“Y, sí, querido reportero, -me dice Don
Cosme para empezar este relato-… en el Siglo XVII, a pesar de sus penurias,
también “nacieron” dos Ermitas en Manzanares… y lo hicieron en los inicios de
la dicha centuria, cuando aun se encontraba la pujanza de nuestra Encomienda,
al nivel que había tenido durante el siglo precedente… y, también, el ánimo
constructivo y emprendedor de nuestros ancestros se mantenía en todo su impulso
y esplendor”…
“Y, al igual que ocurrió en el siglo XVI, donde varías de la Ermitas nacidas en
ese tiempo en nuestra villa, sobrevivieron al tiempo y a la historia, llegando
hasta nuestros días,.. y otras desaparecieron, arrumbadas por los vientos de
esa misma historia… la suerte de estas dos nuevas ermitas de Manzanares,
surgidas en este Siglo XVII, que ahora estamos relatando, resultó igual de
dispar en cuanto a su destino”…
“Una de ellas, la primera en construirse, allá por el año 1603, ha perdurado hasta
nuestros días y es reconocida y llamada, desde entonces “Ermita de la Vera
Cruz”…. “Allí habría de tener cobijo, en años posteriores, la imponente imagen
del “Cristo Arrodillado”, que llegaría a ser el patrono de este pueblo, con el
nombre de “Nuestro Padre Jesús del Perdón”…pero, eso, concluye Don Cosme… la
historia de esa Ermita de la Vera Cruz, será motivo de otros relatos que aquí
habrán de contarse”....
“La otra ermita del XVII manzagato, y que
será el objeto principal de este relato, continua Don Cosme, tiene su fecha de
datación inicial en el año de 1613,… y se trata, como quizá usted habrá
deducido por algún relato previo, de la que fue,…por que ya no es: “Ermita de
San Isidro Labrador”…. “y es que,.. “naciendo” después, “murió” antes,… tan
solo “vivio” dos siglos”….. “pues, allá por 1809, fue destruida por la
soldadesca salvaje de la tristemente celebre división polaca del General
Valence, que irrumpió en Manzanares, durante la Guerra de la Independencia, y
arrasó todos los parajes de la villa próximos al paseo del rio, como represalia
por los sucesos del Hospital militar que los franceses habían instalado en el
Convento de los Carmelitas Descalzos, frente a nuestro Castillo”… “y, entre
otros inmuebles perdidos en ese brutal episodio, estuvo esta Ermita de San
Isidro, que fue destruida por los invasores galos… y desapareció para siempre
en aquellas terribles fechas de la historia de Manzanares”….
“Como va dicho, continua Don Cosme, esta Ermita data de 1613 y, según D.
Inocente Hervás, anterior y erudito párroco de Manzanares, por impulso y
sustento financiero de Don Francisco Villarreal, noble y rico hacendado de este
magnífico pueblo”…
“Y se construyó bajo la advocación de San Isidro Labrador, patrón y protector
de los labriegos y agricultores, algo nada extraño en una villa como
Manzanares, que había evolucionado en su historia, hacia una prospera Encomienda,
basada en la agricultura y la labranza de sus tierras”….“Se eligió para su
ubicación, un lugar muy apropiado al santo advocado, la entrada meridional de
la villa, presidiendo la vega del rio Azuer, emporio agrícola de Manzanares, en
el mismo terreno donde hoy está, frente a la imponente “Fábrica de Harinas”, en
el llamado, por ese motivo de origen ermitaño, “Parterre de San Isidro”…
“cuando aun no existía, como tal, ni el citado Parterre, ni tan siquiera el
“camino Andalucía”… “En ese mismo terreno, y en los entornos de la Ermita, como
era costumbre general de entonces en muchas ermitas y templos, se habilitó un
cementerio, llamado también “Cementerio de San Isidro”, donde recibirían
sepultura, en tiempos venideros, muchos de nuestro paisanos de entonces, y los
miembros de las hermandades y cofradías que dependieron de esa ermita”… “Este
camposanto, dejó de recibir cuerpos mortales a finales del Siglo XIX, siguiendo
las normativas sanitarias aparecidas en dichas fechas, que impedían los
enterramientos en terrenos incluidos en las villas, o muy próximos a ellas”…
“No han llegado hasta nosotros, ni a la historia escrita o dibujada, muchos
testimonios de cómo era la “Ermita de San Isidro de la Villa de Manzanares de
La Mancha”…pero la leyenda oral de este pueblo, nos habla de una muy bonita y
coqueta ermita, a similar estilo y tamaño, a las más antiguas en el tiempo, San
Antón, Santa Quiteria o San Gregorio Ostiende”…
“Y le diré ahora, sigue Don Cosme, para que usted lo recuerde, porque ya se lo
he contado en otros relatos, que el cura Francisco Camacho Zarrascón, siglo y
medio después del nacimiento de la Ermita que aquí estamos evocando, dejó
escrita para la historia la mejor referencia que nos ha quedado acerca de la
misma, diciendo de ella lo siguiente”:…
“Extramuros de esta villa, e inmediata a ella, se haya la ermita del señor San
Isidro Labrador, con su imagen y su cofradía… y en dicha ermita también se
contienen las imágenes de Nuestra Señora de Belén y señor San Antonio de Padua,
con sus cofradías, y la de San León y San Vicente,…. con su santero en casa
accesoria”..,..
“Como bien se deduce por este escrito, sigue Don Cosme, parece que la ermita de
San Isidro Labrador de Manzanares, fue muy importante en la villa…y que albergó
en su interior, aparte, lógicamente, la imagen del Santo Isidro, enseñoreando
su Altar Mayor, otras imágenes de culto en Manzanares… por ejemplo, la imagen
de San León, también protector del mundo agrícola, y que llegó hasta esta
Ermita, desde la desaparecida “Ermita de San León”… (posiblemente la más
antigua que existió en Manzanares, ya que, como usted sabe, se construyó sobre
las ruinas de Moratalaz, anexa al Torreón musulmán del mismo nombre, muy
probablemente en los más primigenios momentos del Lugar de Manzanares,… casi a
la vez que la construcción del Castillo que dio su nombre al citado Lugar de
Manzanares”)… “En ese mismo relato del cura Camacho, sigue Don Cosme, advertirá
usted que, aparte las ya mentadas, se cita la existencia de otras imágenes en
la Ermita de San Isidro, y que esta Ermita, por esa razón, era la sede de las
Cofradías que daban “sustrato humano” a las citadas imágenes”… “En ese sentido,
en el Archivo Parroquial de Manzanares, quedó constancia escrita de todo lo que
le comento”…, “y así, por ejemplo, en el susodicho Archivo Parroquial, hay
escritas, al respecto de todo esto que le cuento yo ahora, referencias tan
ilustrativas y curiosas como las siguientes:…
“La Cofradia del Sr. Sn. Isidro... que se venera en dchª ermita, no tiene
aprobación Real, y sí del Ordinario, con fecha 7 de enero de mil setecientos
treinta y cuatro… No tiene bienes algunos, solamente las limosnas de los
devotos, de forma que el caudal a que asciende el cargo de sus últimas cuentas,
es trescientos treinta y cuatro reales, los que se gastan en la función y
reparos de la hermita"…
"En la hermita del Sr. Sn Isidro, está fundada la cofradía de Ntrª Srª de
Belén que en ella se venera. No tiene aprobación Real, y sí del Ordinario con
fecha trece de noviembre de mil setecientos cinco años. No tiene bienes
algunos; y solos lo que se gasta en la función, que son según las últimas
cuentas ciento setenta y dos reales y diez y siete mvs, se reparte entre los
hermanos"…
"La Cofradía de San Antonio de Padua… que se venera en la citada hermita, no
tiene aprobación Real, y si la del Ordinario con fecha veint y seis de enero de
mil setecientos treinta y cuatro, y no tiene caudal alguno. y solo sí, para la
festividad y reparar la cera, alquilar esta en los entierros, y contribuir cada
hermano anualmente desde cinco a nueve reales conforme a la necesidad; de forma
que asciende el cargo de las últimas cuentas a 400, 90 Y 9 reales, (499) los
que se distribuyen como dicho es y las misas por los hermanos vivos y
difuntos."…
“Es bueno considerar, en este momento,… que, como usted puede ver por las
fechas que se citan en nuestro Archivo Parroquial de Manzanares, fue ya bien
entrado el Siglo XVIII,… cuando, por la razón que fuera, hubo un revuelo de
autorizaciones y reconocimiento del obispado de todas estas Cofradías, tal vez
promovido por razones interesadas de los eclesiásticos de ese tiempo,… pero, en
todo caso, lo que ha de quedar claro, es que la devoción y el culto a estos
Santos y Vírgenes, por parte de los aldeanos de Manzanares, venía de mucho tiempo
antes”…
“Y llegó la
invasión gala del territorio hispano, y con ella los numerosos enfrentamientos
y disputas propias de una guerra…y, con ellos también, episodios
particularmente intensos en la villa de Manzanares, tan importante por aquella
época, que llegó a ser considerada Capital de La Mancha”… “Y, entre esos
episodios, el que dio lugar a la bárbara destrucción e incendio de esta hermosa
Ermita de San Isidro, en 1809,… que desapareció, así, para siempre jamás, del
escenario y de la historia de este magnífico pueblo que es Manzanares”…
“Demos pues, con lo contado, punto y final a este relato, acerca de lo poco que
hemos sabido, y nos queda, de la Ermita de San Isidro Labrador de Manzanares de
La Mancha, sin duda muy apreciada e importante en nuestra villa, durante sus
escasos dos siglos de existencia”.
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