¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

domingo, 6 de diciembre de 2020

281). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: LA CAIDA DEL GOBERNADOR DARMAGNAC.

 En el relato anterior -comienza, así, D. Cosme, éste- conocimos de la estancia en Manzanares del rey intruso, Jose I, el dia 11 de Mayo de 1810...y, aquel día, aparte conocer la villa, ordenó la creación de milicias antiguerrilleras, a petición del Gobernador Darmagnac...

 Para entender como se llegó a esa decisión, hay que tirar de la historia previa inmediata, sigue D. Cosme....y es que, José Bonaparte, un mes antes de arribar a Manzanares, ante el palmario fracaso de la División holandesa de Chasse en el control del movimiento guerrillero de La Mancha, había dividido el territorio español en 38 prefecturas, y por un decreto de 18 de abril de 1810, en Sevilla, propuso la creación de las llamadas Milicias Cívicas en todas las municipalidades del Estado, encargando a las citadas prefecturas elaborar censos locales, para su conformación.

 La necesidad de los franceses en crear esas fuerzas locales, conocedoras del terreno, que apoyasen a su ejército fue acuciante en aquella primavera…era preciso hacer frente a las guerrillas de una manera mucho más eficaz, en su terreno, y combatiéndolas con sus mismas tácticas. El rey intruso, por tanto, lo tuvo fácil ante la petición del atribulado Darmagnac...al que, al llegar a Manzanares, advirtió inquietísimo por la evolución de la creciente actividad guerrillera en el territorio manchego bajo su cargo; mostrándose, incluso, insolente ante el propio rey. Jose I, urgiéndole a que le diese soluciones contra esa guerrilla desbocada. 

El rey intruso, seguramente muy disgustado por esa actitud, demasiado inquisitiva, del gobernador.. y, quiza, también, por la evidencia del ambiente hostil que advirtió en Manzanares, del que hizo responsable a Darmagnac, por su escaso tacto con el pueblo durante el episodio del ajusticiamiento, excesivo e innecesario, de Martín Poveda... le devolvió la urgencia, diciéndole que ya "estaba tardando" en organizar las milicias cívicas de Manzanares, previstas en el decreto de Abril...De forma que, ese día, y antes de marchar de Manzanares, firmó la orden de crear dos de esas milicias en Manzanares, tal como sabemos del anterior relato, “poniendo la pelota en el tejado” del Gobernador Darmagnac, quien, continua D. Cosme, sorprendido en su propia urgencia, tuvo que improvisar, sobre la marcha, nombrando para el mando de las milicias a algunos de los muy escasos "afrancesados locales", cuya actitud y capacidad de reclutamiento de otros paisanos, desconocía por completo. 

Lo cierto fue, sigue D. Cosme… que, a corto plazo, la milicias de Manzanares resultarían un fracaso, pues Darmagnac solo logró reclutar un número insignificante de paisanos, casi todos ellos forzados por cualquiera de sus amos “afrancesados”, de los que dependían casi como esclavos… En Manzanares, ninguno de estos movimientos pasaba inadvertido para Sotomayor y la Junta Local de Gobierno, que se las ingeniaron para interferir todo lo que pudieron, y sin que se notase mucho, en el reclutamiento de paisanos, aduciendo que faltaba mucha gente del pueblo, por haber huido de la guerra, y que los que quedaban resultaban imprescindibles para las tareas del campo, en aras a mantener el abastecimiento de alimentos básicos para la población y los propios invasores. Al tiempo de todo esto, Sotomayor, que tras el ajusticiamiento de Martín Poveda, recelaba absolutamente de Darmagnac, se encargó de propalar entre sus numerosos contactos el malestar de la gente con el gobernador, incluidos varios de los dirigentes franceses con los que tenía más confianza, y en los que advirtió bastante inquietud, sabedores del disgusto del rey con el gobernador…

Sutilmente, y tal como él sabía hacer muy bien, D. Pedro, sin vilipendiar personalmente a Darmagnac, consiguió sembrar entre gran parte de la dirigencia local francesa la conveniencia de su relevo. Entre tanto, y al margen de esas maniobras, nuestra gente, dentro del pueblo, sentía, como casi nunca en toda la guerra, el peso anímico de la opresión francesa, por el gran contingente de tropas que iban, venían, y se asentaban entre nosotros, tal como correspondía al rango de capital manchega que nos habían conferido las autoridades galas, pero también era cierto que, a través de los múltiples confidentes patriotas, que pajareaban de pueblo a pueblo por la región, con la excusa de actividades comerciales, o de visitas a familiares, llegaban a Manzanares muchas noticias de la creciente actividad guerrillera en la región, poniendo un puntito de esperanza en el futuro, eso sí, cargado de inquietud, ante posibles represalias francesas... 

Es seguro que nuestro principal líder y valedor en esa guerra, el insigne Pastor de Manzanares, Frey Don Pedro Alvarez de Sotomayor, a través de sus muy frecuentes viajes a las villas dependientes de la Orden Calatrava, de la que era uno de los máximos dirigentes, adquiría también información privilegiada acerca de la evolución de las cosas de la guerra, información con la que regresaba a Manzanares, y que utilizaba en la villa a su “arte personal” de hacer las cosas, transmitiéndolas, o no, según convenía, a la Junta Local de gobierno, al paisanaje en sus casas particulares o desde el púlpito...y a las mismísimas autoridades francesas si le parecía apropiado despistarlas de alguna manera....y, claro está, prosigue D. Cosme, lo que Sotomayor decía, o callaba, a unos o a otros, siempre iba en la dirección de favorecer los intereses y la indemnidad del paisanaje manzagato, en una estrategia en la que reflexionaba todos los días, y con cada cosa que transmitía a cualquiera de sus interlocutores... mucho más, si cabe, como hemos reiterado en estas últimas crónicas, tras el fusilamiento del paisano Martín Poveda, que le afectó mucho personalmente por no haber advertido la intención de Darmagnac en los días previos a ese fusilamiento y, en consecuencia, no haber podido hacer algo para evitarlo…


Precisamente, continua D. Cosme, esa ejecución sorpresiva, aparte establecer un distanciamiento y desconfianza definitiva hacia el gobernador, le llevó a reforzar su propio celo en la estrategia que estaba siguiendo, para evitar ser cogido por sorpresa otra vez…Muy posiblemente, a través de sus contactos, haría llegar la noticia del suceso, y sus circunstancias, al General Sebastiani, recordándole el pacto...y, es posible que, este, superior en rango a Darmagnac, y un hombre bastante estricto con sus compromisos, no viese con buenos ojos esa ejecución,. teniendo muy en cuenta la insignificancia de los dudosos cargos atribuidos a Martin Poveda y, sobre todo, que cuando él cedió el puesto de gobernador de La Mancha al propio Darmagnac, aunque obviamente no le dijo nada de su pacto secreto con Sotomayor, si le comentaría su interés particular, y el de Francia, en que procurase no atacar ni dañar a la gente de la villa, para que, esta, se mantuviera siempre pacífica... Es bastante probable que Sotomayor consiguiese la animosidad de Sebastiani hacia el gobernador Darmagnac… Rey y Sebastianí, demasiada y relevante gente en contra del gobernador… la suerte parecía echada para Darmagnac… Éste, nervioso, por la incapacidad de las milicias que había constituido para el control de las guerrillas, cometió un nuevo error, solo dos semanas después del paso del rey por Manzanares, al dirigirse, pidiendo ayuda, al mariscal Soult, jefe del ejército que operaba en Andalucía, pero sin claras competencias en La Mancha. Soult se comprometió con Darmagnac a enviarle a Manzanares una división, que operaba en Toledo, al mando del general Lohaussaye…. 

Cuando esta maniobra llegó a oídos de Jose I, los recelos que tenía hacía Darmagnac, se convirtieron, definitivamente, en desafecto insalvable. El rey se sintió ninguneado por Darmagnac…y, precisamente, y para más agravio, con la participación en el tema del mariscal Soult; alguien con el que, como tendremos pronto ocasión de saber en relatos sucesivos, no congeniaba nada bien el rey intruso…Lo cierto fue que Darmagnac, insistiendo en su error, envió a Soult, el 5 de junio de 1810, una relación nominal de los jefes guerrilleros que actuaban en La Mancha, y las zonas por donde solían intervenir, al tiempo que se lamentaba porque la división prometida no había llegado todavía a Manzanares, urgiendo al mariscal a que fuese más activo en el tema, algo que molestó sobremanera al prepotente Soult, que pasó, así, a engrosar la lista de enemigos íntimos del ínclito Darmagnac. Ahora sí que el destino de Darmagnac estaba definido, y su suerte absolutamente echada… aquella nota a Soult, fue la última que firmó Darmagnac, en nuestro castillo de Manzanares, como Gobernador de La Mancha. Ese mismo día, 5 de junio de 1810, fue cesado de manera fulminante por el rey Jose I, ante la unánime satisfacción de galos y manzagatos.

Una tenue sonrisa de alivio, al conocer ese cese, también se dibujaría en el rostro de Frey Don Pedro Alvarez de Sotomayor… cualquiera que ocupase el cargo dejado por Darmagnac, debió pensar, sería mejor para Manzanares que lo que había representado de vileza y maldad escondida el citado Darmagnac…De lo que sucedería enseguida, tras el nombramiento de un nuevo gobernador, hablaremos en sucesivas crónicas, que ésta ya fue de bastante, y suficiente. para dar cumplida fe de la caída en desgracia, y cese, del responsable máximo de la muerte, por afusilamiento, del primer paisano de la insigne villa de Manzanares de La Mancha en la Guerra de la Independencia….

 

 

 

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