El actual Hospital Asilo, inicia su andadura en 1817 con el patrocinio de D. Pedro Joaquín Alvarez, D. Juan Merino, D. Pedro Antonio Carrascosa y D. Estanislao Fontes. Es rigurosamente cierto que estos Srs. durante el paseo por el rio Azuer, encontraron una moneda de plata. Entre todos, decidieron que esa moneda sería la primera aportación para construir el Hospital, realizando una cuestación a domicilio para conseguir el montante económico necesario para su realización. Pero claro, faltaba el solar donde edificarla y fue cuando se pusieron en contacto con D. Carlos de Borbón, Infante de España y hermano de D. Fernando VII, para que les cediera una casa de su propiedad en la calle Estación, hoy Virgen de la Paz. No sólo fue concedida la petición sino que se erigió en benefactor del Hospital, aportando rentas de su Patrimonio hasta que el Infante fue desterrado.
Hay documentación que señala que ya, en 1840 el Ayuntamiento de Manzanares se hizo cargo del mismo, pasando a llamarse 'Hospital Municipal' y contando con la ayuda de D. Pedro José Carrascosa y Carrión, Obispo de Zoara y natural de esta ciudad. El citado Obispo fundó las Conferencias de San Vicente Paul, para señoras y caballeros, consiguiendo ingresos para al ampliación del Hospital con más Salas. El colofón fue la presencia activa de D. Alfonso Mellado y Buenasmañanas que consiguió una edificación digna y bien dotada de medios para aquella época. En Mayo de 1840, siendo alcalde D.Francisco Elipe y Guisasola, se adquirió un local contiguo para la ampliación del inmueble y el día 7 de septiembre de 1885, hacían su entrada triunfal en Manzanares las cinco Siervas de María que se hacían cargo de los servicios de la institución, siendo aclamadas por numeroso público en la estación de ferrocarril y acompañadas al templo parroquial donde se entonó un Te Deum solemne, en acción de gracias.
Hasta 1900 el Hospital funcionó a pleno rendimiento, siendo el 3 de Mayo de ese año cuando se dictó Real Orden de Gobernación, reconociendo la personalidad jurídica de la institución, pasando a denominarse ' Casa de Caridad y Asilo de Pobres', recibiendo ese mismo año la nuda propiedad de los bienes de Dña. Apolonia García. Es una época en que figuras como Dña. Dolores García Noblejas y Díaz-Pinés, su hermano D. Ramón y D. Mariano Jiménez y Jiménez, solventaron algunas crisis económicas del Hospital siendo calificados como 'insignes'.
Y así, hasta nuestros días, con mejoras constantes y crisis económicas frecuentes, solventadas por grandes benefactores, transcurre la Historia del Hospital. Como decía Sto. Tomás de Villanueva: " Quien da al pobre, presta a Dios ". ¡ Y así fue, vive Dios !.
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