¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

viernes, 3 de junio de 2011

Turistas alemanes, visitan detenidamente la Parroquia de la Asunción de MANZANARES.

El 12 de Mayo de 1957, Melchor Díaz-Pinés Pinés envió a la Agencia Nacional de noticias CIFRA, la siguiente información:

Los viajeros de un  autobús alemán, han dado la nota simpática, hoy domingo en la Plaza de José Antonio, que se encontraba con gran afluencia de público, por ser coincidente con el horario de la celebración de las bodas y bautizos del día.

Los jardines situados delante de la Parroquia de la Asunción, aparecen nevados, en esta foto de la década de 1960.
Foto de Melchor Díaz-Pinés.

Los turistas alemanes, todos mayores pero muy joviales y comunicativos, en su jerga mitad germana, mitad francesa, parecían asombrados de la belleza de los jardines de la citada plaza, prodigando sin tasa las fotografías a tanta bonita flor como ahora muestra el entorno, así como al conjunto armonioso de jardinería que existe en el lugar, a la Parroquia y su esbelta torre, al edificio de la Biblioteca Lope de Vega, así como a  los soportales que circundan la conocida plaza. Todo eran comentarios, sonrisas y afecto hacia los manzanareños que por allí paseaban que fueron en todo momento correspondidos con cariño.


Biblioteca Lope de Vega, Manzanares 1960. Foto Melchor Díaz-Pinés.

Todos ellos hicieron su entrada en la Parroquia de la Asunción cual cortejo de la boda que allí se celebraba en el momento. Se les notaba devotos pues tomaron agua bendita y las mujeres cubrían sus cabezas con pañuelos. Admiraron todos los altares e imágenes, así como la fábrica de la Parroquia y recorrieron en silencio todo el amplio templo para posteriormente subir al autobús que les conduciría hacia Andalucía.


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