Ya comenté que fue Antonio Quevedo Muñoz el que, a través del correo electrónico, me envió estos artículos de la Revista SIEMBRA.
En esta ocasión, la entrada es una evocación de Manuel Rodriguez Mazarro hacia mi padre, Melchor Díaz-Pinés Pinés, unos meses después de su fallecimiento, con palabras que le agradezco sinceramente.
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