“Pues verá usted,
querido cronista, si ya conocimos que en la anterior centuria del XVI…en el
“Siglo de Oro de Manzanares”, se produjo el gran crecimiento urbano de este
gran pueblo,… y, también, el “nacimiento” de la nueva Plaza Mayor y de la
Catedral…. en el Siglo XVII, que ahora estamos intentando relatar en sus cosas
más enjundiosas, se fue concretando el “relleno” inmobiliario de la nueva
villa, cuya pujanza en vida y gentes, llevó a los notables de nuestro Concejo a
plantearse lo que ha de ser objeto del presente relato…el hacer más grande
nuestra coqueta Plaza Mayor”…
“En ese sentido, ya en 1565, mientras todavía se estaba construyendo la Plaza,
tras una inspección de los visitadores de la Orden de Calatrava, indicaron lo
siguiente:
“que la Plaza de Manzanares era muy buena y no tenía necesidad de reparación
alguna, aunque existía el problema de su pequeñez”…
“Y es que, como usted supondrá, en aquel pujante y creciente Manzanares del
Siglo de Oro, no resultó extraño que un lugar como la nueva Plaza, que se había
convertido en el centro vital de la villa, y donde se realizaban prácticamente
la totalidad de los actos públicos y festivos que tenían lugar en Manzanares,
además del mercadeo diario, se quedase pequeña, y en riesgo de quedar
desbordada y atestada de gente en cualquiera de esas actividades, oficiales o
lúdicas… y mucho más si, como también ya sabe usted por anteriores relatos, en
ese Manzanares pujante, activo y vibrante, hubo en aquellos tiempos numerosos y
grandes eventos en su Plaza, como la famosa y controvertida zuiza de 1600”….
“En el entorno calatravo de la época, Manzanares era una de las villas más
activas en realización de festejos y eventos en su Plaza mayor… además de ser
uno de los primeros lugares donde se hicieron espectáculos taurinos y a
caballo”;..
“Aparte de estas consideraciones específicas, circunstanciales y puramente
locales, que justificaron, sin necesidad de más elementos de juicio, el
ensanche de la Plaza Mayor de Manzanares -sigue Don Cosme-… debe decirse, por
que así sucedió,… que, de manera general, y en todo el Reyno, la formación y
desarrollo definitivo de las plazas de las villas era todo un largo proceso
(casi siempre de siglos de duración), durante el cual, y en la Plaza concreta
que se estuviera considerando, se iban sumando y aponiendo, poco a poco,
diferentes edificios, lo que acababa conformando, año a año, un aspecto general
reconocible, pero cambiante con el paso del tiempo, en cuanto a disposición y
formas”,.. . “De hecho, el aumento demográfico de muchas de las villas
manchegas, propio de aquella época del Siglo XVI… que se prolongó, en la misma
tendencia expansiva, durante las primeras décadas del XVII, que también fueron
de “oro”,provocó que estos espacios centrales y vitales de las villas, se
quedasen pequeños enseguida, haciendo necesaria su ampliación....y, eso mismo,
corregido y aumentado, por el espectacular crecimiento comparativo que tuvo
nuestra villa en aquella etapa de tiempo, fue lo que sucedió en Manzanares”…
“Para que se haga usted una idea de cómo era todo ese entorno de nuestra Plaza,
le recuerdo, querido reportero, lo que ya le mencione para anteriores
relatos”….
“En el centro de la Plaza, se había construido una especie de “rollo de piedra
labrada” con gradas…y, a través de una puerta de barandilla, construida de
madera de pino torneada, se accedía desde el Consistorio a un corredor que daba
a la Plaza.. “con balaustres de madera torneados y unas antepuertas de ripias,
para guardar del sol” ... “Este corredor era utilizado por los oficiales del
Concejo para contemplar los espectáculos taurinos o de teatro y juegos que se
desarrollaban en la Plaza, así como para notificar y dar noticia y razón a los
vecinos de los decretos y edictos que se proclamaban por el Concejo, la Orden o
el Rey”…
“En otro aspecto, los visitadores, una vez acabada la Plaza, advirtieron que:….
“ no estaba bien acondicionada y era inadecuada para la importancia que debía
tener”,
“Por ello, se habilitó una nueva entrada-salida a la misma… que desde la actual
calle del Doctor, abocaba a la Plaza,… en lo que hoy se conoce como “callejón
del Rey”… ya que en un informe previo se había dicho sobre el estado de dicho
acceso lo siguiente:
“ habiéndose realizado de forma sinuosa y encontrándose interceptada”, (lo que
es el actual callejón del Rey)”….“En función de ello, para el citado acceso,,
se ordenó que:
“desde la calle de Alonso Pastrana clérigo (Doctor), se abriera la casa de
Diego Díaz de Alcázar, por donde más directo fuese el hilo desde la de los
herederos de Gonzalo Díaz las casas de Francisco Sánchez de Martín Sánchez y
del bachiller Quesada, hasta dar a la esquina de la casa de Diego de
Valdelomar, y por el otro lado a mano izquierda, saliera el hilo directo desde
la esquina de la casa de Alonso Caballero hasta la de Antonio de Morales
…porque es calle muy principal y sale de la plaza y esta atajada que no tiene
salida"..
“Terminada la obra… por ahí era por donde entraban y salían los toros y los
caballos en los diferentes espectáculos de la época”… “Puede usted advertir,-me
dice Don Cosme con su retranca habitual-, que desde muy pronto ese fue un
“entorno muy teatral” en Manzanares, ya que ahí, en ese callejón, se instaló
siglos después, el Teatro Calderón, emporio de los espectáculos manzagatos de
finales del Siglo XIX y primeros de este Siglo, hasta que hace un año, en ese
gran 1911 de Manzanares, se terminase de construir ese admirable y nuevo “Gran
Teatro” en la Plaza de la Virgen de Gracia”…
Finalmente, fue a comienzos del XVII, concretamente en 1607, cuando se decidió
por nuestros regidores, de un modo concreto y definitivo, tomar medidas
adicionales para solucionar la falta de espacio de nuestra Plaza.., lo que los
“visitadores” de la Orden calatraveña, justificaron con el siguiente párrafo:…
“pues es pequeña para tan grande lugar que con dificultad se pueden realizar
fiestas de caballo en ella"….
“Los visitadores de la Orden de Calatrava, y el Concejo de la villa, estudiaron
sobre el terreno las posibles acciones a desarrollar para ensanchar nuestra
Plaza Mayor, cuando ésta solo tenía un siglo de existencia,... Aunque, en puridad,
podría decirse que, durante todo ese siglo XVI, como acabamos de recordar
antes, no había dejado de transformarse y albergar nuevos edificios o reformas
de los que se habían construido al principio de la dicha centuria”… “Sean como
fueran las diatribas que se hicieran entre Concejo de Manzanares y
“visitadores” calatravos, en ese año de 1607,…estos últimos dispusieron lo
necesario para que se ampliase nuestra Plaza, y que:.. "sea harto
grande".. “Para ello, sigue Don Cosme, los visitadores y el Concejo,
mandaron que:….
“de las casas de Juan de Villaescusa se derribase el edificio que daba a la
plaza, en una longitud de catorce pies de ancho, desde la tienda de Martín de
Quijada hasta las carnicerías, y una vez derribada la casa, el edificio que se
levantare que ha de hacer acera hacia la dicha plaza sea el que convenga para
su adorno, con parecer del ayuntamiento desta villa”…“y para que no se hiciera
agravio a los dueños del edificio, se le pague por ello lo que fuere
considerado justo de los bienes propios del concejo de la villa”…
“Para las obras, se nombraron dos reconocidos alarifes de la villa (albañiles),
uno elegido por el Concejo de la villa y el otro por los dueños de las casas
afectadas”…
“Lo primero que hicieron los alarifes, fue ponerse de acuerdo en tasar el valor
del terreno y los inmuebles afectados por el derribo o las reformas, dejando el
ayuntamiento los materiales y despojos de los edificios derribados a sus
dueños, descontado su valor del precio de tasación, que, en este caso, sería
pagado por el ayuntamiento…"con la mayor brevedad que se pueda".
“Pese a haber indicado los pasos a dar , las obras del ensanche de la Plaza no
se llevaron a efecto a continuación…y los dueños de los edificios que debían
derribarse no realizaron ningún tipo de obra o arreglo, lo que provocó que,
abandonados, alcanzasen un deplorable estado de deterioro, menoscabando a su
vez, el ornato de la plaza”…. “Por ello, en 1638, se fijó un plazo
improrrogable de cuatro años, para que se procediera a las obras del ensanche
de la plaza o, en caso contrario, se anularía el permiso de derribo de las
casas afectadas, por lo cual el previsto ensanchamiento, con las obras
pertinentes, antes comentadas, se terminó realizando casi mediado el Siglo
XVII, en los cuatro años que mediaron entre 1638 y 1642” .
“También a principios del Siglo XVII, y como la villa se había quedado sin un
espacio específico para cárcel, los visitadores mandaron que:
“se hiciera una cárcel pública, con aposentos altos y bajos, en los que
estuvieran separados hombres y mujeres”…
“Para hacerla,.. se utilizaron unas tiendas que confinaban con la audiencia, y
la casa de Francisco Sánchez de Carrión, situada junto a ella, tasándose su
valor, que se pagó de los propios del Concejo”….
“La nueva cárcel, tenía dos puertas fuertes… y, en la segunda de ellas, situada
en el portal, se colocó una reja de tirante”….. “En la planta baja, había tres
aposentos para los presos, junto a una habitación para el alcaide y una cocina,
mientras que en la planta alta se construyeron otros dos aposentos, y dos
corredores, uno de los cuales estaba atajado (cortado), para transformarlo en
capilla”…
“Contaba con un corral y una caballeriza, con sus puertas y cerraduras, ... y,
mediante una reja fuerte, se comunicaba con la Audiencia, para que los presos
pudieran hablar a través de ella”…
“Y quede, así, contado, dando final al relato, todo lo acontecido en esa
centuria del Siglo XVII, para que nuestra villa ampliase el tamaño de su
magnífica Plaza Mayor, hacía un espacio que hubo de perdurar en los siglos que
vinieron, dando lugar al grandioso entorno que hoy podemos contemplar,… y que
es digno de este gran pueblo que se llama Manzanares”..
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