¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 20 de julio de 2016

89). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES, 1912: CRECIMIENTO Y PROGRESO



“Don Cosme ha querido poner una pausa en los relatos que, sobre la historia inicial de su magnífico y glorioso pueblo de Manzanares, este reportero les cuenta luego por aquí… para, ahora que los reanuda, hacer énfasis en que, éste, el que tendrán oportunidad de leer, da inicio a un nuevo ciclo de crecimiento, progreso y esplendor del Lugar de Manzanares… que, prosigue, alcanzará, en su desarrollo la categoría de Villa, a principios del Siglo XVI, y durante el que se desplazará el centro vital de la aldea, situado hasta entonces en esta Plaza del Castillo, a la que fue, desde ese tiempo y hasta ahora, Plaza Mayor de Manzanares, albergando la nueva y magnífica parroquial, construida en uno de sus contornos, donde habría de quedar para siempre, como emblema y símbolo genuino e imperecedero de Manzanares, enfatiza con enorme vehemencia y convencimiento, el Señor Cosme”.

“En anteriores relatos, continua Don Cosme, hemos conocido que, tras un siglo de conflictos y altercados, en esa fecha que habrá de quedar marcada para siempre en la historia manzagata… ese 10 de octubre de 1480, la Orden de Calatrava tuvo a bien adjudicar a Manzanares un término jurisdiccional propio y bien delimitado…anunciándose, ese mismo día, esta buena nueva al concejo y a todos los aldeanos del poblado, que fueron convocados, a dicho fin, en esta Plaza del Castillo, donde ahora estamos, al rebato de las campanas de la Iglesia primitiva de la Calle del Carmen, por el Comendador y los alcaldes ordinarios, Juan Hernández y Alonso Gómez Moreno”. 

Como también va de sabido, la extensión de ese territorio que conformaba la Encomienda de Manzanares, no era muy grande, pues se limitaba a un círculo de unos ocho kilómetros de radio alrededor del poblado, excepto en la parte lindera con Membrilla; donde era, por razones de proximidad, una simple lengüeta de tierra, mucho más pequeña, pero de gran importancia, por que allí vivieron siempre los ancestros más ancestros de la nueva aldea, en esos enclaves de Argamasiella so la Membriella, el Cerro del Moro y la Argamasiella de Pilas Bonas, donde cultivaban la riquísima vega del Azuer, en la parte meridional de Manzanares, desde tiempo inmemorial, y que habría de servir para el necesario sustento inicial de los primeros calatravos que se instalaron en nuestro suelo para construir el Castillo…

En cualquier caso, el lugar de Manzanares siguió dependiendo de Almagro, donde se tomaban todas las decisiones importantes en el ámbito administrativo, recaudatorio y judicial y el hecho de que, por entonces, aún no existiera Procurador Síndico en Manzanares, demuestra la falta de competencias de la aldea naciente para defender sus intereses comunitarios y su territorio”….”Pero eso no fue óbice, sigue D. Cosme, para que en 1483 una nueva oleada de colonos, al ser conocedores de la legitimación potestativa, delimitativa y jurídica que la Orden de Calatrava acababa de otorgar a Manzanares, comenzasen a llenar el poblado de nuevos vecinos, que llegarían casi a triplicar su número de habitantes en la centuria siguiente” … “Y así es, tal como ahora le cuento, continua Don Cosme su increíble exposición, llena de datos y cifras,… que hoy conocemos con seguridad, por que quedó escrito por sucesivos visitadores de la Orden de Calatrava, que muy a principios del XVI, el creciente Lugar de Manzanares estaba ya habitado por unos 1.500 habitantes, cifra que llegaría a los 4.125 al terminar la centuria y que de las doscientas casas que había en 1352, se alcanzaron las seiscientas en 1579... 

“Dado ese fuerte incremento demográfico muchos de los recién llegados, a finales del Siglo XV, tuvieron que edificar sus casas fuera del recinto amurallado, pues el casco urbano primigenio, acotado por la cerca, quedo insuficiente -como también va de sabido- para acoger a una población que, en el momento de construirse la muralla no llegaba a los 1000 vecinos. Es muy posible que, para esa fecha clave de 1480, la muralla estuviera ya muy “mondada” y casi desaparecida, ante la presión demográfica.. que, un siglo después, ya habría cuadruplicado la población manzagata, respecto a la que existía en los tiempos de la construcción de la muralla.





“Poco a poco, sigue Don Cosme su brillante discurso, el espacio urbano de la aldea aumentó más allá de la cerca, primeramente en lugares próximos a las, entre 3 a 5 puertas, que la dicha muralla tuvo en origen, y luego en la ampliación, por alargamiento, más allá de donde terminaban en la muralla., de diversas calles, como la Calle Monjas, Calle del Doctor, Calle Duran o Empedrada… así como, extendiéndose a partir de la Plaza Mayor, nuevo centro distribuidor del pueblo, y sustituto del anterior de la Plaza del Castillo, que al final de ese Siglo XV, se había quedado pequeño y excéntrico, ante el crecimiento poblacional y urbano del Lugar de Manzanares ”…”Y así fue también, sigue D. Cosme, que en ese nuevo centro urbano, las pujantes, emprendedoras y, cada vez más numerosas gentes de Manzanares, plantearon a los regidores calatravos la creación de una nueva y gran iglesia parroquial, lo que fue acogido, de inmediato, de manera muy favorable por la Orden Calatraveña, que dio enseguida licencia y maravedies para su construcción… para esa obra ingente, que habría de cristalizar en la magnífica “Catedral de Manzanares”, y que se comenzó a construir ya a finales del siglo XV”…

”Y esto, también lo sabemos a la ciencia cierta, dice D. Cosme, pues en un escrito del año de gracia de 1495, los visitadores de la Orden de Calatrava… que aquí llegaron y escribieron, sobre cosas de este pueblo, entonces solo Lugar, referían al respecto de la nueva Iglesia que las obras ya estaban comenzadas, recomendando los susodichos visitadores al entonces mayordomo de la iglesia, esto que le trascribo, para el relato, por su histórico carácter: "vos mucho os encargamos la obra de la yglesia que teneys principiada trabajes como vaya adelante pues que el pueblo a Dios gracias esta crecido e la ha bien menester "…. En 1500, los visitadores indican y escriben….que la iglesia "que teneys comenzada esta ya en buenos principios", siendo grande el deseo de todo el pueblo de que la obra siguiera con la mayor celeridad…. Advirtiendo, eso si, que como el gasto era alto, si no se conseguían más ingresos "seria imposible poderla llevar adelante". Por ello, de acuerdo Orden de Calatrava y Concejo de Manzanares, se decidió que unas eras, propiedad del susomentado Concejo, utilizadas entonces para emparvar el grano, pero que estaban creando bastante polémica en el Lugar, ya que provocaban, en palabras de los visitadores… "ruidos y debates" en su uso por los vecinos, fueran divididas y se "vendieran por pedazos a personas particulares de dicho concejo dexando asi algun pedazo de las dichas eras ... para los necesytados del pueblo", utilizando los ingresos devenidos por la venta para que la "yglesia fuese acrecentada.

Y de igual modo, sigue Don Cosme, en esos decisivos ultimos 20 años del siglo XV, en que Manzanares comienza una de sus etapas de mayor esplendor, concretamente en el año 1484, se crea en Manzanares, al inicio de la Calle del Carmen, frente al Castillo y frente a la antigua parroquial, el primer hospital que tuvo este pueblo, siendo su fundador, quien, a la sazón, era también Comendador del Lugar, Don Alonso de Ávila, el cual lo dotó, como quedó de sabido en escritos de entonces “de ciertas rentas para sus gastos de mantenimiento”. Al parecer, fue gestionado en un principio por la iglesia parroquial, pero luego se acabó creando una cofradía que fue la encargada de su administración y mantenimiento. La capacidad del hospital primitivo de Manzanares, en sus primeros tiempos, era de: “cuatro camas de madera”, contando, además, entre sus bienes con: “nueve mantas y seis sábanas viejas, otra manta obrada, unos manteles y una colcha vieja.”…. Además, había: “una caldera buena para hacer la comida a los pobres acogidos en él, un armario donde almacenar la ropa y un cubo para sacar agua del pozo”. El hospital es descrito, entonces, con cierto orgullo, como una casa "muy buena y capaz", perfectamente adaptada a sus funciones, que contaba, además, con “tres cuartos largos, dotados de salas y aposentos, y una vivienda alta”…. En el primero de los cuartos , a mano izquierda según se entraba al edificio, se levantó un altar para decir misa a los enfermos… a continuación había una sala donde se acogían o curaban los sacerdotes, y después otra destinada al tratamiento y curación de los seglares”.

”Ya sabe usted, que desde siempre, la Iglesia tuvo mano, dice con sorna indisimulada D. Cosme”…. “El segundo de los dichos cuartos, se encontraba frente a la entrada, y era utilizado como vivienda del hospitalero, mientras que en el tercero se hallaba una cocina y un aposento para los pasajeros pobres. También había un buen patio central y, en él, un bonito pozo con su brocal,. El inmueble se completaba, según quedó descrito en escritos pretéritos, con un corredor y un portal grande”.

Y asi, dice Don Cosme, de usted fin al relato aquí,… que acaba de relatar un fin de Siglo, el XV, con un Manzanares en pleno crecimiento y ebullición, pero que habría de dar paso, calendario obliga, al todavía más glorioso que fue para Manzanares, Siglo XVI, y de cuyas vicisitudes tendremos ocasión y largura para seguir hablando en sucesivos relatos


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