“Y llegó el momento más esperado para los paseantes… han recorrido el pequeño camino central del Atrio de la inmensa Catedral de Manzanares, y van a traspasar ya sus portalones de noble madera,… mientras pierden en el cielo, al que dirigen la vista antes de cruzar esas puertas, la perspectiva de su bellísima Portada plateresca”…
“Por un instante, pueden contemplar, desde los “pies” de ese fronstispicio, el mágico efecto lumínico que parece hacer real la elevación a los cielos de Nuestra Señora de la Asunción, resaltando aun más el ingenio constructivo de quien diseño esa maravilla arquitectónica” … “Y es ahora, cuando entramos en el Templo, el momento de admirar y extasiarse con toda su plenitud interior”… “Y ese interior, amigo reportero, me dice D. Cosme, cuando ya estamos dentro, es esta inmensa nave de cruz latina que tiene usted a la vista, que es el resultado de las obras de ampliación de este mismo templo, que llevó a cabo Enrique Egas "el Mozo", construyendo un crucero y presbiterio de mayores dimensiones… obras que se iniciaron en 1565, pero que se proyectaron once años antes, en 1554, cuando los visitadores de la Orden de Calatrava vinieron a esta iglesia, y constataron que el edificio parroquial había quedado pequeño una vez más, pues no se contó al hacerlo con el importante crecimiento demográfico que tuvo Manzanares, a comienzos del siglo XVI”…
“Y, si, sigue D. Cosme, mientras saca un papel de su bolsillo, fue en esa visita de 1554, cuando los visitadores trataron el asunto de la ampliación con los miembros del concejo”…. “Y se sabe que, en ese año de 1565, se iniciaron esas obras de ampliación, por que también citan en sus escritos, que ahora le leo, lo siguiente: "estaban abiertos los çimientos y labrada muncha cantidad de piedras”… “y por que esos visitadores de la Orden de Calatrava, en el año 1565, ordenaron, además: "que desde el mes de março venidero se prosiga la obra comforme a la traça della y se vaya vendiendo el trigo que tiene la iglesia como se fuere haziendo la obra, porque muncho della e munchos días questa allegado de limosnas y de ofrendas, e mandamos se de notiçia de la dicha obra al señor marqués de Priego, comendador desta villa de Mançanares y se suplique a su señoria que la dicha obra vaya adelante".
“ Asi las cosas, asevera D. Cosme, las obras se hicieron con cierta rapidez… y aunque no hay muchas mas referencias sobre la cronología de su desarrollo, si se conoce que la reforma de la nueva capilla y la del altar mayor, estaba completamente terminada en 1577, como recoge la visita realizada ese mismo año a la iglesia por otros visitadores de la Orden de Calatrava”…. “Y ese interior, le repito, es una gran nave de cruz latina, con ese bellísimo ábside ochavado que puede usted ver “allí” –me lo señala-, en el centro de la “cabecera” de este Templo, y al que nos acercaremos enseguida para poder admirarlo con detalle”… “Ese ábside, acoge ejemplos maravillosos de los elementos básicos de una Iglesia: contiene un magnífico presbiterio, un gran Altar Mayor... y un impresionante retablo, rodeado de lienzos, que habrá de deslumbrarnos con su contemplación”…. “Y antes del ábside, ese gran crucero que usted también puede observar, “adornado” por el efecto y resalte lumínico que le propició el ingenio constructivo de su creador, Enrique Egas, “el Mozo”… “Luego, continúa toda la nave central, con preciosas capillas laterales sucesivas, que iremos también conociendo, una a una, y, a su final, y ahora mismo a nuestra espalda, acaba el quinto tramo de esta nave en el coro, que está sustentado mediante un arco rebajado a sus pies”….“Cubren toda la nave de esta Iglesia, como podrá advertir, si eleva su mirada al techo (obedezco a D. Cosme), bóvedas de terceletes, descansando, alternativamente, sobre pilares formados por baquetones, con capiteles continuos, decorados a base de cardinas y ménsulas, todo ello existente ya en la Iglesia que se inauguró en 1521, ya que solo el Crucero y el Abside corresponden a su segunda fase, sin duda las más importante, por su magnitud y brillantez”… “Esa que trazó y diseñó Enrique Egas, El Mozo, el maestro de arquitectura más prestigioso de ese momento en La Mancha...quien, vinculado a la tradición gótica, aprendida a pie de obra con su padre, añadió a su bagaje, el nuevo lenguaje renacentista, que le venia de sus trabajos con el maestro Alonso de Covarrubias”. Por ello, fue uno de los primeros en conjugar sabiamente ambos lenguajes en sus principales obras, de las que esta magnifica Parroquial de Manzanares es un gran ejemplo”.
El proyecto de Enrique Egas “el Mozo”, cristalizó, finalmente, en el gran ábside pentagonal que tenemos enfrente y en la ampliación de un crucero, poco desarrollado en planta”. “A pesar de estar construido en dos fases, el resultado es homogéneo en la configuración de los espacios”… “Observará usted, a poco que se fije, que tiene ante si un espacio amplio y diáfano, que se extiende hasta la impresionante cabecera de esta Iglesia”… “El maestro Enrique Egas consigue ésto con un “efecto horizontalizador” del área de la cabecera, que provocan los nervios curvos de su bóveda, contrastados con la verticalidad de los arcos apuntados, existentes a lo largo de los tramos de la nave”…. “Y Egas logra también, como resultado final, la creación de una especie de grandioso “camino” de luz, ...tenue o reverberada, según la hora del día, que conduce -y lleva- hacía –y hasta- el ábside… donde se encuentra el tabernáculo de esta Catedral”… “Y, todo ello, debido a la ingeniosa utilización de la luz que llega al crucero, ideada por el maestro Egas, que consigue proyectarla al interior del Templo de una manera singular, desde dos altos vanos, estratégicamente abiertos en el crucero” ...“generando, así, este efecto lumínico emocionante y trascendente de luz natural que tiene usted a la vista,…que dibuja un reflejo casi divino… que, viniendo de lo más alto del cielo, parece querer decir a quien está aquí que, mientras esté aquí, se olvide del mundo terrenal y “entre” en el espiritual”… “Y, este reportero, que está escuchando, absorto e incapaz de escribir nota alguna, la brillante e ilustrativa disertación del Sr Cosme, no tiene por menos que darle la razón en sus argumentos”…
“Y tambíén, una vez más, y pensando en ello, el cronista viene a reflexionar acerca de esa dualidad humana: terrenal y espiritual… reflejo de una de las características genuinas de nuestra especie: la imaginación… que es capaz de “moverse” en el ámbito de la razón pura, generando conocimiento y ciencia....a la vez que puede, sabe y quiere hacerlo también en un ámbito de pura intronspección subjetiva, generando ideas que cristalizan en obras de arte, como la que estamos contemplando, ….o desarrollándose en idearios religiosos o políticos”…
“Y la reflexión del cronista quiere concluir aquí, a la vez que este relato, con su anhelo personal de que esa humanidad, brillante y específica,… pero, a la vez, indómita y contradictoria, sea capaz de “conducir y canalizar” las aportaciones de esa, su propia herramienta humana,…y que aprenda a asumir alguna vez, que todo lo que “sale” de esa imaginación, propia y genuina de especie, es respetable y preservable, por ser la única fuente de creación y progreso que hay sobre el planeta tierra… y que los humanos, auténticos y, con frecuencia, únicos depredadores de lo que ellos mismos son capaces de crear, en un comportamiento irracional y suicida..., utilicen, de una vez, su “voluntad de hacer”…. la otra característica específica de nuestra especie, con ánimo de suma e integración… respetando, así, los resultados de su propia esencia,…. enriqueciendo, preservando y conservando todo el inmenso patrimonio terrenal y espiritual que nuestra especie humana ha sabido conseguir, ....pero, lamentablemente, también destruir, por los siglos de los siglos…
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