En esta crónica, querido reportero -me dice D. Cosme-, le narraré una historia de traición, que ocurrió al inicio de 1811 en Manzanares, y que sirvió para dar pábulo, otra vez, a las insidias del supuesto afrancesamiento o colaboracionismo de nuestro pueblo con los franceses; leyenda que nos acompañará, injustamente, desde los comienzos de aquella tremenda guerra de la independencia contra Francia, hace ya más de un siglo.
Todo este suceso tuvo su origen, sigue D. Cosme, cuando las autoridades galas de Manzanares, en su estrategia para intentar frenar el preocupante crecimiento de las acciones guerrilleras en La Mancha, desarrollaron una amplia actividad, en varias direcciones, con la pretensión de controlarlas y, a ser posible, eliminarlas. En ese objetivo, los galos hicieron proclamas en las villas de la región, para animar a los aldeanos a delatar, a cambio de una recompensa dineraria, a quien conociera que estuviese enrolado en la guerrilla, o a quien pudiera dar pistas de donde se escondían… Esto, continua D. Cosme, no tuvo ningún éxito entre los vecinos de las villas de La Mancha, que bien por patriotismo o, muchas veces, porque tenían algún familiar o conocido enrolado en las guerrillas, no estaban, lógicamente, dispuestos a semejante acción que conllevaría la muerte de los que hubieran señalado…Muy poco seguían conociendo los prepotentes galos del carácter hidalgo manchego…remata, D. Cosme…
Adicionalmente, los “espías” que tenían los gabachos entre la población, intentaron confundir a los aldeanos, diciéndoles que mucha gente que actuaba en las guerrillas estaban con escasez de víveres, y tenían la intención de acercarse a robar por las noches a los pueblos próximos…De esa manera, esperaban los franceses que algún aldeano, por miedo a ser robado, informase de por donde podían tener sus escondrijos las guerrillas… Esto tampoco tuvo éxito, por iguales razones que las de la propuesta anterior, y porque el paisanaje manchego es muy poco dado a la confidencia a gente poco conocida, y más en un tema de tanta enjundia como era ese.. Quien inquiría sobre ello, generaba enseguida desconfianza en su interlocutor.. y el silencio, o el “yo no se nada”, eran las únicas respuestas a esas preguntas... En Manzanares, conociendo a Sotomayor, -continua D. Cosme- en cuanto él tuvo conocimiento de esas maniobras galas, tomó la iniciativa de hacerlas fracasar…y lo hizo a su “modus operandi” de manera sutil e inteligente. Se ofreció a las autoridades galas como buen conocedor de su feligresía, para, en su caso, informarles personalmente de cualquier cosa extraña que apreciara cualquier aldeano del pueblo, ya que al primero que informaban de un hecho inhabitual era a él… lo cual, esto último, era cierto, pero no las intenciones de llevar esa información a los franceses por parte de D. Pedro. Nuestro Pastor, eso sí, teatral como era para estas cosas, comenta sonriente D. Cosme, seguramente fingió ante los mandamases galos, que se creía lo que decían sus proclamas... y se mostró preocupado ante ellos, acerca que alguna partida de guerrilleros pudiera entrar al pueblo a robar y, quizá, herir o matar a alguien…, aunque, a la vez, reafirmaría, el carácter pacífico de los vecinos, y la escasa probabilidad que hubiera noticias en el pueblo sobre ese tipo de asuntos; “curándose en salud”, pues bien sabía él que los franceses no recibirían de su parte ningún dato al respecto…Las autoridades galas, quedaron, pues, confiados en que el párroco, les informaría si fuera menester.
Finalmente, sigue D. Cosme, ante el fracaso de todas esas acciones con los paisanajes de La Mancha, en 1811, los galos decidieron ir directamente al contacto con los líderes de las guerrillas locales, con el ánimo de atraerlos a su jurisdicción, de promover disensiones entre ellos..., o, entre ellos, y el ejército regular español. Pensaron que muchos de esos líderes de la guerrilla, en realidad eran bandidos y mercenarios, que estarían proclives a “venderse” ante una buena oferta...En ese sentido, sigue diciéndome D. Cosme, los confidentes del contra espionaje galo, se encargaban de propalar por las villas manchegas edictos de la autoridad francesa, donde se ofrecía amnistía a los guerrilleros que se entregasen, aparte de una contrapartida económica por las armas y caballería que dejaran en poder del ejército imperial.
Batalla de Valdepeñas, 6 junio 1808.Foto de Wikipedia.
Esta iniciativa, prosigue D. Cosme, la llevó en primera persona en Manzanares el gobernador Lorge… quien tampoco tuvo mucho éxito, excepto en uno de los primeros contactos que mantuvo, el de un guerrillero llamado, Juan Velasco Negrillo… quien, desde ahora, será el protagonista de esta crónica. Velasco, atendió a esa llamada a la traición, el día 23 de febrero de 1811, presentándose con su partida, un día después, en Manzanares, donde se ofreció, con armas y bagajes, a Francia... y prestó juramento a José I en el patio del castillo.... “pidiendo el honor de servirle”... a lo que accedió Lorge, al final de aquel acto de sumisión y traición. El gobernador Lorge, apurado por la presión creciente de las guerrillas, algo por lo que, él, estaba motivando muchas dudas entre sus superiores, se mostró exultante de este primer éxito suyo en el tema de conseguir disidencias en la guerrilla, y difundió la noticia a los “cuatro vientos” y a sus mandos, sugiriéndoles que se añadirían muchas otras deserciones guerrilleras en el tiempo cercano...
Pero, una vez más, esos buenos deseos del gobernador Lorge, para su causa y la de los galos, se verían desmentidos por la cruda realidad…ni un solo líder guerrillero más traicionaría a la causa española. Quizá, por el hecho de ser Manzanares la villa donde se escenificó esta traición, algo normal por otra parte, al ser nuestro pueblo capital de La Mancha francesa; quizá, por que levantar insidias contra nuestro pueblo y nuestra gente se había hecho costumbre en algunas villas vecinas... o, quizá, por que al gobernador Lorge le pareció bien focalizar mucho el éxito sobre sí mismo y su entorno próximo, enseguida se difundió la idea que el traidor Velasco Negrillo era natural de Manzanares, lo que, muy pronto, volvió a dar pábulo a la insidia del afrancesamiento de nuestro pueblo, en este caso agravado por la traición a la causa patria...Otra vez, ¡Manzanares, en "mala boca" de pueblos vecinos!...no se muy bien si por envidia o soberbia, que tanto monta, monta tanto... me dice D. Cosme...
Según los intrigantes, sigue reflexionando D. Cosme, era natural que un traidor a la causa, fuese, valga la redundancia, natural de Manzanares.. En fin, no deja de sorprender la insistencia de algunos en tanta insidia y mentira... pues, aunque esa natalidad hubiera sido cierta, en nada desmerecería la brillante y definida trayectoria patriótica de Manzanares, de la que nuestro pueblo, como ud. y sus lectores ya conocen muy bien, había dado muestras desde el primer contacto de los gabachos con nuestro solar manzagato…pero lo cierto es que eso también, esa nueva insidia, a fecha de hoy, puedo yo aquí desmentírsela de manera fehaciente y rotunda –dice con énfasis malhumorado D. Cosme-…y puedo hacerlo, continúa, porque como esa referencia a la supuesta natalidad del traidor Velasco en Manzanares, había quedado referida en algunos escritos acerca de la historia de la guerra de la independencia, hablando hace unos años sobre esta cuestión con mi gran amigo, D. Inocente Hervás Buendía, erudito de la historia local y párroco de este pueblo nuestro, Manzanares, hasta hace solo un año... y habida cuenta que los Archivos municipales se perdieron casi en su totalidad a finales del siglo XIX, le pedí permiso y ayuda para indagar en los si bien conservados Archivos parroquiales... y, allí, en la sacristía de la parroquia; entre él, yo, y algún que otro cura más, revisamos partidas de nacimiento, casamiento, etc...de un gran número de años previos a ese 1811, suficientes para dar con la fecha natal de ese guerrillero traidor, y puedo asegurarle que no encontramos ningún Velasco Negrillo que naciese en Manzanares, ni tampoco pudimos leer en ninguna de las páginas un casamiento de un Velasco con una Negrillo....y, como quiera que esos archivos de la parroquia, si que están completos e íntegros, y los que los revisamos somos gente muy concienzuda y cabezota (dice, entre risas, D. Cosme), es manifiesto que aquel traidorzuelo, Juan Velasco Negrillo, existió y se entregó a la pérfida Francia, el 24 de Febrero de 1811, pero que, en modo alguno, para desdicha de vecinos envidiosos e insidiosos, nació en nuestro pueblo.....y que, sin pasar nada porque hubiese nacido en Manzanares, pues que, visto lo visto, y lo que le gusta enredar a muchos...mejor que no fuera en nuestro pueblo donde su madre le alumbró.. no le negaré que, a más de traidor, ese tal Juan Velasco, debió nacer en algún pueblo, seguramente en La Mancha...pero, desde luego, no en Manzanares de la idem;...era "forastero"... y no quise indagar más sobre el citado hecho, no fuese a ser que naciese en.....
Así que, de esta manera, puede usted dar fin a esta crónica, ya de suficiente y bastante, para dar cuenta de un guerrillero manchego, Juan Velasco Negrillo, que fue traidor a la causa española... y al que, alguna mente aviesa e insidiosa, quiso colocar el parto de su madre en la insigne y nunca bien ponderada villa de Manzanares de La Mancha...