¿Damos un paseito por Manzanares?

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Todo cuanto vas a encontrar en él, es una muestra de cariño y admiración a un padre, MELCHOR DÍAZ-PINÉS PINÉS, uno de esos tantos padres del mundo que creen en la familia y luchan por ella, que aman a su tierra, que la trabajan y reivindican con constancia. Es posible que los manzanareños más jóvenes pudieran encontrar en el blog algunos hechos, sucesos, curiosidades, costumbres que ya han desaparecido, que quizás hayan escuchado de sus antecesores o, simplemente, que no conocen y puedan resultarles de interés.

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HERMANADAS.

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M A N Z A N A R E S, en La Mancha.

miércoles, 17 de enero de 2018

143). RELATOS PEDRO VILLARROEL. MANZANARES 1912: “HOSPITALES MUERTOS”… EN EL SIGLO XVII.

Vamos ahora, querido cronista, a considerar como fue la evolución, en la centuria del XVII, de aquellos primeros hospitales de Manzanares,… citados, tal cual sigue, en las Relaciones Topográficas ordenadas por Felipe II en 1575:


….“hay en esta villa tres hospitales: el uno de Nuestra Señora, que lo fundó el comendador Alonso de Ávila habrá ochenta años poco más o menos, y le dejó cierta renta que al presente valdrá mil reales poco más o menos. El otro de San Juan, que lo fundaron los cofrades que hay de esta cofradía, y no tiene más renta de las limosnas que les dan. El otro es de Santiago donde se reciben mujeres pobres naturales, y no tiene más renta de lo que le dan de limosnas”…

En este pueblo, -sigue Don Cosme- la crisis de ese siglo de penurias que fue el XVII, se apreció sobre todo en la segunda mitad de la centuria, pues, como hemos conocido ya, y a diferencia de lo que sucedió en otras villas próximas, en las primeras décadas del XVII, la villa de Manzanares de la Mancha, vivió, y estuvo, todavía bastante nutrida de grandes acontecimientos y sucedidos... Y algo parecido, ajustado a esta temporalidad, y con variopintas curiosidades, sucedió con estos hospitales que tenía la villa en el momento de iniciarse la centuria del XVII…y que habían sido relacionados en 1575, como va de dicho, a la orden expresa y determinante del Rey Felipe II….

Los más pequeños, y peor dotados, de estos sanatorios, que eran: el de San Juan y el de Santiago, se sustentaban a base del limosneo de los paisanos, y de algunas dotaciones aisladas de gentes más pudientes, por lo que no pudieron resistir el embate de la crisis y terminaron desapareciendo, más o menos avanzada, esa centuria del XVII, algo que habrá usted supuesto, mi querido reportero, a la vista del título que le propuse para este relato, apostilla Don Cosme …Y acerca de las vicisitudes –continua- que hubieron lugar en la triste evolución de ambos hospitales, hasta su “fallecimiento”, no hemos sabido, ni conocido casi nada, excepto algunas cosillas y curiosidades, que, ahora mismamente, pasaré a contarle con el más grande y sumo de los agrados, …

Interior Ermita San Juan  y Hospital del mismo nombre.

Con respecto al primero de los comentados, -continúa Don Cosme- el Hospital de San Juan, cabría citar que estaba integrado en la Ermita del mismo nombre, como ya conocemos por otros relatos…y también quedó ya dicho, que toda esa construcción (Ermita y Hospital) se ubicaba en la esquina de la calle que lleva su mismo nombre, San Juan, con la de la calle Monjas... El Hospital de San Juan, desde su nacimiento, atendía, sobre todo, a los niños de Manzanares de aquella época… que sufrieron, frecuentemente, los embates malsanos de múltiples y diversas epidemias,…. que, por entonces, hacían grandes estragos entre la población infantil, como: la viruela, el sarampión, la polio, la peste o la disentería…”…. “Y de este hospital de San Juan, que solo se mantenía a base de limosnas, poco más se sabe, aparte lo ya citado… aunque parece que no duró mucho tiempo abierto, cesando su actividad sanitaria en una fecha indeterminada, pero posiblemente anterior a que se alcanzase la mitad de esa centuria del XVII, por carencia de los más elementales recursos financieros…y, a partir de entonces, cerrado el Hospital, solo quedaron activas en ese inmueble las actividades de la Ermita, que se ha mantenido, ahí, hasta hace solo un año, 1911, en que, por su estado ruinoso, el emprendedor alcalde actual de este pueblo de Manzanares, Don Antonio Rubio, decidió transformarla en una escuela pública, que llevará, mientras dure como tal, el mismo nombre de San Juan…pero eso es otra historia,… de otras historias que habrán de contarse, dice Don Cosme.
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Con respecto al segundo de ellos, el Hospital de Santiago…que fue, de los dos, el que más tiempo sobrevivío, existe algo más de información.. que, sobre todo, por su curiosidad, le citaré a continuación para el relleno del presente relato….

Este hospital de Santiago, -me comenta Don Cosme- se dedicaba a la atención de mujeres pobres… y, según consta en escritos de una inspección llevada a cabo por unos visitadores de la Orden de Calatrava en 1638,… estaba ya en ese momento en un estado de franco deterioro…Por esa época, se le conocía como “Hospital de la Misericordia”, y estaba ubicado en la calle Real…. “que viene del camino de Almagro, cerca de la Plaza”…Según se contó por esos visitadores:… “tenía un cuarto a su entrada y otra sala al lado izquierdo,… donde existía, protegido por una gran reja de madera, un altar con la “imagen del santo entierro”… que procesionaba en los viernes santos de por entonces…..Esta imagen, estaba custodiada en una caja cubierta de madera de pino, con una bayeta negra por encima, cubriéndola…En dicha sala -sigue Don Cosme-, antes del altar, había una lámpara que, dada la precaria situación, solo se prendía de noche, por lo que los visitadores instaron a los cofrades a cargo del hospital, la siguiente e ilustrativa curiosidad recomendatoria,..“que pidieran limosna por las calles los días necesarios y por las parvas en tiempos de agosto para tenerla encendida de día y de noche”…

D. Inocente Hervás Buendía, Parroco entre 1904 a 1911.

En este hospital de Santiago, o de la Misericordia, que tanto da, -sigue D. Cosme- los visitadores advirtieron que el resto de sus aposentos (altos y bajos) estaban en estado de ruina, algunos sin techo…y, en todo caso, inservibles… escribiendo acerca de ellos lo que sigue…“en grande peligro y esta mucha parte della ynavitable”... 

En este estado de cosas, las mujeres ingresadas tenían que hacinarse en la sala del santo entierro...y, como usted supondrá –continua Don Cosme-… poco se podía hacer en este hospital, salvo rezar, por la salud de las desdichadas allí ingresadas…pues, aparte la imagen del santo entierro, ya comentada,… los escasos bienes que quedaban en el inmueble, en esa inspección de 1638, eran… tal como quedó reflejado en el informe, los que siguen:… “dos crucifijos: uno de ellos colocado en un tabernáculo cubierto por un velo de tafetán verde…y otro, más pequeño, que se usaba para los entierros”…también se citaba “una imagen de bulto de Nuestra Señora de la Soledad, unas andas de madera, un estandarte de damasco, una corona de plata, un vestido de damasco blanco para Nuestra Señora (donado por “la capellana” María Ruiz), otro vestido de damasco verde, una camisa de Ruan para vestir la imagen y, por último, unos manteles para el Altar Mayor…Es decir, no se recogía ningún bien de carácter sanitario…, registrándose, en la dicha inspección, que las únicas aportaciones dinerarias de este Hospital de la Misericordía eran:… “cuatro escrituras de censo; una contra Francisco García Redondo, de 9.600 maravedíes; otra contra Francisco Martin, de 8.500 maravedíes; una tercera, contra Juan Martin de Mora, que era la más cuantiosa, y se cifraba en 21.000 maravedíes…y, por último, una cuarta, contra Francisca Díaz, viuda de Juan Sanchez, que ascendía a un total de 6.800 maravedíes”…

Pero –sigue Don Cosme- los mismos visitadores calatravos que dan cuenta de estos censos, comentan en su informe, a renglón seguido, que:… “El rendimiento de los censos se ha gastado y consumido en la celebración de su festividad y en otras cosas”..

Es decir, dado que estos censos, y las limosnas,… que constituían los únicos ingresos, ya se habían gastado,..no resultó extraño, a los ojos de los visitadores, cuando revisaron las cuentas aportadas por el mayordomo del hospital, Juan Diaz Carnicero, que estaban comprobando y registrando una situación financiera inviable…pues en el balance contable del citado mayordomo, se daba cuenta de unos ingresos totales de 12.325, maravedíes, frente a unos gastos que ascendían a 15.438 maravedíes;… es decir, existía un déficit de 3.113 maravedíes….. No se sabe bien si fue que los visitadores consideraron esto como determinante para dar “cerrojazo” definitivo al Hospital de la Misericordia,... o bien que fuera la durísima crisis de años posteriores, la que terminase de liquidar su actividad…pero lo cierto fue… que la situación del Centro se deterioró aun más rápidamente, hasta motivar su desaparición en fecha no bien determinada de ese Siglo XVII que estamos comentando por aquí…

Y de usted, así, por terminado este relato, querido escribano y amigo, que ha versado acerca de aquelllos hospitales de Manzanares, que sucumbieron a la penuría de un Siglo de penurías,…. para dejar abierta la expectativa de un siguiente escrito… que habrá de versar sobre el único hospital que aun se mantuvo pujante y activo en esta gloriosa villa de Manzanares, a todo lo largo y ancho del tiempo que duró toda esa centuría del XVII…aclarando de antemano…que, en esto del tiempo, aunque se trate de Manzanares, las cosas son igual de exactas en todos los sitios…No hay mal que cien años dure…ni siglo que menos de cien, pero tampoco de más de cien años, dure…concluye jocoso, Don Cosme

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