“Cuando todo parecía indicar que el
conflicto de las aguas del Azuer había quedado resuelto, la fuerza incontenible
de la naturaleza… y la fuerza interesada de la condición humana, pronto
vinieron a demostrar que no era así….comienza de este modo, Don Cosme, a dar
contenido a este nuevo relato”….
“La construcción hidráulica de Alonso de Arenas apaciguó los ánimos unos años
en el conflicto por las aguas del Azuer, pero las disputas renacieron en 1615,
de modo muy parecido a lo acontecido 40 años antes”.. “A esta oportunidad y
año, sigue D, Cosme, el bueno de D. Sebastían Gómez de Rabadán, había dejado de
ser el dueño del Molino Grande, en favor de Fernández de Salinas, alcaide del
Castillo de Manzanares, y hombre fuerte del segundo marqués de Velada, Gómez
Dávila y Toledo, quien, a la sazón, había sido nombrado Comendador de
Manzanares en 1596”…
“Una vez más, y como ocurre en cualquier historia que atañe a los humanos,
habrá usted de comprobar muy pronto, continua Don Cosme, que las personalidades
de estos dos personajes, sus ambiciones e intereses y su relación con el poder,
resultarían decisivas en la evolución de este conflicto del Azuer ”….
“Y así fue que, en los primeros años del Siglo XVII, el nuevo propietario del
Molino Grande, mucho más cercano a las realidades terrenales que su antecesor,
estaba muy preocupado ante la progresiva carencia de agua en su molino, que
había disminuido considerablemente su capacidad de producción”… “Fernández de
Salinas, investigó la causa y, en 1615, denunció a los dueños de las parcelas
próximas a su molino, cuando comprobó que habían roto el caz del mismo,
desviando el agua a sus quiñones”… “Días después, los demandados defendieron su
derecho a las aguas del Azuer, con estos argumentos:…primero, por la necesidad
de hacerlo….“porque si no se obieran rregado, estuvieren secos los trigos como
se a visto por espiriençia”;…. segundo, y según ellos, “por el poco perjuicio
que eso causaba a los molineros”....y, finalmente, porque era práctica avalada
por sentencias previas, ya que:… “era costumbre inmemorial el romperse [el río]
por esa parte”…. para permitir el paso temporal del agua en dirección a las
huertas”.
“Sin embargo -sigue Don Cosme- los regantes omitieron al tribunal, ladina e
interesadamente, referirse a la construcción que, 27 años atrás, realizó Alonso
de Arenas, para compatibilizar el agua de tierras y molinos…y actuaron de ese
modo, aprovechando que la acequia del rio, la alcantarilla principal y gran
parte de las obras del citado Alonso de Arenas, habían sido destruidas o
inutilizadas por la fuerza de la naturaleza (en un año que la historia no nos
dejó especificado) a causa de una gran crecida del Azuer…. teniendo la
esperanza que, ante ese hecho de causa natural, nadie pondría impedimentos a
que se retomase por ellos, como de hecho así hicieron, la antigua costumbre y
método de utilización del agua del rio, por la necesidad perentoria y cotidiana
del líquido elemento para el mantenimiento de sus tierras de cultivo”…. “y lo
lograron en un primer momento, pues la jurisprudencia de la Cabeza del Partido
en Almagro, estimó positivamente esos considerandos… hasta que, en su alegato,
(perfectamente estudiado en tiempo y formas), Fernández de Salinas, adujo la
sentencia de 1577…..y argumentó, además, que había existido una dejación
interesada, a la hora de reparar la acequia y la alcantarilla, después del
desastre de la crecida del rio… lo que pareció, a ojos del procurador del
alcaide...
“un manifiesto incumplimiento del mandato al que venían obligadas todas las
partes del conflicto, en lo concerniente al mantenimiento de las obras
hidráulicas que se habían realizado, para dar cumplimiento al contenido de la
dicha sentencia”…. “El demandante –sigue D. Cosme- recordó al tribunal que la
resolución jurídica de 1577, reconocía derechos sobre el agua del Azuer a los
dueños de tierras y quiñones, pero también a los molineros…y que, precisamente,
la construcción de la alcantarilla, aparte venir obligada en la sentencia,
había sido decisiva para dar satisfacción a todas las partes del conflicto,
cuando estuvo funcionante”… “En sus consideraciones, recordó, y se refirió
también, a que, meses antes de la sentencia de 1577, por iniciativa de la Orden
de Calatrava…“se probeyo auto por don Fernando Carrillo Osorio y frey Jeronimo
Triviño, visitadores generales de la horden de Calatrava, en que mandaron que
en la parte donde enpieza el dicho caz se hiciese una alcantarilla por la qual
pudiese pasar el agua que se toma de la açequia del rio Açuel, que esta mas
arriba del dicho caz, para que con ella se rregasen las heredades que ay desde
la puente del camino de Almagro asta el molino del dicho don Pedro, con lo qual
se rregaban bastantemente sin perjuicio de la molienda y sin que fuese
necesario açer roturas por otra parte”….por lo que solicitaba, además, la
reparación inmediata de los daños conferidos al caz de su molino”…
“Don Pedro, continuaba, en su bien estudiado alegato, haciendo referencia a
que:…
“y en ejecuçion de dicho auto se hizo repartimiento entre todos los dueños de
las dichas heredades para açer la dicha alcantarilla y con efecto se hiço”…
“En función de todo ello, Fernández de Salinas concluía aducíendo que… “la
sentencia dejaba claro que sólo podía regarse a través de la alcantarilla y no
por medio de nuevas roturaciones”.. y que así se había aceptado por las partes,
hasta que... “el dicho río Açuel se llevó la dicha alcantarilla”…. “Y como las
partes contrarias están obligadas a azerla a su costa conforme al dicho auto de
visita, por escusarse del gasto en tornar a açerla, an pretendido suplirle a
costa de mis partes con las dichas rroturas, de que le a resultado tan gran
daño que no solo le quitan la molienda absolutamente sino que la parte donde
las an echo quedan tan sentidas que, aunque se an çerrado, no quedan fijas ni
con la fortaleza que estaba antes ni lo estaran en más de zien años, porque se
rrezuma el agua como por cosa reçien echa”….
Toda esta argumentación supuso un vuelco total en el proceso…el alcaide
Fernández de Salinas, respaldado ante el Consejo por su valedor y Comendador de
Manzanares, Marques de Velada, no solo había demostrado la inoperancia y
desidia de los regantes en la reparación y mantenimiento de las estructuras
hidráulicas que distribuían el agua, sino también, y mucho más grave, hizo ver
al tribunal que, con esa actitud, los regantes habían incumplido la sentencia
previa que les obligaba a ello, intentando, además, ocultarla a la
consideración del tribunal”…. “Sin duda, eso fue decisivo en el curso posterior
del proceso -continua Don Cosme-,…mucho más, cuando los testigos presentados
Fernández de Salinas ratificaron todo lo dicho”… “Entre los dichos testigos,
destacó la declaración de Don Sebastián Muñoz Rabadán, (hijo del anterior dueño
del molino, y que planteó la demanda de 1577), quien confirmó que… “gracias a
las mejoras en el caz, el molino —de dos piedras— podía, ahora, sacar un mayor
rendimiento al agua del río, habiéndose incorporado al molino nueva maquinaria,
que permitía moler aceituna, además de cereales”… “Ese día, otro testigo,
Francisco García Redondo, abundando en eso, afirmó que:..“saue, e ansi lo ha
visto, que la dicha alcantarilla esta rrota e por algunas partes desecha e que
por no repararla e adouarla, algunos dueños de las dichas heredades an
procurado e procuran rromperel dicho caz e lo an roto algunas veçes para rregar
las dichas heredades contra la voluntad de los dueños que an sido e son de los
dichos molinos”.
A esas alturas del proceso, las cosas estaban suficientemente informadas…y,
para tomar una decisión definitiva, el Consejo envió a Manzanares al gobernador
de Almagro, con la siguiente misión…que para… “mejor proveer en esta causa (…),
haga vista de ojos y planta del rio Açuel y de los calzes (sic) y madre que
tiene por la parte que se pretende sacar el agua para regar las aças, quiñones
y heredades por los vecinos de Manzanares y de todo lo demas que biere
necesario para sauer la verdad de lo que se pretende por todas partes en este
pleito”.
Así era la Plaza de la Constitución en 1912, cuando D. Cosme relataba y relataba ... |
La visita, sigue D. Cosme, no se produjo hasta mediado el mes de noviembre y
fue por entonces cuando se elaboró, seguramente a petición del citado
Gobernador, el croquis que ubicaba perfectamente: parcelas, molinos, cazes y
alcantarilla, es decir, los elementos más significativos a considerar en el
pleito”…,
Reanudado el pleito, en su siguiente paso, el alcaide aceptó que los regantes
sacaran agua del río, pero en uso proporcionado y compartido con los
molineros.. ya que:…
“no es de consideracion el que todos rieguen a un tiempo, que es lo que pueden
pretender, y les basta rregar suzesibamente tomando el agua desde la dicha
alcantarilla”. “Además, los nuevos testigos del querellante terminaron por
decantar las cosas en su favor...Entre ellos, estaban algunos de los vecinos
más ancianos y venerables del pueblo. Uno, afirmó que, “a sus sesenta años,
nunca había conocido conflicto ni contradicción en el hecho de que los
molineros se aprovechasen del agua del río”. “Otro, Sebastián López Camacho,
defendió… “que era verdad que a visto romper el dicho caz algunas veçes para
rregar algunas de las heredades (…) pero a sido, y ansi lo a visto este
testigo, pidiendose licencia a Sevastian Gómez Ravadan, el viejo, difunto,
vecino que fue de esta villa e dueño que fue primero del dicho molino, que
ahora posee e tiene el dicho don Pedro, el qual si a vido dar a algunos vecinos
de esta villa las dichas licencias con tanto que le pagasen lo que el dicho
molino dexaua de moler mientras regavan. E ansi Maria Garcia, madre de este
testigo, le pidio licencia una vez a el dicho Sevastian Gomez para regar un
quiñon que tenía sembrado de cevada cerca del dicho caz, el qualle dio la dicha
liçencia e concertaron le daria por el tiempo que dexasse de moler el dicho
molino quatro celemines de trigo”… “Otro de los testigos apuntó que en esa
forma de actuar radicaba el éxito de una explotación armónica de los recursos
del Azuer, ya que la experiencia había demostrado que molineros y agricultores
podían llegar a hacer un uso coordinado de las aguas del río y que “él conocía
de buena tinta que el alcaide estaría dispuesto a adoptar ese sistema de cesión
siempre y cuando los hortelanos le indemnizasen por el tiempo que el ingenio
dejase de trabajar”..
.
“Y así las cosas, y nunca mejor dicho –afirma Don Cosme- “las aguas volvieron a
su cauce” en este conflicto recrudecido a primeros del Siglo XVII, acerca del aprovechamiento
del Rio Azuer, retomándose las medidas que habían dado buenos resultados a
finales de la anterior centuria….y le sugiero que acabe usted aquí el relato
que ya fue de bastante…, apuntándole yo antes… que esa “revolución industrial”,
que proclama nuestro recién nacido Siglo XX, y que anuncia conflictos y marca
un cambio de paradigma social y laboral de las tareas agrícolas a las
industriales, en realidad ya comenzó en estas tierras de la “leal villa” de
Manzanares, tres siglos antes… Adelantaos y abudantes que somos las gentes de
este pueblo, mi querido reportero!!!.
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