“Para poner
colofón a este conflicto de regantes y molineros de Manzanares, que se prolongó
desde los últimos años del Siglo XVI a los primeros del XVII, quiero resaltarle
ahora, mi querido cronista –empieza así Don Cosme este nuevo relato- la figura
y personalidad del II Marques de Velada, Don Gómez Dávila y Toledo, Comendador
de Manzanares, en los 20 años que mediaron entre 1596 (cuando es nombrado) y
1616 (fecha de su fallecimiento)…
“Como le acabo de comentar, la historia del
marqués de Velada en este pueblo, comenzó en 1596, momento en que le fue
otorgada la Encomienda de Manzanares, por entonces una de las más pujantes de
la Orden Calatrava…. De hecho, en la hacienda de Velada las rentas procedentes
de nuestra Encomienda, suponían, en 1605, un 23,8% del total. La razón de tan
pingües ganancias, continua D. Cosme, se debía a los altos ingresos que recibía
en diezmos y producción, junto a una muy estudiada gestión de la Encomienda”…
“Además, Gómez Dávila poseía varias sernas y algunos terrenos de labor en
nuestro territorio, al tiempo que recibía, tal como estipulaba la ley, dos
tercios del diezmo de pan y vino de la villa, el “quinto” de los molinos y el
impuesto correspondíente a la explotación de las huertas; lo que explica su
interés en mantener la “paz social” de regantes y molineros…pues, al fin y a la
postre, si las cosas les iban bien a los dos, él obtendría mayores
beneficios”….
“Velada –continúa Don Cosme- demostró, durante toda su vida, una gran capacidad
negociadora, y ser un consumado estratega para los pactos y los
negocios…siempre fue muy celoso de sus intereses y de la administración de sus
bienes, actuando con gran inteligencia y perseverancia, tanto en el ámbito
local como en la Corte en defensa de los mismos…y parece que…ya mayor, al
llegar a Manzanares… tenía muy interiorizada la idea de traspasar a su hijo,
cuando él falleciese, un señorío calatravo muy fuerte y en las mejores
condiciones posibles,… algo que consiguió con creces, pues ya sabemos la
increíble tasación de 6 millones de maravedíes, que obtuvo nuestra Encomienda
de los visitadores de la Orden, precisamente en 1616, año de la muerte de Gómez
Dávila”… “En su celo por el crecimiento personal, y el de sus posesiones,
también llevó a cabo una política muy activa para incrementar las
contribuciones que llegaban a la Corte desde el territorio calatravo….y todo
eso lo hacía de manera inquisitiva y constante, aunque no frecuentaba demasiado
su encomienda de Manzanares”…
Desde luego, sigue Don Cosme, su caso fue bastante diferente al de otros
Comendadores de Manzanares…pues, si bien fue similar en la falta habitual de
presencia física, eso no se correlacionó con falta de interés por los asuntos
terrenales que le atañían, sino, más bien, todo lo contrario…apostilla Don
Cosme”…
“Así lo demostró, por ej, cuando transformó una de sus sernas yermas, sita en
el, por entonces, abandonado término de Moratalaz, en tierras muy ricas de
viñedo y de olivar…Esto sucedió entre 1605-1606, y el Comendador tuvo la
habilidad de entregar a unos vecinos de la villa las parcelas resultantes de la
división de la finca, de tal modo que hizo productivos y contributivos unos
terrenos que él tenía sin explotar…a la par que contentaba a los paisanos a
quienes facilitaba tierra y bienes… obteniendo para sí la parte correspondiente
a su cargo y condición (impuestos y diezmos), rentabilizando algo que antes no
le producía ningún beneficio”… “Con todo lo dicho, querido cronista, no se le
escapa ya a usted que el ínclito Velada se informó bastante bien de todos los
condicionantes de tierras y gentes de Manzanares, durante su periplo vital en
la villa”….
“En el caso concreto de los recursos hídricos del Azuer, Don Gómez, en su
interés por obtener un beneficio lo más alto posible, enmarcó su actuación en
dos frentes”….
“En el ámbito local, ya vimos en el anterior escrito, como el Comendador Velada
y su “brazo derecho”, el alcaide Fernández de Salinas, elaboraron una magnífica
estrategia jurídica para resolver, favorablemente a los intereses de ambos, el
conflicto permanente que en aquel lejano tiempo tenían planteado los colectivos
manzagatos de “regantes” y “molineros”… “El Comendador, materializó sus
acciones en esta disputa del Azuer manzagato, a través de Fernández de Salinas,
aprovechando que el alcaide estaba implicado directamente en el conflicto como
propietario del Molino Grande, lo que a Velada le permitió actuar en la sombra
durante todo el proceso, para obtener, sin que se notase demasiado su presencia
y su influencia en la Corte, el máximo rédito posible de regantes y molineros,
resultando, este proceso, un ejemplo paradigmático y revelador de su manera
estratégica de actuar y de su personalidad…Consiguió, finalmente, que ambas
partes terminaran satisfechas, al obtener más beneficios cada una de ellas… y,
a su vez, él, lograba incrementar los rendimientos totales de su encomienda… y
mayores réditos en los impuestos que detraía por ese aumento en la producción…
Es decir, mi querido amigo,… dejó a todos contentos…y él se quedo más contento
todavía”...
“Pero esta solución local, con ser brillante, no fue nada, sigue D. Cosme, si
se compara con la “velada” estrategia que urdió Velada, para conseguir, en un
ámbito más amplio y general, que el “bajo Azuer”… el que, precisamente, pasa
por Manzanares, lograse para su hacienda, y para nuestros paisanos, beneficios
impensables hasta entonces”…
“Comenzaré por decirle que Velada, nada más tomar el mando de nuestra
Encomienda, instruyó a sus colaboradores para que revisasen todas las posibles
fuentes de riqueza de su nuevo y, por entonces, rico territorio…y una de las
cosas que les ordenó, fue la observación del curso del Azuer, desde su
nacimiento hasta su desembocadura, para conocer el grado y tipo de explotación
que tenía nuestro río, y como se realizaba”…. “Así, pudo llegar a saber que, en
el Azuer, a finales del Siglo XVI, existían casí medio centenar de molinos en
funcionamiento…y entre los más importantes se encontraban los que estaban en la
villa de Manzanares y en la de la vecina Membrilla. El Molino Grande de
Manzanares, aparece citado antes de la mitad del XVI, y ya hemos conocido a sus
primeros propietarios…pero, también eran molinos importantes algunos de la
Membrilla…. al menos tres, que pertenecían a la familia Canuto desde el año
1600… Dos de esos molinos, funcionaban en el curso del Azuer ya en el Siglo
anterior: el de Santa Ana, en la zona limítrofe con Manzanares, que lo hacía
desde 1555, y el del Rezuelo, en las proximidades del caso urbano del pueblo
vecino”….“En todo caso, el sistema de molinos del Azuer estaba a pleno
rendimiento a comienzos del XVII….y de los datos obtenidos por Velada se constataba
que, en su inmensa mayoría, eran pequeños ingenios, en nada comparables, por
ej. a los del Guadiana… “De hecho en una relación del año 1575, se describen 49
molinos en el Azuer, y solo uno de ellos contaba con más de una muela…por lo
que su rendimiento anual nunca sobrepasaba las 50 fanegas de trigo”. “De todo
esto, quedó informado Don Gómez…pero, también, de algo muy relevante para su
posterior estrategia negociadora”… “sus ojeadores le hicieron saber que el
Azuer podía considerarse dividido en dos tramos por un pequeño puerto, conocido
como Vallehermoso…y que, “aguas arriba” de ese lugar, existían unas
características hidrológicas y orográficas que obligaban a la construcción de
los llamados “molinos de cubo”, artilugios de productividad muy inferior a los
que existían en el tramo posterior del río, “aguas abajo” del Puerto de
Vallehermoso... En este tramo, los ojeadores de Velada, describieron molinos de
mayor tamaño, capaces de manejar mayores cantidades de agua por la
horizontalidad del terreno, lo que permitía, además, construir balsas de agua
para mantener la molienda en tiempos de sequía. Por otra parte, observaron que,
en este tramo, el Azuer recibía agua de la Sierra de Alhambra”….
“Con todo ese conocimiento sobre el Azuer, Velada maniobró en la Corte,
planteando un conflicto de intereses entre Ordenes, con el objetivo de
potenciar los intereses Calatravos en contraposición a los de Santiago…haciendo
lo bastante para convencer al Consejo de la mayor rentabilidad (tanto en
regadío como en molinería) del tramo bajo del Azuer, que surca las tierras
Calatravas y, por tanto, Manzanares,… con respecto al tramo alto, integrado en
tierras “santiaguinas”…
“En sus hábiles alegatos, logró que el Consejo se decantará, finalmente, por
sus planteamientos de “rentabilidad máxima”, que favorecían los intereses de la
Orden de Calatrava, sobre la de Santiago,… poniéndose en marcha medidas que
favorecían el cierre de molinos no rentables en los tramos altos, al tiempo que
mejoras en los más rentables molinos de los tramos bajos…Además, se tomaron, a
la par, medidas estrictas sobre las salidas de agua a quiñones y parcelas
adyacentes al curso del rio,, con lo cual se aseguraba un flujo mejor y más
seguro de las aguas a los tramos más bajos...
“Pero, si usted ha sido suficientemente observador para reparar en ello,
nuestros vecinos “membrillatos”, que podrían haber sido incluidos en el pacto
de “rentabilidad máxima”, ya que tenían tierras fértiles y varios molinos
dispuestos en torno a “su Azuer”, en el mismo tramo bajo que el de Manzanares,
y con similares condiciones hídrícas y geográficas,… al pertenecer Membrilla a
la Orden de Santiago, y haber planteado Velada, astutamente, un conflicto de
intereses entre territorios de Ordenes militares diferentes….en principio, no
gozarían de las medidas que se iban a tomar,… ya que estás, planteadas en clave
de Ordenes, favorecían, en el caso que ocupaba al Consejo de las Ordenes,
solamente los intereses Calatravos…. Seguramente, Velada fue condescendiente
con Membrilla, para que, a cambio de beneficiarse de las medidas, y no plantear
nuevos conflictos, quedasen sus paisanos, y su Comendador, agradecidos al ser
tratados algo mejor que otras villas del territorio santiaguino… mientras que
Manzanares, y el resto de tramo bajo del Azuer, hasta Daimiel, quedaron muy
favorecidos y se constituyeron, desde esa época, en la parte más rentable y
productiva del rio”… siguiendo, así, nuestro Comendador Gómez Dávila, una vez
más, esa máxima particular…y “marca de la Casa Velada”:…. “De todos contentos…y
yo mucho más”… logrando en esta ocasión, contentar a mucha más gente…a nuestros
paisanos (regantes y molineros)…a Daimiel y a Membrilla….y, sobre todo, y mucho
más, a si mismo… dice con sorna Don Cosme para terminar su diserto”…
Y, con esto, mi querido cronista, creo que lo comentado dio ya lo suficiente
para cumplir su objeto…que no era otro que el de mostrar la personalidad y
habilidad negociadora del primer Comendador que tuvo Manzanares en ese Siglo
XVII que, ahora, tratamos en estos relatos.
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