En octubre de 1969, Melchor Díaz-Pinés Pinés realizaba la siguiente crónica informativa para la Agencia CIFRA.
En el club J.A.C.E de Manzanares, ha tenido lugar una Mesa Redonda de singular importancia y significación para el futuro desenvolvimiento económico de la población agro-vinícola. Asistieron más de doscientas personas, entre los que se pudieron conocer vitivinicultores, enólogos, cooperativistas, químicos, ingenieros, industriales, agentes comerciales y demás fuerzas vivas e inquietos ciudadanos que buscan por el progreso, una apertura a un mundo renovado que todos los mortales desean.
Es el Manzanares pionero del buen vino de la Mancha, allá por la segunda mitad del siglo XIX y primer tercio del siglo que vivimos el que nos reclama energía ; el Manzanares que exportaba en envases de roble sus ricos caldos al Extremo Oriente, a toda Europa, Norte de África y América central y del Sur ... quiere renacer de sus cenizas. Es el Manzanares de nuestros valientes antepasados que con sus grandes carromatos cargados de pellejos y tirados por media docena de mulas - siempre con la escopeta al brazo para defenderse de los lobos y otras alimañas a su paso por Sierra Morena - el que quiere dar un golpe de efecto a la depresión que ahora sufre.
En esta reunión preliminar se ha podido apreciar la animación y atención que los asistentes prestaron a las sugerencias emanadas por cada uno de los que tuvieron voz. El proyecto que se deduce de las ideas y diálogos sostenidos en esta reunión, es de gran calado y aunque solo se trataron someramente las acciones a emprender, se habló de la necesaria fusión de las cooperativas y los industriales exportadores y elaboradores particulares. Se habló de la instalación de una gran embotelladora para lograr incrementar las ventas de nuestros vinos y la instalación de todo el aparataje necesario para la obtención de alcoholes, flemas, holandas, mostos concentrados y azufrados, mistelas y vinos generosos, de la consecución de las denominaciones de origen para nuestros productos, etc, etc.
Las ideas están lanzadas y aunque no todos las compartan, es cuestión de seguir debatiendo y profundizar en su estudio. De momento se ha logrado formar una comisión de hombres emprendedores, amantes de sus tierras y sus vinos, poseedores de grandes iniciativas que avanzarán en las posibles soluciones para lograr emerger con fuerza en los mercados nacionales e internacionales.
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