¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 30 de marzo de 2018

150). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA DECADA TRAGICA DE UN SIGLO DE PENURIAS.

Hemos definido en anteriores relatos al Siglo XVII –dice D. Cosme- como un siglo de penurias…y pruebas de ello se han dado ya bastantes en el contenido de los disertos que han ido versando acerca de los avatares acontecidos en la citada centuria…

También hemos comentado -prosigue- que el retroceso registrado por las variables económicas del Reyno de España, comenzó ya a principios de esa centuria,..aunque en algunos lugares y villas concretas, que, por alguna circunstancia, eran especialmente prosperas en su entorno, la situación económica financiera se mantuvo de una manera bastante aceptable, o se deterioró en un menor grado…y, si bien, fueron decayendo, poco a poco, no pasaron las miserias que ya sufrían otras villas próximas, hasta la segunda mitad de esa centuria de penurias para España que fue el Siglo XVII…. 

Tal fue el caso de Manzanares, sin duda una de las villas más boyantes del Campo de Calatrava en los años que mediaron entre 1600 y 1640… 
Pero, continua D. Cosme, la prueba más contundente y dramática, que asevera dicha definición, de década trágica, en lo que se refiere a la villa de Manzanares, es lo que sucedió en el curso de diez terribles años, aquellos que mediaron entre 1674 y 1684… De todo ello, de lo que sucedió en esa década trágica, que da título al relato, le propongo hablemos para darle contenido a este que comienza ahora… 

Y si , mi querido amigo, dice D. Cosme…una increíble mezcolanza… trágica, conjunta y sucesiva, de aconteceres negativos, de diferente naturaleza, afectaron a Manzanares, a partir del año 1674…y llevaron a nuestra villa, como nunca hasta entonces, al borde mismo del exterminio...

Verá ud, sigue D. Cosme, los problemas fueron tantos, tan a la par, y de tal magnitud, que paralizaron casi completamente la actividad social y el espíritu aguerrido de los manzagatos,... Nuestros desafortunados paisanos de entonces, debieron sentirse en aquellos terrorificos años, como si hubiera caído sobre ellos una maldición bíblica… Tuvieron lugar en Manzanares, más o menos conjuntamente, una serie de calamidades naturales, como: plagas de langosta y otros insectos,… los pedriscos, las heladas, la seca de algún verano… e, incluso, las inundaciones acontecidas en el río Azuer, en el curso de unos inviernos muy crudos, y particularmente lluviosos, que arruinaron las sucesivas cosechas, en aquellos funestos años para la villa de Manzanares de La Mancha…
 
Se produjeron, además, y como va dicho, graves epidemias de diferentes enfermedades infecciosas transmisibles, sobre todo: tifus y disenterías, que, en un contexto de pobreza extrema… y, en ausencia de unas condiciones mínimas de salud pública, que pudieran disminuir o prevenir los contagios, propiciaron una tasa de infecciones que afectó a casi toda la población manzagata… y, además. generó en ella una grandísima mortandad…

Y, todo ello, toda esta trágica situación, apareció en el contexto socio-financiero de una enorme presión fiscal del Reino de España hacia sus ciudadanos.. Inmersa como estaba España en guerras y problemas internos, los influyentes validos del Rey, manejaban a su antojo las finanzas del Estado, expoliando al pueblo con impuestos inasumibles en la situación de crisis que se vivía, para poder mantener los enormes costes de las guerras.. Manzanares que, como va dicho, aguantaba el tipo mejor que otras villas cercanas, se vio, de repente, por las circunstancias antes referidas,… sumida, abruptamente, en una terrible situación durante esa década trágica de 1674 a 1684… lo que le hizo sufrir más intensamente una penuria a la que no estaba acostumbrada, como otros lugares que ya se habían ido adaptando a las miserias del tiempo, muchos años antes…


Escudo del Condado de Aguilar, C/ Empedrada.

Lo cierto era que la presión fiscal del Reyno no consideraba, en absoluto, la situación económica circunstancial de sus paisanos, y les seguía expoliando a base de grandes impuestos que, naturalmente, eran imposibles de recaudar por los Concejos y los alcaides mayores de las villas….

En Manzanares, la brusca ineficiencia productiva que caracterizó aquella década trágica, por las causas y razones que acabo de referirle, condicionó una situación y estado de cosas, que terminó por asfixiar las ya precarias economías de las gentes de la villa, tanto nobles como plebeyos…aunque, como siempre pasa, y pasará en la historia del hombre, estos últimos fueron los que más sufrieron, entrando muchos de ellos en la más absoluta de las indigencias, concluye severo Don Cosme…

Esta trágica conjunción de aspectos negativos, prosigue D. Cosme, tuvo enseguida la lógica consecuencia de un marcado decremento poblacional y, por otra parte, la de un empobrecimiento generalizado en toda la villa, que se tradujo en cifras muy elocuentes de lo que supuso todo aquello… 

Como datos concretos, que hacen referencía a esos dos aspectos: .. en lo concerniente a la demografía, las enfermedades y la pobreza extrema, llevaron a la villa de Manzanares a perder, por entonces, el 38% de su censo poblacional,...que pasó, en esa trágica década que estamos considerando, de 1.286 a 792 vecinos,....bien por decesos, o por la intensa emigración a otros lugares…En el aspecto monetario, los paisanos que optaron por seguir en la villa, quedaron endeudados en la tremenda cifra de 155.877 rs,… débito, éste, imposible de costear para un Manzanares hundido en niveles de recesión y miseria, desconocidos hasta entonces, y sin un maravedí en sus arcas municipales…

El Concejo de Manzanares, ante esta situación, tuvo que guardarse el natural orgullo que siempre le caracterizó…y se vio obligado a recurrir al Consejo de Hacienda del Reyno la condonación total o parcial de esa deuda, ya que tomaron cuenta enseguida que los agotados recursos financieros de la villa hacían imposible su pago…
 
Maravadíe del siglo XVIII
El Consejo de Hacienda, no mostró mucho interés en la mediación, y delegó todos los trámites en el marqués de la Olmeda, quien parece ser que perdonó a nuestra villa todos los atrasos que ya tenía en cuenta…y, además, dejó reducida la deuda a condonar en solo 20.000 rs…. Le comentaré, ahora, amigo cronista, que, a pesar de la angustia con que, posiblemente, se vivió la situación previa a este acuerdo, es muy destacable, precisamente por eso, el alarde de desparpajo del Concejo de Manzanares, que actuó con mucha habilidad y picardía ante el marqués de la Olmeda,… al que confundió, “inflando” el índice de despoblación de la villa, lo que, seguramente, influyó de manera determinante en la decisión final de los juzgadores…. y podemos presumir que el Concejo actuó de esa manera… porque, siguiendo con el análisis demográfico, las cifras anuales de bautismos, registrados en los Archivos Parroquiales de la Villa de Manzanares (en aquel tiempo, prácticamente todos los que nacían) se mantuvieron en cifras aceptables durante los primeros años de esa década trágica, no siendo hasta su final, en los años 1684, 1685, 1686 y 1687, cuando ya se apreciaron caídas evidentes en la cifra total de bautizados, que descendieron.. entre un 21 y un 29%, respecto a las del año 1680…Ciertamente, el aumento de mortandad y la emigración contribuyeron como ninguna otra cosa a ese descenso poblacional, pero parece también evidente que los datos censarios, aportados al Marqués de la Olmeda por nuestro Concejo, estaban “maquillados”.... a favor de las pretensiones de Manzanares, algo que, por otra parte, y dadas las circunstancias, aunque se jugará engañosamente con los números, resultó una estrategia apropiada para el objetivo de paliar la muy precaria situación de las gentes de la villa, lo cual, en gran medida, y a mi manera de ver la pura actuación política en el episodio, justificó bastante a nuestro Concejo Municipal, que veló por sus propios intereses,…y también supo hacerlo por el de todo su pueblo… en un “modus operandí” característico de muchos de nuestros dirigentes a lo largo de la historia de Manzanares, de los que ya hemos tenido ejemplos en estos relatos, y que alcanzaría su cenit en algunos episodios acaecidos a primeros del Siglo XIX, que tendremos ocasión de contar en su momento, y que protagonizó el que fue insigne párroco de Manzanares, D. Pedro Alvarez de Sotomayor, sin duda uno de los mayores referentes humanos de la historia de esta increíble villa de Manzanares de La Mancha…

Y le propongo, amigo reportero, que de, aquí, fin al relato..pues ha servido para explicar lo sucedido en la que hemos dado en llamar “década trágica” para Manzanares, durante aquella centuria de penurias que fue el Siglo XVII…y nos da pie a un siguiente, en el que pueda contarle, más específicamente, algunos hechos concretos que ayudarán a conocer mejor a todos sus lectores, y a usted mismo, como se gestionaron en nuestra villa las enormes cuitas de aquella terrible década…

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