¿Damos un paseito por Manzanares?

¡Bienvenido/a a este blog!

¡Bienvenido a este 'blog'!
Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

¡Nada más, amigo/a! Gracias por estar con nosotros, con su familia y su sempiterno recuerdo.

HERMANADAS.

HERMANADAS.

M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 12 de octubre de 2016

111). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: EL DIA DESPUES DE UN CORPUS DEL SIGLO DE ORO.

En un tiempo tan abundante y prolífico en acontecimientos manzagatos, como lo fue ese Siglo XVI, naturalmente, también hubo sucesos accidentales muy relevantes… que, no por inesperados, dejaron de quedar para siempre en la historia de este pueblo magnífico que es Manzanares”… 


“Y lo que he de contarle ahora, querido cronista, dice D. Cosme, para que de conformación a un nuevo relato, atañe, ni más ni menos, que a la magnifica Catedral de Manzanares que, cuando ese sucedido, se encontraba en plena fase de ampliación,… en obras llevadas a cabo en los doce años que mediaron entre 1565 y 1577…. bajo la dirección de ese arquitecto genial llamado Enrique Egas “el Mozo”….”y si uno, puede imaginar, perfectamente, al maestro Egas, “el Miguel Angel” de esa Catedral, recorriendo la nave de la Iglesia, o subido en los andamios, mientras dirigía el labrado de sus nobles piedras,… calculando con precisión y maestría: el tamaño, altura y configuración de los vanos altos de su crucero, hasta lograr ese efecto de “camino de luz”, tan característico de esta Iglesia de la Asunción, entonces: "Iglesia de Nuestra Señora Santa María de Alta Gracia de Mançanares"… lo que nadie pudo imaginar fue el tremendo incendio acaecido en esa Iglesia el día después del Corpus de 1571, que acabó con toda su cabecera... algo que obligó a rediseñar todas las tareas que aquí llevaba a cabo el maestro Egas y sus colaboradores”…. “Muy posiblemente, el fuego se llevó para siempre la talla original de la Virgen de Altagracia y muchas más de las obras de arte que ya estaban integradas en el Templo, aunque se desconoce cuantas de ellas estaban almacenadas, mientras se trabajaba, lo que quizá salvó de la quema a algunas, pero esto, asevera D. Cosme, permanece en el arcano del tiempo y en la ignorancia de la historia”…



“Y es que, sigue Don Cosme, como así sucedió y se contó, al día siguiente del Corpus del año 1571, el viernes 15 de junio, cuando la Iglesia Parroquial se encontraba en las obras antes citadas, se prendió fuego en el altar mayor, tomando tal magnitud el incendio, que fueron inútiles los esfuerzos del vecindario para apagarlo”. La causa del fuego, parece se debió a que una devota feligresa dio al sacristán una vela grande para que la dejase encendida ante el Santísimo Sacramento,… Se comentó, que el sacristán ató la vela a las andas donde el día anterior había procesionado el Santísimo… que se había sacado de la Custodia y colocado en su relicario”… “El sacristán pensó que, al ser un vela muy grande, no se consumiría durante la noche…y lo que se supone que sucedió es que, o bien se venció, y prendió las andas en donde se encontraba, o bien se consumió antes de lo previsto, llegando hasta las andas y prendiéndolas….y después, el fuego pasó a quemar todo lo demás”. “Tres largas horas duró el incendio, desde que fue advertido en la madrugada de ese 15 de Junio de 1571… y cuando se pudieron comprobar sus destrozos, se apreció que se había consumido todo lo que se encontraba en la cabecera del templo, y algunas cosas más, próximas al mismo…se quemaron hasta los órganos y escaños sin dejar señal ni del retablo ni de otra cosa”….
 “Cuando se logró entrar por la parte posterior del altar mayor, revolviendo entre los rescoldos del incendio, se encontraron derretidas algunas pastas de plata de la custodia, cálices y patenas que había quedado bajo el altar… todo el Presbiterio se había perdido… y aunque no se sabe con certeza, como va dicho, probablemente también la antiquísima imagen goda de la Virgen de Altagracia, que Fray Martin Sánchez Manzanares trajo de Alcala de Henares en 1521, para presidir el Altar de nuestra Parroquial”… “Los vecinos vieron con espanto que nada, salvo el edificio, había escapado a la acción del fuego… Las ricas colgaduras y alhajas con las que el altar se había adornado en razón de la festividad pasada,… los retablos, órgano, muebles y muchos objetos y enseres del templo, en mayor o menor magnitud, quedaron afectados o se consumieron”… “Sin embargo, una milagrosa sorpresa les aguardaba….removiendo las cenizas, con gran asombro,… encontraron incólume el relicario de plata que guardaba el Santísimo Sacramento, tan puro, limpio e intacto, como si hubiera estado fuera del alcance de las llamas, aunque todo su entorno hubiera sido destruido por el voraz incendio … Por eso, como a pesar de todo este estropicio, el relicario apareció intacto,…tan limpio y tan sano, su hallazgo en perfectas condiciones se consideró un autentico milagro… Dentro del relicario estaba el Santísimo Sacramento con otras siete formas tostadas, pero enteras y sanas, que al momento consumió un padre agustino que se hallaba presente entre los que luchaban contra el fuego, mientras el pueblo rezaba y adoraba al Santísimo….. Se perdieron en este fuego seis mil ducados, entre ornamentos, palios, pendones de las cofradías y el resto de cosas junto con el retablo mayor de la parroquia.
“Pero fuese como fuera, Egas no se arredró, y volvió a construir un nuevo Presbiterio, Ábside y Altar mayor, que habría de concretarse en una impresionante obra arquitectónica, terminada en el año de gracia de 1577, con una nueva y mayor cabecera, que quedó, a su finalización, más o menos, tal cual lo podemos contemplar hoy en día, en este 1912. El nuevo «Altar Mayor», proyectado por Enrique Egas «el Mozo», quedo más amplio que el primitivo, destruido en el incendio,… y se construyó por los hábiles entalladores locales hermanos Ruiz Elvira, que hicieron un gran retablo manierista, a ordenación palladiana, y disponiendo cuatro grandes lienzos de Bartolomé Carducho, encuadrando un gran relieve policromado, representando la «Coronación y Asunción de Nuestra Señora» y junto a la base de todo, diez imágenes de buen tamaño y excelente factura, talladas en madera de color”. “La bóveda del altar se cubrió con un cascarón de estucos y pinturas, y en la parte inferior se dispuso una preciosa sillería de madera tallada”…. “El magnífico retablo que quedó allí, era considerado como una de las obras más importantes de la región en su género… y se estima que estuvo totalmente terminado en 1608” “Su coste final, se estimó en veinte mil ducados, según consta por varios testamentos de aquella época”… 

“Y, quizá, amigo reportero, si me permite usted una reflexión personal…este fuego inició, en la religiosidad y costumbrismo manzagato, el cambio de “advocación virginal” de su Iglesia Parroquial”…. “La nueva imagen del nuevo retablo, evocando la Coronación y Asunción de María a los cielos, similar a la que, paralelamente, en esos mismos años y tiempos, se fue cincelando en el centro del bellísimo frontispicio plateresco del exterior sur de la Catedral, comenzaba a integrar en el espíritu manzagato a la Virgen de la Asunción, como mayor símbolo de su Catedral,…y empezaba a dejar en “segundo plano” a quien aún era la patrona de la villa, la Virgen de Altagracia, cuya imagen primigenia muy posiblemente desapareció para siempre entre las llamas… y aunque fuera sustituida por otra nueva… ya nunca fue lo mismo… la Parroquia sería ya conocida como “Parroquia de Altagracia y de Nuestra Señora de la Asunción”…y, finalmente, desde finales del siglo XIX, solo como “Iglesia Parroquíal de Nuestra Señora de la Asunción”, una vez que el patronazgo del pueblo se decantó hacia el “Cristo Arrodillado”,…… “Nuestro Padre Jesús del Perdón”. 



“Y acabemos el relato del suceso, que ya quedo bien informado y expuesto…pero hagámoslo como otras veces, plasmando lo que se contó de él por nuestros notables de entonces en las Relaciones de Felipe II de 1579”..“Escrito, en este caso, de gran valor y precisión, ya que las Relaciones se editaron en 1579, solo unos un años después del incendio, cuando su memoria estaba todavía muy viva… y decían así:

“Y el milagro que fue nuestro Señor servido de hacer en la quema que sucedió en la iglesia mayor de la dicha villa el año pasado de setenta y uno, y fue que otro día de Corpus Christi, viernes, a quince de junio del dicho año de setenta y uno a las tres de la mañana, se halló arder con la mayor furia que se puede decir el altar mayor de la dicha iglesia juntamente con los altares colaterales con muchos paños de oro y seda, piezas de plata y ornamentos que estaban colgados por ornato de la fiesta precedente alrededor del altar mayor y lo demás. Era tan grande el fuego que en más de dos horas como se vio no se pudo, aunque con toda la diligencia posible sacando agua de un pozo que tiene la dicha iglesia y de las casas más cercanas, apagar ni llegar sino de muy lejos; al cabo de tres horas que consumió y quemó todo lo que pudo hasta los órganos y escaños sin dejar señal de retablo ni otra cosa; que con la mucha agua se pudieran matar las brasas y entrar hasta la parte del altar mayor, con hartas lagrimas y sollozos del pueblo se comenzó a desvolver los carbones, y habiendo desvuelto gran pedazo se hallaron algunas pastas derretidas de plata de la custodia y cálices y patenas que habían quedado en el altar mayor y debajo. De todo fue Nuestro Señor servido que se halló el relicario de plata donde había quedado el Santísimo Sacramento que era redondo, donde cabía la hostia de llano y de tres dedos de altura tan sano, limpio y entero, como si no hubiera pasado el incendio dicho, y dentro de él se halló el Santísimo Sacramento que había quedado en sola una hostia y siete formas algo tostadas, empero enteras y sanas, las cuales consumió luego un fraile agustino que se halló en esta villa adorándola la mayor parte del pueblo. La causa de este suceso se entendió haber sido que una devota mujer dio al sacristán una vela grande que dejase encendida aquella noche delante del Santísimo Sacramento, el cual la ató a las andas donde el día de antes se había traído en procesión que estaban en el altar mayor con la custodia, aunque el Santísimo Sacramento se había quitado de ella y puesto en el sagrario en su relicario, y entendiendo no se gastaría mucho por ser larga y recia, la dejó allí hasta la mañana; presúmese que esta se fue consumiendo hasta que llegó a las andas y allí se prendió y de allí al retablo y todo lo además. Consumiéronse en esta quema más de seis mil ducados, todos los ornamentos que tenía la iglesia y palios de brocado, paños y pendones de las cofradías y otras muchas cosas que se consumieron, y por ser cosa tan de saber pareció poner este acaecimiento en este capítulo, y no meter la mano en otras cosas de poca sustancia”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario