Habíamos dejado,
al finalizar el anterior relato -comienza D. Cosme este- a un grupo cada vez
más numeroso de hombres de Manzanares (padres e hijos), reuniéndose en la Plaza
Pública de la villa, desde una media hora antes de las tres de la tarde del
domingo 15 de Abril de 1703.. Va de sabido, que estaban convocados allí por el Alcalde
Mayor de Manzanares, Don Fernando Antonio de la Mora y Ceballos…y sabemos,
también, que la actitud gestual de una gran mayoría de ellos, incluso con algún
que otro grito, indicaba que estaban muy enfadados y beligerantes contra lo que
habría de suceder en la Plaza Mayor de Manzanares a partir de las tres de la
tarde de ese domingo de Abril,.. que no era otra cosa, como ud también sabe,
querido reportero, que el sorteo de una leva de 11 jóvenes de Manzanares, para
su incorporación inmediata a uno de los Tercios que su Majestad Felipe V, había
ordenado formar, para combatir en la inminente Guerra de Sucesión al trono de
España,…y lo que nos queda por contar, querido cronista, es algo que
ejemplifica, magníficamente, ese carácter hidalgo de la gente de Manzanares.
…En los corrillos de hombres que se iban formando en la Plaza Mayor de
Manzanares, continua D. Cosme, del murmullo continuo e ininteligible, pasaron a
escucharse voces cada vez más altisonantes….y, lo más inquietante de todo,
aunque por aquella época era común que los paisanos portasen armas blancas,… en
este caso que comentamos, debajo de casi todas las capas de todos aquellos
hombres, se adivinaban:… estoques, puñales dagas, espadachines, navajas y
alfanjes,…Algunos hombres, incluso, hacían ostentación indisimulada de ellas.
y, por si esto fuera poco, aparecieron otros paisanos en la Plaza portando
grandes capachos,… pero no repletos de uva, que no era el tiempo, sino que
llenos de piedras... Estaba bastante claro –prosigue Don Cosme- que nuestros
antiguos paisanos, en ese día 15 de abril de 1703, no estaban nada contentos
con lo que allí iba a tener lugar, pero que todavía no había sucedido…y, esto,
de por sí, y más aun cuando el motivo de la convocatoria era algo conocido por
todos, resultaba insólito en Manzanares, donde sus gentes tenían a gala, y a
orgullo, servir a su Rey, si este lo pedía, como ahora era el caso... Algo muy
grave tenía que estar ocurriendo, en torno a ese sorteo de mozos de Manzanares,
para justificar esa beligerancia tan contraria de su paisanaje a la ordenanza
Real... Y vaya si existía “gato encerrado”!, -exclama D. Cosme, antes de
continuar su discurso- … Lo primero que resultó extraño en esta historia, fue
la anulación del primer sorteo de la leva, celebrado cinco días antes, el 10 de
Abril. De hecho, esa anulación se produjo cuando los seleccionados once mozos
de Manzanares ya estaban en Almagro, que era la villa de Calatrava donde estaba
previsto conformar el tercio, antes de partir al frente de guerra...
Felipe V de España. |
La
historia escrita de este suceso .sigue Don Cosme- no nos permite saber cual fue
la razón exacta de la citada anulación, con la pertinente devolución al pueblo
de nuestros 11 mozos…(que, en ese día 15 de Abril, estaban, de nuevo, entre los
que habían sido citados en la Plaza)…pero, por lo que muy pronto conocerá
usted, y sus lectores, mi querido cronista –prosigue D. Cosme-.. todo hace
pensar que debió ser una razón muy parecida, si no la misma, a la que estaba
motivando la creciente algarabía que se estaba produciendo en nuestra Plaza
Mayor… Protestas que se acrecentaron, abucheos e imprecaciones
incluidas,….cuando el Alcalde Mayor, acompañado de los escribanos del Concejo y
el alguacil mayor, salieron a la galería del Ayuntamiento… En ese hostil y muy
cargado ambiente, y en el momento en que los escribanos terminaron de recitar,
uno a uno, los nombres de todos los mozos que entrarían al sorteo, por el
tradicional método de insaculación, se oyó una voz fuerte, emergiendo de la
multitud congregada en la Plaza… y, enseguida, blandiendo un papel en su alzada
mano, se vio avanzar hacia la tribuna donde estaban el Alcalde Mayor, los
escribanos y el alguacil, la silueta erguida y determinada del paisano de
Manzanares, que había de quedar para nuestra historia local, como el líder de
esta revuelta de todas sus gentes… Era Martín Ruiz Nieto... un padre de
familia de 53 años, con un hijo en edad de armas, reconocido en toda la villa,
como un labrador honrado,….Martín –continúa Don Cosme- al grito de… “Aquí hay
queja y eso no se ha de hacer de esa suerte Alcalde Mayor”, avanzó resuelto,
haciéndose paso entre la muchedumbre, hacia el lugar donde estaba el citado
Alcalde Mayor…y, cuando estuvo suficientemente cerca como para que este le
oyera bien,…. le exigió, a voz en grito, rehiciese la lista de mozos hábiles
para el sorteo, ya que le constaba, de manera clara e indudable, que faltaban
en ella unos 15 mozos,… curiosamente, pertenecientes a familias nobles de la
villa, entre las que se encontraban las de algunos hijos de ediles del Concejo….
Y, añadía Martin, de manera vibrante, a la vez que clara, sencilla y firme, al
más puro estilo hidalgo y castellano…que podía demostrar la veracidad de lo que
acababa de decir,. ya que, por mediación de su hermano, presbítero de la
Iglesia, le había sido posible consultar los archivos parroquiales de bautismo
en la villa.., confirmando que algunos mozos sanos y en edad de armas,..(”que
pululan por la villa, y que todo el mundo conoce”), no figuraban en el listado
habilitado para el sorteo de la leva...
Martín, enardecido, como el resto de
la multitud, terminó diciendo a D. Fernando Antonio de la Mora y Ceballos, que
ni él, ni nadie del pueblo allí presente, estaba dispuesto a consentir la
tiranía y el engaño de un forastero, por muy alcalde mayor que fuera, en un
fraude de ley que beneficiaba a unos vecinos en perjuicio de otros,
desvirtuando, además, la ordenanza real, y dejando mal al propio Rey … El
brillante alegato de Martín Ruiz Nieto, enfatiza D. Cosme, había puesto de
manera clara expresiva y contundente, en el escenario vital de ese día
histórico para Manzanares, los rasgos más característicos. del noble e hidalgo
espíritu de sus gentes:… “la intolerancia a la injusticia, (mucho más a la
impuesta por un forastero); la solidaridad, sin fisuras, de toda su gente; y la
lealtad a su Rey, al que eximía de toda responsabilidad”…..algo que, en este
caso, era verdad, ya que, en efecto, la ordenanza no hacía excepciones en
cuanto a los mozos considerados hábiles para el Servicio a la Corona… Y es que,
aun siendo común en las levas de tropas, que nobles y pudientes se escaqueasen
del servicio a la milicia, pagando a otros mozos pobres para que les
sustituyesen.. en un acuerdo tácito que venía bien a las dos partes… en esta
ocasión no se trataba de una simple leva…sino que era un alistamiento en toda
regla…, ni más ni menos, que para ir a combatir en una gran guerra
internacional…y, evidentemente, no valían esos trueques de personas por
dineros….. Lo cierto fue, -remata D. Cosme- que el discurso de Martín,
definitivamente, encendió la mecha de la rebelión ciudadana en nuestra villa de
Manzanares… enfrentada en bloque, y todos a una, contra lo que,
manifiestamente, era una decisión injusta y fraudulenta de su Alcalde Mayor,
que, además, contravenía las ordenanzas reales que la motivaron.. Una rebelión
que, de entonces en adelante, y para nuestra historia local, habría de ser
recordada como la particular “Fuenteovejuna” de la villa de Manzanares de la
Mancha.
Tercios españoles. |
Mientras tanto, sigue D. Cosme, el tumulto de la Plaza se incrementó al máximo…
el exaltado y vibrante alegato de Martín Ruiz era repetido, de boca en boca, y
una y otra vez, en todos los corrillos de padres e hijos que estaban allí
congregados”, ,..“Todos los presentes tenían muy claro, a esas alturas, que el
sorteo de los mozos había que hacerlo sin exceptuar a nadie que fuera capaz,
por muy rico que fuese,… por lo que había que incluir en el censo a todos los
que había “echado en falta” Martín Ruiz…y, a la par, retirar del mismo a otros
mozos “claramente inútiles, por sus achaques”…que, sin embargo, si que
figuraban entre los elegibles”…. “Algunos de los allí reunidos, dijeron que “no
iban a dudar en utilizar las armas que portaban y no les importaría llegar
hasta las últimas consecuencias.. incluso, si preciso fuera,. “hacer tajadas a
los escribanos”…. Muchos de los hombres presentes en la Plaza, “todos a una”, y
ya sin disimulo alguno, blandieron sus espadas, navajas y puñales.. y,
apuntando con ellas hacia donde estaban las autoridades de Manzanares,
recrudecieron sus improperios y reclamos al Alcalde Mayor y a los escribanos,,…
Tras unos instantes de zozobra y confusión, el Alcalde Mayor espetó a Martín
Ruiz, que había retomado sus quejas… “¡cállese cómo interrumpe la orden de Su
Majestad que estaba ejecutando!”…. Martín Ruiz, no se arredró en absoluto y
replicó al alcalde:…. …“puedo hablar lo que digo porque es razón… La tensión
fue en aumento, se oyeron muchos gritos que, saliendo de la multitud, decían
cosas, como;… ¡Ya es tiempo de que mueran estos pícaros perros y fariseos…
muera el mal gobierno!... Y otros más, que replicaban y repetían,
machaconamente, el lema de ese día:: ¡Viva el rey y muera el mal gobierno y el
alcalde mayor!....La suerte parecía echada!!.
Entonces, mi querido y dilecto amigo reportero, -corta Don Cosme el diserto-,
ocurrió un hecho que desencadenó, definitivamente los acontecimientos de aquel
día…y que, como este relato ya esta bien cumplido, dejaremos su conocimiento
para el siguiente,… seguro que así, además, su curiosidad, y la de sus
lectores, estará suficientemente acrecentada, como para desear: usted, que yo
se lo cuente enseguida…y, sus lectores, ir raudos a leerla de un tirón, en
cuanto esta crónica salga de las galeradas de su periódico….
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