¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

jueves, 24 de mayo de 2018

155). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: ¡¡“AQUÍ HAY QUEJA,… ALCALDE MAYOR”!!

Habíamos dejado, al finalizar el anterior relato -comienza D. Cosme este- a un grupo cada vez más numeroso de hombres de Manzanares (padres e hijos), reuniéndose en la Plaza Pública de la villa, desde una media hora antes de las tres de la tarde del domingo 15 de Abril de 1703.. Va de sabido, que estaban convocados allí por el Alcalde Mayor de Manzanares, Don Fernando Antonio de la Mora y Ceballos…y sabemos, también, que la actitud gestual de una gran mayoría de ellos, incluso con algún que otro grito, indicaba que estaban muy enfadados y beligerantes contra lo que habría de suceder en la Plaza Mayor de Manzanares a partir de las tres de la tarde de ese domingo de Abril,.. que no era otra cosa, como ud también sabe, querido reportero, que el sorteo de una leva de 11 jóvenes de Manzanares, para su incorporación inmediata a uno de los Tercios que su Majestad Felipe V, había ordenado formar, para combatir en la inminente Guerra de Sucesión al trono de España,…y lo que nos queda por contar, querido cronista, es algo que ejemplifica, magníficamente, ese carácter hidalgo de la gente de Manzanares.


…En los corrillos de hombres que se iban formando en la Plaza Mayor de Manzanares, continua D. Cosme, del murmullo continuo e ininteligible, pasaron a escucharse voces cada vez más altisonantes….y, lo más inquietante de todo, aunque por aquella época era común que los paisanos portasen armas blancas,… en este caso que comentamos, debajo de casi todas las capas de todos aquellos hombres, se adivinaban:… estoques, puñales dagas, espadachines, navajas y alfanjes,…Algunos hombres, incluso, hacían ostentación indisimulada de ellas. y, por si esto fuera poco, aparecieron otros paisanos en la Plaza portando grandes capachos,… pero no repletos de uva, que no era el tiempo, sino que llenos de piedras... Estaba bastante claro –prosigue Don Cosme- que nuestros antiguos paisanos, en ese día 15 de abril de 1703, no estaban nada contentos con lo que allí iba a tener lugar, pero que todavía no había sucedido…y, esto, de por sí, y más aun cuando el motivo de la convocatoria era algo conocido por todos, resultaba insólito en Manzanares, donde sus gentes tenían a gala, y a orgullo, servir a su Rey, si este lo pedía, como ahora era el caso... Algo muy grave tenía que estar ocurriendo, en torno a ese sorteo de mozos de Manzanares, para justificar esa beligerancia tan contraria de su paisanaje a la ordenanza Real... Y vaya si existía “gato encerrado”!, -exclama D. Cosme, antes de continuar su discurso- … Lo primero que resultó extraño en esta historia, fue la anulación del primer sorteo de la leva, celebrado cinco días antes, el 10 de Abril. De hecho, esa anulación se produjo cuando los seleccionados once mozos de Manzanares ya estaban en Almagro, que era la villa de Calatrava donde estaba previsto conformar el tercio, antes de partir al frente de guerra...
Felipe V de España.


La historia escrita de este suceso .sigue Don Cosme- no nos permite saber cual fue la razón exacta de la citada anulación, con la pertinente devolución al pueblo de nuestros 11 mozos…(que, en ese día 15 de Abril, estaban, de nuevo, entre los que habían sido citados en la Plaza)…pero, por lo que muy pronto conocerá usted, y sus lectores, mi querido cronista –prosigue D. Cosme-.. todo hace pensar que debió ser una razón muy parecida, si no la misma, a la que estaba motivando la creciente algarabía que se estaba produciendo en nuestra Plaza Mayor… Protestas que se acrecentaron, abucheos e imprecaciones incluidas,….cuando el Alcalde Mayor, acompañado de los escribanos del Concejo y el alguacil mayor, salieron a la galería del Ayuntamiento… En ese hostil y muy cargado ambiente, y en el momento en que los escribanos terminaron de recitar, uno a uno, los nombres de todos los mozos que entrarían al sorteo, por el tradicional método de insaculación, se oyó una voz fuerte, emergiendo de la multitud congregada en la Plaza… y, enseguida, blandiendo un papel en su alzada mano, se vio avanzar hacia la tribuna donde estaban el Alcalde Mayor, los escribanos y el alguacil, la silueta erguida y determinada del paisano de Manzanares, que había de quedar para nuestra historia local, como el líder de esta revuelta de todas sus gentes… Era Martín Ruiz Nieto... un padre de familia de 53 años, con un hijo en edad de armas, reconocido en toda la villa, como un labrador honrado,….Martín –continúa Don Cosme- al grito de… “Aquí hay queja y eso no se ha de hacer de esa suerte Alcalde Mayor”, avanzó resuelto, haciéndose paso entre la muchedumbre, hacia el lugar donde estaba el citado Alcalde Mayor…y, cuando estuvo suficientemente cerca como para que este le oyera bien,…. le exigió, a voz en grito, rehiciese la lista de mozos hábiles para el sorteo, ya que le constaba, de manera clara e indudable, que faltaban en ella unos 15 mozos,… curiosamente, pertenecientes a familias nobles de la villa, entre las que se encontraban las de algunos hijos de ediles del Concejo…. Y, añadía Martin, de manera vibrante, a la vez que clara, sencilla y firme, al más puro estilo hidalgo y castellano…que podía demostrar la veracidad de lo que acababa de decir,. ya que, por mediación de su hermano, presbítero de la Iglesia, le había sido posible consultar los archivos parroquiales de bautismo en la villa.., confirmando que algunos mozos sanos y en edad de armas,..(”que pululan por la villa, y que todo el mundo conoce”), no figuraban en el listado habilitado para el sorteo de la leva... 

Martín, enardecido, como el resto de la multitud, terminó diciendo a D. Fernando Antonio de la Mora y Ceballos, que ni él, ni nadie del pueblo allí presente, estaba dispuesto a consentir la tiranía y el engaño de un forastero, por muy alcalde mayor que fuera, en un fraude de ley que beneficiaba a unos vecinos en perjuicio de otros, desvirtuando, además, la ordenanza real, y dejando mal al propio Rey … El brillante alegato de Martín Ruiz Nieto, enfatiza D. Cosme, había puesto de manera clara expresiva y contundente, en el escenario vital de ese día histórico para Manzanares, los rasgos más característicos. del noble e hidalgo espíritu de sus gentes:… “la intolerancia a la injusticia, (mucho más a la impuesta por un forastero); la solidaridad, sin fisuras, de toda su gente; y la lealtad a su Rey, al que eximía de toda responsabilidad”…..algo que, en este caso, era verdad, ya que, en efecto, la ordenanza no hacía excepciones en cuanto a los mozos considerados hábiles para el Servicio a la Corona… Y es que, aun siendo común en las levas de tropas, que nobles y pudientes se escaqueasen del servicio a la milicia, pagando a otros mozos pobres para que les sustituyesen.. en un acuerdo tácito que venía bien a las dos partes… en esta ocasión no se trataba de una simple leva…sino que era un alistamiento en toda regla…, ni más ni menos, que para ir a combatir en una gran guerra internacional…y, evidentemente, no valían esos trueques de personas por dineros….. Lo cierto fue,  -remata D. Cosme- que el discurso de Martín, definitivamente, encendió la mecha de la rebelión ciudadana en nuestra villa de Manzanares… enfrentada en bloque, y todos a una, contra lo que, manifiestamente, era una decisión injusta y fraudulenta de su Alcalde Mayor, que, además, contravenía las ordenanzas reales que la motivaron.. Una rebelión que, de entonces en adelante, y para nuestra historia local, habría de ser recordada como la particular “Fuenteovejuna” de la villa de Manzanares de la Mancha. 

Tercios españoles.

Mientras tanto, sigue D. Cosme, el tumulto de la Plaza se incrementó al máximo… el exaltado y vibrante alegato de Martín Ruiz era repetido, de boca en boca, y una y otra vez, en todos los corrillos de padres e hijos que estaban allí congregados”, ,..“Todos los presentes tenían muy claro, a esas alturas, que el sorteo de los mozos había que hacerlo sin exceptuar a nadie que fuera capaz, por muy rico que fuese,… por lo que había que incluir en el censo a todos los que había “echado en falta” Martín Ruiz…y, a la par, retirar del mismo a otros mozos “claramente inútiles, por sus achaques”…que, sin embargo, si que figuraban entre los elegibles”…. “Algunos de los allí reunidos, dijeron que “no iban a dudar en utilizar las armas que portaban y no les importaría llegar hasta las últimas consecuencias.. incluso, si preciso fuera,. “hacer tajadas a los escribanos”…. Muchos de los hombres presentes en la Plaza, “todos a una”, y ya sin disimulo alguno, blandieron sus espadas, navajas y puñales.. y, apuntando con ellas hacia donde estaban las autoridades de Manzanares, recrudecieron sus improperios y reclamos al Alcalde Mayor y a los escribanos,,… Tras unos instantes de zozobra y confusión, el Alcalde Mayor espetó a Martín Ruiz, que había retomado sus quejas… “¡cállese cómo interrumpe la orden de Su Majestad que estaba ejecutando!”…. Martín Ruiz, no se arredró en absoluto y replicó al alcalde:…. …“puedo hablar lo que digo porque es razón… La tensión fue en aumento, se oyeron muchos gritos que, saliendo de la multitud, decían cosas, como;… ¡Ya es tiempo de que mueran estos pícaros perros y fariseos… muera el mal gobierno!... Y otros más, que replicaban y repetían, machaconamente, el lema de ese día:: ¡Viva el rey y muera el mal gobierno y el alcalde mayor!....La suerte parecía echada!!.

Entonces, mi querido y dilecto amigo reportero, -corta Don Cosme el diserto-, ocurrió un hecho que desencadenó, definitivamente los acontecimientos de aquel día…y que, como este relato ya esta bien cumplido, dejaremos su conocimiento para el siguiente,… seguro que así, además, su curiosidad, y la de sus lectores, estará suficientemente acrecentada, como para desear: usted, que yo se lo cuente enseguida…y, sus lectores, ir raudos a leerla de un tirón, en cuanto esta crónica salga de las galeradas de su periódico….

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