evolución de las cosas humanas, que el descontento de nuestro pueblo con su actuación, obligó a su cese, una vez que las autoridades regionales tuvieran conocimiento exacto de todo lo sucedido… 

Es de suponer también, que influyese en todo ello, el presbítero de nuestra parroquia, y hermano de Martin Ruiz, Agustín Ruiz Nieto… quien, seguramente, puso al corriente de los hechos reales a las autoridades y que, por la intervención de la Iglesia, muy influyente en aquel tiempo, consiguiese minorar las penas que impusieran a su hermano y al resto de nuestros paisanos...Esto es, simplemente, un… ojalá!!.....pero, que quiere que le diga. mi querido amigo, concluye D. Cosme: ”historia que bien termina, siempre será mejor que la que mal acaba” ….y como no sabemos cual fue su verdadera terminación.. quedémonos con esta posible, a la espera que el saber del futuro tiempo, traiga, para bien o para mal, su autentico final




jueves, 24 de mayo de 2018

156). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: JUSTICIA… POR PUEBLO.

Habíamos dejado a nuestro valiente y aguerrido paisano; Martín Ruiz Nieto,-comienza Don Cosme esta crónica- en pleno enfrentamiento verbal con el Alcalde Mayor de Manzanares, Don Fernando de Mora y Ceballos, por el flagrante desacuerdo entre ambos, a colación de un sorteo para seleccionar once mozos de la villa, que se deberían incorporar a los tercios del Rey Felipe V, para combatir en la que se adivinaba inevitable guerra de sucesión al trono.. Este enfrentamiento se mantuvo, como va de sabido, continua Don Cosme, en el entorno de la Plaza Mayor de la Villa de Manzanares, y a las puertas de su Consistorio Municipal.. y es momento ahora de desgranar, más pormenorizadamente, ese diálogo entre los dos,…tal cual declararon testigos presenciales que de cómo se produjo.... 

Momentos antes, y por la mucha gente congregada en la Plaza Mayor, para el sorteo, el Alcalde les había instado a retirarse.. y hacer: .."uno poco de lugar"… para que pudieran subir bien a la audiencia los mozos que entraban en el sorteo, de uno en uno, a pasar el pertinente reconocimiento..Habían entrado dos o tres,….y, fue entonces, cuando Martín Ruiz Nieto, exclamó en voz muy alta:..."Sr. Don. Fernando esto no se a de hacer en esta forma porque a de ser llamado a cada uno por su nombre” ..añadiendo, al pronto: “Sr. Gobernador aquí ay queja, que esto no se haze como sea de hazer"….. Juan Fernández Camuñas, que estaba asistiendo, muy cerca, a la petición del Alcaide para anotar los mozos, declararía, posteriormente, que;… “oyó como Martín Ruiz Nieto pedía licencia al alcalde para continuar hablando”…y también como el alcalde, le impuso silencio con estas palabras:… "¡calle Martín Nieto, como interrumpe la ejecución de las hordenes del Rey Nro. Señor... como viene con esa desberguenza y atrevimiento!"….Mientras, el hijo de Martin (uno de los mozos que sorteaba), apoyaba el alegato de su padre, estando a su lado, y portando: tintero, pluma y papel; donde iba anotando los nombres y apellidos de los mozos no alistados, mientras algunos de los presentes allí cerca, gritaba cosas como: … "fulano no se a publicado..fulano falta"... 

Entonces, Agustín Serrano, funcionario del Concejo, que había sido de los primeros en advertir al Alcalde Mayor del tumulto que se estaba formando en la Plaza,… y que estaba encargado de reconocer las partidas de bautismo de los mozos, intervino para aquietarlos, y dijo:.. "Yo lo diré... si sea de poner o no"…. Pero la situación en el exterior ya estaba desbordada, todos seguían voceando: ¡"echen fuera a ese y a ese... que no es a propósito y pongan a fulano"!… y, entre otras cosas, alguno pidió… "que se quedara Tomás Ressa, testigo presencial de 29 años, del que, alguien, aclaró,.. “no le havian puesto (en el listado) por ser hijo de biuda",… Juan Ruiz, el hijo de Martín Nieto, tomó nota de lo dicho”….Al lado, su padre, Martín Ruiz, no cejaba, aunque le mandaban callar, diciendo:.. "Puedo hablar lo que digo porque es muy licito y es razón", y le exigía al alcalde que el sorteo:..."se hiciera en la plaza donde lo viesen todos porque assi se avia echo en otras ocasiones que avia abido milicias"...

El Alcalde se limitó a responder que no tenía orden para ello y que:…"no le impacientase". Habiéndole ofrecido su hijo la hoja escrita que portaba, -continua Don Cosme- Martín Ruiz se la mostró al Alcalde,.. y le dijo:… “Sr. este papel me an dado de los dhos mozos que quedan por alistar"…..Tal cual, lo escuchó (y así lo declaró), Bartolomé Sánchez Batanero, que por tener un hijo quinto, y hallarse a la sazón en Ciudad Real, hizo acto de presencia para dar razón de él al Alcaide…. Por su parte Juan Sánchez de la Blanca, oficial de vara, creyó entender a Martín lo que sigue:… "be Usted aquí este papel por donde se berá los que an quedado por poner en la lista"…. A lo cual, el Alcalde, espetó a Martín:…. "deje eso Nieto que no es para aquí que después se bera"… y acto seguido: "cállese no benga a inquietar ni perturbar baiase con Dios"….Martín Ruiz aún lo intentó una vez más, diciendo:… "Yo bengo aquí para esto y que se bean los que faltan"…… 

Mientras, a espaldas de los enfrentados, la multitud enfebrecida, y cada vez más exaltada, que llenaba la Plaza, mostraba su apoyo a Martín Ruiz Nieto, a la vez que enseñaba sus armas, sin ningún disimulo, y en actitud desafiante, hacía las autoridades del pueblo… Fue en ese momento- comenta D.Cosme- cuando sucedió algo que desencadenó los acontecimientos, definitivamente… El alcalde mayor, que hasta entonces no había hecho uso de mayor autoridad, asistido por Esteban Caballero de la Serna, alguacil mayor, Bernardo Muñoz “abujetas” (otro alguacil), los escribanos Marcos Ibáñez, Pedro y Juan Barranco Camacho, con la ayuda de unos guardias, bajó a la puerta.. se acercó al sitio donde estaba Martín Ruiz Nieto… y le asió de un brazo y de la capa, mientras Bernardo Muñoz le agarraba del cinto...Forcejearon y, finalmente, entre varios, lo arrastraron hacia el interior de la Audiencia.... El hijo de Martín, espada en mano, trató de impedirlo, pero también fue reducido por los guardias, e introducido con su padre dentro de la Audiencia...



Inmediatamente, otro escribano, Marcos Ibáñez, tomó al Alcalde, y también lo retiró adentro, en previsión de que alguien de afuera lo agrediese…. Dentro, Martín, fue registrado, por si también llevase armas,.. aunque él aseguraba que: …”no había hecho nada”…que: “solo quería un sorteo justo”…. Cerradas, por dentro, las puertas del Ayuntamiento, y con el instigador de la revuelta y su hijo a buen recaudo, el alcalde mayor de la villa subió, rápidamente, al corredor-galería que daba a la Plaza…para, desde allí, tratar de asustar a la multitud, diciéndoles que correrían la misma suerte que Martin, si no deponían su actitud,… suponiendo que se disolverían…. Nada más lejos de lo supuesto por el forastero alcalde mayor, (que no debía conocer mucho del determinado, aguerrido y noble espíritu de nuestras gentes)..fue lo que sucedió instantes después… La multitud, pasada la confusión inicial, advirtió lo que había ocurrido… e, irritadísima por el “secuestro” de su líder, incrementó inmediatamente sus imprecaciones amenazadoras, blandió al viento sus armas y arrojó cantidad de piedras contra las puertas de la Audiencia…. La cosa, -prosigue D. Cosme- cada vez “pintaba peor”, el alcalde y sus ayudantes tuvieron que refugiarse en el interior del Ayuntamiento,.. no sabemos si trás recibir alguna que otra pedrada…pero, desde luego.. y en solo unos segundos, habían pasado de amedrentadores a amedrentados,.Los paisanos congregados en la Plaza, desenvainaron todas sus armas y se dieron en proferir insultos, invectivas y amenazas de muerte al alcalde y oficiales del Concejo,…. De cuando en cuando -prosigue D. Cosme-gritaban el tradicional lema de:… "viba el rey de España y muera el mal govierno". …junto a otros, como:… "mueran estos picaros ... perros ladrones ... ya es tiempo de que mueran estos perros del Ayuntamiento y de la Audiencia...".. En la Audiencia, el miedo se apoderaba de las autoridades presentes…. por ejemplo, Cristóbal Ruiz Coca, "descompuesto y demudado de color",.. no paraba de decir, a quien quisiera oírle, que el sorteo debía de practicarse como pedía la gente:... "sin exzeptuar a ninguno de los ricos y algunos de los que estan impedidos sin embargo de sus achaques y que si no se avia de ber y avían de hazer tajadas a los mesmos". 


Al poco, de entre la gente, apareció la figura del licenciado y presbítero de la villa, Agustín Ruiz Nieto, hermano de Martín, y quien le había facilitado los datos que ponían en evidencia el fraude con el que se había planteado el sorteo de la leva.. Se acercó a las puertas cerradas de la Audiencia y, gritando, reclamó la presencia del alcalde mayor… Momentos después, se asomó uno de los escribanos, espada en mano, y el presbítero le espetó:... “¿para qué ha desenvainado la espada?”… Ibáñez, el escribano, respondió .. ”para defender al rey y a mi Alcalde Mayor”… añadiendo: “licenciado váyase usted a su iglesia y déjenos que esto no es de su ministerio”…a lo que el presbítero, sin arredrarse, contestó enseguida:… “no quiero irme que no estorbo”… Este breve diálogo, -dice Don Cosme- fue más que suficiente para que la multitud, aun más enfadada de lo que ya estaba, por el trato despectivo a un ministro de su Iglesia, recrudeciese sus insultos y amenazas y, literalmente, dijeron cosas ( tal como quedó transcrito por los escribanos para el enjuiciamiento de los hechos) como la que gritó un tal Jerónimo de Manzanares, desde el gentió:....” a reñir vamos no hay que venirse sin dos o tres muertes cada uno”… 


El Alcalde Mayor, reaparecido, gritó a su vez:…”bajen esas espadas y nadie se menee que las órdenes de Su Majestad se han de ejecutar”….El gentío, al unísono, le respondió así:… “no queremos hasta que salga Martín Nieto”…..Otro paisano, un tal Pinilla, muy, muy exaltado, blandiendo un alfanje, gritó:..“¡voto a Cristo a esto venimos mueran estos perros, suelten a Martín Nieto y si no se ha de perder el lugar!”... Otro, exaltadísimo, gritó: … “que nos den a Martín o no ha de quedar hombre vivo”… El paisano, Pedro Espinosa, en la bocacalle de la plaza que da a la cárcel, y espada en ristre, gritaba:…” ¡voto a Cristo de aquí no ha de pasar ninguno que traigan preso aunque me hagan pedazos!”… Poco más allá de las cuatro de la tarde, la situación estaba totalmente atascada y descontrolada…Por un lado, el alcalde mayor, y los funcionarios que lo defendían, estaban acantonados en las dependencias de la Audiencia,… por otro lado, los vecinos amotinados en la plaza, dispuestos a todo, y cerrando el paso a cualquiera que pretendiese acceder allí para intentar auxiliar al Alcalde Mayor…y, por último, varios de los munícipes o regidores del concejo, permanecían callados en el interior de sus casas. o en el Concejo, porque ellos eran algunos de los ricos cuyos hijos habían sido sacados de la muestra…. El Alcalde, que tonto no debía ser, -continua Don Cosme- haciendo de la necesidad virtud, y, también, por puro instinto de supervivencia, debió hacerse cargo de la indómita actitud de Martín Ruiz y sus seguidores,… aunque, a la vez, fue lo bastante inteligente, como para darse cuenta que la única pretensión de los paisanos era que el sorteo fuese justo, y que participaran todos los que debían participar en él.... Seguro pensó enseguida que, al fin y al cabo, él era un forastero, colocado allí por el Rey, y que, en realidad, su compromiso no era con la gente noble de Manzanares…y, mucho menos, para que sus hijos eludieran el Servicio a España, a costa de poner en peligro su propia vida….

El Alcaide -prosigue Don Cosme- debío reflexionar sobre todo esto y, a pesar de la zozobra del momento, elaboró una brillante estrategia…. Pasado un buen rato, entrada la tarde, el alcalde mayor, ante la sorpresa de la gente, salió al corredor que daba a la plaza en actitud conciliadora, para manifestar que el sorteo se iba a realizar como era de ley, incluyendo a todos los mozos que se demostraran hábiles y anunció, a la par, la promulgación de un bando, prohibiendo a todos los hombres portar armas en las calles de Manzanares, so pena de la vida y de ser considerado traidor al rey… A reglón seguido, anunció la inmediata puesta en libertad de Martín Ruiz Nieto y la de su hijo… Con estos pronunciamientos, la gente de Manzanares, noble por naturaleza, se disolvió inmediatamente, ante la enigmática y satisfecha sonrisa del Alcaide, que observaba “in situ”, el buen resultado de su estrategia….

Y acabe aquí este relato, mi querido cronista, -dice D. Cosme-…pues ya sirvió para mostrar al mundo de sus lectores, el particular Fuenteovejuna de este noble pueblo de Manzanares…, donde el gran sentido de justicia solidaria, integrado en el espíritu hidalgo de sus gentes, fue capaz de doblegar la resistencia de un poder aplicado con injusticia!!. Aunque, no olvide usted, que la maldad humana tampoco conoce límites.., y que, incluso en casos tan satisfactoriamente resueltos como este, las cosas no terminan tan bien… concluye, de manera enigmática, Don Cosme, su disertación….

155). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: ¡¡“AQUÍ HAY QUEJA,… ALCALDE MAYOR”!!

Habíamos dejado, al finalizar el anterior relato -comienza D. Cosme este- a un grupo cada vez más numeroso de hombres de Manzanares (padres e hijos), reuniéndose en la Plaza Pública de la villa, desde una media hora antes de las tres de la tarde del domingo 15 de Abril de 1703.. Va de sabido, que estaban convocados allí por el Alcalde Mayor de Manzanares, Don Fernando Antonio de la Mora y Ceballos…y sabemos, también, que la actitud gestual de una gran mayoría de ellos, incluso con algún que otro grito, indicaba que estaban muy enfadados y beligerantes contra lo que habría de suceder en la Plaza Mayor de Manzanares a partir de las tres de la tarde de ese domingo de Abril,.. que no era otra cosa, como ud también sabe, querido reportero, que el sorteo de una leva de 11 jóvenes de Manzanares, para su incorporación inmediata a uno de los Tercios que su Majestad Felipe V, había ordenado formar, para combatir en la inminente Guerra de Sucesión al trono de España,…y lo que nos queda por contar, querido cronista, es algo que ejemplifica, magníficamente, ese carácter hidalgo de la gente de Manzanares.


…En los corrillos de hombres que se iban formando en la Plaza Mayor de Manzanares, continua D. Cosme, del murmullo continuo e ininteligible, pasaron a escucharse voces cada vez más altisonantes….y, lo más inquietante de todo, aunque por aquella época era común que los paisanos portasen armas blancas,… en este caso que comentamos, debajo de casi todas las capas de todos aquellos hombres, se adivinaban:… estoques, puñales dagas, espadachines, navajas y alfanjes,…Algunos hombres, incluso, hacían ostentación indisimulada de ellas. y, por si esto fuera poco, aparecieron otros paisanos en la Plaza portando grandes capachos,… pero no repletos de uva, que no era el tiempo, sino que llenos de piedras... Estaba bastante claro –prosigue Don Cosme- que nuestros antiguos paisanos, en ese día 15 de abril de 1703, no estaban nada contentos con lo que allí iba a tener lugar, pero que todavía no había sucedido…y, esto, de por sí, y más aun cuando el motivo de la convocatoria era algo conocido por todos, resultaba insólito en Manzanares, donde sus gentes tenían a gala, y a orgullo, servir a su Rey, si este lo pedía, como ahora era el caso... Algo muy grave tenía que estar ocurriendo, en torno a ese sorteo de mozos de Manzanares, para justificar esa beligerancia tan contraria de su paisanaje a la ordenanza Real... Y vaya si existía “gato encerrado”!, -exclama D. Cosme, antes de continuar su discurso- … Lo primero que resultó extraño en esta historia, fue la anulación del primer sorteo de la leva, celebrado cinco días antes, el 10 de Abril. De hecho, esa anulación se produjo cuando los seleccionados once mozos de Manzanares ya estaban en Almagro, que era la villa de Calatrava donde estaba previsto conformar el tercio, antes de partir al frente de guerra...
Felipe V de España.


La historia escrita de este suceso .sigue Don Cosme- no nos permite saber cual fue la razón exacta de la citada anulación, con la pertinente devolución al pueblo de nuestros 11 mozos…(que, en ese día 15 de Abril, estaban, de nuevo, entre los que habían sido citados en la Plaza)…pero, por lo que muy pronto conocerá usted, y sus lectores, mi querido cronista –prosigue D. Cosme-.. todo hace pensar que debió ser una razón muy parecida, si no la misma, a la que estaba motivando la creciente algarabía que se estaba produciendo en nuestra Plaza Mayor… Protestas que se acrecentaron, abucheos e imprecaciones incluidas,….cuando el Alcalde Mayor, acompañado de los escribanos del Concejo y el alguacil mayor, salieron a la galería del Ayuntamiento… En ese hostil y muy cargado ambiente, y en el momento en que los escribanos terminaron de recitar, uno a uno, los nombres de todos los mozos que entrarían al sorteo, por el tradicional método de insaculación, se oyó una voz fuerte, emergiendo de la multitud congregada en la Plaza… y, enseguida, blandiendo un papel en su alzada mano, se vio avanzar hacia la tribuna donde estaban el Alcalde Mayor, los escribanos y el alguacil, la silueta erguida y determinada del paisano de Manzanares, que había de quedar para nuestra historia local, como el líder de esta revuelta de todas sus gentes… Era Martín Ruiz Nieto... un padre de familia de 53 años, con un hijo en edad de armas, reconocido en toda la villa, como un labrador honrado,….Martín –continúa Don Cosme- al grito de… “Aquí hay queja y eso no se ha de hacer de esa suerte Alcalde Mayor”, avanzó resuelto, haciéndose paso entre la muchedumbre, hacia el lugar donde estaba el citado Alcalde Mayor…y, cuando estuvo suficientemente cerca como para que este le oyera bien,…. le exigió, a voz en grito, rehiciese la lista de mozos hábiles para el sorteo, ya que le constaba, de manera clara e indudable, que faltaban en ella unos 15 mozos,… curiosamente, pertenecientes a familias nobles de la villa, entre las que se encontraban las de algunos hijos de ediles del Concejo…. Y, añadía Martin, de manera vibrante, a la vez que clara, sencilla y firme, al más puro estilo hidalgo y castellano…que podía demostrar la veracidad de lo que acababa de decir,. ya que, por mediación de su hermano, presbítero de la Iglesia, le había sido posible consultar los archivos parroquiales de bautismo en la villa.., confirmando que algunos mozos sanos y en edad de armas,..(”que pululan por la villa, y que todo el mundo conoce”), no figuraban en el listado habilitado para el sorteo de la leva... 

Martín, enardecido, como el resto de la multitud, terminó diciendo a D. Fernando Antonio de la Mora y Ceballos, que ni él, ni nadie del pueblo allí presente, estaba dispuesto a consentir la tiranía y el engaño de un forastero, por muy alcalde mayor que fuera, en un fraude de ley que beneficiaba a unos vecinos en perjuicio de otros, desvirtuando, además, la ordenanza real, y dejando mal al propio Rey … El brillante alegato de Martín Ruiz Nieto, enfatiza D. Cosme, había puesto de manera clara expresiva y contundente, en el escenario vital de ese día histórico para Manzanares, los rasgos más característicos. del noble e hidalgo espíritu de sus gentes:… “la intolerancia a la injusticia, (mucho más a la impuesta por un forastero); la solidaridad, sin fisuras, de toda su gente; y la lealtad a su Rey, al que eximía de toda responsabilidad”…..algo que, en este caso, era verdad, ya que, en efecto, la ordenanza no hacía excepciones en cuanto a los mozos considerados hábiles para el Servicio a la Corona… Y es que, aun siendo común en las levas de tropas, que nobles y pudientes se escaqueasen del servicio a la milicia, pagando a otros mozos pobres para que les sustituyesen.. en un acuerdo tácito que venía bien a las dos partes… en esta ocasión no se trataba de una simple leva…sino que era un alistamiento en toda regla…, ni más ni menos, que para ir a combatir en una gran guerra internacional…y, evidentemente, no valían esos trueques de personas por dineros….. Lo cierto fue,  -remata D. Cosme- que el discurso de Martín, definitivamente, encendió la mecha de la rebelión ciudadana en nuestra villa de Manzanares… enfrentada en bloque, y todos a una, contra lo que, manifiestamente, era una decisión injusta y fraudulenta de su Alcalde Mayor, que, además, contravenía las ordenanzas reales que la motivaron.. Una rebelión que, de entonces en adelante, y para nuestra historia local, habría de ser recordada como la particular “Fuenteovejuna” de la villa de Manzanares de la Mancha. 

Tercios españoles.

Mientras tanto, sigue D. Cosme, el tumulto de la Plaza se incrementó al máximo… el exaltado y vibrante alegato de Martín Ruiz era repetido, de boca en boca, y una y otra vez, en todos los corrillos de padres e hijos que estaban allí congregados”, ,..“Todos los presentes tenían muy claro, a esas alturas, que el sorteo de los mozos había que hacerlo sin exceptuar a nadie que fuera capaz, por muy rico que fuese,… por lo que había que incluir en el censo a todos los que había “echado en falta” Martín Ruiz…y, a la par, retirar del mismo a otros mozos “claramente inútiles, por sus achaques”…que, sin embargo, si que figuraban entre los elegibles”…. “Algunos de los allí reunidos, dijeron que “no iban a dudar en utilizar las armas que portaban y no les importaría llegar hasta las últimas consecuencias.. incluso, si preciso fuera,. “hacer tajadas a los escribanos”…. Muchos de los hombres presentes en la Plaza, “todos a una”, y ya sin disimulo alguno, blandieron sus espadas, navajas y puñales.. y, apuntando con ellas hacia donde estaban las autoridades de Manzanares, recrudecieron sus improperios y reclamos al Alcalde Mayor y a los escribanos,,… Tras unos instantes de zozobra y confusión, el Alcalde Mayor espetó a Martín Ruiz, que había retomado sus quejas… “¡cállese cómo interrumpe la orden de Su Majestad que estaba ejecutando!”…. Martín Ruiz, no se arredró en absoluto y replicó al alcalde:…. …“puedo hablar lo que digo porque es razón… La tensión fue en aumento, se oyeron muchos gritos que, saliendo de la multitud, decían cosas, como;… ¡Ya es tiempo de que mueran estos pícaros perros y fariseos… muera el mal gobierno!... Y otros más, que replicaban y repetían, machaconamente, el lema de ese día:: ¡Viva el rey y muera el mal gobierno y el alcalde mayor!....La suerte parecía echada!!.

Entonces, mi querido y dilecto amigo reportero, -corta Don Cosme el diserto-, ocurrió un hecho que desencadenó, definitivamente los acontecimientos de aquel día…y que, como este relato ya esta bien cumplido, dejaremos su conocimiento para el siguiente,… seguro que así, además, su curiosidad, y la de sus lectores, estará suficientemente acrecentada, como para desear: usted, que yo se lo cuente enseguida…y, sus lectores, ir raudos a leerla de un tirón, en cuanto esta crónica salga de las galeradas de su periódico….

viernes, 11 de mayo de 2018

154). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: JUSTICIA Y REY…

Como le anticipé en la anterior crónica -me dice D. Cosme- voy a empezar a contarle hoy, para dar contenido a este relato que ahora comienza, las “razones” que motivaron un sonado episodio, acaecido en nuestra villa de Manzanares, al comienzo de ese Siglo XVIII, concretamente en el año de 1703...y que viene muy a cuento, para dar entidad real a lo ya comentado sobre el carácter hidalgo que hemos dado en atribuir a nuestros ancestros de ese tiempo, pero que también “da pie” para mostrar a la “luz histórica”, algunos matices genuinos de ese carácter hidalgo español, que diferenciaba al hispano común de sus congéneres europeos.. 

Y, esos matices propios, como le digo –continua Don Cosme- los veremos muy bien reflejados en este sucedido....Me estoy refiriendo,- prosigue-…por un lado, al estricto sentido de la justicia y del honor del carácter hidalgo…que, en relación a este episodio acaecido en nuestra villa, llevó a que, al grito de: ¡¡“Viva el Rey y muera el mal gobierno y el Alcalde Mayor”!!.. nuestros paisanos de entonces, se rebelaron, armados y en masa, ante una decisión injusta y fraudulenta, que pretendió imponer, el entonces Alcalde Mayor de la villa de Manzanares, Don Fernando Antonio de la Mora y Ceballos….Pero también, y sobre todo, -sigue Don Cosme-..ese episodio servirá para mostrar que, a la par de un gran sentido de la justicia,.. existía, inmerso en el espíritu de nuestras gentes, un respeto cuasi religioso y reverencial, incondicional y sin límite, a la máxima jerarquía del poder establecido, el Rey…No hay más que volver a considerar el “grito de guerra” de nuestro vecindario, el lema con que se emblematizó el episodio…ese “Viva el Rey y muera el mal gobierno y el Alcalde Mayor”,… para hacerse cargo de ese matiz genuino del carácter hidalgo español…Al fin y al cabo, el Alcalde Mayor no era más que el delegado local del Rey….y no hacía otra cosa que estar a la orden del Rey…Pero, sin embargo, y siendo conscientes de esa dependencia directa de las ordenes reales, la gente común del pueblo español, eximía al Rey de cualquier responsabilidad,..“como si fuese una figura aúlica y ungida por la divinidad”.., era, en definitiva, una especie de “auto de fe” civil del pueblo hacia su máxima jerarquía dice, enfático y rimbombante, D. Cosme. El “auto de fe” a la figura real, fue común en la población española de ese tiempo, y se ve reflejado en el mismo título de esa obra magnífica de Lope de Vega, “El mejor alcalde el Rey”…o en la de la no menos brillante de Calderón de la Barca....”El alcalde de Zalamea”…. 

Esta asunción mistificada de la máxima jerarquía real, fue un claro matiz propio, que no se daba en muchos otros lugares del Mundo…En ese sentido, la guillotina francesa que acabó con su último Rey, en el curso de la Revolución Francesa, era impensable en la España del Siglo XVIII…y esa incapacidad de cuestionar al poder máximo, que contrastaba, eso sí,, con el sentido justiciero, y la rebelión subsiguiente del pueblo, frente a instancias inferiores del poder –sigue D. Cosme-....había quedado instalada en el alma del pueblo llano por la educación religiosa y castrense que impusieron las Ordenes del Reyno de España durante la Edad Moderna, (en nuestro caso la de Calatrava),..y explica, en gran medida, el retraso secular de nuestra España…Y no quiero decir yo, que debíamos haber guillotinado algún que otro Rey (que quizá hubo razones, interpone jocosamente en su diserto, D. Cosme) …quiero referirme, más bien, a que esa manera de ser nuestra…ese “auto de fe” a la máxima jerarquía, fue aprovechado por el poder político, el emanado del Rey en definitiva, para “retrasar la entrada” en la entraña del espíritu español, de la que, sin duda, fue la mejor aportación al devenir de la humanidad,del Siglo XVIII, (al que por algo reconocimos como el “Siglo Ilustrado” o el “Siglo de las Luces”), … otorgarle a la razón humana el papel de instrumento básico para el desarrollo científico, artístico social y político de los pueblos y de las naciones, por encima del poder basado en la religión, o en cualquier otra idea… Aquí, en España, ya en este 1912, y en pleno Siglo XX, -continua Don. Cosme- mucha gente común todavía es incapaz de reconocerle a la razón, su predominio en el gobierno de las cosas terrenales y, por tanto, su papel de instrumento básico para el desarrollo… Solo cuando consigamos como pueblo, colocar a la razón crítica por encima de cualquier otra idea, política o religiosa, incluida la idea que reconozcamos como propia…y seamos capaces de integrar en nuestra forma de vivir, lo bueno de las de otros, logrará nuestra España acercarse al desarrollo que han alcanzado otros países de Europa y de America, concluye enfático y grandilocuente Don Cosme esta parte explicativa de su discurso


Ahora, dice Don Cosme, bosquejado como era el espíritu hidalgo español en el Siglo XVIII…. es momento de empezar a conocer lo acontecido en la villa de Manzanares, la primavera del año 1703.., y que terminó siendo nuestro particular “Fuenteovejuna”.. Todo se gestó en aquel primer tiempo del Siglo XVIII, -comenta D. Cosme-, cuando el Rey Carlos II, conocido en nuestra historia como “el hechizado”, murió sin herederos, en el año 1700,… dejando el Reino de España en situación muy caótica por la reciente crisis de finales del XVII… Aprovechando esto, el Rey Luis XIV de Francia, maniobró de manera muy hábil, consiguiendo para su nieto, Felipe de Anjou, el trono de España, con el nombre de Felipe V… Acababa, así, la dinastía de los Habsburgo y comenzaba la de los Borbones… Pero, enseguida, dentro y fuera de España, hubo una gran parte de las noblezas de los diferentes reinos, que no aceptaban al nuevo rey, y que apoyaron a otro candidato, propuesto por la dinastía de los Habsburgo, el Archiduque Carlos… La guerra civil y europea fue inevitable, ya que la llegada al trono español de Felipe V, en realidad confería a Francia la hegemonía de Europa, pues podía suponer, en el futuro inmediato, la unión de España y Francia bajo una misma monarquía.. Esta posibilidad, condujo a Inglaterra y a Holanda a apoyar a Carlos de Habsburgo el candidato que los Austrias habían propuesto para el trono español….

Los distintos reinos europeos, se posicionaron de manera diferente ante el conflicto sucesorio planteado en España, y lo mismo ocurrió en la propia España, entre los reinos que la conformaban… Felipe V representaba un modelo centralista, apoyado en la Corona de Castilla, mientras que Carlos de Habsburgo abogaba por un modelo regionalista, apoyado por la Corona de Aragón y por Cataluña….La guerra civil en España, y la global en Europa, terminó con la victoria del ya Rey de España, Felipe V, algo que se vio muy facilitado por un suceso inesperado, cuando Carlos de Habsburgo heredó, en 1711, el Imperio alemán… y se desinteresó, inmediatamente, de su aspiración por el Reino España... A la par, Inglaterra y Holanda, vieron casi peor la unión inmediata de España y Austria, bajo el mismo monarca, que la posible de Francia y España en el futuro…

Esa realidad, interesada, más que cualquier otra cosa, fue la que provocó el final de la guerra de sucesión, con el tratado de Utrech de 1713,.. que dejó las cosas del panorama político europeo, tal como habían quedado, diez años antes, con la entronización como Rey de España de Felipe V. Pero en España, en 1703, a causa del inicio de la guerra antedicha, sigue Don Cosme, se abrió, como ya hemos visto, un enfrentamiento civil.. que complicó las cosas, ya de por si difíciles de la postcrisis que estábamos viviendo en España, y motivó, además, en los primeros meses del año 1703, el reclutamiento forzoso en toda España, para ir a los frentes de guerra abiertos. Había, pues, entre otros, que reclutar a los correspondientes soldados de la región manchega –comenta D.Cosme- para la formación de dos tercios completos, que habrían de estar integrados por el 1% de los vecinos de todas y cada una las villas incluidas en el territorio regional…. que serian elegidos por sorteo, entre los mozos solteros que fueran considerados aptos para el servicio de armas”…

Manzanares -sigue D. Cosme- tenía por aquel año, unos 1.100 vecinos.., y, por eso, le tocó seleccionar once mozos… La carta que mandaba hacer las levas (reclutamientos), salió remitida del Consejo de Castilla, sellada y rubricada por el Rey de España, en el mes marzo de 1703, y los edictos de reclutamiento en nuestro pueblo, los promulgó, y publicó, el alcalde mayor de Manzanares, el ya antes citado, Don Fernando Antonio de la Mora y Ceballos, como representante del Rey en la villa…En un primer sorteo, hecho el día 10 de abril, se eligieron once mozos, que fueron enviados inmediatamente a la vecina villa de Almagro, para que se incorporasen a los ejércitos de Felipe V..pero por causas no muy claras, el sorteo de nuestro pueblo se invalidó y, desde Almagro, los soldados manzanareños elegidos, fueron devueltos a nuestra villa, planteándose un nuevo sorteo… Este segundo sorteo, fue preparado enseguida....y tuvo lugar el domingo día 15 de Abril, cuando fueron convocados los mozos elegibles, y sus padres, en la Plaza Mayor a las tres de la tarde. Al tiempo, se había publicado la lista definitiva de los mozos del pueblo, en la que, supuestamente, solo faltaban los declarados no aptos para el servicio de las armas.... Esa mañana del domingo 15 de Abril, el pregonero y el alguacil de Manzanares, anunciaron la celebración del segundo sorteo… “de viva voz y con tambor, en la plaza mayor y en las esquinas de San Sebastian y plazuela de las monjas”. Obedeciendo al llamamiento del alcalde mayor, padres e hijos afectados, se presentaron puntuales, a las tres de la tarde de aquel domingo, en la Plaza Pública...Pero, sigue Don. Cosme- algo se adivinaba en el ambiente, y en los corros que se estaban formando en la Plaza, que no auguraba nada bueno acerca de lo que iba a suceder allí poco después… Pero esto, mi querido cronista, por su enjundia y extensión, no cabe ya en esta crónica, que ya fue de suficiente …
En el siguiente relato, sabremos, enseguida, el por que de ese ambiente tan tenso que se advertía en nuestra Plaza Mayor, y que motivaría en aquella tarde dominguera del 15 de Abril de 1703, nuestro particular “Fuenteovejuna”…