“Mi querido amigo,
inicia Don Cosme este nuevo relato, acabamos de ver como en ese Siglo XVII que
estamos comentando, la Catedral de Manzanares se adornó con un majestuoso
retablo mayor, un coro y unas magníficas capillas, adquiriendo el aspecto final
que, más o menos, hoy podemos contemplar y admirar…Pero aún hubo otro elemento
paradigmático de la Catedral de Manzanares, que estaba por aflorar a la luz de
la historia y a la mayor gloria de Manzanares…y ese elemento “nació” y se
desarrolló durante esa centuria del XVII…. no sin grandes cuitas y avatares,
que dificultaron su construcción… pero, a pesar de ello, como muchas otras
cosas de este magnífico pueblo, terminó consolidándose en uno de sus
principales emblemas… un referente inmenso, la más grande y extraordinaria
elevación arquitectónica de la, por entonces, villa de Manzanares…Me refiero,
como usted habrá supuesto ya, visto el título que elegí para el relato, a la
emblemática y hermosísima Torre que culmina este Templo…elevada, como un faro,
a los cielos de este pueblo egregio.…Y es que, ciertamente -prosigue Don
Cosme-, en el Siglo XVII comenzó la construcción de la esbeltísima torre que
vino a coronar de manera majestuosa la grandeza de su Catedral.. ...y es, por
ello, claro y apropiado al caso, el dicho de:…. “a tal Catedral, tal Torre”….
Sin embargo, la génesis y el proceso constructivo de esta Torre icónica…ese
elemento distintivo de nuestra Catedral, y de Manzanares, no fue nada sencillo,
como ya sabemos por relatos precedentes,… realmente, fue un proceso bastante
desconocido en muchos de sus avatares…largo, complejo y lleno de problemas, que
se prolongó toda la centuria del XVII, hasta su concreción definitiva, bien
entrado el Siglo XVIII”…
“Como tantas otras cosas referentes a la reforma de nuestra primigenia Iglesia
Parroquial (hasta que fue convertida en una Catedral, por el ingenio y la
determinación de Enrique Egas “el Mozo”) -sigue Don Cosme-, la idea de trocar
la torre que aquella primera parroquia tuvo en sus orígenes de 1520, por otra
más acorde a las nuevas magnitudes del Templo, empezó a forjarse a finales del
Siglo XVI….Y es que, como va dicho, la magnificencia adquirida por el Templo de
Manzanares, tras la ampliación de su crucero, dejaba muy pequeña esa torre
primigenia”… “Esa idea, ya esbozada, vino a dinamizarse y concretarse, de
manera definitiva, tras el pavoroso incendio del día del Corpus de 1571, que
destruyó la cabecera de nuestra reformada Catedral”…“Se hicieron necesarias
obras inmediatas, no solo tendentes a la reparación de las enormes riquezas
consumidas por el fuego, sino también para dar mayor seguridad, ventilación y
fuerza de soporte a la previa ampliación en altura y anchura de la Iglesia
primitiva”. .. “La solución aprobada a esos efectos fue la construcción, unos
años después del incendio, de esa bonita galería superior que rodea toda la
Catedral, obra que consiguió aligerar considerablemente el peso que soportaban
las cerchas de su cubierta… que, hasta entonces, descansaban directamente sobre
las bóvedas, con evidente mayor peligro de hundimientos”… “Esta nueva
construcción, también mejoró mucho la ventilación de las cubiertas y bóvedas de
la Catedral, facilitando su conservación y mantenimiento”…“y, además, de
mejorar todas esas condiciones estructurales, la construcción de esta galería
sobreelevó toda la cubierta y el primer piso de su primitiva torre…lo que vino
a incrementar la percepción de pequeñez de la misma, cuando se la veía
integrada en el magnifico e inmenso conjunto de la ampliada Catedral de
Manzanares”…
“Quizá –sigue Don Cosme- por esa percepción de pequeñez,… y, animado por lo
seguro y fuerte que quedó el edificio de la Iglesia con esa galería
superior,….alguien, anónimo y desconocido, seguramente pensó que esa galería
permitiría soportar una estructura vertical más grande y de mayor peso que la que
tenía la primitiva parroquial de la Plaza Mayor… y, con esa idea en mente,
proyectó la magnífica Torre que hoy tiene la Catedral de Manzanares…
Lamentablemente, salvo que aparezca algún legajo que nos hable de ello, por el
momento no tenemos constancia histórica, ni de las razones, ni de la persona
que tuvo la idea de su diseño”… “Uno –sigue Don Cosme- podría verse tentado a
pensar que fue Egas el Mozo, quien diseñó esa nueva torre, para terminar de
configurar el templo recreado por él mismo años antes…pero no hay nada que
avale esa posibilidad…es más, los retrasos habidos en la construcción de la
nueva Torre, nos hablan de un comienzo de la misma cuando ya Egas había
muerto,..
“En fin, que permanece en el terreno de la incógnita histórica, quien ideó esta
maravillosa estructura gracil y vertical…como si existiese un pudor misterioso,
que impidiera revelar el nombre de quien tuvo la osadía de “pinchar” el cielo
azul de nuestro pueblo con esa artística aguja, emblema e icono de Manzanares,
que coronará su Catedral, por los siglos de los siglos”…. sentencia Don Cosme.
Y es que -continua-, mientras se terminaba la galería superior, a finales del
Siglo XVI, el Concejo de Manzanares y su Iglesia establecieron un nuevo
contrato con los maestros de obras de nuestro pueblo, Juan de Arenas y Alonso
Fernández Camacho, que habían participado en la construcción de la citada
galería, para que continuasen, a renglón seguido, con las obras de construcción
de la nueva torre...De hecho, parece que las iniciaron, muy a finales del Siglo
XVI, o a muy a principios del XVII…quizá se construyó solo la base de la nueva
Torre, encima del cuerpo cuadrangular de la antigua, aprovechando la primera
parte de sus escalinatas,…Esa escalera de caracol del primer cuerpo de aquella
antigua torre de la parroquial, -dicea Don Cosme- ha quedado, así, para la
posteridad, como mudo y único testigo de lo que fue aquella pequeña torre
primitiva…y hoy podemos contemplar su relieve en el exterior de la fachada
norte de la Catedral, como una construcción circular, que se une a la base de
la nueva torre,… en un punto de esa fachada que nos indica el sitio exacto
donde las escaleras de la primitiva Torre de la Parroquial, se continúan con
las de la nueva torre de la Catedral, una hermosa, amplia y cómoda escalera
interior, que llega hasta el Campanario….
Sin embargo, al poco de comenzar a construirse la base de la que habría de ser
nueva torre –prosigue Don Cosme- ocurrió una grave disputa entre el Concejo, el
mayordomo de la iglesia y los maestros de obras, que terminó en un juicio, al
tiempo que las obras se paralizaron por completo….. Esta disputa, fue el
resultado colateral e indirecto de otro pleito, que comenzó en 1602, planteado
por los hermanos Ruiz de Elvira contra el Concejo y la Iglesia de la villa…
“Los Ruiz de Elvira, encofradores del retablo del Altar Mayor, como usted ya
sabe, hartos de no recibir el pago pactado, decidieron recurrir a la justicia…y
como quiera que, en las estipulaciones del contrato de obras del retablo,
quedaba meridianamente claro que el Cabildo y el Concejo no podían iniciar obra
alguna en la iglesia, sin haber dado carta de finiquito a los entalladores, las
obras de la torre se paralizaron “sine die”…
La justicia, siempre se tomó su tiempo en sentenciar…. fueron pasando los años,
sin que se pudiesen reanudar las obras de la Torre, motivando un nuevo
conflicto, por incumplimiento de contrato, entre los maestros de obras, Juan de
Arenas y Alonso Fernández Camacho contra el Concejo y la Iglesia de
Manzanares….La cosa –sigue Don Cosme- se enconó de tal manera, que acabó con el
encarcelamiento de los dos maestros constructores, parte del Concejo de
Manzanares y el mayordomo de la Iglesia,…Poco hemos conocido de cómo terminó
ese trabado conflicto, aunque por algún escrito sabemos, hoy, que sus
protagonistas estuvieron en la cárcel por lo menos doce años, ya que en 1622
aún continuaba el pleito judicial”...
Luego, en años posteriores a ese 1622 –continua Don Cosme- no existen noticias
o escritos que se hayan conocido sobre la nueva Torre, hasta el año 1656, fecha
en la que parece estar datada la reanudación (casi el inicio) de las obras para
la construcción de la que llegaría a ser esta deslumbrante Torre de la Catedral
de Manzanares…Y posiblemente esa fecha de reanudación de las obras es correcta,
pues sabemos que en esa año de1.656, se efectuaron reformas en el entorno de la
“Capilla del Perulero” donde comenzaba la torre vieja…en escritos antiguos de
ese año, quedó recogido textualmente, lo siguiente:…: "para que esté de
prestado la Pila del Bautismo en la Capilla de San Miguel”…posiblemente, con el
fin de prevenir daños en la misma, durante las obras de la Torre..…obras que,
seguramente, por las dificultades económicas que provocó la gran crisis de la
segunda mitad del XVII, se dilataron mucho en el tiempo, concluyendo en fecha
indeterminada de la siguiente centuria del XVIII….. cuando quedó
definitivamente terminada esta bellísima y perfecta aguja que apunta y perfora
el azulísimo cielo de este pueblo de cuento que es Manzanares de la Mancha….
Valga por último, y para terminar el relato, -dice con énfasis Don Cosme-
describir con palabras sentidas, pero apropiadas a su esencia y conformación,
como es esta Torre icónica de la Catedral… que se deja ver en la llanura
extensa de la Mancha, para cualquiera que se acerca hasta esta villa….y que
también deja ver, pero desde su altura, el magnifico espectáculo de su caserío,
de las planicies que… a colores verdes, ocres y amarillos, circundan este
maravilloso pueblo de Manzanares de la Mancha….
Está Torre, ya terminada, quedó compuesta por varios cuerpos diferentes,
formando un todo casi perfecto de elementos sucesivos, y progresivamente
afinados, que confieren al conjunto final una esbeltez y gracilidad sublime..
..Es esta de la Catedral de Manzanares -concluye solemne Don Cosme-, una torre
alta y refinada… de apariencia firme y, a la vez frágil, airosa y esbelta…. El
primero de sus elementos es una base cuadrada de piedra, que se eleva algo más
alto que las naves de la Catedral; el segundo cuerpo, octogonal y aventanado,
es el del Campanario…(¡¡Ay, el tañido de las campanas de la Torre de
Manzanares!!.. tan indeleble, entrañable y característicamente unido a la
historia acústica y particular de este pueblo)… y, luego, un tercer cuerpo, el
del Reloj, dispuesto de cuatro esferas correspondidas con la base de la Torre…
que quedan cubiertas de una bonita pizarra circundante, con unos pequeños
departamentos en igual posición que las esferas, que también aparecen cubiertos
de la misma pizarra;..el cuarto cuerpo, es un alto y airoso templete, con
ventanales y un balconcillo que lo rodea.. y, finalmente, el quinto cuerpo,
está formado por pequeños departamentos, en la misma posición que las esferas
del reloj, continuándose en una airosa espiral, en forma de capirote, (conocida
entre los paisanos, como “el nazareno”), ambos, también cubiertos de
pizarra-,…En la punta del capirote, sobre una bola que representa al mundo, se
alza al cielo de Manzanares, firme y poderosa, la parte culmen de esta Torre
emblemática…una Cruz de hierro de ochocientos kilos de peso, símbolo de la
cultura cristiana, que se pregonó por siempre en esa Catedral, desde su
creación…..hasta que el tiempo y el destino de la humanidad manzagata así lo
determine!!...concluye, solemne y enigmático, Don Cosme.
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